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La corriente de viento movía su cabellera rubia hacia un lado. Al igual que la cabellera pelinegra contraria.

— Has bajado. — Se atrevió a iniciar el mayor. —

— ¿No deberías estar celebrando la victoria con tu equipo? —

— Debería, tú mismo lo has dicho. — Suspiró. — ¿Podemos hablar? —

— He visto la maldita publicación, ¿en serio debías subir eso? ¿Después de haber tenido una actitud mierda?—

— Taehyung... Déjame explicarte, yo... — Lo interrumpió. —

— Jungkook, ahora no me pidas nada, ya ha sido suficiente. Seguramente ahora te habrás dado cuenta de que tu maldita imagen no vale nada, pero algo que tienes que saber, es que yo no siempre estaré dispuesto a perdonarte, entiéndelo. Si ahora te has dado cuenta y no en un inicio, quizás es por algo. —

Vio al chico apretar los dientes y mandíbula mientras lo miraba, seguidamente mordió el piercing que tenía en los labios.

— ¿Vas a decir algo? — Preguntó el menor. —

— Sí, pero... — Se quedó en silencio. —

— ¿Pero qué? —

— Joder, lo siento. Sé que he sido un gilipollas, que solo he pensado en mí mismo y mi maldita imagen que no vale una mierda. No entiendo por qué esa puta imagen me importaba tanto... Tenía miedo, creo. Y sé que ha sido de muy mala persona acusar a tus amigos injustamente, ellos no han hecho nada y han sido mis compañeros de equipo los que han esparcido el rumor... Te juro que si pudiera, le partiría la cara a Asher por ir contándolo por ahí, pero que él lo supiera es totalmente mi culpa. —

Probablemente, a la distancia a la que se encontraban era de más dos metros, entre la puerta y el coche había mucha, pero ninguno se atrevía a acercarse al otro.

No dijo nada y permaneció en silencio.

— Y respecto a la publicación, lo he hecho debido a que estos días realmente me he dado cuenta de muchas cosas, entre ellas, de lo mucho que te necesito en mi vida y que mi imagen debe importarme una mierda porque no hay nada mejor en mi vida que no seas tú. — Empezó a acercarse. — Me he dado cuenta de que el resto me importa una mierda y que si no estás tú, no hay nada más que importe. De verdad que quiero mostrarle a la gente lo mucho que me importas tú y nuestra relación, quiero que sepan que me importa una mierda que opinen sobre si soy gay o no. Solo quiero estar a tu lado y si la gente no lo acepta, que se vayan al garete, porque al menos, nosotros estaremos juntos y nada más importará. —

— Jungkook... —

— Taehyung, eres lo que más me importa y de verdad que quiero mostrarle al mundo lo poco que me importan sus opiniones y lo especial que eres para mí. Que me da igual que nos miren mal por darnos la mano o ser nosotros mismos con el otro. Quiero mandar esa maldita imagen de una vez a la mierda. —

Cuando estaba a menos de medio metro paró y lo miró a los ojos.

— Por favor, Taehyung, déjame mostrarte e intentar ser el hombre que mereces. — Le agarró las manos, aunque el rubio no se apartó. — Perdóname... Solo si tú quieres. —

Estaba a punto de perder la cordura.

— Pero... ¿Cómo puedo saber que no volverás a fallarme? —

— Estoy entregándome por completo y quitando de mi vida la dichosa imagen por ti, ¿no te parece suficiente? Porque si no lo es, no sé qué más hacer, esto es demasiado para mí. —

Tragó saliva.

— Lo sé Jungkook... Pero... — Sus ojos se humedecieron. —

Pero yo he entregado mi vida por ti y lo tuyo no es suficiente. Fue lo primero que pensó.

Sin embargo, aquello era algo que el chico no sabía.

— Lo siento, no he dicho nada. —

Empezó a verlo todo borroso y no eran por las lágrimas. Después de un mes, estaba a punto de volverse a desmayar.

— Te quiero Jungkook... No te vayas de mi lado. — Lo abrazó. —

Estaba abrazándose al chico porque sabía que pronto se desmayaría y caería, pero de momento la conversación había acabado, ni siquiera estaba perdonado.

E inmediatamente, después de enrollar sus brazos en el cuello del chico, se desmayó.

Pero aquella vez no hubo un sueño, solo todo negro.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Al sentir todo el peso de Taehyung sobre sus hombros supo lo que había sucedido.

Mierda.

No sabía qué hacer, eran la una de la madrugada y no iba a despertar a los padres de este, así que lo llevaría al interior de la casa y entraría en silencio. Lo agarró por debajo de los muslos, poniendo las piernas de este alrededor de sus caderas y buscó las llaves en el bolsillo del chico.

Una vez las encontró, abrió con delicadez y subió a la habitación del rubio.

Lo estiró en la cama y vio el teléfono encendido de este, la publicación que había subido horas atrás estaba en la pantalla, agarró el teléfono para apagarlo y dejarlo a un costado.

De las veces en las que le había visto desmayado, el chico solía tener espasmos o temblar bastante fuerte, pero aquella vez no era así.

Parecía que estuviera durmiendo.

Esperó sentado, mientras miraba que no sucediese nada grave.

Y se paró a pensar, en muchas cosas.

¿Por qué se desmaya tanto?

Jamás se lo había preguntado ni a sí mismo ni al chico, así que lo haría una vez despertase. Cuando le preguntó a la señora Williams si le habían dicho el porqué, ella respondió que los médicos no habían encontrado ningún tipo de razón, ya que después de varias pruebas, vieron que estaba totalmente sano y cuando lo llevaron al hospital no parecía tener tensión baja o presentar algo físico que no fuera hecho por la caída.

Y aquello le estaba preocupando más de lo debido.

¿Y si se desmaya así continuamente?

No tener ningún tipo de respuesta médica era algo preocupante, ya que si no presentaba ningún tipo de síntoma que suele darse al desmayarse era extraño.

En ese momento sintió algo moverse.

Se giró y vio al chico sentándose en la cama.

— ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estamos en mi habitación? — Preguntó desorientado. —

— Te has desmayado. — Le tendió un vaso de agua. —

— ¿En serio? —

— Sí, otra vez. —

El chico tomó agua mientras lo miraba.

— ¿Qué pasa? — Le preguntó con el ceño fruncido. —

— ¿Puedo preguntarte algo? —

— Claro, no veo porque no. —

— ¿Por qué te desmayas tanto? — Vio al chico abrir los ojos y casi escupir agua. — Tu madre me dijo que los médicos no dieron una respuesta, ya que estás perfectamente de salud... —

— No lo sé. —

— ¿Te has desmayado más de lo que dices? —

— ¿Qué? —

— Solo respóndeme Taehyung, no me mientas. —

El chico se quedó en silencio mirándolo. No respondía, pero la respuesta estaba clara, aun así, después de unos tres minutos habló.

— Sí. — Murmuró. — Bastante más. —

— ¿Cuántas más? —

— No lo sé, he perdido la cuenta. Quizás cuatro veces por semana. —

En ese momento se quedó en silencio, sin saber qué responder. Era mucho más de lo que pensaba. Estaba enfadado, demasiado.

— ¿Y por qué demonios dices a los médicos que solo te has desmayado tres veces? —

— Porque no es nada médico, Jungkook. —

— ¿Entonces qué coño es? —

— No te lo puedo explicar... Yo... —

— Taehyung, ¿me estás diciendo que no puedes explicarme la razón por la que te desmayas cuatro veces semanalmente? — Enfureció más. —

— No es fácil Jungkook, entiéndeme. —

— Debe ser demasiado si no lo sabe tu propia familia. —

Se quedó callado durante un minuto.

— No me creerías si te lo contara. —

— Si me lo explicas, ya sabré si creérmelo o no. —

— No es tan sencillo como dices. —

Suspiró desesperado. Escuchaba y entendía que le estaba diciendo que no era un tema fácil de abarcar, pero no entendía el porqué y aquello le estresaba. Sabía que si escuchaba lo que estaba pidiéndole que le explicara, entendería el porqué era tan complicado.

— No entiendo por qué es tan complicado. Quizás cuando lo escuche lo haga. —

— ¿Por qué sigues insistiendo? —

— Porque quiero saber por qué has estado desmayándote tanto. —

— Si te lo explico... ¿No me tomarás por un loco? —

— ¿Por qué debería tomarte por un loco? —

— Jungkook, ¿lo harás o no? —

— No... No diré nada, ni te tomaré por un loco. —

Vio al chico levantarse de la cama e ir a un cajón, lo abrió y sacó una libreta.

— No sé por donde empezar. — Se sentó junto al pelinegro. — Es tan loco todo esto... Si fuese tú, no lo creería. —

No respondió como había dicho que haría, permanecería en silencio. El chico abrió la libreta, esta estaba llena de letras en un idioma desconocido para él, lo único que sabía es que eran de algún país oriental, China, Japón o quizás Corea.

— ¿Ves algo escrito aquí? — Preguntó. —

— Sí, en algún idioma que desconozco. —

— Pues yo no veo nada en esta maldita libreta, lo veo todo en blanco... Antes podía ver lo que escribía aquí, pero ahora está todo en blanco... Mi memoria ha ido olvidando cosas poco a poco, cada vez que me desmayaba olvidaba algo. —

Eso no era posible.

— Sé que no me creerás, pero escucha todo lo que tengo que decir. — El mayor asintió. — Yo en esta libreta escribía cosas, cosas sobre mi vida, pero a raíz de que empecé a desmayarme las palabras desaparecían. —

— ¿Pero qué hay escrito? —

— Un momento. — Lo paró. — Escribía cosas sobre mi vida pasada... —

¿Pasada?

— Déjame explicarte... Solo sé que provengo del futuro, que un día me fui a dormir y desperté en esta maldita habitación. — Explicó. — Sé que es loquísimo, pero esta no es mi realidad, mis padres que tú conoces no son los verdaderos... Mis hermanos tampoco, ni siquiera recuerdo como son mis padres en el lugar del que provengo, no sé si tenía hermanos o novio. Solo sé que ese lugar lo detestaba y esto no lo he olvidado gracias a que lo apunto en otra libreta en inglés, ya no sé cómo hablar mi idioma, ni escribirlo. No sé de dónde vengo. —

— ¿Estás diciendo que no existes? —

— Sí, no existo, soy un intruso en este sitio y cada vez que me desmayaba veía algo, me veía a mí mismo, mi yo de aquel sitio del que provengo, esos sueños es lo único que recuerdo y sin mucha claridad. Solo sé que yo no tengo ni los ojos verdes, ni el pelo rubio, en mi realidad soy un rubio teñido. Aquel chico que supuestamente soy yo simplemente me decía que tenía que volver o habría consecuencias, es decir, que olvidaría todo y ya lo estoy haciendo. Esa libreta poco a poco se ha borrado, al igual que mi memoria. La noche en la que estuve 3 días sin despertar fue porque me desmayé y luché contra ese yo que solo trataba de persuadirme con sus palabras y yo decidí quedarme aquí, en Estados Unidos, contigo. —

Jungkook lo miraba totalmente aturdido, procesando las palabras dichas por su novio y analizándolas con calma en su cerebro.

— ¿Quieres decir que lo que está escrito aquí es lo que realmente fue tu vida en algún momento? —

— Sí. —

— ¿Y si lo traducimos? —

— ¿Cómo? —

— ¡En internet hay muchos traductores, han sacado muchos recientemente en Google! ¡Quizás puedes recuperar tu memoria! —

— Jungkook, ¿de verdad me crees? —

— No del todo, pero me da curiosidad lo que pone en esa libreta y aprovechando que yo puedo leerlo... —

— No puedes, ni siquiera sabes el idioma. —

— Pero puedo averiguar cuál es. —

— Haz lo que quieras. — Le pasó el portátil. — Y que sepas que no estás perdonado todavía, me desmayé y no acabamos la conversación. —

— ¿Has soñado algo? — Negó. — Entonces... Si te traduzco esto... ¿Me perdonas? —

— Vale... —

— No hay demasiado texto, así que será sencillo. —

Agarró el portátil y buscó junto al rubio a su lado. Primeramente, buscó lenguas orientales para compararlas con las letras escritas sobre el cuaderno.

— Chino no es... Tailandés tampoco... Árabe tampoco... Japonés no... ¡Coreano! ¡Tae el idioma es coreano! —

— Shh, son las dos y media de la madrugada. —

— Perdón, perdón... Entonces, ¿eres coreano? —

En ese momento recordó aquel primer encuentro en las taquillas y cuando siguió al rubio hasta los baños, donde habló otro idioma.

Es cierto...

Y el recuerdo de aquel día apareció en su mente.

...

"Joder, joder, por qué coño... " Se escuchaba al rubio susurrando entre jadeos dentro de uno de los cubículos.

El idioma en el que hablaba no era el inglés, no era ninguno Europeo debido a que Taylor había escuchado muchas lenguas Europeas habladas. Seguro era de algún país oriental. Cosa que no sorprendió al pelinegro debido a que el acento del Taehyung era diferente al de la gente estadounidense.

Jungkook solo estaba apoyado en una de las paredes del lavabo, tratando de evitar que Taehyung se diera cuenta de su presencia.

Pensó en llamar a la puerta del pequeño lavabo, pero decidió quedarse escuchando lo que hacía el rubio.

No hizo mucho en varios minutos, simplemente oyó como su respiración se relajaba y cuando el chico empezó a quitar el seguro de la puerta, y cuando abrió, se encontró al pelinegro.

— ¿Qué haces aquí? — Espetó el rubio. —

— ¿De dónde eres? —

— ¿Qué? Te he preguntado algo. —

— Únicamente te seguía después de que hayas huido... Ahora responde mi pregunta. —

— Soy de aquí. —

— ¿Entonces por qué hablabas otra lengua? —

— Eso no te importa. —

Williams dejó solo al pelinegro.

...

— Por eso hablabas otra lengua cuando te perseguí. — Le dijo a su novio. —

— No recordaba eso. —

— Entonces... Si eres coreano... Podemos pedirle a tu amigo Hyunsik que nos traduzca esto, ¿no? Él es coreano. —

— Ni hablar, allí explico todo. —

— Pues me tocará hacerlo con estos nuevos traductores. —

Buscó uno de esos nuevos traductores que se habían incorporado en internet en las nuevas generaciones de tecnología.

Cuando clicó sobre el lugar para escribir y apareció un teclado en coreano.

Perfecto.

Empezó a copiar lo que había y cuando terminó la primera página de la primera libreta leyó por petición del menor, el cual se estaba desesperando.

Clicó el botón de traducir y después de unos minutos, apareció la traducción al inglés y empezó a leer.

— Soy Kim Taehyung, con casi 18 años. — Inició. — Vivo en el año 2250, aunque acabo de viajar al año 2005 sin explicación ninguna. Escribo esto en la libreta para seguir escribiendo mi lengua natal y no olvidarlo. —

Siguió leyendo la traducción, en la que hablaba sobre que era hijo único, el nombre de sus padres y descripción.

Veía como el chico rubio poco a poco recordaba todo, iluminando su mirada a medida que el pelinegro leía.

— Estoy en último año de preparatoria y mis padres quieren que entre en una gran universidad, pero soy muy mal estudiante... No es porque no me aplique, sino porque los chicos de mi instituto se meten conmigo por ser gay y no me puedo centrar más que en el dolor. Me quitan el almuerzo que llevo a clase o me pegan si no les doy dinero. — Leyó bajando el tono debido a la impresión que le estaba dando leer eso respecto a la vida de su novio. — Aunque entre ellos hay un chico que dice quererme, que solo me insulta delante de sus amigos para cuidar su imagen. —

En ese momento tragó saliva, recordando el porqué estaba allí, porque habían discutido y se sintió fatal al saber que había vivido eso en el pasado.

Pero tenía que seguir leyendo por mucho que estuviera leyendo.

— Pero cuando estamos solos tiene sexo conmigo, no lo disfruto mucho, pero es la única muestra de afecto que tengo por su parte. Espero que algún día me diga que me quiere, al igual que yo lo hago, o que me abrace. Él es mi novio desde segundo de preparatoria, pero últimamente he llegado a la conclusión de que solo me quiere por el sexo. —

Suspiró, no estaba preparado para seguir leyendo.

— No hace falta que sigas leyendo, si no quieres. — Le dijo Williams. —

— Seguiré leyendo, estás recuperando tu memoria y eso es bueno. — Tragó saliva antes de continuar. — Solo tengo un amigo, el cual no va conmigo a la preparatoria porque se fue a otra. Aunque no puedo hablar de cosas privadas con él porque siento que no se lo tomaría muy en serio. —

Terminó la página y empezó a traducir la siguiente, no había más de cinco.

— No tengo mucho más que contar respecto a Corea, solo que no tengo una familia adinerada, de hecho, cuando era niño nos faltaba la comida y no comía por días. — Apretó su mandíbula para no llorar. — Mis padres no me quieren, desde que dejé de ser el mejor de la clase ya no lo hacen. Ahora no hago mucho, ya que no tengo amigos, solo quedo con mi novio a veces y leo cómics en mi tableta holográfica, ojalá algún día leer un cómic en físico, como hace un par de siglos. —

Paró para beber agua, Williams permanecía en silencio.

— La última noche en la que estuve en Corea del Sur, discutí con mis padres porque no había contestado ninguna pregunta de mi examen de historia, lo supieron porque la profesora les llamó diciéndoles que había sacado un 0. Cuando desperté aquí no sabía muy bien que hacer, pero poco a poco me he integrado a mi nueva familia, ahora soy un Williams.

A veces me siento un intruso en este lugar, porque lo soy, pero igualmente estoy muy feliz de haber empezado una nueva vida. Ahora tengo amigos, se llaman Hoseok, Yoongi y Jin, ellos son muy majos y alegres, no me juzgan por ser gays porque ellos también lo son. Me han hablado de una infinidad de cosas de este instituto como si me conocieran de toda la vida, pero me sienta muy bien saber que le caigo bien a alguien y que por fin nadie se meta conmigo.

Hace poco me uní al club de voleibol y me aceptaron para ser colocador titular, jamás había practicado el deporte, pero parece ser que soy bueno. También he asistido a un partido de futbol americano, esto parece sacado de una película... Cualquier coreano querría vivir lo que estoy viviendo ahora mismo. Pero en realidad, no entiendo una mierda de futbol americano, solo me quedo hablando con Jin, pero espero algún día entenderlo. —

— Será mejor que no sigas leyendo. — Le interrumpió. —

— ¿Por qué? —

— Porque hablo de ti en esa libreta... Sé que lo escribí hasta poco después de conocerte. —

— Con más razón voy a leerlo. — Rio y agarró el portátil con fuerza. — Ayer fui a una fiesta porque mis nuevos amigos me insistieron, pero yo veo absurdas las fiestas, beber y llenarse de alucinógenos es un asco. El ambiente olía a marihuana y era asqueroso, había gente dándose el lote por todos sitios. — Paró de leer. — ¿Puedo decirte algo? —

— Dime. —

— Aquella fiesta... La organicé solo para reunirme contigo. —

— Pero ni siquiera nos conocíamos. —

— No, pero nos habíamos visto. —

— ¿Cuándo? —

— En la hamburguesería cercana al instituto, le pediste una silla a Jimin, recién habías entrado al club y me llamaste la atención, así que hice una fiesta para poder encontrarme contigo. —

Taehyung rio.

— Estás de coña. —

— Te lo juro. —

El chico carcajeó mientras lo abrazaba.

— Sigue leyendo anda. —

Se aclaró la garganta antes de seguir.

— Me sentía muy agobiado y fui en busca del baño, pero me metí en una habitación que no era y un chico muy asqueroso y pervertido me pidió tener sexo con él. — Después de leer eso empezó a reír. — Le he dicho que no, porque no lo conozco de nada y es un engreído, ojalá no volverlo a ver. Aunque no puedo negar que es guapo. —

Sonrió mirándolo y este apartó la mirada.

— ¿Te parecía guapo? — Lo chinchó. —

— Cállate antes de que me enfade, porque te acabo de perdonar hace poco... —

— Vale, vale, me callo. — Rio antes de leer. — Me dijo que se llama Jungkook Taylor, así que les pregunté a mis amigos sobre él, me dijeron que es hetero, pero ese de hetero no tiene nada. — Rieron ambos. — Mis amigos dijeron que no esperara nada, que cualquier gay allí, por ejemplo ellos mismos, han soñado con estar con Jungkook Taylor, pero que ese chico solo sabe mirar tetas. —

Taehyung estalló a carcajadas y lo miró.

— Pues menudas tetas tengo, ¿no? — Preguntó riendo. —

— Muy bonitas, sí. — Le siguió el juego. — Voy a seguir, pero no queda mucho. — Avisó. — Espero que no siga insistiendo, porque yo no quiero nada con él por muy guapo que sea. —

Allí terminó de leer.

— Acordarme de todo es un alivio. — Lo abrazó. — Gracias. —

— ¿Entonces estoy perdonado? —

— Por supuesto que sí, cariño. —

El rubio se le acercó y lo besó, aunque de manera intensa.

— No calientes lo que no puedes solucionar. — Le dijo entre jadeos. —

— Mejor paramos... Mmm sí... —

Se quedaron hablando hasta que el amanecer les llegó de golpe y el pelinegro se fue antes de que la familia Williams despertase.

No sabía qué pensar respecto a eso, pero era algo muy surrealista.

Un viajero en el tiempo...

Así que Jungkook era mayor que el chico por más de 250 años...

Y no tenía nada que ver con los Williams.

Tenía que procesarlo durante aquellas horas.

Porque por la noche asistiría a la final de voleibol.

Y se disculparía con el resto.

Porque consideraba mucho su amistad con todos, pero sobre todo la Namjoon y Jimin.

¡Hola! Aquí otro capítulo. Espero que os guste, nos vemos espero que pronto con más. No olvidéis votar.

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