19. ADELINE & KIDNAPPING
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Narra Adeline
Y aquí estaba, volviendo al pueblo del que juré irme de una vez por todas. Del que prometí que no volvería por todo el dolor, las perdidas y las tragedias.
Este pueblo está manchado con sangre, y muerte; si eres listo, huyes.
Pero aquí estaba, resolviendo los problemas de mi hermanito menor, uno al que le voy a gritar tanto que se va a quedar sordo. No puede ser que me vaya unos meses y su vida se vaya en picada.
Estudiaba la universidad y estaba feliz de acabar con mi primer año; tenía amigos, fiestas, cosas "normales." Luego la llamada Caroline cambió todo, una que me partió el corazón. Mi hermano, Tyler, se hizo híbrido, ni siquiera tengo idea de que rayos significa, pero supongo que lo voy a descubrir.
Después de que papá murió, fue la gota que derramó el vaso. Me fui de casa y simplemente opté por dejar todo. El tema de los vampiros y brujas me volaron la mente. Sentía que enloquecía, así que, a aveces huir te mantiene la cordura intacta.
Llevaba un cigarrillo en mis labios disfrutando el amargo sabor del tabaco; tan agrio como el momento de volver a la casa en la que crecí.
Y no quería ver al innombrable. Seguro ese Salvatore tiene mucho que decir. Si no terminó ya con Elena Gilbert.
Veo a mi hermano caminar del bosque, el solía ir a correr todas las mañanas para despertarse, recuerdo el fastidio que era escucharlo hacer tanto ruido. Es una casa enorme, hace eco.
— Creí que las universitarias sólo venían en vacaciones.— se burla Tyler y ladeo una sonrisa exhalando el humo — O ya te echaron, o el infierno se congeló.— asiento y me levanto del escalón
— El infierno se congeló hace 19 años, cuando nací, idiota.— sonríe — No por nada cumplo el 6 de junio— tiro el cigarrillo —.6-6, falta uno— lo piso con mi tacón —pero sabes lo que digo.
— Sigues igual de desquiciada que siempre.— arqueo una sonrisa — Pero aprendí a amarte así.— extiendo mis brazos y nos abrazamos
— ¿Qué harías sin mi, Ty? — se aferra a mi — Te extrañé, amigo. Pero no a este lugar.— nos separamos y sujeto su rostro — Te ves viejo.— se ríe
— Cállate, lunática.— juego con su cabello — Ya, Addie, no soy un niño.— hago una mueca
— Tengo un video de ti que dice lo contrario.— retrocede — ¿Donde está mamá? Quise entrar y mis llaves no funcionan.— las muestro y asiente
— Si, no se donde está nuestra madre, pero tengo las llaves.— las saca de su bolsillo — Todos estarán felices de verte. Este lugar no es lo mismo sin ti.— inhalo hondo
— Mejor, explícame: ¿como rayos eres un híbrido, y que significa? — se le baja la sonrisa — Si, ya me lo dijeron. Y es tu turno de decirme lo que está sucediendo aquí.— exhala
— Bueno, es mejor que vayamos adentro. Tienes muchas cosas que escuchar.
[ ... ]
Narra Arabella
Estaba despierta desde hace horas, pero sólo veía el techo de mi habitación procesando cómo iba a iniciar mi mañana. Tenía tanto que hacer y con tanto que lidiar. Apenas acomodo todo.
Soy una híbrida original, pero mi vida está ligada a la de Elena, lo que me hace mortal. Esto no tiene lógica para mi, es sólo el mundo jugándomela.
Stefan, mi hermanito, tiene su humanidad apagada, gracias a Klaus, el miserable bastardo al que le quiero meter madera blanca y dejarle un tercer orificio. Y eso que estoy calmada.
Parece que ahora, mi vida está ligada a la de Elena Gilberta, si, la chica que es imán de la muerte. Parece que si llego a final de mes, es un milagro. No me pudo tocar peor suerte que esa, es como el castigo de la naturaleza.
Ahora la voy a proteger para que no me lleve entre las patas, y también debo hacer todo lo necesario para recuperar a Stefan.
Quien me viera, ahora parece que soy una guardaespaldas atractiva que cuida a los niños.
— Tienes esa expresión malévola en el rostro.— me dice Damon apenas salí de mi habitación
— Me acabas de ver.— menciono obvia y sonríe
— La edad te está alcanzando, tienes las líneas de expresión en las entre cejas.— lo empujo y se ríe — Digo la verdad, hermanita.
— No eres gracioso.— añado mientras iba por el pasillo
— Sabemos que nuestro hermano está en la cuerda floja, y te conozco, Bella, eres la salvadora de los malditos.— explica y suspiro
— No tienes que ser gran dramático.— bajamos las escaleras — Solo, Stefan nos necesita. ¿Y que hacen las familias? Apoyarse...— me pauso perpleja al ver el pequeño acto matutino
Había cuerpos tirados desde donde bajé, hasta lo que parecía la sala. Todos muertos.
El tenía varias chicas jugando a lo que parece un twister sangriento. Era enfermizo y realmente me daban ganas de vomitar.
No había visto esa faceta de mi hermano, y no me gustaba en lo absoluto. El no es así, se que no quiere serlo. Es tortura.
— Apenas son las ocho y ya me quiero arrancar los ojos.— me quejo con fastidio
Parece que el giraba la ruleta y debía beber de la parte que había tocado. Algo sádico.
— Alexandra, mano izquierda, por favor.— pide Stefan y la chica se le acerca, el muerde su muñeca
— Oye, las morenas de la escalera me deben un tapete.— se queja Damon y frunzo el ceño
— Tú hermano está actuando como un psicópata, ¿y lo que te importa es el tapete? — refiero furiosa
— Dirás, nos deben un tapete. También es mi casa, hermano.— lo corrige — Y siempre he sido esta persona, Arabella. Ya me habías visto.— suspiro
— No conocía al sádico sangriento. Mi error.— aclaro entre dientes
— ¿Quieres intentarlo? — le pregunta a Damon y me cubro el rostro decepcionada
— ¿Esto es lo que Klaus tenía en mente cuando te pidió proteger a Elena? — le cuestiona Damon
— Las chicas me ayudan a convertirme en todo lo que puedo ser.— explica y frunzo el ceño
— ¿Un pervertido? — opino asqueada y Damon se ríe — Es todo lo que logro ver, y no es mi programación favorita.— bufea
— Eres aburrida. Tal vez nunca debiste volver a nuestras vidas. Muerta era mejor.— menciona sin tacto y lo veo seria
— Cierra la boca, Stefan.— pide Damon con hostilidad — O yo te la cierro.
— No, por favor, continua. Por mi no te detengas— me apunto al pecho —. Seguro lo...— me pauso al escuchar la puerta ser tocada con brusquedad — ¿Quien será? — volteo a ver a Damon y se acerca a la puerta
— ¿Donde están Stefan y Bella?— pregunta Rebekah y frunzo el ceño al verla pasar con bolsas de compras
Ella venía como si fuera navidad, o como si asaltó a toda una tienda. Sería la segunda opción la más viable. No conoce las tarjetas de crédito.
— ¿Y tu quien eres?— le pregunta Damon en confusión
Me cruzo de brazos viéndola con atención. Parecía venir sola, lo cual era raro.
Ayer ella y yo tuvimos diferencias, pero seguimos siendo amigas, las amigas pelean de vez en cuando. Más por drama de hermanos.
— Me abandonó, mi hermano me abandonó aquí.— me bombardea y la veo tratando de entender
— ¿Qué? — menciono confundida — ¿Por que? — suspira dejando sus bolsas
— No lo se. No me lo dijo.— explica
Klaus no es de los que huye por la nada, no después de conseguir lo que quería. Algo pasó.
— ¿Tu eres hermana de Klaus? — intervine Damon sorprendido
— Rebekah. Un placer, eso seguro.— se presenta y suspiro — ¿Cuál es mi cuarto? — ve a Stefan
— No te quedarás aquí.— señala risueño y ella voltea a verme
— Groseros los dos.— frunzo el ceño — ¿Bella?— suspiro y cuento hasta a mil.
Asiento pensando mi respuesta.
Tal vez me iba a arrepentir de esto, pero no quería lidiar con un Mikaelson ahora.
— Arriba junto hay una libre, ponte cómoda. Seguro podrás.— sonrío a secas y asiente
— Lo sabía, eres la mejor.— me sonríe y se va con todas sus cosas
— Creo que se quedara aquí.— se burla Stefan y ruedo los ojos
¿La mañana no puede ser peor? Las mañanas con las Salvatore no soy tan felices.
— Creo que mi menor preocupación, es Rebekah. Tú por otro lado.— volteo a verlo — Lo eres.
— Y es sólo el comienzo.— se levanta — Te dejo el desayuno, hermano, también ahí para ti, Bella.— ruedo los ojos y dejo la habitación
— Recuérdame que es mi hermano y que lo amo— refiero con fastidio — por que si no...
— Si, también recuérdamelo.— añade y voy por whisky
— ¿Qué sabes del asunto "Mikael"? — se me acerca mientras preparo mi trago
— Jeremy y Avery lo encontraron.— asiento — Recién hablé con Katherine esta mañana. No come, dice que trató de todo y nada funciona. Seguirá intentando.— bebo
— Necesitamos matar a Klaus antes de que Stefan destruya la casa y se pierda así mismo. No queremos al destripador en un pueblo chico.— explico bebiendo más
— ¿Y que hiciste todo el verano con el? — bajo el vaso — Estuvieron juntos muchos meses y no comía conejitos.— se prepara un trago
— Estaba ahí. Ayudándolo a controlarse, es lo mejor que podía hacer.— explico — Me dolía verlo sufrir, convertiste en algo que odia. Partía mi corazón. El siempre ha sido el mejor de todos.— suspira y bebe
— Stef siempre fue tu favorito. También el de mamá. Tu eras la mía.— lo veo enternecida — Se que Stefan es el que más se culpa, y se que siempre vas a protegerlo.— asiento
— Es mi hermano, haría lo mismo por ti. Son mi familia, lo único que tengo.— dejo en claro
— Y yo soy tu hermano mayor, y por eso te digo que te cuides. Eres una hibrida recién convertida, y ahora que sabemos que Elena te hace vulnerable, bueno, es obvio que te quiero para molestarme lo que resta de la eternidad.— aconseja y doy un suspiro hondo
— Estaré bien. Me uniré a Bonnie para buscar una forma de romper ese vínculo. Si alguien lo descubre, van a querer matar a su novia.— bebo — Supongo no quieren eso.— dejo el vaso en la mesa
— Klaus y tú, ¿qué hay entre ustedes? — hago una mueca pensativa
— Sólo fue sexo, no fue tan bueno.— me ve con cara de asco
De esas que parece que te contaron la cosa más desagradable que jamás hayas escuchado.
— Creo que vomitaré.— se cubre la boca con exageración
— ¿Quien es el dramático ahora? — empieza a hacer ruidos de asco — Ay, cierra la boca.— niega
— Es una horrible imagen mental. No quiero detalles de con quien te acuestas, Arabella.— ruedo los ojos — Menos con el loco de Klaus. Hay mejores.— se va alejando — Asquerosa.
— Habla el que se acostó con Katherine Pierce y estuvo enamorado de ella. Eso si es asqueroso y traumático.— le grito de fondo
— ¡Horrible imagen mental! — grita a lo lejos y maldigo al aire
Voy a la habitación de Rebekah y la veo guardado ropa, se miraba muy dedicada.
— Parece que te instalas rápido.— me siento en la cama
— No tengo mucho equipaje.— aclara y asiento — Sobre anoche, no era personal. Hacía lo que Klaus pedía, ya sabes.— suspiro
— No te preocupes, no lo vi así. Lamento haberte golpeado.— sonríe — Tampoco quería.— asiente
— Si, está bien, amigas.— me ofrece su mano y la veo enternecida — Esto es cursi, apúrate.— asiento
— Ya, ya voy.— las estrechamos y me ve con esa mirada dulce
— ¿Que dices de ir a la escuela? — sugiere y frunzo el ceño — Vamos, podría ser divertido.
— ¿Divertido? Soy una híbrida de 161 años que tiene mejores cosas que hacer. No espero graduarme. Ya lo intenté y no fue tan bueno como suena.— explico y bufea
— ¿Recuerdas lo que significa ser sólo humana? Que la vida sea un descubrimiento cada día. Formar una familia, disfrutar de lo que te puede ofrecer el mundo y...— la interrumpo
— Esa vida nunca fue mi destino Rebekah, y ciertamente no deberías aferrarte a eso.— aconsejo y baja su mirada — Es doloroso.
— Aún espero tener mi final feliz, Bella. ¿Qué tiene de malo eso? — expone y la tomo de las manos
— Nada, pero eso no es para nosotros. No somos capaces de tener hijos, y vamos a lucir exactamente igual los próximos siglos.— expreso la realidad y asiente
— ¿Y porque ahora eres tan negativa? Recuerdo que en 1919 estabas llena de vida, ilusiones...
— Tú hermano me mató, Rebekah. Me quitó lo que más amaba y Elijah se lo permitió. Mi cuento ya no es de princesas.— refiero herida y me ve con lastima — Tu familia arruinó mi vida.
— Créeme que yo se lo que eso significa, pero no dejes que eso influya en ti. Si lo haces, la eternidad será una tortura. No serás feliz.— aconseja y me levanto
— Bueno, ir a la escuela no me pone feliz.— insisto y sonríe — Aunque mis amigos están ahí, si, hice amigos en este pueblo. Son buenos.
— Eres mi mejor amiga, mi única amiga.— aclara — Necesito no sentirme tan sola. Klaus sólo me utiliza, y mis hermanos están en ataúdes. Eres todo lo que tengo, y me gustaría poder pretender que puedo tener la vida soñada que siempre quise.— sonrío
— Bien, si hago esto, es por ti.— aplaude con ilusión — Es insoportable esa jungla. Me siento una anciana con esos niños.— me quejo y se ríe
— Ay, cállate, tú eres un bebé a mi lado.— se burla y va al espejo
— Cuando vine aquí, me sentía un vejestorio. Era como el tocadiscos, o el teléfono de botones.— se ríe y voy a la puerta
— Luces igual que una chica de 17 años. La magia te hizo partido, Ara.— suspiro y abro — Eres hermosa, y brillante.
— Tal vez mi ciclo natural fue morir hace tiempo. Las reglas de la naturaleza, vivir y morir. Nadie debe vivir tanto tiempo.— divago alejándome
— No lo hubieras conocido.— me freno — Y ambas sabemos, que tú amas a Elijah.— me quedo en silencio — Siempre vi la manera en que se miraban, era como si pudieran decirse todo con los ojos.— trago saliva — Era secreto, pero también evidente. No lo amabas como a Nik. Tú estabas enamorada de él. El te ama tanto, lo sé.— suspiro
— Elijah siempre le va a ser leal a Klaus, el siempre lo va a poner primero.— refiero con el nudo en la garganta — Y esta bien, es su hermano. Yo también pondría a Damon y Stefan sobre cualquiera.— se me acerca
— ¿Hablas del hombre que ocultó tu existencia durante más de noventa años? Que traicionó a su hermano, y te salvo la vida, ¿de ese? — expone y la veo con la mirada fría
— Rebekah...
— El te ama, Arabella. El daría todo por ti, no te rindas con el. Tal vez en todo lo que yo pienso es en el amor.— bajo la cabeza — ¿Sabes? Deseaba lo que ustedes tenían. Que me amaran con esa intensidad. Que me protegieran y me quisieran con todos mis demonios.— la veo con interés — Tu le diste eso a Elijah. Por eso el te amaba como jamás lo había visto amar.— la veo conmovida
Ya no era la misma persona, cambié, y no veo nada igual. Se que lo que siento por el sigue latente, pero estoy tan confundida que no se que debo sentir o manejar. No se que va a sentir Elijah cuando sepa que me acosté con Klaus. Seguro el no se aguantará de decírselo.
— Iré a tomar café y alistarme, se hace tarde para el mejor papel del año, ser "adolescente."— sonríe
— No tardo.— asiento y me voy a la salida
— Escuché bien, ¿regresarás al papel de adolescente? — me aborda Damon en el pasillo
— Es por Rebekah. Planeo sólo ir el primer día de clases y que su gran carisma le ayude a tener más amigas para que yo pueda huir de la estampida, ¿me entiendes? — se ríe y termino de bajar
— No creo que haga amigas.— inquiere y voy a la cocina — O, tal vez si, si las hipnotiza.
— No seas malo, ella es una buena chica. Tú no sabes lo que es no tener el control de tu vida, no como ella.— explico y busco el café — Dime que en está casa hay más que alcohol...— suspira
— En mis habilidades de vampiro malo, no se encuentra ir al súper.— ruedo los ojos — Has estado tan lejos de casa, que no lo habías notado.
— Regresé hace dos días, y sólo me enfoqué en que nuestro hermano no se comiera toda una escuela.— me quejo y sonríe
— ¿Quieres dinero para tu lonche? — se burla y lo fulmino con la mirada — Recuerda que me amas, Bells.— niego
— No en este momento.— se aleja y suelta una risa
Maldigo cerrando la puerta de la alacena. Me serví agua y fui a la sala donde una rubia con entusiasmo estudiantil ya me esperaba.
— ¿Estás lista? — niego sin ánimo
— Ya no estoy tan segura...— opino dudosa y niega yendo a la puerta
— No te puedes retractar.— suspiro y sale de la casa
Dios, si existes, dame fuerzas.
[ ... ]
Narra Adeline
— ¿Y sólo así? Klaus te rompió el cuello con su sangre en tu sistema en el gimnasio de nuestra escuela. — refiero incrédula — ¿Sonó tan ridículo para ti como para mí? — refunfuña — Es una terrible forma de morir, si me lo preguntas. — se levanta del sofá
— No puedo esperar a que mamá venga. — se queja — Debo bañarme para ir a la escuela. Hoy es el primer día. — meneo mi cabeza
— Tyler, esto no es algo cualquiera. Eres la mezcla de un vampiro y hombre lobo. Bebes sangre para sobrevivir, ¿cómo estas tan tranquilo? — lo veo con confusión
— Porque tú eres dramática, igual que Caroline. Es lo mejor que pudo pasarme. Tengo el control de mi cuerpo, no me debo transformar si no quiero. Soy más fuerte, soy mas poderoso que un vampiro. No me puede ir mejor. — confiesa extasiado
— Tyler... — me toma de la mano
— Addie, no tienes que preocuparte por mí. — suspiro — Estoy bien. Tu no sabes lo que es que tus huesos se rompan una y otra vez con mucho dolor. Esto me ayuda a no tener que hacerlo otra vez, no si no lo quiero. — inhalo hondo
— Bien, trataré de calmarme. Estoy es muy nuevo para mí. — me llevo las manos a la cabeza — Quiero adaptarme de nuevo a esto. Pero estoy muy preocupada por ti. Y no puedo evitarlo, soy tu hermana mayor, es mi trabajo. — sonríe
— Y te amo por eso.— lo veo enternecida — Iré a bañarme, todos se pondrán felices de verte.— rasco mi cabeza
— No creo que eso sea verdad.— le señalo y va subiendo escaleras
— Vamos, eras la mejor fiestera después de Vicki, a todos les caías bien.— suspiro — Caroline y Elena enloquecerán cuando te vean, llámales.— ya no escucho su voz porque se fue
— Lo haré.— murmuro y veo las fotos familiares
La casa se siente tan vacía y solitaria, odiaba vivir aquí. Era tan grande, que podías sentir que alguien te observaba, y se escuchaba el eco de tu voz.
Lleno de fotos vacías, con mentiras y farsas. La perfecta casa de un dictador. No extrañe este lugar en lo absoluto.
— La gente en tu escuela diría que eres rica.— ladeo una sonrisa — ¿Por eso no vienes? — me giro
— Rubia, ¿qué haces aquí? — hace una mueca y se va acercando
— Sabían que vendrías hoy, y debía verte.— corre a abrazarme — Te extrañé mucho.— nos aferramos
— Y y yo a ti. No sabía que éramos cuñadas.— se ríe y nos separamos — Debiste decirlo antes.
— Bueno, tu hermano no admitía sus sentimientos, ya lo conoces.— asiento
— Que si no...— la observo — Eres vampiro ahora, es algo extraño.— da un suspiro largo
— Bueno, no fue tan malo. Tal vez fue el destino.— hago una mueca — Debí llamar más.— asiento
— ¿Como fue todo eso? Estoy aún en shock por toda la información que no asimilo nada.— sonrío nerviosa
— Ven, vamos por algo de beber y te doy las actualizaciones.— asiento y la sigo
[ ... ]
Narra Arabella.
No podía creer que terminé en esta escuela, otra vez. Pensé que ya no volvería a jugar a la adolescencia, pero véame aquí, leyendo este aburrido horario de clases. Tan bajo he caído, pero bueno, es lo que toca.
La primera clase era historia. Rebekah se había entretenido en el auto arreglándose, típico de ella.Yo estaba por dar con el salón, cuando choque con alguien por distraída.
— Hola, hermanita. — me sorprendo al ver a Stefan
— ¿Qué estás haciendo aquí? — pregunto confundida — No pensé que venir a la escuela era parte de tu estrategia destripador. Al menos que planees comerte a un salón. — se ríe
— Pues voy a volver a la escuela. Vamos, equipo. — se burla — La verdadera pregunta es: ¿qué haces tú aquí? ¿No eres muy vieja pasa esto? — suspiro con fastidio
— Mira quien habla. — ironizo — Le hago un favor a una amiga. ¿Por qué estás aquí?
— Klaus quiere que vigile a Elena. Nada más hago lo que me dice. — aclara y asiento
— Cierto, la mascota de Klaus. Recordé. — me burlo y sonríe fingido
— ¿No te cansas de fingir que también haces todo lo que él te pide? — opina y frunzo el ceño — O hasta con Elijah.
— ¿Disculpa? — lo veo ofendida
— Él se mueve, tú te mueves. Eres su híbrida. Esta fachada de que no lo sigues queriendo y prefieres a Elijah, es algo...— lo interrumpo
— Cierra la boca antes de que te la cierre. — advierto y se ríe
— Wow, di a un nervio. — se burla y lo veo con la postura firme
— No tengo tiempo para esto. — le paso por un lado y me detiene tomándome del antebrazo
— Traerás problemas si intentas regresarme mi humanidad. — murmura y lo veo molesta
— Y tú también si no me sueltas. — lo empujo de golpe y se suelta — No te metas conmigo, Stefan. No sabes de lo que soy capaz. — alza sus brazos en son de paz
— Ten lindo día, hermanita. — ruedo los ojos y entro al salón
Vi caras familiares, hace días trataban de huir por su vida y como siempre los salvé. Ya nos saludamos, debía admitir que si los extrañaba y también era mi hogar; este sitio es el único en años con el que he creado recuerdos o lazos, despertar sentimientos que no creí posibles. Comenzaba a creer que no podía irme.
— Bella, te puedes poner por aquí. — me habla Elena y asiento
— Bien. — confirmo y voy a ella
Me siento a su lado y veo que Caroline tiene una sonrisa amplia al verme, parece que nos llevábamos mejor de lo que creí.
— Tenemos que tener una larga charla. Hay cosas que discutir. — menciona Elena y asiento
— Si, también ustedes. Es tan extraño volver. — expongo ansiosa
— Lo extraño es que tengas este deseo por iniciar el tercer año de preparatoria. — opina Caroline incrédula y regreso mi vista al frente
— Dímelo a mí. Hay muchos lugares en los que preferiría estar ahora. — menciono entre dientes y veo a Alaric entrar
El empieza a escribir en el pizarrón y yo ya me quería sacar los ojos. Aún tengo la oportunidad de salir huyendo. Es tan aburrido.
— Es mi lugar. — habla Stefan y volteo a verlo sorprendida
Él se sentó junto a Elena, como un acosador en promedio. Tenía que acostumbrarse.
— Hola, tú. — me saluda y suelto un suspiro con fastidio
¿Dónde rayos estaba Rebekah? Es por ella que me metí aquí en primer lugar.
— Bienvenidos, clase. Vamos a estudiar a los fundadores originales del país. Los nativos americanos. — indica Ric y comienzo a jugar con mis dedos
— Pero, ¿y los vikingos? — alzo la vista al escuchar la voz de Rebekah
Claro que quería hacer una entrada triunfal, no sé por qué me sorprendo.
— No hay evidencia de que los vikingos se asentarán en los Estados Unidos. — explica
Noto que la pandilla estaba muy confundida al verla sentarse junto a mí. No se esperaban a la original de mil años en clase.
— ¿Quién eres? — le pregunta Alaric confundido y cruzamos miradas
El esperaba que yo le diera una respuesta, pero aún no puedo leer mentes.
— Me llamo Rebekah. Soy nueva e historia es mi clase favorita. — se presenta y Elena me dedica una mirada confusa;
Solo me encojo de hombros y regreso mi vista al frente.
— Bien, continuemos con la clase. — se va a su escritorio y comienzo a rayar mi cuaderno
Había pasado la hora más aburrida de mi vida. Amaba la universidad y estudiar, la historia me aburría, y más cuando yo literalmente la viví.
No pensé que regresar fuera algo tan...básico. No me gusta ser la adolescente que pierde su tiempo, mas siendo híbrida. Aún controlo mi cuerpo.
— ¿Qué tal? — hago una mueca — Vamos, no es tan malo. Hasta puedes ganarte una medalla de honor por ya saberte todo. — opina Rebekah
— No estoy interesada en medallas de honor. — aclaro — Sólo intento seguir adelante. Ayudar a mi hermano a recuperar su humanidad, es lo único que me importa.— resopla
— En verdad odias esta escuela. — nos frenamos a medio pasillo
— Prefiero estar bebiendo en algún bar, que ver brochetas humanas. — veo alrededor con el pulso elevado
— Como quieras. Se que hay porristas, así que no esperes que no vaya. — expone y sonrío
— No esperaba menos, yo iré a casa. No seguiré en la prisión "voluntaria." — se ríe y me voy alejando
Al caminar a la salida, me encontré con Elena. Me detuvo en mi transcurso.
— Necesitamos hablar de Stefan. — me cruzo de brazos — Sabes que el me importa, y mucho. No puedo dejar las cosas así. — asiento
— Seguiré los pasos de Lexi. Tú no te preocupes que yo sé exactamente qué hacer. — expongo — Claramente invadí su privacidad al leer sus diarios, pero estoy segura que el descubrió donde guardaba mis dulces porque lo escribí en el mío.— sonríe
— Quiero ayudar. — insiste — Él ha hecho mucho por mí, y lo único que quiero hacer es salvarlo.
— Yo lo sé, Lena. Pero, el no es el hombre que conociste, y se que mi hermano no querría que lo vieras así. — manifiesto — No te gustará lo que verás. — inhala hondo
— No me voy a rendir con él, Bella. Debemos salvarlo. Estoy lista para cualquier situación. — insiste e inhalo hondo
— Bien, ya pensaré en algo.— sonríe ligeramente
Me quedo pensativa unos segundos, debía decirle que mi vida está ligada a la suya, y que si ella muere, pues yo también. Debe cuidarse más.
— Elena, yo quería hablarte de algo...— me pauso al escuchar el latido de su carótida
La garganta se me humedece y de pronto en todo lo que pienso es el delicioso sabor de su sangre, en el deseo de beber cada gota hasta satisfacerme.
De pronto sólo veía la vena saltar de su cuello, luciendo tan tentadora que apenas y tenía el control.
— ¿Bella? — rompo mi burbuja — ¿Todo bien? — exhalo hondo
— Si, nos vemos luego, adiós. — salgo casi huyendo de la escuela
La sed...la sed es traicionera. Podía sentir el deseo de la cacería, mi hambre, mi instinto asesino estaba latente. Y me asustaba.
Al caminar a mi auto, alguien interviene frenándome. La mano me temblaba y ponía toda mi fuerza para calmar mi ansiedad.
— Arabella. — exclama Avery con sorpresa y mi pulso se eleva — ¿Qué haces aquí? — suspiro
— Parece que ahora juego a la adolescente normal, no está funcionando.— sonríe — ¿Y tú? Lo mío tiene lógica. — alardeo
— No, no tanta.— alzo mis cejas — Alaric me avisó que Stefan estaba en la escuela, quería ver como estaba Elena.— asiento
— Cierto, ahora eres padre de tiempo completo.— rasca su cabeza nervioso — ¿Como va eso? — muerdo mis uñas
— No tan genial. Pero al menos se compartan.— lo dice con ternura — Bella, sobre Chicago, yo...— sigo mordiendo — ¿Estas bien? — asiento y un sabor ácido inunda mi paladar
— Auch.— me quejo y veo mi mano
Había roto mi uña por morderla con brusquedad, ni siquiera se en que momento mordí tanto. La sangre estaba por todos mis labios, mi mano se curaba.
— Te hiciste daño...— intenta tocarla y la alejo
— Estaré bien, tengo sangre de vampiro, se curará. Todo bien.— sus ojos verdes se impactan con los míos
— Bella, no te ves bien. Estás sudorosa, pálida. Parece que te mordías mucho las uñas.— insiste y niego — No te ves bien.
— No exageres, yo...iré a casa. Me dio mucho gusto verte.— retrocedo — Hasta luego, Avy.— voy a mi auto
— Quiero ayudarte, Ara. Sólo déjame.— le doy la espalda e inhalo hondo
— No puedes.— abro la puerta y me subo
Me apoyo en el asiento y aprieto mi manos con fuerza al volante. Mi cabeza estaba por estallar.
Mis sentimientos por Avery son grandes, se que siento algo por el, pero es complicado. No se si el sea la persona que realmente me entienda. No soy la persona indicada para el. No siendo una híbrida con problemas de control.
[ ... ]
Llego a casa algo ansiosa. Agarré la botella de
bourbon y comencé a beberla desenfrenada, Stefan dijo que ayudaba a calmar el hambre y los impulsos; increíble que ahora le haga caso.
Tenía hambre, demasiada. No he bebido sangre en unas horas y no me satisface por completo. Necesito controlarme, no puedo ser igual que Stefan. No puedo.
— Mírate, no son ni las cinco. — se burla Damon entrando — Le aprendes las mañas a tu hermano mayor.— cierra la puerta y dejo de beber
— Cierra la boca. — sonríe — Tengo un plan para salvar a nuestro hermano. Lo armé cuando venía a casa— expongo — .Tenía mucho que pensar.
— ¿Qué es lo que quieres hacer? — muestra curiosidad — Y espero que no sea rehabilitación...
— Quiero encerrar a Stefan, como Lexi lo hacía. —resopla — Al menos hasta que aparezca Mikael, mate a Klaus y se rompa la hipnosis. — explico y eleva sus cejas
— Con hipnosis o no, ha bebido mucha sangre humana. Demasiada. — expone y asiento
— Ya la ha dejado antes. Leí un poco sus diarios. — insisto — No se lo digas.
— Es diferente, no es una rehabilitación.— me cruzo de brazos — Su humanidad se fue, se acabó. No hay nadie y tú lo sabes. — muestra pesimismo
— Entonces hazlo por mí, Damon. — refiero con cansancio y relaja su rostro — Jamás te he pedido algo. Necesito que me ayudes a recuperar a nuestro hermano, solo juntos podemos salvarlo. — da un suspiro largo
— Haré lo que necesites que haga, Ara.— sonrío asintiendo — No hay nada en este mundo que no haría por nuestra familia.— sobo su mano
— Y yo por ti. — apoyo sincera y me da un beso en la frente
— Bien. Necesitamos al equipo perdedor. — se aleja y frunzo el ceño
— ¿El que? — lo veo confundida y sonríe — ¿Ahora así los llamas? — estira sus brazos
— Tú sabes que es verdad.— ruedo los ojos — No te bebas todo mi licor.— veo a botella
— Damon.— se frena — Tengo hambre, yo...
— En el sótano hay bolsas de sangre, seguro sigues la dieta tetra-pack .— asiento — Lo mío es tuyo, ya sabes.— se va
Voy al sitio y veo el refrigerador; aquella caja blanca enorme, que me ponía de unos nervios horrible. Como si tuviera poder sobre mi.
Decido abrirla y veo las bolsas de sangre, aquella luz blanca que ilumina mi mirada, hace que todo mi cuerpo se altere, que mi garganta se siente húmeda.
Agarro una y la acerco a mi boca. Inhalo el aroma intenso y metálico de la sangre. Mi boca se llena de saliva, mi lengua late de anticipación.
Decido colocar mis labios en aquella bolsa, succionando aquel líquido frío con sabor metálico, pero que por alguna razón era delicioso.
Siento cómo la sangre se desliza por mi garganta y llena mi estómago vacío. Como calma mi sed y mi hambre, como pide por más.
Es impresionante como aquel líquido te hace sentir llena de energía y de vitalidad. Me sentía renovada, aunque mi cuerpo pedía más.
Al terminar, agarro más y sigo bebiendo de forma desenfrenada, sólo gozando del sabor y la adrenalina.
[ ... ]
Al paso de las horas, nos alistamos para la operación "salvemos a Stefan." Luego le haré camisetas y me burlaré de esto toda la vida.
Hablé con Elena y el resto sobre mi plan, debía admitir que necesitaba un poco de ayuda. Stefan es astuto y sabe que planeo encender su humanidad, necesito más participantes en mi jugada.
Estábamos en la escuela, al parecer había un evento de una fogata.
Esta cosa de niños adolescentes que beben alcohol a escondidas. No le veo lo divertido. O tal vez porque jamás viví esas experiencias.
— Elena alejará a Stefan de la fogata y cuando esté distraído...— me interrumpe Avery
— Le disparo.— confirma y asiento
— ¿Y Bonnie no puede solo embrujarlo?— interviene Damon
— No incluí a Bonnie en esto. Stefan podría lastimarla.— aclaro y asienten
— Como decía; Caroline, ¿preparada? — cuestiono y asiente — Me dijeron que tenías un sitio donde podríamos meterlo.
— Si, me aseguraré de que la celda Forbes esté preparada y lista.— confirma y asiento
— Olvidan algo importante, ¿Rebekah? A donde Stefan va, la rubia con coletas lo sigue.— añade Damon y pongo mi vista en el
— Extrañamente te diré esto, pero tú trabajo será alejarla.— pido y alza sus cejas
— ¿Y como? Es una original. Según yo, ya no hay dagas.— explica inconforme
— Entonces distráela con tu encanto. Algo bueno debes de tener.— me burlo y el rueda sus ojos
— Sería mejor encontrar una daga.— se burla Ric y ladeo una sonrisa
— ¿Algún día no estarás molesto conmigo? — se queja mi hermano
— Lo dudo.— aclara y cruzo mirada con Avery
No dejaba de observarme, me ponía algo nerviosa.
— Perdón, llego tarde. ¿En qué vamos?— aparece Tyler con una chica que no reconozco
— Le dije que se apurara, pero conduce como abuela.— bromea y cruzo mirada con ella
Tenía el cabello marrón, ondulado. Ojos castaños y piel pálida. Era bonita, tenía un estilo elegante, no se miraba joven, ni tan mayor. Deducía que era universitaria, pero no se que hace aquí.
— Oh por Dios, Addie.— exclama Elena con emoción y veo que mi hermano parece que vio un fantasma — Volviste.— me acerco a Damon
— ¿Quien es? — le cuestiono y no le quita la mirada a la chica
Sus ojos azules tenían un brillo que no había visto antes, es como si ella fuera la cosa más hermosa que alguna vez haya presenciado.
— Mi ex.— mis ojos se abren como platos y volteo a verlo incrédula
— ¿Qué? — se queda pálido — ¿Tuviste una ex que no luce como Katherine? — me río y me empuja — No puedo creerlo.
Todos la abrazaban, ella era como famosa entre ellos, aunque no era lo importante ahora.
— No terminamos bien. Ella me dejó.— divaga y lo veo conmovida
— Bueno, se acaba la reunión familiar.— rompo su alboroto — Venimos a salvar a mi hermano, no a celebrar la llegada de la chica.— voltean a verme
— Soy Adeline Lockwood.— se presenta y finjo una sonrisa
— Y yo Arabella Salvatore, ya que dijimos nuestros nombres, Elena.— le apunto para que diga el resto del plan
— Claro. Necesitamos la verbena de su mamá. Lo suficiente para detener a Stefan.— le pide Elena a los Lockwood
— No pueden hacerle eso a Stefan.— se queja Tyler y lo veo confundida
— ¿Por que no? Créeme, es por su propio bien.— explico — Sólo así podemos ayudarlo.
— Si.— me apoya Caroline
— Pero no el de Klaus. El necesita mantenerlo así.— justifica Tyler y nos vemos entre sí confundidos
¿Que rayos le pasaba? ¿Le falta un tornillo o la transición le secó el cerebro?
— ¿De que hablas? — le pregunta Avery
— Pero Klaus es el malo,Tyler. ¿Por que actúas como un esclavo híbrido?— le reclama la rubia
— No tengo tiempo para esto.— expreso frustrada y me llevo la mano a la cabeza
— Klaus me hizo lo que soy, Caroline.— informa y veo a Damon acercarse — Le debo todo.
— ¿Qué? ¿Estás demente? — lo regaña su hermana
¿Y a este que mosco le picó? Literalmente le rompió el cuello en un gimnasio, parece una clase de sirviente híbrido.
Oh no...
— Que mal.— murmura Damon sin importancia
— ¿Podríamos no escuchar comentarios?— lo regaña Adeline
— ¿Podemos dejar esta conversación? — intervengo
— ¿Que ocurre aquí?— Elena se muestra preocupada y bajo la vista
Veo a Damon agarrar algo del escritorio. Donde estaban las armas.
— Voy a irme de aquí.— informa Tyler y va a la puerta
— No, Tyler, espera...— su hermana lo llama y damos un sobresalto al ver a Damon encajarle un dardo; el cayó como tronco.
— Oh Dios.— exclamo impresionada y Caroline y Adeline salen corriendo
— ¿Qué estás haciendo? — Adeline le alza la voz furiosa — ¿Estas loco? — lo revisa preocupada
— Es su señor.— informa Damon y elevo mis cejas
Tenía sentido. La sangre de Klaus lo hizo, y para eso el quería un ejército. Para que hicieran todo lo que pedía, aquí estaba su prueba viviente.
— ¿Qué? — pregunta Avery confundido — Eso suena ridículo.— asiento
— Su señor. Siente lealtad por Klaus por que su sangre lo hizo.— explico — Tiene lógica.— apunto
— ¿Como leal? — pregunta Adeline inquieta y veo a Tyler — Explíquense mejor. Es mi hermano.
— Quiere aceptación de su amo. Es muy raro. Tal vez menos en híbridos.— apoya Damon y veo a las chicas muy preocupadas
— ¿Como lo arreglo? — Caroline lo ve con interés
— Consíguete otro novio.— sugiere y me río en silencio
— Necesito aire, no lidio con nada de esto.— voy a la puerta fatigada
Que Tyler sea el esclavo híbrido de Klaus no estaba en mi plan. Parece que si es el rey y todos lo siguen como peones. Pero gracias a Dios jamás será el mío.
— Bella, se más paciente.— me habla Damon al ir caminando — No puedo creer que eso haya salido de mi boca.
— Estoy muy ansiosa últimamente, así que con cualquier cosa exploto.— discuto
— Se que el ser hibrido cambió todo tu cuerpo, pero debes aprender a mantener el control.— me freno y volteo a verlo
— El mundo debe estar de cabeza si el señor "no tengo autocontrol" me dice que me calme.— me burlo y se acerca
— Eso pasa cuando se trata de ti. Soy tu hermano mayor y te llevo nueve años. Siempre buscaré lo mejor para ti, yo puedo ser un imbécil explosivo— asiento — pero tú no.— suspiro
— Yo sólo quiero que esté plan funcione. Así, salvo a nuestro hermano y el no tiene que sufrir más.— expongo y asiente
— Entonces, trabajemos en equipo. Hiciste en buen plan, sólo ejecútalo, y por favor, no arranques cabezas.— se burla y ruedo los ojos
— Sólo la tuya.— me rodea con su brazo alrededor de mis hombros
— Ve, y se una adolescente promedio por una vez en tu vida.— me susurra — Debes tener la guardia baja con Stefan.
— Bien.— me aparto — Haré mi parte.
— Genial, te veo luego.— asiento y cada uno se va por su lado
Salgo de la escuela y me voy al bosque donde sería la fogata. No fue tan difícil de encontrar, la música casi explotaba mis oídos.
Con mi nueva característica de hibrido, todo es más agudo e intenso. Podías sentir que estabas desnuda, eran sensaciones nuevas.
Me acerco y veo a Rebekah y Stefan sirviéndose cerveza del barril. Parece que empezó la primera parte del show.
— ¿Todo en orden? — le hablo a Rebekah y voltea a verme con cerveza
—Wow, viniste y no tuve que rogar.— se burla y sonrío sirviéndome cerveza
— Decidí que no siempre debo ser una amargada controladora.— me llevo el vaso a la boca
— A mi también me sorprendió. Eres como la policía de la diversión.— añade Stefan y bajo el vaso
— Se lo dejo a la bruja y humana, Bella.— alardeo
— Creí que Tyler vendría.— menciona Rebekah decepcionaba y frunzo el ceño
— ¿Ahora te gusta Tyler? — pregunto confundida y bebo cerveza — No la veía venir.
— Que decepción.— agrega Stefan con burla
— Cuando tú no te comportes así, hablaremos.— le advierte — Hasta entonces, tengo necesidades.
— Pues cada quien, que te puedo decir...— bebo más — estuve con Klaus, eso es humilde.— me sirvo y Stefan me quita el vaso
— Bebes como trailero.— menciona y elevo mis cejas ofendida
— ¿Disculpa? ¿Que eres? ¿Mi papá? — río y le arrebato el vaso — Soy mayor e intento divertirme, tu también deberías. Es gratis.— sonrío
— Sólo, deja de beber.— me lo quita de nuevo y cae en mis zapatos
— ¿En serio? ¿Un adicto a la sangre me dirá como beber? — ironizo y le lanzo la manguera yéndome
Al alejarme, veo a Elena acercarse a mi hermano. Ya había entrado a su círculo de visión y el plan iba en marcha. Todo va en su curso.
— Parece que el plan funciona.— me siento con Damon en un tronco
El estaba frente a la fogata con un palo y asando malvaviscos. Ya hasta se me habían antojado.
— Excelente.— me ofrece — Te puede gustar.— lo acerca a mi boca
— Sólo por que tengo hambre.— agarro el palo — Debes entretener a Rebekah no asar mal los malvaviscos.— me burlo y como
Al momento en que mis labios tocaron aquel suave alimento, fue una explosión de deliciosos sabores. Lo dulce pero amargo en una combinación. Simplemente delicioso.
— Eres controladora, ¿lo sabías? — asiento
— Desde que tengo memoria.— alardeo y relamo mis labios para limpiarlos del malvavisco
A lo lejos, vi a Elena y Stefan viéndose de una forma...desafiante. Parece que ella estaba logrando lo que vino a hacer.
— ¿Que hay con Avery? — frunzo el ceño y volteo a verlo — No creas que no he visto como se ven.
— Inventas cosas.— divago
— Ese hombre tú buscó durante tres meses, tiene mis respetos.— informa y paso saliva tensa
— Aún pienso en Elijah. Estoy confundida.— confieso
— Elijah no es para ti, si debo darle tu mano a alguien, se la daría a Avery.— expone y asiento
— El es bueno, lo sé. El sería perfecto, pero yo no para el. Soy un desastre.— Damon toma mi mano
— No, no lo eres.— sonrío — Te ayudaré en lo que necesites, ¿si? — asiento
— Gracias.— sonríe con ternura
— Hola, estoy aburrida.— llega Rebekah y se sienta junto a nosotros
— Y yo sedienta. Iré por la cerveza barata de este lugar.— me levanto y le doy el palo a Damon
— No te ligues a un adolescente.— advierte mi hermano y ruedo los ojos
— Ya, cierra la boca.— se ríen y me alejo
Ya me sentía cansada, fue un día complicado. Esperaba ir a casa a beber algo de verdad, no está cerveza que sabe horrible, pero calma mi ansia así que creo que está...
— ¡Maldición! — me quejo al ser mojada por cerveza
— Oh, lo siento...— Avery se disculpa apenado — Ay, Bella, no te vi.— resoplo
— Está bien, esto me pasa por venir a fiestas de niños.— murmuro tratando de secarme
— Si, yo también.— elevo la cabeza para verlo — No soy un niño, Bella.— suspiro
—Lo se, sólo...— bajo mis manos — Ignórame.— me doy la vuelta
— ¿Hasta cuándo vas a pretender que no sientes lo mismo que yo? — me quedo inmóvil — Estoy enamorado de ti, Bella. Como loco.— volteo a verlo
— ¿Por que? No hay nada bueno en mi.— me señalo y se acerca
— Eres perfecta.— alzo mis cejas — Tienes un corazón puro y compasivo. No te importa dejar todo por las personas que amas. Te sacrificas por amor, no eres egoísta.— mis ojos se cristalizan — Has cambiado, hay mucho de ti que tiene que conocer.— toma mis manos
— No se si quiero tener una relación. Tuve una con alguien importante y lo dejé porque no estaba realmente comprometida.— confiesa — Me cuesta.
— Bella, tienes que decidir lo que quieres en tu vida. No puedes seguir negándote a sentir.— lo veo fijamente — Te harás de hielo.— suspiro
— Sólo...— lo tomo por la nuca e impacto sus labios con los míos creando un beso explosivo
El posiciona sus manos en mi cintura tomando el control de mi cuerpo, siendo autoritario.
La temperatura va subiendo y nuestros sentidos podían sentirlo, para mi era como si besara cada nervio en mi cuerpo, poniéndome la piel erizada y excitada.
Su movimiento era rápido, y posesivo. El cruce de sabores y sensaciones era fenomenal, el aire si era necesario mientras el siguiera con ese épico beso.
Lo aparto de mi y me ve agitado, con aquel deseo en sus brillantes ojos.
— Vamos al bosque, ven...— lo llevo de la mano y ladea una sonrisa
— ¿Para que? — ruedo los ojos y lo estampo contra un tronco — Auch, puedes ser más sutil.— relamo mis labios
— ¿Quieres? — sonríe y me toma del rostro para besarme de nuevo
Será una noche larga.
[ ... ]
Narra Adeline
Caroline se llevó a Tyler a casa, yo quería ir con ella, pero necesitaba hablar con alguien primero. Es algo que había pensado en meses. Algo de lo que me sentía culpable.
A lo lejos veo a Damon con la rubia, creo que se llama Rebekah, algo mencionó. Estaban muy juntos, parecían coquetear. No estaba celosa, sólo era, era extraño.
— Damon.— le hablo y levanta la cabeza — ¿Podemos hablar? — la rubia me examina
— A ti no te conozco.— volteo a verla con hostilidad
— Ni y yo a ti.— refiero entre dientes y el suspira
— Estoy ocupado ahora mismo.— volteo a verlo — En otro momento.— relamo mis labios
— ¿Por favor? — me ve fijamente — Es importante y no tomará tanto tiempo.— suspira
— Bien.— se levanta — Cinco minutos.— asiento y caminamos lejos de la barbie vampiro
— Se que las cosas no quedaron bien entre nosotros, y si voy a estar aquí unos días, al menos quiero que tengamos la fiesta en paz.— expongo y se pone frente a mi
— Tú me dejaste, no es la gran cosa.— arrugo mis cejas — Lo nuestro fue momentáneo, ¿no? — refiere con petulancia
— Wow, no sabía que significó tan poco para ti. Si no tiene Elena Gilbert de nombre, te da igual.— argumento — ¿Sabes que, Damon? Si no fue importante para ti, entonces me alejo.— doy la vuelta
— Addie.— me freno — ¿Que quieres que diga? — frunzo el ceño y volteo a verlo
— No quiero que hagas algo, quiero que te nazca.— manifiesto — Pero contigo es ridículo. Así que...
— Tú fuiste la que me dejó después del funeral...— discute
— Porque te vi besar a Elena frente a su casa.— estallo y me ve sorprendido — Había perdido a mi padre, ¿y tú? Estabas con ella. No te hagas la víctima, Damon, no te queda.— siento el nudo en la garganta
— Addie...— trata de acercarse y retrocedo
— Sabía en lo que me metía cuando puse el ojo en ti, sabía que me ibas a lastimar. Así que fue mi culpa.— menea su cabeza — Estaremos en el mismo pueblo, así que vamos a llevar la fiesta en paz. Lo que tú y yo tuvimos, haz como que no existe. Vamos a coexistir como dos personas que salvan los traseros de la pandilla.— sugiero — Pero de ahí en fuera, no tenemos que estar juntos.— sus ojos celestes se humedecen
— Me parece perfecto.— asiento con nostalgia — Yo tengo que volver, estar con Rebekah es parte del plan.— suspiro
— Si, y...Tú hermana es linda. Algo mandona, pero no le quita lo linda.— expreso sincera y asiente
— Lo sacó de mi.— ruedo los ojos y se va con una sonrisa
Hablado esto, yo tenía que ver que sucedía con mi hermano el esclavo hibrido, es tan raro. Lo bueno que nunca activé mi gen, mi mala suerte me haría como un chupa sangre.
[ ... ]
Narra Arabella
Después de aquella besuqueada con Avery en el bosque, tuve que calmar mis impulsos. Casi pasa a segunda base, y es muy pronto.
— ¿Y besarnos que significa? — pregunta Avery mientras me acomodo la ropa
— No lo sé, ¿tiene formalidad? — se ríe y suena mi celular
— Eres todo un caso, Salvatore.— ladeo una sonrisa y contesto
— ¿Elena? — veo a Avery
— Lo tenemos, vamos a la camioneta. No se si te quieras unir o...
— Voy en camino.— cuelgo y me guardo el teléfono — ¿Que no tú debías dispararle a Stefan?
— Parece que a Ric le interesa mi vida romántica.— alardea y meneo mi cabeza
— Alcánzame si puedes, me tengo que ir.— me voy a velocidad vampírica
Se supone que nos veríamos en la parte de atrás de la escuela. Esto parecía un laberinto y no quería que se fueran sin mi.
Al dar con el sitio después de casi terminar con mis pulmones, vi a Alaric subir a mi hermano a la cajuela.
— Vaya, si funciono.— voltean a verme — Pensé que alguno terminaría muerto.— arrugan sus cejas — Se sacrificaban por la causa.— menean su cabeza
— Tú optimismo siempre me impresiona.— ironiza Alaric y sonrío
— Sube, no sabemos cuanto tarde en hacer efecto la verbena.— pide Elena y asiento
— Le mandaré un mensaje a Damon para avisarle.— abro la puerta — Ahora sólo quiero que mi trasero se siente en algo cómodo.— me subo
— Espero que esto funcione.— menciona Elena y suspiro guardando mi celular
— Algo lo tiene que hacer volver. Mi hermano es una persona que se siente responsable por todos, siempre quiere encontrar la forma de ayudar, por eso, lo usaremos en su contra.— explico
— Eramos tan felices. Podríamos vivir un infierno externo, pero por alguna razón, cuando estaba con el, me sentía a salvo, tenía paz.— sonrío — El te protege de una manera única. Es un buen hombre.
— Lo es.— apoyo — Y pienso que...— me pauso ante los gritos de Alaric
— ¡Elena, Bella! — golpeaba la ventana con fuerza y me sobresalto
Volteo y me quedo perpleja al ver que la camioneta comenzaba a incendiarse de mi lado. Me moví al instante al otro lado.
— ¿Qué demonios? — suelto aturdida e intento abrir la puerta
Era imposible, parecía atascada.
Se comenzaba a sentir el calor y me sentía algo sofocada en el vehículo.
Claro que iba a estar atascada en una jaula mortal con la única persona que si muere, yo muero.
— Abre la puerta.— insisto en Elena y me paso al asiento del conductor
— No puedo. No abre.— aclara desesperada al maniobrar la puerta
Intento hacer lo mismo pero sucedía exactamente lo mismo, parecía que el auto tenía vida propia.
No nos dejaban salir y esto comenzaba a asustarme. Como dije, este pueblo esta maldito, o estar con Elena Gilbert.
— ¿Qué demonios? — expreso consternada al ver que el seguro se puso solo
— Parece como si alguien pusiera seguro.— menciona mientras intentaba abrir
Volteo a ver a mi hermano y seguía inconsciente; parecía que no teníamos tanto tiempo. El auto cada vez se calentaba mas y era cuestión de tiempo para que explotara.
— Cuando dije que me iría al infierno, no lo decía literalmente...— me pauso al ver a Alaric y Avery golpear la ventana de Elena con un palo de lacrosse
La cosa esa ni siquiera penetró el cristal, lo que era extraño, porque las ventanas no eran de vidrio templado.
Ni siquiera con mi fuerza sobrenatural podía hacer algo, esto era una trampa. Una mortal.
— Esto tiene que ser una maldita broma.— expreso preocupada
El fuego se iba expandiendo más y sentía que me estaba cociendo vida. Luchaba por abrir la maldita puerta, pero parecía que todo estaba a la medida para matarnos.
— Sabía que no debía volver. Ahora me haré malvavisco al horno.— me quejo y comienzo a toser
El humo invadía la camioneta y apenas podía respirar. Elena se encontraba igual que yo...
— ¿Qué haremos? — cuestiona la Gilbert y me cubro la nariz, volteo a ver a mi hermano
— Usar mi fuerza.— me muevo con dificultad y voy a la parte de atrás
Estaba en los asientos traseros; paso sobre Stefan y con toda mi fuerza, empujo la cajuela logrando abrirla. Cae por el suelo y respiro aliviada
— Elena, muévete.— ordeno y lo hace
Avery se acerca — Rápido, va a explotar.— la ayudo a bajar
— Stef...— le jalo el brazo y ambos salimos
Lo apoyo en mi y corremos lejos de la camioneta, explotó y chocamos con la pared cubriéndonos.
Estoy segura que alguien trató de matarnos, y quiero descubrir quien.
[ ... ]
Regresamos a la casa en una pieza, lo que se considera milagro gracias a las circunstancias. Elena si tiene una horrible suerte, y lo bueno que estuve ahí para impedir nuestra muerte.
Damon me regañó por avisarle cuando ya estaba en el auto que me había ido. Se cree mi papá (no lo es)
Ahora estaba en su habitación charlando sobre lo que pasó hoy, fue demasiado raro para mantenerlo sólo para mi.
— No lo sé, Damon, todo fue muy raro— me ve desde donde está apoyado —es como si fuera una trampa maquinada para matarnos.— suspira
— A Elena todo el mundo quiere matarla.— opina y asiento — Pero si, es extraño lo de la camioneta.— bajo la mirada pensativa
— Son los ancestros.— volteo a verlo — Fue con magia, literalmente vi como todo tenía vida propia.— confieso — Debo hablar con Bonnie, ella puede ayudarme.— divago
— ¿Por que los ancestros querrían a Elena muerta? — me ve incrédulo y suspiro
— Para matarme, Damon. Y quitarle sus híbridos a Klaus. Dos pájaros de un tiro.— informo y me ve sorprendido
— Tiene lógica.— asiento — Eres tan lista que a veces lo olvido.— se burla
— Siempre he sido más inteligente que todos ustedes.— señalo y sonríe — ¿Como te fue con Rebekah? ¿Te diste cuenta que es una gran chica a pesar de sus problemas de ira.— suspira
— ¿Intentas conseguirme pareja? — se burla y hago una mueca
— Tal vez...— hace un gesto — Son atractivos. Y cuando los guapos se juntan, hacen una revolución.
— Si, no creo que sea su tipo, me empaló.— informa y me río
— Así es ella, debió sospechar.— aclaro
— Hablando de Barbie Klaus, ¿donde está? — cuestiona y me encojo de hombros
— No lo se, la perdí de vista.— informo y me levanto de su cama — Necesito una ducha que huelo a pollo rostizado, y no me gusta el pollo.— me despido y voy a la puerta
Al bajar las escaleras, Stefan me estaba esperando.
El tenía esta expresión seria pero relajada. Sabía que me diría algo de lo que sucedió hoy.
— Caí en su trampa. En definitiva no la esperaba.— menciona sincero — Elena y tú se unieron.
— Ese era el punto. No te rapté para venderte.— ironizo y sonríe
— Si. Tú nunca te vas a cansar de querer salvarme aunque no lo quiera.— se queja con fastidio
— Si, para eso son los hermanos. No te rindes con alguien que amas.— confieso y solo me observa
— Después de todo lo que he hecho...¿crees que encontraré mi humanidad algún día? — insinúa incrédulo
— Si, lo creo.— confirmo — Yo se quien eres tú. Mejor que nadie, Stefan. No me daré por vencida.
— Arabella, ¿tienes idea de lo patética que eso te hace?— menciona sin tacto y mi expresión cambió
— No, Stefan. Me hace fuerte...— lo empujo y le paso por un lado
Se que debo ser dura con el. Tratarlo suave no servirá de nada. Solo espero tener el corazón y estómago para lidiar con el así.
No me voy a detener hasta salvarlo, no importa si eso me destruye en el trayecto.
[ ... ]
Narra Adeline
Mamá y yo ya nos habíamos saludado, la extrañaba, ella siempre tiene el poder de hacerte sentir mejor, lo único bueno de volver.
Regresar y descubrir tantos secretos, es algo que todavía trato de procesar. Es extraño como el pueblo no cambia, pero si sus personas.
Supongo que ahora sólo debo mantenerme con vida para regresar a la universidad y dejar el lado sobrenatural en un cajón.
— Adeline, ¿cierto? — escucho una voz familiar y giro la vista
Yo estaba en el patio de la casa fumándome un cigarrillo, me escondía de mi madre.
— Rebekah.— ladea una sonrisa — ¿Que haces aquí? — suspira
— Lo que mi hermano pide.— frunzo el ceño y viene sobre mi — Tiene un destino para ti.— me pierdo en sus ojos — Lo siento.
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