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4. She's Gone

Perder a alguien nunca es sencillo. La idea de que ya no está cruza por tu mente cada segundo en que escuchas su nombre. Sabes que vas a sufrir y que no va a ver una forma sencilla de superarlo. Que vendrá el llanto y que sobre todo habrá vacío. Uno enorme que no encuentras como llenar. Que ironía cuando dicen que uno se prepara para perder a los que amas. Que no estarán contigo para siempre y que no debes temer a que en algún momento simplemente se irán. El ciclo de la vida supongo. Creo que nunca me enseñaron eso. Por que una cosa es dejar ir a alguien por vejez y otro cuando te lo arrebatan. Hay una gran diferencia.

— Haz leído toda la noche. No te he visto tomar una siesta.— me dice Damon mientras estoy sentada en mi cama con diferentes grimorios en diferentes idiomas

— Por que quiero encontrar alguna solución para salvar la vida de mi mejor amiga.— volteo a verlo — Es como una hermana para mi. Me niego a perderla.— expreso con desesperación y cierro un libro de golpe

—¿Como puedo ayudar?— pregunta angustiado y froto mi cara al sentir cansancio

— Te traje té.— escucho a Stefan y bajo las manos — Te calmará los nervios. Rose está bebiendo sangre en la sala.— suspiro y me entrega la taza

— Gracias.— bebo un sorbo — Estaré bien. Solo necesito pensar.— dejo la taza en la mesa — No puedo dejar que nada le pase, yo..— me pauso saturada y Stefan se pone junto a mi

— Hey, tranquila.— pone su mano sobre la mía — Tofo va a estar bien. Vas a encontrar la forma de salvarla. Tú eres increíble.— sonrío ligeramente aguantando las ganas de llorar

— Vivimos juntas durante 30 años.— alza sus cejas — Era lo más cercano a una familia que había tenido en un tiempo. Solo lo estoy lista para dejarla ir.— aclaro y el asiente

— No lo harás. Vamos a solucionarlo.— menciona Damon y e inhalo hondo asintiendo — Estaremos afuera si nos necesitas. Haz tus cosas de brujas.— Stefan se levanta y sonrío ligeramente, salen de la habitación

Narrador omnisciente
— ¿Tenemos que preocuparnos? Por que nuestra hermana actúa como loca buscando una respuesta que no va a encontrar.— le dice Damon con preocupación a su hermano menor

— Debemos encontrar una posible solución para el problema. Se le romperá el corazón.— expresa Stefan con preocupación

— En eso estoy. Le pediré a Elena que cuide a Rose mientras Bella y yo vamos a interrogar a Jules.— el vampiro frunce el ceño mientras bajan escaleras

— ¿Interrogar? ¿Significa que vas a torturar gente con nuestra hermanita?— lo regaña frenándolo — Bella no es como tú, Damon. Ella es humana y aún tiene sus emociones como tal. No piensa como tú.— el pelinegro rueda los ojos

— Obviamente que no haré nada indecente enfrente de los niños.— aclara y el vampiro asiente — Al menos con Bella presente...— Stefan lo interrumpe

— Es de lo que estoy hablando...— interviene Rose

— Si no les molesta, me zumba la cabeza.— expresa con incomodidad — Vayan a pelear a otro lado.

Arabella
Bajo para ir a checar a Rose. No quería no saber ni en un instante su paradero. Quería ver que tanto avanzaba el veneno en su cuerpo. Así debía saber cuanto tiempo me quedaba

— Hola, quería ver cómo estabas.— mencionó cálida y me pongo de cuclillas frente a ella. Estaba sentada frente a la chimenea. Lucía enferma y pálida

— Nací en 1450, o sea que tengo 560 años.— expresa con pequeños escalofríos. Se miraba aturdida

— Si fueras una botella de vino...— me interrumpe

— Así que puedo morir. He vivido lo suficiente.— expresa abrumada y niego

— Si vas a ser llorona, te voy a matar yo y ya.— expreso burlona y sonríe — Tienes que mantenerte positiva. Algo habrá.— resopla

— Vamos, es una simple mordedura de hombro lobo..— menciona Damon mientras le prepara un trago de sangre

— Si, claro. Una simple mordedura que es fatal para vampiros.— aclara serena y relamo mis labios tensa.

No podía evitar crees que esto es parte mi culpa. No debí provocarla.

— Bueno, según la leyenda, que es una fuente poco confiable.— añado y Damon le entrega el vaso, me levanto

— La sangre sana.— menciona Damon y comienza a beber su vaso. Ambos la miramos con atención

—Si. Siento que esta funcionando.— comenta incrédula

— A ver date la vuelta.— le pido y me pongo junto a Damon. Le descubro su hombro y me quedo perpleja al ver tan horrible cicatriz, se expandía. El y yo nos miramos con preocupación. Yo con miedo

— ¿Cómo está?— nos pregunta ansiosa y paso saliva tensa. Un nudo se me formó en el estómago

— Definitivamente, mejor, ¿verdad, Arabella?— me dice Damon y inhalo hondo, me pongo frente a ella

— Si, verdad, vas a estar bien.— expreso serena para darle tranquilidad, aunque me siento tan culpable de mentirle

— ¡Oh, Dios! — llega Elena y la fulmino con la mirada. Estaba del otro lado de la sala

— ¿Qué paso? — pregunta Rose asustada y le doy una mirada a Elena de que se calme

— Nada, vamos a conversar, Elena.— le dice Damon y va con ella, suspiro mientras los veo irse

— Estas asustada. Tú cara lo demuestra.— recojo las bolsas de sangre

— Si, por que tu puedes..— me pauso y las manos me tiemblan — Le pediré a Elena que te cuide por un rato. Tengo que ir a encontrar una solución. No puedo estar aquí sentada solo viéndote morir.— se me quiebra la voz

— Tranquila, Ara.— se levanta y me toma de las manos — Eres la maldita Arabella Salvatore. Eres muy poderosa para tu propio bien.— sonrío — Estoy segura que vas a encontrar una solución.— asiento

— Lo haré. Lo prometo.— sonríe — Te dejaré en tu cama para luego irme, ¿si?— asiente y la acompaño

— Soy un vampiro. Hace cinco siglos que no tengo un resfriado.— se queja y se acomoda en la cama.

— Bueno, es un día de malas experiencias.— la comienzo a acobijar y suspira

— No nos enfermamos. Cuando morimos, es rápido y repentino. Y definitivamente no sucede con una enfermedad.— expresa a abrumada y niego terminando de taparla

— No vas a morir.— insisto y me siento aun lado de ella mientras me mira recostada

— Que frase tan humana.— expresa con burla y sonrío

— Lo bueno que no soy una.— alardeo y sonríe

— Tienes suerte, sabes.— frunzo el ceño — Nadie me ha amado como te aman a ti.— suspiro

— Lo dudo.— expreso tensa

— Trevor y tú eran mis mejores amigos. Pasé todos estos años huyendo de Elijah. Nunca me pareció buena idea echar raíces. La idea de una familia no es propiamente compatible con ser un vampiro.— menciona con arrepentimiento e inhalo hondo

— Me tienes a mi y a Damon. Vamos a cuidarte, lo prometo.— menciono sincera y sonríe quedándose dormida

— Estoy tan cansada.— le doy un beso en la frente y me pongo de pie

— Descansa. Llámame si necesitas algo.— la veo dormir y comienzo a alejarme. Salgo de la habitación y me topo con Elena

— Hey, hola.— cierro la puerta — Damon me dijo que cuidara a Rose mientras no estaban.— suspiro

— Si, gracias. Ahora duerme.— asiente — Cualquier cosa, házmela saber, por favor.— pido

— Claro, no te preocupes.— sonrío ligeramente y me encamino a la salida. Al momento que paso la puerta veo a Damon esperándome con su auto

— ¿Nos vamos?— asiento y me abre la puerta del lado del copiloto.

Vamos en el camino y solo juego con mis dedos por los nervios. Solía hacerlo todo el tiempo cuando era joven. Me calmaba el hecho de solo concentrarme en mis estúpidos dedos y no pensar en nada más. Necesitamos mantener la mente ocupada.

— El la ama.— suelto el comentario mientras hay un silencio en el auto. Voltea a verme con confusión

— ¿Qué?— suspiro y giro mi cabeza para poder tener contacto visual

— Stefan la ama, Damon.— rompe el contacto — Noto la forma en la que actúas con ella. No puedes interponerte si la ama. Vas a arrebátale el amor.— el suspira

— ¿Y yo, Bella?— frunzo el ceño — ¿Qué hay de mi?— expresa molesto y vuelve a verme, inhalo hondo

— Tú te enamoraste de ella cuando estaba con el, Damon.— aclaro — No es lo mismo.— suspira

— Siempre es mi culpa.— meneo la cabeza — Ya entiendo. Siempre te pones del lado de Stefan.— expresa decepcionado

— No quiero elegir bandos, Damon.— menciono tensa — Pero no quiero ver a mis hermanos peleando por una chica como en 1864. Ya los perdí una vez.— pongo la vista al frente — No puedo hacerlo dos veces.— me cruzo de brazos y hay un silencio de nuevo.

Llegamos al Grill y eso me alegraba bastante. La tensión era tan potente que podía rasparte. Al entrar vemos a Stefan en la mesa con el teléfono en la mano. Me preguntaba que hacía aquí

— ¿Vienes a comer pato al horno? ¿O a Peter rabbit? Seguro hay más animales por aquí.— menciono burlona y Damon ríe

— Ja, Ja, que graciosa.— sonrío y nos ponemos en su mensa, a lo lejos veo a Jules — Me alegra que tu sentido del humor mejoró.— una ira crece dentro de mi y Stefan lo nota

— Un momento..— intento avanzar y Stefan me frena — ¿Que es lo que haces?— le pregunto molesta mientras sostiene mi brazo

— Te estaba esperando. Escucha, aquí hay mucha gente.— mantengo la mirada irritada

— Maldición, hasta ahí llegó mi plan de arrancarle el bazo por la espalda.— menciono con sarcasmo e intento esquivarlo pero me sigue reteniendo

— Escucha, se que estás alterada por lo de Rose. Se que es una persona muy importante para ti.— resoplo

— Voy a tener una charla amigable con la loba, hermano. Cálmate.— me suelto de su agarre y cruzo mirada con Damon — Me se comportar.— nos vemos fijamente y me encamino con Jules

Narrador omnisciente
— Arabella se esta volviendo loca. Apuesto 100 dólares a nuestra hermana.— expresa Damon burlón y Stefan hace gesto de molestia

— No es algo digno de orgullo.— se queja y el vampiro rueda los ojos — Nuestra hermana sacó tus tendencias homicidas y va a matar a la mujer frente a todos.— menciona mientras ven a la castaña sentarse

— Si es lo que necesita para sentirse mejor...— Stefan le da un golpe en el hombro

— No vamos a dejar que nuestra hermana solucione sus problemas matando gente. Es mejor que tú o que yo.— aclara y el vampiro suspira — No es correcto.

— Si ella quiere venganza para calmar su sufrimiento, yo estoy bien con eso.— aclara Damon— Solo deja de sobreprotegerla, Stefan.

— Ella me importa, Damon. No dejaré que arruine su humanidad por que crees que de esa forma no tendrás que lidiar con ella.— le advierte y el vampiro lo ve fijamente, el celular de Stefan suena — Saldré. Espero que cuando vuelva no vea a nuestra hermana sobre un cadaver.

Arabella
—Bueno, no eras precisamente a la que quería matar. Veo a tu hermano muy sano. Tendré que hacerlo mejor la próxima vez.— alardeo y la fulmino con la mirada

— No vivirás para ver otra luna llena, linda.— alza sus cejas — A menos que...A menos que me digas como curar una mordedura de lobo.— suspira — Y entonces reconsideraré dejarte aullar otra luna llena.

— ¿Lo prometes?— pregunta directa y asiento. Saca dinero de su billetera — Muérdeme.— se levanta de la silla y resoplo molesta

— Bella..— escucho a Damon pero voy sobre Jules. La tomo del brazo

— No te tengo miedo.— aclara y la veo fijamente

— Entonces eres muy, muy estúpida.— alardeo — Soy una bruja molesta. — ladea una sonrisa

— ¿Como está tu amiga? ¿Rose? ¿Así se llama?—la fulmino con la mirada — ¿Ya empezaron los escalofríos? ¿El dolor insoportable?...— la interrumpo

— Si hay una cura, dímelo. O empieza a cuidar tu espalda.— le advierto

— ¿Mencioné la demencia? Se comerá su cerebro. Pronto tendrá rabia.— la veo fijamente y suelta un quejido

— Ya no le busques..- interviene Damon — No tiene temperamento.

— ¿Quieres una cura? Te diré la única cura existe.— se toca la cabeza con molestia. Comenzaba a dañarle un aneurisma — Toma una estaca y clávasela en el corazón.— magnífico el dolor y comienza a gemir con sufrimiento

— Bella..— me habla Damon pero lo ignoro. Ella se tira al suelo cubriendo sus oídos. Salía sangre de su nariz — Llamas la atención.— continuo lastimándola y Damon me toma de los hombros rompiendo el contacto — Vámonos, ahora.— me lleva de la mano sacándome del restaurante

— Por si culpa mi mejor amiga va a morir.— le grito y me suelto de su agarre — ¡No me digas que me calme, Damon! ¡Estoy calmada!— me ve sorprendido

— No, Arabella. No lo estás.— me llevo las manos a la cabeza — Estás sufriendo y no sabes que hacer. Déjame ayudarte.— se cristalizan mis ojos

— Una vez pensé quitarme la vida, Damon.— frunce el ceño — Me sentía muy sola. Tantos años viviendo y estaba vacía. Ya no quería vivir más y ella me detuvo.— se me quiebra la voz — Sin ella no estaría aquí. Sin ella no recuperaría a mi familia. La necesito.— rompo en llanto y el vine abrazarme — No puede ser el final. Me rehuso a creerlo.— me aferro a él mientras las lágrimas fluyen por todo mi rostro

— Lo siento mucho, Bella. En serio.— suspiro y nos separamos

— Necesito hablar con alguien más primero.— limpio mis lágrimas y frunce el ceño

— ¿Con quien?— pregunta con interés y relamo mis labios. Sabían algo salados por las lágrimas

— Solo...— me alejo — Te veo en casa.— me cruzo de brazos y comienzo a caminar. Iba vagando por el pueblo solo pensando en un nombre

"Elijah"

El es un vampiro MUY viejo y tal vez pueda conocer de algún antídoto o una respuesta para darle más tiempo. Postergarlo hasta que encuentre una cosa, no se, lo que sea. Necesito no rendirme. No puedo con la culpa, pero no se como localizarlo. No es como que tenga agenda de vampiros o sujetos que no conozco.

Al ir caminando suena mi celular. Lo saco de mi bolsillo y veo el nombre en la pantalla. Elena me dejó un mensaje

—Estoy preocupada por Rose. Creo que deberías volver a Casa.— Elena

Apago mi celular y lo vuelvo a guardar. Me paso las manos por el cabello e inhalo hondo.

Si Luka es un brujo de Elijah posiblemente sepa su número o dónde se aloja. Solo tengo que pedirle a Bonnie el número y todo estará solucionado.

Narrador omnisciente
Damon había llegado a la casa por petición de Elena. Estaba muy desordenada por un enfrentamiento entre la vampiro y la doppelgänger. Rose estaba empeorando y cada vez perdía más la noción de las cosas

— ¿Qué pasa aquí?— pregunta Stefan al ver tal escena

— ¿Estás bien?— Elena le apuntaba con madera al corazón de Damon — ¿Donde está Rose?— pregunta preocupado al ver el desastre y ella baja lo que llevaba en la mano

— No sé.— responde la castaña aturdida

— ¿Y nuestra hermana?— pregunta Stefan tenso

— No ha venido. Solo se que Rose enloqueció y intentó atacarme.— expresa abrumada — Esta muy confundida. Deben avisarle a Bella.— suena el celular de Damon

— Espero que sea ella.— atiende y lo ven con atención— Liz, ¿qué pasa?— Stefan frunce el ceño — Está bien, ya vamos en camino.— cuelga y da un suspiro largo — Encontraron un cuerpo. Ataque vampiro.— Elena lo ve perpleja

— Debemos movernos antes de que Bella la encuentre. Vamos.— pide Stefan y caminan a la puerta

Arabella
Había hablado con Luka y me dió el celular de Elijah. Lo cité en la banca en la que hablamos la otra tarde, solo que ya estaba oscureciendo. Mis manos sudaban y mi teléfono no dejaba de sonar. No quería escuchar malas noticias.

— Hola.— me saluda y me levanto al instante — ¿Qué sucede?— suspiro

— Es sobre mi amiga, Rose.— suspira y se sienta en la banca — Se que la conociste. No le agradas.— el asiente y me pongo junto a él

— Si, no es mi fan número uno.— sonrío y bajo la mirada —¿De que querías hablar?— volteo a verlo

— Anoche una licántropo mordió a mi amiga.— alza sus cejas — Y la leyenda dice que es letal para un vampiro. Y comienzo a creerle por que su herida se extiende y se ve muy enferma.— sobo mis manos — Quería saber si tú sabías acerca de algún remedio o una cura que salve a mi amiga.— me da esa mirada que no quería ver.

Esa cuando no hay nada que pueda hacer. Que no tiene las respuestas y que le da lástima mi situación. Sus lindos ojos marrones mostraban desilusión y tristeza hacia mi.

— Lo siento, Bella...yo...— lo interrumpo

— Fue estúpido creer que podía encontrar una cura de la que no se ha oído en siglos.— expreso desanimada — La hicieron letal por una razón. Por que no hay una cura.— mantengo la mirada en el suelo — Solo quería creer que si. Mantenía la esperanza de salvarla. Me resignaba a perderla.— volteo a verlo y mis ojos se cristalizan — ¿Como te despides de alguien con quien viviste durante treinta años?— pone su mano sobre mi pierna dándome escalofríos

— Nadie te prepara para perder a alguien. Pero lo único que puedes hacer es tener los momentos perfectos presentes y mantener esa imagen. Vivir de los recuerdos y sonreír al recordarlos. Siempre estarán presentes si no los olvidas.— sonrío ligeramente. Eso fue amable — Lo siento, Bella. Se que debe ser duro.— quita su mano

— Tengo que ir a buscarla. Despedirme.— me levanto de la banca — Gracias por venir.— me ve fijamente

— Cualquier cosa que necesites. Yo estaré aquí.— expresa sereno y no puedo evitar sonreír

— A mis hermanos no les agradas.— comento sin filtro y sonríe asintiendo

— Así de directa, eh.— me encorvo de brazos — Me gusta eso. Vas por lo que quieres.— alzo mis cejas.

— Vienes de la nada y quieres ayudar. Eres una persona misteriosa.— ladea una sonrisa y mantenemos contacto visual

— ¿Y eso es malo?— hago una mueca — Tengo más de mil años. No soy un libro abierto.— aclara

— Yo no menciono mi edad por que sueno como una verdadera anciana.— ríe — Pero...me gustaría tratar de entenderte. Mera curiosidad.— mantenemos contacto visual y suena mi celular

— No hay nada que descubrir, Bella.— aclara — Solo no soy la persona que crees que soy.— frunzo el ceño y se va alejando — Lamento tu perdida.— suspiro

Atiendo y veo el nombre de Damon en la pantalla. Rose estaba en un festival escolar al parecer armando alboroto. No me quedaba tan lejos y fui tan rápido como pude. Voy por el estacionamiento buscando a mi hermano y comienzo a caminar por el lugar. Saco mi celular y escucho un sonido extraño

—¿Rose?—pregunto con nerviosismo y camino lentamente acercándome a un auto, me quedo desconcertada al ver que se alimenta de un estudiante — Oh por Dios.— estaba estática, voltea a verme cubierta de sangre

— Tengo hambre. Mucha hambre.— retrocedo y salgo corriendo, me frena interceptándome — Lo siento, pero necesito más.— niego y me jala del brazo, se pega a mi y encaja sus colmillos en mi cuello provocando que suelte un grito de dolor

— ¡Rose, para!— le grito desesperada mientras consume demasiada sangre — Soy yo, Bella. Tu amiga.— me sentía mareada, apenas podía sostenerme. Ella se aferra a mi cuerpo tomándolo con fuerza y mis piernas se doblan, podia sentir como mi corazón luchaba por bombear sangre, dejo caer mi brazo demostrado vulnerabilidad

No podía defenderme por que estaba aturdida. No podía concentrarme y todo era borroso

— Rose-Marie.— escucho a Elijah y suspiro aliviada, ella me suelta un caigo al suelo— Bella.— el viene corriendo hacía mi y ladeo mi cabeza, noto que Damon la detiene lanzándose a ella

—Rose. Rose. Soy yo. Soy Damon.— mis ojos se cristalizaban al verla tan mal, lucía tan salvaje que la Rose que conocía ya no estaba, mis ojos luchaban por cerrarse

— Bebe.— Elijah muerde su muñeca y me la ofrece, comienzo a beberla y me siento muy cansada — Eso es.— la aparto y jadeo

— Estoy...cansada.— parpadeo varias veces al sentir que no podía mantener mis ojos abiertos.— Tengo sueño.— cierro mis ojos

—No.— expresa el original y el la toma entre sus brazos

— Elijah, ¿que pasa?— le pregunta Damon preocupado y Rose voltea a ver

— ¿Yo hice esto? Dios mío. No quise hacerle daño a nadie. Nunca quise hacerlo.— expresa entre llanto y Elijah refugia a la castaña entre sus brazos

— ¿Donde está...?— Stefan se pausa al ver a Bella inconsciente en los brazos de Elijah — No..— va sobre ella

— Bella está bien, solo estaba cansada.— aclara el original — No tardará en despertar.— Stefan asiente

Abro mis ojos de impulso y toso recuperando el aliento, miro alrededor aturdida

—¿Estás bien?— me pregunta Stefan preocupado y asiento

— Si, eso creo.— Elijah me ayuda a levantarme y veo a Damon sujetar a Rose contra el suelo. Parecía muy agitada y voltea a verme

—Bella, lo siento. Lo siento mucho.— comenta desesperada y pongo mi mano en mi cuello, sentía algo de incomodidad

— Está bien, Rose. Entiendo.— menciono sincera mira alrededor confundida

— ¡Oh, Dios!— comenta asombrada — Bella, ¿estás bien?— asiento

— Vamos, te llevaré a casa.— le dice Damon a Rose y trata de cargarla pero pone resistencia

— No , yo no tengo una casa. Hace mucho que no tengo una...— lloraba desolada y no podía evitar sentirme destruida por dentro. Ni siquiera pude ayudarla — Haz que pare. Por favor, haz que pare. Lo odio. Haz que pare.— expresa desesperada y se me resbalan lágrimas. Stefan me rodea con sus brazos

Rose era de las mejores personas que había conocido en mi vida. No merecía sufrir de esta manera. Es una horrible forma de terminar una vida. Borrando quien eras.

— Damon.— le hablo abatida y voltea a verme, en el  reflejo de sus ojos azules, se miraba que también sufría lo mismo que yo

— Vamos.— el la levanta del suelo y se la lleva, Elena va con el y respiro hondo

Llegamos a la casa y el la recuesta en su cama. Comienzo a limpiar el sudor de Rose con una toalla húmeda

—¿Estás bien?— me pregunta Damon y limpio mis lágrimas

— No. Pero no quiero que me vea así.— aclaro y me pongo de pie, voy al lavabo a exprimir la toalla — Si me ve llorar se pondrá más triste. Así que debo ser fuerte.— me mira fijamente y le paso aun lado, me siento con Rose que abre los ojos lentamente

— Bella.— expresa con la voz entre cortada y sonrío viéndola

— ¿Como te sientes? — suspira

— Como que voy a morir.— expresa a secas y menso la cabeza

— No digas eso.— menciono con el nudo en la garganta y ella toma mi mano

— Lamento haberte lastimado y haber matado a esos humanos, no es lo mío. Pero su muero hoy, quiero decirte un secreto.— se me resbalan las lagrimas

— No estuve para acompañarte todo el día, yo..— me interrumpe

— No llores por mi linda. Tendré paz.— sonrío y me hace señas para que me acerque a escucharla — Eres una mujer increíble que merece el mundo. Merece conocer el amor y enamorarse. Tener una familia y recuperar lo perdido.— se me resbalan lágrimas— Puedes llegar a ser la mujer más temida si te lo propones. Nunca permitas que un hombre te de menos de lo que mereces. Tú eres el mundo. Gracias por darme el amor de una hermana. Siempre tendré ese recuerdo.—  comenzaba a lagrimear pero sonriendo, me alejo

— Gracias, lo haré.— limpio mis lágrimas y sonríe

— ¿Y que hay de mi?— volteo a ver a Damon

— Eres demasiado testarudo.— sonrío — Solo dile lo que sientes.— suspira

—Lo siento, Elena.— frunzo el ceño y volteo a ver, estaba husmeando en la puerta — Por lastimarte.— asiente

— Tú no deberías estar aquí.— le habla Damon bruscamente que Rose y yo nos vemos confundidas, ella se va

— La peor parte de ser vampiro, es la cacería. La necesidad de matar, la sed. El placer que te después. No debía ser malo. Duele.— expresa abrumada y bajo la mirada

— Entonces deja de hablar de eso.— le dice Damon y lo veo con molestia

— Puedes ser más amable, por favor.— lo regaño

— Ustedes se parecen mucho a mi.— volteo a verla —Quieren querer. En cuando lo hacen salen huyendo.— relamo mis labios y cruzo mirada con mi hermano — Tienes que pelear, Bella. Se que tienes miedo, pero de todas formas debes hacerlo.— comienza a toser y acomodo su cabello, soba mi mano sonriendo — ¿Por qué eres tan buena conmigo? Siempre lo has sido.— sonrío conmovida

— Por que eres mi familia. Eres una increíble persona, Rose.— menciono sincera y sonríe

— Ojalá nuestra amistad hubiera durado más.— derramo una lágrima y siento que ya no puedo estar en esta habitación — Fueron los mejores treinta años de mi vida.— sonrío asintiendo

— Lo fueron.— sonríe y comienza a quejarse dolor volteo a ver a Damon — ¿Qué hacemos?— le digo desesperada

— Vete.— me ordena y me aparta de ella

— No me iré a ningún lado.— se acuesta en la cama y la apoya sobre su pecho, ella gritaba de dolor y retumban en mi cabeza. No lo aguantaba más — Damon.— me mira y toma la mano de Rose pero parece desmayarse —¿Ella?— expreso asustada y el niega

— Está inconsciente, pero haré algo más.— asiento y me acomodo en la cama.

Pasa un rato en silencio. No sabía que estaba haciendo pero sus ojos se estaban cristalizando y yo me angustiaba aún más. Sentía que la podía perder en cualquier segundo, y aún no estaba totalmente lista.

—Es el momento de despedirte.— frunzo el ceño

— ¿Como? Está dormida.— expreso confundida y toma mi mano

— Confías en mi.— asiento — Toma su mano y cierra los ojos.— inhalo hondo y lo hago. Me voy perdiendo y abro mis ojos de impulso

— Arabella.— me quedo perpleja viendo el lugar, era hermoso. Los colores tan vibrantes y los sonidos de pájaros cantando eran relajantes. Estábamos en un gran campo

—Rose.— corro a abrazarla, era increíble cómo podía sentir eso — Te luce el pelo largo y creo que ambas amamos cuando dejamos de usar corset.— ella sonríe separándose

— Tenemos que despedirnos.— relamo mis labios y asiento con el nudo en el estómago

— Lo sé. Aun no se como.— me vuelve a abrazar y me aferro a ella

— Ya no duele, Bella. Estaré con mi familia. Tendré paz.— asiento con una sonrisa. Eso me da algo de tranquilidad.

— Te entiendo.— acomoda un mechón tras mi oreja — Se cuanto extrañabas ser humana.— asiente — Espero que donde sea que estes seas feliz.— sonríe y acaricia mi mejilla

— Se feliz con la persona correcta. También mereces eso.— asiento

— Hasta luego, Rose.— expreso con nostalgia y sonríe

— Hasta luego, Bella.— de pronto todo desaparece y abro mis ojos volviendo al presente

Me quedo perpleja viendo el cuerpo sin vida de Rose. Damon la había apuñalado con una estaca y estaba rodeada de venas grisáceas. Suelto el llanto solo observándola. Sobo su mano

— Rosie.— se me va el aliento y lo miro que igual está destrozado — Esta bien. Estaré bien.— le doy un beso en su mano — Necesito salir de aquí.— me bajo de la cama — No puedo, yo...— solo salgo corriendo sintiendo que voy a vomitar

Entro a mi habitación y me siento a la cama a llorar. Solo estaba soltando litros de agua por los ojos hasta quedarme seca. Escucho que alguien abre la puerta y alzo la mirada. Era Stefan

— Hey.— bajo la cabeza y juego con mis dedos

— No quiero hablar. Apenas puedo hacerlo. Estoy llena de mocos.— viene y se sienta junto a mi

— ¿Puedo abrazarte?— volteo a verlo y asiento. Me rodea con sus brazos y solo me aferro a él. Era algo que necesitaba, pero no calmaba el coraje que sentía dentro de mi.

Me aparto de él y me levanto de la cama. Voy a mi clóset y buscar mi arco y flechas. Era algo que me apasionaba y calmaba mi estrés

— ¿Qué haces?— volteo a verlo y me cuelgo la maleta donde lo tenia, tomo mis llaves

— Necesito liberar todas estas emociones. Saldré al bosque a lanzar flechas a los árboles o algo. No puedo estar aquí en mi cama y ponerme a llorar.— suspira

— Bella.— camino a mi puerta — No puede solo..— salgo de la habitación

— Necesito espacio, Stefan. No haré nada estúpido....— voy bajando las escaleras y me sigue el paso

— No, espera.— salgo de la casa y azoto la puerta. Salgo corriendo al bosque y solo huyo. Dejo que el aire frío me pegue en el rostro y con mi habilidad de la licantropía voy a una velocidad sorprendente. Me detengo para agarrar algo de aire y escucho voces. Voy indagando y noto un remolque en medio de la nada. En mi propiedad de hecho. Los Salvatore éramos dueños de la mitad del bosque. Parecían mochileros. Me acerco

— Hola.— saludo y dos personas voltean a verme. Una chica rubia y un hombre de color — Es propiedad privada.— aclaro y siento una sensación extraña. Como si no fueran humanos

— ¿Tu quien eres?— me pregunta el hombre y noto a la chica a la defensiva. Los veo a ambos. Si vienen de la nada y al mismo tiempo que Jules. No creo que sea coincidencia

— ¿Quienes son?— pregunto hostil y escucho sus corazones acelerarse. Estaban nerviosos— Soy Bella Salvatore. Es mi propiedad la que estás pisando.— nos vemos con tensión

— Conoces a Damon entonces.— sugiere molesto y asiento

— Es mi hermano mayor. Encantador.— alardeo y noto que le molesta — Son de la manada de Jules, ¿cierto?— les toma por sorpresa y noto que tensan.

Alguien tiene que pagar por la muerte de Rose. Así deban ser estos dos. Ir tras ella sería muy sencillo. Pero atacar a los que le importa, es más doloroso.

— Eres la licántropo del otro día. La arrogante.— me dice la rubia y sonrío — Somos más. Mejor deberías irte.— asiento y giro mi mano para tomar algo de mi espalda

— ¿Que haces?— me pregunta el chico alterado — Pon tus manos donde la vea.— hago una mueca y saco mi arco con flecha, se sobresaltan

— No, no lo creo.— me ven con miedo — Les doy diez para correr. Desde ahora.— advierto y noto el terror en sus ojos. Eso me gustaba — Uno. Dos.— comienzan a correr y suelto un suspiro — Nada como una cacería. — preparo mi arco y comienzo a caminar — Vamos, no me la pongan fácil. Escucho sus respiraciones.— me voy moviendo por el terreno y a lo lejos veo a la rubia. Le apunto con mi arco y le disparo en la pierna, cae al suelo

— Jane.— grita el hombre y me acerco con una sonrisa en el rostro. Ella se saca la flecha y jadea volteándome ver. Había un terror en sus ojos que jamás había visto antes. Temía que la matara

— Por favor, que es lo que...— la callo disparándole otra flecha. Grita de dolor y eso no me remueve ni una emoción alguna — ¡Estas loca!— me grita entre lágrimas y el hombre planea atacarme, le disparo en el abdomen

—No estoy loca.— se saca la flecha y disparo otra, vuelve a gritar — Soy una perra vengativa.— vuelvo a dispararle al hombre y la mujer me grita desesperada que me detenga. El problema es que no tenía planes de hacerlo

— ¿Qué es lo que quieres?— me pregunta el hombre y se tira de rodillas sangrando — ¿Por que nos haces esto?— suspiro y cargo mi arco, suplicaban por sus vidas

— Para enviar un mensaje.— le apunto a la cabeza y la rubia niega desesperada. Estaba mal herida — Ojo por ojo. Diente por diente.— suelto la flecha sin siquiera parpadear y la rubia suelta un grito desolada. No lo había pensado dos veces. — Ley de la vida.

— Bella.— escucho a Stefan y me giro — ¿Qué es lo que hiciste?— me ve desconcertado. Mas allá de eso si es posible. Sus ojos mostraban decepción y terror

— El que me la hace la paga.— guardo mi arco y se queda sin palabras. Le paso por un lado.— No hay excepciones. Jamás las tengo.

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