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Jungkook pudo convencer a la madre de Taehyung para poder llevárselo 3 días a su casa durante las vacaciones. Y ahora lo tenía ahí, durmiendo, abrazado a él, apoyado en su pecho.

No estaba muy seguro de cómo había llegado a esa situación, de estar los dos como pareja después de bastante tiempo y de un trato bastante malo de Taylor a Williams, pero ahí se encontraban.

A pesar de ser pareja, al pelinegro a veces seguía teniendo comportamientos de un gilipollas y eso Taehyung lo notaba con facilidad y por suerte, no se lo tomaba como algo personal, pero sí le pedía que se disculpase con él.

Sin embargo, a Jungkook siempre le había costado expresar sus sentimientos y hablar sobre estos, sobre todo cuando se trataba de los celos.

En esa última semana, debido a que el rubio iba con muletas, había recibido ayuda de muchos, incluso de algunas personas con las que no se relacionaba, y el pelinegro moría viendo a esa gente agarrando a su novio de la espalda o incluso más abajo (cintura) para ayudarle y cosas del estilo.

Williams decidió no preocuparse mucho por eso debido a que él estaba lo suficientemente mal como para ir discutiendo con su pareja, pero en vez de echarlo en cara y discutir, lo que hacía era hablar con él y asegurarle que no tenía por qué estar celoso, porque él solo quería estar junto a Taylor.

Aquello, a ratos funcionaba y podía dejarlo tranquilo durante un rato, pero se pasaba al ver a otro chico ayudándolo.

Simplemente, Jungkook no era bueno con la gestión de las emociones.

Pero por desgracia, eso era algo que podría llegar a afectar su relación en caso de que se desarrollara más.

Y el mayor no estaba dispuesto a eso, así que por eso llevaban bastante tiempo hablando sobre el tema y le explicaba a su novio qué hacer en cada situación, cosa que el menor aceptó y le alegró que se lo comunicase.

Porque otra cosa que le costaba a Taylor, era la comunicación.

Odiaba contar sus cosas más privadas, o sentimientos, y aquello era otro gran problema.

En ese momento sintió al rubio apretarlo más contra el cuerpo de este, y puso una pierna sobre las suyas.

Estaba totalmente dormido.

Su respiración era lenta y tranquila, los ojos los tenía cerrados al igual que sus labios.

Aunque no mucho después se movió, debido a que lo sintió y vio removerse debajo de él. Había estado por lo menos una hora acariciando su pelo y observándolo mientras dormía.

— Buenos días. — Dijo mientras le acariciaba la cabellera rubia. —

— Buenos días. — Dijo con la voz algo ronca contra su pecho. —

Definitivamente, quería eso por el resto de su vida.

— Me vas a ahogar si sigues abrazándome tan fuerte. — Soltó una leve risa. —

— Me da igual. — Lo apretó con más fuerza. —

Después de un rato en la cama, bajaron para hacer el desayuno.

Ya habían pasado más de dos semanas desde el incidente y desde que le dieron el alta en el médico. Había sido revisado unos días atrás y le habían dicho que podía empezar a realizar deporte, poco a poco. Así que no habría problema en asistir al campamento al día siguiente.

Jungkook y Taehyung habían estado juntos desde el jueves de la semana de vacaciones en casa del mayor, aunque salieron para ir a cenar al centro o hacer alguna actividad fuera de casa.

Aquellos tres días fueron mágicos para ellos, como si conviviesen en pareja en una casa, conocieron mucho más de ellos, hábitos del otro que no habían visto jamás y fueron unos días muy importantes, en el que se unieron mucho más como pareja, tanto emocionalmente, como sexualmente.

Cuatro meses habían cumplido desde que tomaron la decisión de intentarlo y estaban muy felices.

Ninguno pensó en eso cuando se conocieron, pero agradecían haberse conocido y que tuvieran la suerte de encontrarse.

════ ════

Taehyung llevaba todo ese tiempo sin desmayarse y suponía que era debido a la decisión que tomó al decirle a su yo del año 2250 que se quedaría en aquel año, 2006.

No estaba seguro de que si algún día volvería a desmayarse, pero agradecía que durante las últimas semanas no hubiese sucedido, ya que llevaba por lo menos 5 meses desmayándose una vez cada dos días, apareciendo en un lugar sin salida, en el año 2250.

Pensó mucho en lo que su yo de 2250 le había dicho y era cierto. Estaba olvidando las cosas, las cosas que apuntaba en su libreta habían desaparecido y ya no recordaba su idioma natal, ni siquiera escribirlo o hablarlo.

Había olvidado por completo a sus padres biológicos de 2250 y ahora pensaba que sus padres reales eran Ava y Henry Williams, y que no era hijo único, si no que sus hermanos eran Oliver y Emma Williams. Ahora pensaba que formaba parte de la familia Williams y no era as, él era un completo intruso en aquella familia.

En el fondo, aquello le habría venido bien meses atrás, cuando tuvo una temporada en la que no se sentía bien en aquel lugar y se decía a sí mismo que era un intruso, cosa que realmente es en aquella época histórica.

Poco a poco olvidaba la existencia de aquellas personas que lo rodeaban en su país natal y empezaba a creer que toda su vida había sido allí en Estados Unidos.

Pero había algo en su mente que no había olvidado, cosa que en su mente no cuadraba y le hacía recordar lo que era; Un viajero en el tiempo.

Era lo último que recordaba, haber viajado en el tiempo y aquello le hacía ver la realidad de las cosas, que él no pertenecía ahí.

Su mente estaba olvidándolo todo, pero el recuerdo que le quedaba, el ser un viajero, le hacía volver a comerse la cabeza y pensar en todo aquello que estaba olvidando, pequeños detalles. Pero quería quitarse ese pensamiento de una maldita vez.

El rubio estaba cansado de eso y quería convertirse de una vez en Taehyung Williams y que no hubiera otro Taehyung por ahí.

Que desapareciera por completo el Taehyung que alguna vez fue.

════ ════

Después de nueve horas de viaje, habían llegado a Nuevo México. Varios autocares estaban aparcados y muchos otros llegaban.

Se notaba que no solo estaba esa concentración, era de voleibol, había jugadores de otros deportes, como tenis, pero no los conocía. También logró ver el autocar del equipo de futbol de su instituto a lo lejos, mientras los jugadores bajaban.

Había cientos de adolescentes con maletas.

— ¡Taehyung! — Escuchó gritar a alguien. —

Se giró en dirección de donde provenía el grito, era Nathan que venía corriendo desde un autocar, al lado de algunos de futbol.

— ¡Nathan! — Gritó mientras corría. —

Debido a la fuerza en la que corrían, cuando llegaron a abrazar al otro, se dieron un golpe muy grande, pero no les importó y empezaron a girar con fuerza en medio del aparcamiento de autocares.

El pelirrojo había dejado su maleta en medio de un camino en el que podían pasar los autocares y moverse por el parking, aunque no parecía que ningún otro autocar llegaría, así que no importaba.

Debido a la fuerza con la que lo abrazaba Nathan, el rubio acabó "volando" mientras giraba, siendo subido ligeramente por su amigo.

Rio algo mareado mientras se apartaba de su amigo.

— ¿Y Rowdy? —

— Él llegará esta noche, no podía venir hoy, tiene una revisión de médico o algo así. —

— Al menos viene, eso es bueno. —

— Oye... ¿Sabes por qué hay tantos autocares? Hay como el cuádruple a diferencia de la última vez. —

— A los alrededores hay más concentraciones, de futbol americano, básquet y tenis. —

Su amigo abrió la boca, sorprendido.

— Ahora entiendo todo. ¿Ha venido Yoongi? —

— No, él tiene una concentración en Arizona. —

— ¡Justo cuando nos vamos! — Se quejó. — Quizás Rowdy lo puede ver por ahí antes de venir. —

Estuvieron charlando un rato, la gran mayoría de personas que salían de los autocares estaban en el parking, esperando a ser llevados a las casas donde se hospedarían y a los pabellones, pistas o campos.

Aquel lugar era, como el otro, un descampado enorme con pabellones a los alrededores, pero era quizás el triple de grande debido a que había muchos deportes que estarían por la zona. Aunque obviamente no se juntarían debido a que eran concentraciones organizadas por separado y que simplemente habían coincidido en fecha, algo muy habitual al hacer concentraciones debido a que en algo en que se fijaban mucho, era el tema de precios y época del año.

Y aquella era la mejor para hacerlo, primavera recién iniciando, aun con algo de fresco pero sin mucho calor. Lo mismo pasó con la concentración de noviembre. Fue en pleno otoño, con algo de frío debido a que el invierno y diciembre se estaba acercando, pero con algún día soleado y calorcito.

— ¿Algún equipo más ha venido de vuestro instituto? — Preguntó curioso. — Hay demasiados autocares. —

— Sí, el de futbol. —

— ¡¿Ha venido tu novio?! ¡A ver! — Le agarró la mano mientras giraba en busca de un autocar de futbol en el que estuviese el nombre y logo del equipo e instituto de Taehyung. — ¡Ahí está gente de futbol! ¡Vamos a ver si está por ahí, tienes que presentármelo! — Empezó a caminar mientras llevaba al rubio de con una mano y la maleta en otra, lo mismo pasaba con Taehyung. —

Se acercaron a los jugadores de futbol, que entre ellos no estaba su novio, y Nathan empezó a hablar con ellos.

— Yo soy Nathan, encantado. — Le estrechó la mano. — Él es mi amigo. —

El chico que tenía delante estaba comiéndoselo con la mirada sin ser para nada discreto.

— ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? — Le preguntó el chico futbolista con una sonrisa coqueta. —

Su amigo notó la situación y apretó los dientes, algo incómodo por el comportamiento del chico que tenían delante.

— Soy Taehyung. — Tragó saliva. —

Nathan trató de desviar el tema de conversación y unir a más futbolistas para que no sea tan incómodo y su amigo rubio no estuviera incómodo con ese chico ahí.

— ¿Conocéis a todos los jugadores o es la primera concentración que hacéis? — Les preguntó el pelirrojo. —

— Conocemos a los de segundo año, es la primera vez que veremos a los de primero. —

— ¡Qué bien! ¿Qué equipos jugáis? —

Uno de los chicos, muy amable, empezó a nombrar los nombres de los equipos que recordaba. Pero no pudo escucharlo debido a que el chico de antes, el que lo había incomodado, empezó a tratar de iniciar una conversación.

— ¿Y cuántos años tienes? ¿Eres de segundo? —

— Sí... Tengo 17. —

El chico castaño se estaba acercando a él más de lo debido, así que empezó a retroceder hasta quedar bastante alejado del resto y de su amigo, que aquello era lo que más le preocupaba. Estaban entre dos autocares, donde no había nadie cerca.

— Oye... ¿Y si nos vemos por la noche? Podemos conocernos y quizás hacer cosas interesantes. — Le guiñó un ojo. —

Asqueroso.

La expresión de desagrado y asco en su cara era poco disimulable.

— No gracias... —

— ¿Por qué no? Puede ser divertido. —

— Ya te he dicho que no... Tengo novio y no me interesas ni una pizca. —

— Oh... Tienes novio, no era de extrañar. — Sonrió. — Pero dudo que esté aquí, así que no debe porque enterarse. —

— ¿Perdona, estás delirando? —

— Taehyung. — Se acercó más a él y él retrocedía. — ¿De verdad que no quieres divertirte conmigo aunque sea una noche? Puede ser divertido escaparnos cada uno de su casa para vernos, a escondidas. —

— Hola, Asher. — Escuchó una voz. —

Era su novio el que estaba detrás de él y parecía conocer al chico que estaba insinuándole hacer cosas por la noche.

— Oh, Jungkook, amigo mío. — Se acercó a su novio para darle unas palmaditas en la espalda. — ¿Conoces a Taehyung? —

— Sí, lo conozco. ¿De qué hablabais? — Preguntó mientras miraba a Asher. —

— De lo bien que nos vamos a divertir esta noche. —

El rubio miró a su novio, quien lo miraba sonriendo, su mirada decía todo, podía leerlo a la perfección. Aquella vez no había celos en la mirada, solo una mirada divertida y algo vacilona.

— ¿Ah sí? — Preguntó al castaño. — Pues... — Caminó acercándose al menor. — Yo ya me he divertido bastante con Taehyung. — Se puso detrás de él, pegado a su cuerpo. — Y créeme que puedo hacerlo cuando quiera. — Lo miró por encima de su hombro y acercó la cara. — ¿Verdad que sí, amor? —

Williams sonrió tímidamente mientras dejaba su cuello expuesto, permitiendo que haya más acercamiento.

Jungkook era celoso, pero cuando era ese tipo de celos que no provocaba discusiones y en el que él marcaba algún tipo de "territorio" le gustaba, aunque tampoco en exceso.

Sintió las manos del pelinegro en sus caderas, cosa que le hizo sentir un escalofrío.

— Sí... — Murmuró. —

Por suerte estaban entre dos autocares donde no había gente, ya que si la hubiera habido, su novio no estaría montando esa escena y tampoco lo tocaría, puesto que mantiene bastante en secreto el hecho de que no es heterosexual.

— Ha dicho que sí, así que ahora te vas y no vuelves a intentar nada más con mi novio, ¿lo has entendido? Si no quieres arruinar mi amistad conmigo, más te vale alejarte de él y ni se te ocurra mirarlo. —

Asher los miró, primero al mayor y luego al menor que estaba entre los brazos del contrario. Suspiró antes de irse.

Cuando quedaron los dos solos, Taylor giró a Taehyung con un empuje de cadera para que quedasen cara a cara.

— Menudo imbécil. — Dijo mientras lo miraba. — No quería acercarme a ti ya que estabas con tu amigo... Pero cuando he visto que estabas incómodo con Asher me he acercado, lo siento, amor. — Juntó sus frentes. —

— No te preocupes. — Dijo en un susurro. — Ha sido gracioso. —

Escucharon un ruido, así que se apartaron rápidamente.

— ¡¿Tae estás por ahí?! — Escuchó la voz de Nathan. —

Caminó en dirección de donde provenía la voz.

— Me tenías preocupado. Eres como un imán para los tíos... No lo entiendo. — Habló el pelirrojo mientras se metía entre los dos autocares, pero sin ver a su novio. — Cosas de gays, supongo. No sé cómo te habrás deshecho de él, pero qué cerdo. —

— Me ha ayudado Jungkook. —

— ¿Qué? — Miró por los lados del rubio, buscando al pelinegro, hasta que lo encontró. — ¡Ah! — Caminó en dirección de Taylor. — Soy Nathan, amigo de tu novio, encantado. Por fin te hemos encontrado. Bueno... Yo era el que te estaba buscando y... — Le extendió la mano para saludarlo. —

— Cállate. — Williams le dio un golpe en la coronilla y el pelirrojo se quejó. — Hablas por los codos. —

— Yo Jungkook, encantado. — Le recibió la mano. —

Nathan era de la misma altura que su novio, incluso un poco más alto. Era apuesto y atractivo, algo que no podía negar por mucho que sean amigos.

Hablaron un rato hasta que los de futbol fueron llamados y el pelinegro se fue.

Ellos caminaron hacia el gran grupo de voleibol que había.

— Es muy majo, pensé que sería el típico de película engreído. —

— Mi novio es un trozo de pan, aunque hace ver que no. —

— Ahora ya no lo llamas imbécil. —

— No, claro que no. —

Fueron dirigidos a la casa en la que se quedarían. Debido a que todos ya se conocían, podían escoger las habitaciones, así que irían los cuatro de la última vez junto a Nathan y Rowdy, ya que pidieron una habitación más grande.

— Chicos, debemos irnos ya al pabellón o nos dirán algo y no creo que nos convenga. — Llamó el capitán desde la puerta. —

Todos estaban acomodando su ropa y cama.

El día pasó con una pequeña fiesta de bienvenida, en la que los entrenadores organizaron una merienda para el reencuentro y celebrar el inicio de una nueva concentración.

Después de esa merienda de bienvenida, empezaron a entrenar intensamente por equipos hasta la hora de cenar. Durante la cena estuvieron charlando junto a los chicos y Rowdy llegó, los chicos le dieron una bienvenida estruendosa.

Saltaron de sus asientos, corriendo hacia él y casi aplacándolo de la rapidez en la que fueron corriendo.

Aquella noche se quedó hasta las 3 de la madrugada hablando por el teléfono con su novio, agradeciendo tener red wifi en el lugar o el saldo no hubiera dado ni para 4 minutos de conversación.

El segundo día fue más duro que el anterior.

Salieron a correr después de desayunar y estirar, cosa que no hicieron en la anterior concentración y se dispersaron por grupos escogidos por los entrenadores, ya que querían que se relacionasen con gente con la que no suelen hacerlo.

A él no le tocó con ninguno de sus amigos o alguno de su equipo.

Aun así, trató de charlar con alguno de los chicos presentes.

Cuando salieron a correr, él se puso una toalla en el cuello para el sudor.

Aquello era muy distinto, ya ninguno iba con calentadores, todos con prendas cortas, porque el tiempo había cambiado, la estación era distinta.

Y Taehyung no podía creer que hubieran pasado 8 meses desde que estaba en Salt Lake City y dos siglos atrás, específicamente en 2006. Que había pasado unas navidades como un sueño americano, que había celebrado el año nuevo allí también.

Todo era tan surrealista.

Pasaron por varios pabellones mientras corrían y se acercaban a la zona de campos de futbol. Allí había muchos chicos corriendo alrededor de los campos, debido a que a demás de futbol americano, había el típico círculo de atletismo.

Pasaron por el alrededor de uno de los campos y disimuladamente buscó a su novio.

No tuvo suerte.

Rodearon otro campo y tampoco. Así que solo le quedaba el último, ya que había 6 equipos y 3 campos.

Allí buscó con la mirada mientras corría y lo vio.

Su novio con su típico pantalón negro de entrenamiento y su camiseta térmica corta pegada al cuerpo también negra. Suponía que tampoco tenía ninguno de sus piercings puestos por el hecho de que para entrenar y jugar les obligaban a quitarlos, ya que podía provocar muchos accidentes.

Cuando le veía sin piercings era extraño para él, puesto que la cara de Jungkook se veía algo más amable y no tan dura e imponente, se veía más dulce.

El chico lanzaba una pelota de futbol americano, pasándosela a un compañero suyo.

Siguió corriendo y lo perdió de vista, hasta que tuvieron que volver y allí hicieron unos últimos estiramientos antes de empezar.

Aquel entrenamiento se empezaría ya estando cansados, esa era la idea de los entrenadores, ponerlos al máximo y límite a jugar partidos, para ver si podían extenderlo un poco.

Aquella mañana fue intensa, pero fueron recompensados con frutas refrescantes como sandía. El grupo de 6 comieron muertos de hambre el pedazo de fruta refrescante.

Por suerte, ya estaban adentrándose a la época y temporada de sandías, la primavera.

Les dieron un descanso de hora y media para poder hacer lo que quisieran antes de la comida, siempre y cuando no fueran a otros pabellones, pistas de tenis o campos de futbol.

El grupo salió a los alrededores de la casa, se veían los otros pabellones, pistas y campos a lo lejos, aunque no tanto.

Allí jugaron un rato a una especie de partido de futbol, ya que querían cambiar el deporte por un rato.

No era demasiado habitual jugar a futbol en Estados Unidos, solo el futbol americano, ya que el normal se suele jugar en Europa.

Chutó a la supuesta portería que habían quedado en que serían dos palos.

— ¡Gol! — Gritó mientras celebraba con Rowdy y Hyunsik. —

Seojoon estaba picado, Nathan reía porque no le gustaba ser demasiado competitivo en un ámbito que no fuera el voleibol o cosas como el paintball y Wooshik simplemente estaba siendo regañado por no haber parado la pelota.

No sabían por qué, pero tenían la necesidad de practicar algún deporte a pesar de que después seguirían con su entrenamiento.

Varios chicos se les unieron al partido hasta que dio la hora de comer.

Los siguientes días no fueron muy distintos a los anteriores, ya que entrenaban y entrenaban duro.

Hasta que esa noche Taehyung decidió ir a ver a su novio, una muy mala idea, pero que ambos estaban desesperados por verse.

— Nathan. — Susurró. —

En la habitación solo se escuchaban ronquidos leves y respiraciones altas, todos estaban dormidos menos él y su amigo pelirrojo que estaba jugando a videojuegos con una consola.

— Voy a ver a Jungkook, si vienen los entrenadores o algo, cosa que dudo, me llamas. —

— Vale, cualquier cosa te marco, pero no contestes, simplemente te llegará como un aviso de que algo pasa. Pero si te llamo dos veces, contesta o llamas de vuelta. —

Hizo el pulgar arriba y su amigo le deseó suerte.

Agarró una linterna, se puso los zapatos y salió de la habitación en total silencio.

A pesar de que se verían en dos días en Nevada, no se veían capaces de aguantar, ya que pensar que estaban tan cerca les agobiaba y hacía querer verse. En caso de haber sido las concentraciones en distintos lugares, no hubieran tenido ese problema, pero ahora sí.

Caminaba por el camino iluminando con la linterna, todo era demasiado oscuro y estar en ese descampado tan grande daba mucho miedo. Fue a paso rápido porque el silencio cada vez lo estaba asustando más.

Cuando vio la luz de otra linterna, supo de inmediato que era su novio, ya que estaba acercándose al punto de encuentro.

Estaban en el campo de futbol en el que entrenaba el pelinegro.

Al distinguir la figura se tranquilizó y se acercó, allí ambos se abrazaron, hacía bastante frío por la noche y además tenían muchas ganas de verse.

— Por fin puedo verte. — El rubio después de pronunciar esas palabras, le dio un beso. —

Fueron al campo, a unos pequeños campos en los que se sentaban los chicos que no jugaban los partidos de práctica o descansaban.

Allí charlaron durante un rato hasta que sintió su móvil sonó.

— Mierda. — Miró el teléfono aterrado. —

Su amigo enseguida colgó, pero al instante lo volvió a llamar.

Pero si te llamo dos veces, contesta o llama de vuelta.

— ¿Qué pasa? — Le preguntó su novio. —

— Dijo Nathan que si pasaba algo que me llamaría una vez, pero si llamaba dos que le contestase. — Explicó mientras aceptaba la llamada. — ¿Sí? ¿Pasa algo? ¿Voy? —

— No, nada preocupante o grave. Los chicos han despertado y quieren saber donde te encuentras. Intentaron levantarte, pero no estabas. — Miró a su novio. —

— Diles donde estoy, si queréis venid, nos encontramos en nuestro pabellón. — Murmuró. — Traed comida, pero que no se caigan las bebidas como la última vez. —

— De acuerdo. — Rio. — ¿Irá Jungkook? —

— Sí... Llevad cosas para uno más. —

— Vale, nos vemos en un rato. —

Se despidieron y colgaron.

La pareja fue al pabellón en el que entrenaba el rubio y vieron a los amigos de este salir de la casa. Los amigos (menos Nathan) se quedaron sorprendidos de ver a Taylor ahí, pero no dijeron nada y socializaron con él sin problema.

Hasta que tuvieron que irse porque era tarde y al día siguiente, si no, se quedarían dormidos.

Los días pasaron, el viaje a Denver fue incréible, en el que Jungkook y Taehyung decidieron contarle a los compañeros de voleibol (Hyunsik, Wooshik, Rowdy y Seojoon) que eran pareja, pero que lo mantuvieran en secreto, ya que no se lo habían dicho a mucha gente más que ellos.

Cuando volvieron de esa semana agotadora, no sabían que sucedería lo peor poco después.

Pero simplemente, sucedió.

Y era algo que pilló desprevenida a la pareja.

Una semana después de volver a la rutina escolar, los rumores empezaron a correr.

"Jungkook es gay".

"Jungkook está con Taehyung Williams".

Estaban en boca de todos, de muy mala manera y no sabían quién había esparcido esos rumores.

¡Hola! El final de este capítulo ha sido intenso. Nos vemos quizás antes de lo esperado... No olvidéis votar.

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