1. Pilot
— Ya estoy en el pueblo, ¿donde estás?— le pregunto a Rose al teléfono
— En tú casa, supongo.— frunzo el ceño y me bajo del auto. El pueblo había cambiado bastante desde que lo pisé alguna vez. Todo era más moderno y lo hacía menos odioso. 145 años es demasiado para que todo sea diferente, incluso yo
— ¿Como que mi casa?— pregunto confundida y voy a un pequeño restaurante que se llama "Grill", que poco original
— Aquí viven Stefan y Damon.— me freno de golpe. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y el estómago se me achicó. Hace un siglo que no escucho esos nombres
— ¿Estás segura de lo que dices? Ellos llevan muertos demasiado tiempo. Probablemente algún cazafortunas tomo su identidad para tener la casa.— aclaro tensa y entro al local. Habían muchas personas en el lugar
— Lo juro. Ven aquí, Bella. Tú misma te darás cuenta que es verdad. Son vampiros.— me quedo estática en la entrada y cuelgo. Sentía que me iba a vomitar
— Hola.— elevo la mirada y puedo jurar que seguro me veo demasiado pálida y aterrorizada — ¿Estás bien? Te vez algo..— lo interrumpo
— Dame tu mejor bourbon.— camino a la barra con el nudo en la garganta. Necesitaba beber un poco para calmar la ansiedad o al menos no tener la garganta tan seca
— Amm, no es por nada.— me habla el mesero y pongo mi vista en el. Era lindo. Rubio, ojos azules y mirada cautivadora — Eres menor de edad y hay personas mirando. Te lo quitarán enseguida.— doy un suspiro largo
—Cariño, yo...— me pauso y pienso dos veces lo que diré — Solo dame la botella y me iré de aquí.— saco mi identificación que dice que tengo 21 cuando en realidad ni duplicada la tengo
— Bien, luces más joven de lo que aparentas,...— se pausa para leer mi identificación — Arabella Brooks. — me la regresa y suspiro tomándola
— Me lo dicen a menudo. ¿La tienes?.— saco mi cartera y tomo el monto
—Si, aquí tienes.— la pone en la mesa y la agarro de ahí. Dejo el billete de 500 y me voy a la puerta — Espera, tu cambio.— viene detrás de mí y resoplo
— Si quisiera el cambio me hubiera quedado. Consérvalo.— sonríe ligeramente y salgo del establecimiento. Era algo hogareño de hecho y no apestaba a bar de carretera barato. Estaba bien.
Abro la botella y comienzo a beberla de camino a mi auto. Sabía que era imprudente ya que podía chocar y morir como una simple mortal. Pero si en verdad son mis hermanos y he vivido en una farsa por 145 años, bueno. Lo amerita
— Pueden arrollarte.— escucho una voz masculina y bajo la botella para verlo — ¿No eres suicida o si?— me apoyo en mi auto y veo al chico guapo que se me acerca. Le calculo unos 24. Ojos verdes, piel clara, cabello dorado y rasgos bien definidos. Tenía rostro de modelo y no hablemos del buen físico
— ¿Y tú eres....?— pregunto directa y sonríe poniéndose verte a mi
— Avery Gilbert, un placer.— alzo mis cejas al escuchar ese apellido. Debía ser familiar de uno de los fundadores de este pueblo. Me ofrece la mano y bajo la mirada para verla
— Arabella Brooks, no soy un placer y voy tarde.— aclaro y voy a la puerta del conductor
— Un hombre decente no dejaría irte sabiendo que bebiste casi la mitad de esa botella.— resoplo y me apoyo en la puerta
—Casi es la palabra clave, y te sorprendería lo resistente que puedo ser.— me subo y lo veo por el limpia parabrisas que se queda enfrente obstruyendo el paso — Quítate.— le ordeno y se cruza de brazos
— No. No dejaré que te vayas sabiendo que bebiste.— relamo mis labios molesta con la paciencia en el suelo
— Si no te quitas, voy a arrollarte y luego esconderé tu cuerpo en mi maletero y te enterraré en algún sitio del bosque, ¿entiendes?— se queda sin habla y sonrío malévola
— Eso suena muy específico. Conozco a alguien que se expresa de la misma manera.— menciona nervioso y coloco la llave encendiendo el auto y da un sobresalto — Hablas enserio.— alzo una ceja
— Jamás no he hablado enserio.— apoya sus manos en el cofre y nos vemos desafiante
— No se ha terminado, Arabella.— cierro la puerta azotándola
— Lo mismo digo, Gilbert.— se mueve y pongo en marcha. Pongo la botella en el porta vasos y doy golpecitos con las llamas de mis dedos al volante
¿Como se supone que debo actuar? Cabe la posibilidad de que mis hermanos estén vivos. Mi familia. Todo este tiempo me he sentido tan sola y vacía que de solo pensar la idea el estómago se me revuelve de los nervios. Desde que tengo 17 he deseado con el alma que estuvieran vivos y que algún día los iba a encontrar. Supongo que mis sueños se volvieron realidad o voy a tener que matar la esperanza de golpe. No quiero entrar a esa casa y decepcionarme. Me arriesgo a tener una emoción humana después de tanto tiempo sin sentirla. En algún momento solo me convertí en un cubo de hielo que nadie puede derretir. Es una tonta metáfora pero es cierto. Tenerlos de vuelta espero que revivan algo dentro de mi que todo está muerto.
Al llegar a la propiedad un nudo se forma en mi garganta. Todo estaba más cerca de ser revelado y yo sentía que sudaba por partes que no conocía. Al estacionarme y bajar del auto, un frío sentimiento me invadió. El miedo de decepcionarme y que sean charlatanes. Si lo son, seguro los mato. Solo quiero que sea verdad. Es lo único que pido.
Toco la puerta y alguien la abre. Un rostro familiar que no había visto hace décadas. Una vieja amiga
— Bella.— alza su mano saludando tímida y frunzo el ceño. Me da el paso y entro a la casa. Veo alrededor y quedo impresionada. Ya no era nada como la casa que alguna vez tuve. Era más hogareña y puesta a la modernidad. Mirabas el color café por doquier y decoración vintage. Estaba amueblado con madera y colores neutros. Simplemente era preciosa
— Aquí estoy.— añado a secas y siento una presencia. Camino a la sala y los veo a ambos. Voltea a verme y siento que el corazón me explotó el pecho. Los ojos se me cristalizaron y las lágrimas estaban a punto de estallar. Ellos me veían con una confusión y una sorpresa que te dejaba helada. El lugar se tornó tan tenso que podías sentirlo meterse entre tú piel. El aire en los pulmones se me había ido y sentía que las piernas me iban a dejar de funcionar en algún momento. La felicidad me invadió al ver que estaban vivos y mirar sus hermosos rostros después de perderlos por tanto tiempo. Stefan me miraba con las pupilas totalmente abiertas y Damon en negación. Yo sentía que no podía hablar solo me escurrían las lágrimas por debajo de los ojos. No podía ni moverme. Me quede estupefacta
— Bella.— me nombra Stefan y se va acercando con los ojos cristalizados — ¿En serio eres tú?— asiento y sin poder decir palabra, viene sobre mi y me lleva a sus brazos — No puedo creer que estes viva, Dios.— me aferro a él y una sonrisa se posa en mi rostro. Sentía una paz dentro de mi — No sabes cuanto te he extrañado, Bell.— suspiro y me baja, toma mi rostro y noto que alguna lágrimas cayeron del suyo — Estoy tan feliz.— lo veo conmovida y me da un beso en la frente
— Hiciste lo mismo que Katherine, supongo.— escucho a Damon y volteo a verlo. Stefan se aparta de mi — Te hiciste pasar por muerta y dejaste que viviéramos con ese dolor.— meneo la cabeza
— Yo no me hice pasar por nada, Damon. Katherine me dijo que estaban muertos y le creí. Me fui lejos con ella y no di marcha atrás. Fue difícil saber que había perdido todo esa noche.— se me acerca
— ¿Y decidiste creerle? Después de todo lo que hizo...— lo interrumpo
—Lo hice por que pensé que murieron, ¿que se suponía que debía hacer?. Solo tenía dieciséis y estaba aterrada.— le reprocho — Desperté y lo último que supe de ustedes fue que los habían matado y me quede sin nadie. Era una niña.— se me quiebra la voz
— No la juzgues, Damon.— interviene Stefan y veo los ojos rotos de mi hermano mayor — No sabemos por lo que tuvo que pasar.— suspira
— Ven aquí, brujita.— sonrío y voy hacia el. Me enrollo entre sus brazos y yo me aferro con fuerza. Dejo que el cariño me invada por completo y su protección me cuide — Te extrañé mucho. No he sido el mismo desde que te perdí.— sonrío ligeramente y nos apartamos
— Ninguno lo ha sido.— aclaro y ambos me observan con cautela — ¿Qué?— Stefan hace una mueca
— Hay algo diferente en ti. Cuando te abrace sentí una extraña sensación.— menciona con inquietud y frunzo el ceño
— Si, hueles a sangre. Tú temperatura corporal es normal. Como si fueras humana.— añade Damon y asiento entendiendo
— Oh, si, si. Soy humana.— ambos me ven con un gran signo de interrogación— No soy vampiro, soy una bruja que se ha preservado con magia por un tiempo. Ser vampiro significa perder mis habilidades y ser bruja es parte de mi. No podía perderlo también.— me ven sorprendidos
— Entonces, eres mortal y te has mantenido joven desde cuando.— comenta Stefan impresionado
— Desde los 21 ya no he envejecido. No quería verme más mayor, pero tampoco tan pequeña, aunque aún luzco joven, así que.— respondo tímida y Damon se sirve un trago
— Increíble la reunión familiar.— interviene Rose y volteamos a verla — Me alegra que te hayas reunido con ellos. Es todo lo que siempre quisiste.— asiento
— Mis hermanos. Apenas puedo procesar que están con vida.— expreso entusiasmada — Podemos sentarnos a charlar sobre qué han hecho con sus vidas.— ambos se ven y suspiran — ¿Qué?— me cruzo de brazos
— Es demasiado historia la de nosotros, mejor hablamos de ti. ¿Qué has hecho los últimos 145 años?— Damon me ofrece un bourbon — Es extraño que le ofrezca a mi hermanita una bebida.— sonrío y se lo quito
— Ya no soy una niña, Damon. Creo que nos hemos dado cuenta de eso.— van al sofá y se sientan. Me pongo frente a ellos — Estudié medicina y viví en Nueva Orleans por diez años. Mantuve una relación sentimental con un vampiro y descubrí algo importante en el 95.— fruncen el ceño
— ¿Qué cosa?— pregunta Stefan con interés y bebo de mi vaso para tomar valor — ¿Así de difícil?— hago una mueca y pongo el vaso en la mesa
— Maté a alguien por que intentó aprovecharse de mi.— expreso con el nudo en la garganta y alzan sus cejas — La cosa es...que al hacerlo algo extrañó pasó y cambió todo. Descubrí la verdad.— noto que me ven con atención — Soy su media hermana. No compartimos el mismo padre.— me ven perplejos y se levantan del sofá
— ¿Qué?— expresa Damon casi sin aliento y me levanto
— ¿Por que? ¿Por que lo dices?— pregunta Stefan alterado y relamo mis labios tensa
— No se como decirlo por que sonará a una locura, y créanme que lo se.— divago al estar nerviosa — Sonará a malas película en la década de los 80s, por cierto, yo...— me interrumpen
—Habla, Arabella.— me pide Damon y doy un suspiro largo y los veo a ambos. Tenían ese miedo en los ojos
— Soy mitad bruja y mitad licántropo. Así supe que nuestro padre no era el mismo.— menciono avergonzada y estaban pálidos. Sus caras demostraban perplejidad— Lo sé, suena difícil de digerir. Yo tampoco lo...— me interrumpen
— ¿Como supiste que era papá y no mamá?— pregunta Stefan con confusión y suspiro
— Fui a buscarlo la noche en que murió.— me ve sorprendido— El estaba moribundo y a su lecho de muerte me confesó que no era mi padre. Fue la gota que derramó el vaso para no volver.— expreso abrumada
— No puedo creerlo.— Damon se deja caer en el sofa y volteo a verlo — Todos estos años. Lily nos mintió a la cara.— suspiro
— Espero que eso no cambie algo entre nosotros. Se que no compartimos el mismo padre y..— Stefan me interrumpe y se pone junto a mi
— Tu eres mi hermanita, Bella. No importa si no compartimos el mismo papá.— sonrío y acaricia mi mejilla
— Eres nuestra hermana.— añade Damon y volteamos a verlo — Nada ha cambiado.— lo veo conmovida. No esperaba nada menos de ellos — Solo el hecho de que ahora eres un perro.— alzo una ceja ofendida
— No te aguantabas de decirlo, ¿cierto?— sonríe y bebe
— Claro que no, cariño.— ruedo los ojos sonriendo y se escucha que tocan la puerta
— Hay mucho de que hablar, todavía.— menciona Stefan y va a la puerta — Pero antes, no enloquezcas.— frunzo el ceño y deja entrar a alguien. Me asomo y me quedo inmóvil
— ¿Qué sucede?— pregunta la chica y volteo a ver a Damon impresionada. Era igual que Katherine pero no podía ser ella. Al menos no con el atuendo que llevaba encima y el cabello lacio
— Hay una explicación.— aclara Damon y me cruzo de brazos esperando respuesta. Supongo que debe ser un doppelgänger o Katherine finge
— Elena, ella es mi hermana. Bella.— Stefan me presenta y me ve atónita. Le cayó como agua fría en la cara la noticia
— ¿Qué? — expresa sin aliento y me acerco a observarla. Era impresionante como escuchaba su corazón latir y la aparecía podía ser tan diferente. Los ojos de esa chica demostraban luz e inocencia y mejor no hablemos de los de Katherine
— Pensamos que estaba muerta hasta hoy. Katherine nos engañó a todos.— aclara Stefan y mantengo mi mirada en la castaña. No me agrada para nada ver el rostro de la perra de Katherine
—Espera. Me estás diciendo que hay más de ustedes.— expresa abrumada y rompo el contacto visual. Había sido dominante
— Tú eres el doppelgänger que alguna vez me menciono. Fue hace que, unos 15 años.— alardeo y me siento en el sofá a beber — Tendrías como unos dos años. Fue cuando alguien me pidió un favor y vine una vez aquí. A las afueras.— fruncen el ceño
— ¿Viniste a Mystic Falls hace quince años?— pregunta Damon incrédulo y asiento
— Cosa de brujas. Hay historia de mi que aún no he contado.— aclaro y ella sigue impresionada
— Bueno, es un placer conocerte.— me ofrece la mano y deslizo mi mirada para verla. Parecía ser una persona agradable y por la forma en la que Stefan la miraba eran algo más que "amigos"
— Diría lo mismo pero eres idéntica a la perra que me mintió por años y se metió entre mis hermanos. Pero no son la misma persona, ¿cierto?— la estrecho y suspira asintiendo
— Si, yo no soy Katherine.— aclara y bajamos la manos — ¿Que es lo de que querían hablarme?— les pregunta Elena y volteo a verlos
— Es sobre lo que Rose tiene que decir respecto a lo que sucedió ayer. Con los vampiros— menciona Stefan y frunzo el ceño, ella se acerca
— ¿Que pasó ayer?— pregunto con interés y los veo a todos
— De acuerdo yo solo sé lo que he escuchado durante años y no se que es cierto y que no lo es. Ese el problema de los vampiros, pero se que Klaus es real.— comenta Rose caminando de un lado a otro nerviosa y alzo mis cejas
—¿Quién es ese? — pregunta Elena curiosa
— Uno de los originales. De la primera generación de vampiros.— añado y voltean a verme impresionados
— ¿Los conoces?— pregunta Stefan intrigado y niego
— No en persona, pero Katherine huía de uno. De Klaus. Fui su bruja de compañía por décadas y ella sólo me habló de él y que era un vampiro original.— aclaro y alzan sus cejas
—Como Elijah.— añade Elena incrédula
—No, Elijah era un conejito en comparación con Klaus. El era un soldado. Klaus es la verdadera amenaza.— le responde Rose y Elena se tensa por completo. Debían buscarla por la misma razón que a Katherine. La maldición
— Se dice que Klaus es el más viejo.— añade Stefan y volteo a verlo
— Muy bien, ¿entonces estás diciendo que el vampiro más antiguo en la historia del tiempo me persigue?- pregunta Elena incrédula y alzo una ceja. Tenía razón
—Si...— responde Rose y ladeo una sonrisa
—No.—añade Stefan y Damon interviene
—Es decir, si lo que ella dice es verdad...—lo interrumpe Rose
—lo cual es.—aclaro y voltean a verme — Klaus es muy real. Tómenlo de quienes conocemos la historia.— suspiran
— ¿No estarás diciendo esto para no te matemos? —le dice Damon a Rose y suspiro
—lo cual no es.— le responde y Damon se para aun lado de ella. Noto que no le quita la vista de encima a Elena
— Tal vez estamos viendo algo sólido. Katherine es una perra manipuladora y mentirosa. Que no te sorprenda si mintió sobre ello.— menciona Damon y hago una mueca
— Si es todo lo que dices, pero en mi vida había visto que tuviera miedo.— aclaro y me ven con atención — Ella huía de él y le daba pavor que la encontraran. Una persona que no existe no podría atemorizarla así, ¿cierto?— Solo permanece el silencio y noto que Elena consternada y mis hermanos preocupados
—Mira, Elijah está muerto ¿cierto?, Nadie más sabe que existes.— le dice Stefan a Elena y se sienta junto a ella
— Nadie que ustedes sepan.—añade Rose y asiento. Tenía razón, uno nunca sabe lo que hablan de uno
— Eso no ayuda.— le dice Damon irritando y noto la tensión entre esos dos. El estaba preocupado por la chica igual que Stefan. No era buena combinación
—No conozco a nadie que lo haya visto. Hablamos de siglos de verdad mezclados con ficción. No sabemos que es verdad. El podría ser algún tonto cuento infantil.— le dice Stefan tratando tranquilizarla. Cosa que se miraba que no funcionaba
—El es real. Y jamás se rinde. Si quiere algo, lo toma. Si no le temen a Klaus son unos idiotas.— comenta Rose exaltada y noto que Elena solo esta estática en la habitación
—Muy bien, estamos temblando. Ya te entendimos - comenta Damon y veo a Elena ponerse de pie, se dirige a la salida
—¿ A donde vas? — le pregunta Stefan
— A la escuela. Voy tarde.— le responde y alzo mis cejas. Después de la bomba que le lanzaron, ¿quiere ir a la escuela? Debe ser una mentira
- Tomaré mis cosas. Voy contigo.— le menciona Stefan y frunzo el ceño.
Un vampiro de 164 años quiere ir a la preparatoria donde hay idiotas como adolescentes, olores desagradables y tomar clases que se han visto desde antes que existieran los maestros. Es aburrido
—Está bien. Se dónde queda.— le aclara y se va. La chica se miraba aturdida y Stefan preocupado
— Ella está en negación.— le dice Damon a Rose y ladeo una sonrisa
— Cierra la boca, Damon.— le dice Stefan y suelto un risita — Bella, me alegro que estes en casa.— se me acerca — Hay mucha historia que tenemos que hablar. Antes debo hablar con Elena.— suspiro asintiendo
—Claro, lo entiendo.— añado a secas y sonríe yéndose — Me sorprende que Katherine no ande rondando por aquí. Debió haber venido al menos una vez.— me levanto del sofá
— Lo hizo.— menciona Damon y alzo una ceja — Pero no terminó muy bien para ella. La metimos en la tumba en la que debió estar desde un principio. Ningún vampiro puede salir de ahí.— sonrío orgulloso
— Bueno, eso es algo por lo que debo brindar.— camino al mini bar — Esa maldita tendrá lo que merece. Aunque la haré pagar a mi manera.— me preparo un trago — ¿Sabes algo de Annabelle? Tuvimos contacto en los cincuentas, aún buscaba a su mamá.— cierro la botella y suspira
— Murió.— volteo a verlo sorprendida — John Gilbert la mató y también murió su madre.— bajo la mirada conmocionada. Ella era una de mis viejas amigas. Era una buena persona
— Los Gilbert siempre se entrometen con los vampiros. Nada nuevo.— expreso tensa y alzo mi vaso — Por Annabelle Zhu, quien fue una gran amiga y excelente persona.— doy el brindis y bebo el trago
— Necesito respuestas, y tú estabas con Katherine con este asunto de Klaus.— frunzo el ceño y pongo el vaso en la mesa
— ¿Por que tanto interés?— pregunto curiosa y me ve fijamente
— Si vienen vampiros viejos al pueblo, me encantaría saberlo.— responde sonando algo dudoso. Claro que le importaba el bienestar de Elena
— Claro, y yo nací ayer.— vuelvo a beber — ¿Con quien sale la chica? ¿Contigo o Stefan?— bajo el vaso
— Con Stefan.— alzo mis cejas — Se lo que piensas, Bella, y ni es lo que crees.— suspiro
— ¿Sabes que pienso?.— me apoyo en la pared — Que ambos aman a la misma mujer como en 1864, ¿y eso a que los llevo?— resopla y aparta la mirada — Tú llevaste una rivalidad con Stefan y ambos se apartaron, por que los conozco. Mejor que ustedes mismos.— voltea a verme
— Este no es el caso. Elena es mi amiga y es pareja de Stefan. Lo hacemos por nuestro hermano.— ladeo una sonrisa y me cruzo de brazos
— Díselo a alguien que no te conozca. Veo en la forma en que la miras y en la que te preocupas por ella. Eso no lo haces por nuestro hermano.— aclaro y se tensa — ¿Por que no aprenden del pasado? Van tras el mismo rostro, hay tantas mujeres en el mundo. Noticia, eres atractivo y seguro con una podrías ser feliz. Vence al pasado, Damon.— suspira
— ¿Sabes algo de Klaus o no?— ruedo los ojos y suspiro
— Se todo sobre la maldición. Katherine me habló de muchas cosas.— me levanto — Se que ella tiene que morir como debía hacerlo Katherine y que Klaus no se cansará hasta encontrar la pieza que rompe su maldición, que es la sangre de su preciada, Elena.— me ve perplejo
— ¿Como sabes que es verdad?— pregunta incrédulo — Katherine siempre miente.— suspiro
— Por que yo estuve en la época que Katherine se hizo vampiro.— intervine Rose — Mi amigo Trevor intentó salvarla por que iban a matarla. Para que dejaran de cazarla se convirtió en vampiro y así Klaus no requeriría su sangre. Pero no vió venir la venganza.— aclara y volteo a ver a Damon
— Klaus mató a toda la familia de Katherine para hacerla pagar por su traición. La ha perseguido por siglos para matarla. Así sabemos que es cosa seria.— menciono sincera y Damon relame sus labios tenso
—¿Cómo encuentro a Klaus?— nos pregunta Damon curioso
—No lo buscas, el te encuentra a ti.— respondo al instante y el bufea
— Alguien debe conocer a alguien que sepa donde esta el.— comenta desesperado y cruzo mirada con Rose
— Añade otras 200 personas a esas y no estás ni cerca.— menciona Rose y se sienta en el sillón
— Compláceme. Tú u encontraste a Elijah. ¿Como lo hiciste?.— pregunta Damon ansioso
— A través de alguien muy bajo en la escalinata. Un tipo llamado Slater, en Richmond.— le responde confiada y Damon asiente. Cubro mi rostro con mis palmas, seguro querrá ir
— Perfecto, yo conduciré.— expresa Damon con ánimo y ella niega. Descubro mi rostro
—No. Olvidas que no todos toleramos el sol.— le aclara y Damon voltea a ver por el ventanal
— Te haré un anillo solar cuando volvamos.— le menciono y ella sonríe
— Entonces, tu conduces.— le pide Damon a Rose y ella resopla — Vamos.— suspiramos
— Bien, no tengo nada mejor que hacer.— le sigo el paso. Vamos a la gran camioneta con vidrios polarizados y con aspecto a gangster. Supongo que es lo que tiene que usar Rose para poder moverse por el mundo sin morirse quemada. No me imagino el dolor que deben sentir al quemarse por la luz del sol. Es trágico
— Y dime, Damon.— voltea a verme desde el asiento de copiloto — La doppelgänger, Elena. ¿Es menos zorra, manipuladora y lagartona?— Rose suelta una risa al volante
— Elena y Katherine son muy diferentes. A pesar de llevar el mismo rostro, hay diferencias entre ellas.— responde sincero y asiento — ¿Qué hiciste estos años con ella?— relamo mis labios y me apoyo en el asiento
Hablar de mi época con Katherine es recordar cosas que mantengo ocultas en una caja que está dentro de mi. He hecho tantas cosas que no me enorgullecen solo para no estar sola. Ella resolvió demasiadas cosas por mi y era lo único que tenía que me recordara que aún tenía familia. Aunque siempre la odies pero la usaba más por comodidad y conveniencia
— Nos mudábamos mucho por la cuestión de Klaus. Mi magia se volvía poderosa y la supe dominar. Conozco todo tipo de hechizos en el mundo. He estudiado la universidad varias veces por algunas carreras, así que tengo como 8 títulos y soy rica por supuesto.— alardeo y ladea una sonrisa
— Parece que has tenido una buena vida los últimos 145 años.— expresa con orgullo e inhalo hondo
— No diría eso exactamente. No he sido feliz desde que murieron y he hecho cosas de las cuales no me enorgullecen. La única época en la que pude ser feliz, fue en Nueva Orleans. Me hice responsable de una niña y la cuide como si fuera mi hija. Hay mucha historia detrás de mi vida. Nos tomaría más de una hora hablar de todo lo que he hecho.— aclaro y asiente
— Solo no le hables de Nueva York en los 60s.— menciona Rose y alzo mis cejas sonriendo
—Fue un fin de semana alocado, no recuerdo muchas cosas.— suelta una risita
Continuamos con el viaje y después de algunas horas finalmente llegamos. Rose se estaciona y Damon se baja y abre mi puerta. El lugar si que estaba algo escondido
— Gracias.— me bajo — Por fin. Ya me había hartado de estar en ese auto y escuchar música mala.— me estiro y Rose carraspea
— Oye, son clásicos.— se queja y ladeo una sonrisa
— Entrada por detrás. Que conveniente.— alardea Damon y comenzamos a caminar
— Eso pasa. No todo podemos tener sortijas para el día.— le aclara Rose — O amigos brujos.— asiento
— ¿Cómo sabes que ese tipo aun sigue aquí?— le pregunta Damon con interés
— Lo llamé. El siempre esta.— le aclara y asiento
— Bien. Solo algo más..—Damon la acorrala contra la pared y doy un sobresalto
—¡Damon!— lo regaño pero parece ignorarme
— Si esto es una trampa de cualquier tipo, te arrancaré el corazón y te lo tragaras. Algo en lo que soy muy bueno.— ella se lo quita de encima y lo azota contra el auto
— ¿Es enserio? Actúan como niños.— me quejo y me cruzo de brazos — Cuando terminen me avisan.— me veo las uñas. Ya hacen falta otro tipo de color
— Soy más vieja que tú y más fuerte. No busques mi lado malo.— le advierte y aparto mi vista de mi mano para verla. Nunca he visto a Rose molesta
— Ya, ambos. Aburren.— menciono y lo suelta. Ambos se miran de forma desafiante
— Pueden confiar en mi. Bella me conoce desde hace 50 años.— asiento — Ella sabe que no soy el enemigo.— volteo a ver a Damon cruzada de brazos y resopla. Rose se aleja y me pongo frente a mi hermano
—¿Qué fue eso Damon?— lo regaño y el suspira
— No confió en nadie, Bella. Menos cuando viene de la nada y quiere ayudar.— habla en su defensa y suspiro
— Ella es buena persona. Es alguien en quien puedes confiar. Yo lo hago.— hace una mueca — Confía en mi entonces. Sigamos.— el sonríe y vamos tras ella. Entramos a una clase de cafetería que estaba abajo de un estacionamiento, cosa que jamás había visto en mi vida. Al entrar veo el gran cristal que alumbra el lugar y a Rose caminar como si nada
— Ah, ¿y que paso con la luz del sol?— pregunta Damon incrédulo
— Es vidrio polarizado. Los rayos ultravioleta no pueden entrar. ¿Ves porque nos gusta? — aclara y sonrío asombrada
— Eso y el internet gratis.— aparece un hombre y lo examino con la mirada. Se veía inofensivo
— Ah, hola.— se saludan el y Rose
— Hola. Te vi venir. ¿Qué haces aquí?.— Damon y yo lo miramos fijamente
— Es una larga historia. Pero quiero presentarte a..— Rose voltea a verme
— Arabella Diana Salvatore. Nacida en 1848, en Mystic Falls.— alzo mis cejas sorprendida. No sabía que había un curriculum de mi por ahí. — Y el es Damon Salvatore. Hecho en 1864, en Mystic Falls por Katherine Pierce, alias Katerina Petrova.— volteo a ver a Damon. No le agradaba que supiera demasiado
— ¿Como me conoces? Estoy en Wikipedia o algún sitio de internet, por que juro no haberte visto en mi vida.— expreso con interés y sonríe
— Conozco a todas las familias fundadoras por unos libros. Tu nombre está escrito en el parlamento de aquel pueblo.— alzo mis cejas asintiendo. Impresionante — Entonces creo que tuve razón, ¿no?¿Lo que te dije bajo la iglesia?.— le dice a Rose emocionado
-Si, era cierto. Gracias por el dato.— le responde y el sonríe ampliamente. Me caía bien
— Si. Es un placer conocerlos.— le ofrece a Damon su mano y el la estrecha viendo a Rose. Mi hermano es muy desconfiado — Tal vez. ¿Qué ocurre aquí Rose? ¿Dónde esta Trevor?.— se queda un silencio incómodo y agacho mi cabeza — Vamos a tomar asiento, ¿les ofrezco algo de beber?.— niego y nos movemos a una mesa
— Este lugar es lindo.— menciono y jalo una silla y me siento
—¿Ustedes están seguro de que Elijah está muerto?— pregunta Slater y volteo a ver a Damon. Yo no sabía en concreto ese dato
—Más que muerto.— menciona Damon
— Trevor era un buen hombre. Me ayudo con mi tesis de desviaciones sexuales en el periodo barroco. Iba a hacer mi doctorado en psicología.— alzo mis cejas. No hago preguntas
—Slater ha estado estudiando desde el 74.— añade Rose y asiento impresionada
— Cuando me hicieron. Tengo 18 títulos, tres maestrías y cuatro doctorados.— expresa con orgullo. Debe ser grato tener esas oportunidades
— Yo solo ocho. Me gustaba la vida loca.— alardeo y sonríe
— ¿Como te has mantenido joven sin ser vampiro?. Todos aquí sentimos la sangre que corre por tus venas.— pregunta con interés y sonrío
— Soy una bruja. Me mantengo joven con magia. Todo viene en los libros.— alardeó y asiente impresionado
— Has leído el libro de ocultismo de...— Damon lo interrumpe
— El punto.— expresa secamente y se baja mi sonrisa
—Exacto. ¿Cuál es el punto? ¿Qué debería hacer con mi eternidad? Si tienes respuestas, por favor dímelas.— Slater comienza a irritarse un poco y Damon es de temperamento bajo
— Necesitamos ayuda. Si alguien quisiera llegar a Klaus, ¿qué tendría que hacer?— pregunta Rose
—Craigslist.— contesta al instante y frunzo el ceño. Un sitio de internet, ¿en serio?
— ¿En serio?.— comenta Damon incrédulo
— Si, en serio, yo respondo un anuncio que se le envía a alguien que conoce a otro que conoce a Elijah. Que esta muerto y ahí es donde termina mi conexión.— aclara y suspiro
— Entonces no tenemos nada sobre el. ¿Por que se esconde, a que le tiene miedo?.— comento al aire.
¿Que hay de misterioso con el sujeto? Sujetos mejor dicho
- Elijah podía estar por ahí durante el día. Es decir que Los Originales conocen el secreto de las sortijas para el día. Bien, ¿por qué Klaus querría levantar la maldición del sol y la luna?— pregunta Damon y me cruzo de brazos
— Para que no lo hicieran los lobos. Si un vampiro rompe la maldición del sol, los licántropos quedarán malditos por siempre y viceversa.— aclara Slater y frunzo el ceño. Esto podría ser una guerra entre especies
— Pero los licántropos están casi extintos.— añade Rose y hago una mueca — Claro, excepto por ella.— relamo mis labios y Slater me mira asombrado
— Gracias, Rose, por guardar mi secreto.— me quejo
— ¡Oh por dios!.— sonrío de boca cerrada— Es increíble.— suspiro
— No diría eso.— aclaro y veo de reojo a Damon
— Dios, tengo que visitar ese lugar. Suena increíble.— expresa Slater y resoplo. No es tanta cosa en realidad
— Increíble es poco para descubrirlo. Espera, ¿podemos evitar que se rompa la maldición? — pregunta Damon y volteo a verlo
— ¿De que hablas?— le pregunta Slater con confusión
— Si la piedra de luna fuera inservible, la maldición no se rompería.— aclara y alzo mis cejas sorprendida. Tenía un punto
— Bueno, si, probablemente, pero, ¿por que querrías hacer eso?— pregunta incrédulo y me apoyo en mi asiento
— Dime cómo.— le pide Damon y Rose y yo nos miramos
— ¿Crees que te diré cómo hacer algo que molestará a un Original y que evitará que yo salga al sol?.— le refiere Slater crédulo
— ¿Quieres salir al sol? Mi hermana puede hacerte un anillo solar. — alzo una ceja — Yo puedo ayudarte si tu me ayudas..— algo hace que el cristal se rompa por completo cayéndonos todos los vidrios. Los gritos de agobian cesan por todo la cafetería
— !Damon!— lo nombro en shock viendo mi abdomen, el voltea a verme perplejo. Tenía un pedazo de vidrio enterrado
— No, no, no.— me desplomo sangrando rápidamente y el llega al instante. Escucho a Rose gritar y volteo a verla. Mis respiración se entrecortaba
— Ve por ella.— le pido y comienzo a toser sangre y el niega. Seguro me perforó un vaso. El muerde su muñeca — Ahora, sácala de aquí va a morir.— insisto desesperada y el niega poniendo su muñeca en mi boca
— Voy a salvarte a ti primero.— tomo la sangre y quito su brazo. Sentí como me había curado por completo
— Ahora.— el asiente y va por ella. Inhalo hondo y me pongo de pie como puedo. Veo como se la lleva y suspiro aliviada. Corro a la salida y llego a la camioneta. Veo a Damon metiendo a Rose y corro hacía ellos
— ¿Estás bien?— le pregunto y Damon voltea a verme al instante
— Hey.— me abraza y yo a el. Estaba asustado. Podía sentir su miedo y preocupación
— Estoy bien, estoy bien.— nos separamos y volteamos a ver a Rose, se miraba demasiado asustada — Hey.— me acerco a ella
— Bella.— tomo sus manos y veo que se está curando lentamente
— Vas a estar bien.— expreso tranquila y asiente
— Lo sé. Yo solo...— Damon la interrumpe
— ¿Quien hizo eso?— expresa exaltado y volteo a verlo
— No lo sé. ¿Y Slater?.— pregunta Rose preocupada y frunzo el ceño
— Lo perdí de vista. ¿Quien sabe?— responde sin importancia
— El no lo hizo, el es un tipo bueno.— aclara Rose que estaba alterada
— ¿Entonces quién?— pregunto directa
— Es Klaus. ¿No lo entiendes? — se le quiebra la voz y se me hace un nudo en el estómago — No conoces a ese hombre. Estamos muertos. Todos muertos.— Rose comienza a llorar y la abrazo
— Damon, por favor vámonos.— le pido y asiente. Me subo a la camioneta y acomodo con ella para darle algo de tranquilidad. Estaba muy alterada y eso me preocupaba aún más
Después de unas horas, llegamos a casa y Rose sube a una habitación. Yo me acomodo en el sillón algo tensa. Hoy fue un día de locos y eso que acabo de volver. No se si quiero este drama en mi vida
— Esto si que es una verdadera locura. Es mucho drama con los originales, vampiros y piedras místicas.— Damon comienza a servir alcohol y yo me quito los botines — Tal vez no debí volver.— apoyo mi cabeza en el asiento
— No digas eso. Te necesitamos.— el se sienta conmigo dándome un trago
— Gracias.— lo comienzo a beber y dejo que el alcohol calme mis ansias — No hemos hablado acerca de que soy licántropo. Llegué con muchas cosas que procesar.— da un suspiro largo y bebe
— No se que decir. Lo he pensado todo el día. Solo se que eso no cambia el amor que siento por ti.— lo veo enternecida — Eres mi hermana y nada más me importa. Solo me culpo por no haber hecho mas por ti.— niego y tomo su mano
— No, Damon. No fue tu culpa. Katherine fue la que arruinó todo desde un principio. Ella nos usó, me usó mejor dicho.— aclaro y suspira
— Eras mi hermanita. Eras mi responsabilidad. No debí pedirte que me ayudaras esa noche. Sentí que perdí una gran parte de mi cuando supe que no te tenía.— noto el nudo en su garganta y la culpa que cargaba consigo
— Esa noche no fue culpa de nadie. Las cosas no se dieron como debían. Tú no me pediste nada. Sabes que no habría poder en la tierra que me detuviera de protegerlos.— sonríe ligeramente
— Eras el pegamento que nos hacía falta. Siempre hubo un hueco en mi corazón cuando te perdí.— se cristalizan mis ojos — Bienvenida a casa, hermanita.— sonrío
— Si tú quieres salvar a Elena. Te ayudaré.— me ve sorprendido — Si es lo que ambos quieren.— sonríe — Puedo sobrevivir con problemas místicos.— reímos
— Hola.— llega Stefan y volteamos a verlo — ¿Qué hicieron?— me levanto del sofá
— Investigación.— respondo y veo a Damon de reojo. No se si deba mencionar nuestra visita clandestina
— Lamento no haber estado contigo hoy. Merecías toda mi atención.— expresa con culpa
— Está bien. Entiendo que te preocupes por tu novia y además, estuve con el insoportable de Damon.— río y el me da un empujón
— Que pesada.— se queja y sonrío orgullosa. Amo molestarlo
— Extrañaba escuchar tu risa. Es lo más pacífico que podré escuchar.— me dice Stefan y lo veo conmovida — Bella, quiero que sepas que te amo tal y como eres.— se me acerca y me toma de los hombros — No importa si eres una licántropo o una extraterrestre.— río — Eres la mujer más especial e increíble que haya conocido. Eres mi familia.— se cristalizan mis ojos
— Y tu la mía, Stef.— nos damos un abrazo y me aferro a él con cariño— Son mi familia.— expreso con orgullo. Dios y las estrellas saben cuanto los extrañé y deseé verlos una vez más. Mi sueño se volvió realidad
— Nos encanta tenerte de vuelta.— menciona Damon y me separo de Stefan para verlo
— Y yo se estar aquí.— sonríen — Debo ir a un lugar antes, los veo cuando regrese.— me aparto de Stefan — Aun debo pedir que traigan mis cosas para mudarme aquí y ajustar detalles. Adiós.— voy a la puerta y salgo de la casa
Debía ir a un lugar en específico. Tenía que visitarlo y expresar algunas palabras que he guardado en mi ronco pecho por décadas. Necesito que sepa que descubrí todo y haré que page el resto de su vida. Por que Klaus es una cosa. Pero yo soy totalmente otra.
Entro a la tumba y camino a su entrada. Veo a Katherine sentada en el suelo y se levanta al sentir mi presencia
— Bella.— expresa sin aliento y me cruzo de brazos. Su rostro demacrado y su aspecto desagradable era algo que me satisfacía por completo — ¿Qué haces aquí?— suspiro
— ¿Sorprendida de verme? — cierra sus labios y me ve con temor — Se la verdad.— la veo fijamente y comienza a toser — Me mentiste para que pudieras usarme como tú dama de compañía.— se le va el aire. Usaba mi magia en ella
— Bella, no...— toca su cuello desesperada y ladeo una sonrisa. Amaba ver su sufrimiento
— Vine para quedarme, Kat. Eso significa que te haré vivir un verdadero infierno.— se tira de rodillas — Y este es solo el comienzo de Arabella Salvatore. La maldita y vengativa perra.
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