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-27-

La luz del sol lo despertó. Abrió los ojos pesadamente y no pudo moverse debido a un brazo que bloqueaba su movimiento.

Era Jungkook.

Se giró y se acurrucó contra el pecho del mayor, olisqueándolo, olía demasiado bien.

— Pareces un perro. — Murmuró el pelinegro con voz ronca, con los ojos cerrados. —

— Y a ti se te da muy bien hacerte el dormido. — Bromeó. —

— Lo seguía hasta que te has puesto a olfatearme como un perro. —

— Cállate. —

Trató de deshacerse del agarre de Jungkook hasta que esté lo agarró, sin dejarlo salir.

— ¡Déjame! —

— No... — Rio entre dientes. —

Empezó a hacerle cosquillas, mientras se posicionaba encima de él. Él reía a carcajadas mientras gritaba que parase.

— ¡Para! — Rio. —

Cuando finalmente le dejó en paz se sentó en la cama mientras miraba al pelinegro.

— Debo irme, mis amigos estuvieron esperándome anoche en casa de Yoongi. —

— Pero yo no quiero que te vayas... — Agarró su brazo. —

No sabía que Jungkook Taylor cariñoso existía, pero definitivamente había pulsado el botón que lo activaba y no tenía pinta de poder volver a desactivarlo.

— Pero cariño... — Murmuró. —

— Si me abrazas te dejaré ir. — Trató de hacer un acuerdo. —

— Déjame cambiarme y te abrazo, ¿vale? —

Este asintió mientras se sentaba en la cama, parecía un niño pequeño con un puchero en los labios y el pelo despeinado, recién levantado. Escuchó un bostezo por su parte mientras agarraba la ropa que se pondría, que estaba en su mochila porque supuestamente iba a quedarse con sus amigos.

— Se te ve bien. — Dijo Jungkook mientras miraba sus piernas. —

Miró en la dirección en la que miraba el chico, entendiendo de inmediato que sucedía. Estaba lleno de marcas en los muslos.

— Mierda Jungkook... No sé cómo haré en los partidos y entrenamientos... Siempre voy con pantalones cortos. —

— Anoche no te quejabas. —

— Lo sé, pero... —

— Como ya no tenemos un acuerdo sexual... No creía que te importase que te hiciera unas marcas... Tenía tantas ganas de hacerlas. —

¿Entonces, ahora, qué eran?

— Jungkook, da igual eso, puedes hacerlo, pero pregúntame antes. — Le dijo. — Pero tengo una pregunta... —

— Dime, amor. —

— Entonces, ahora... ¿Qué...? Ya sabes. —

— ¿El qué? —

— Que... ¿Que qué somos? —

— Lo que tú prefieras, Tae. No tiene por qué formalizarse algo ahora... Simplemente, dejemos que el tiempo lo decida, pero si tú quieres, podemos ser algo... —

— Dejémoslo en que somos algo, todavía no lo categoricemos como pareja, simplemente estamos en ello. —

Cuando se acabó de cambiar, se acercó al pelinegro y lo abrazó como había prometido, este se aferró como un koala al rubio mientras dejaba besos por todo su rostro.

No le resultaba molesto, pero era algo nuevo para él.

— No quiero que te vayas. —

— Pero tengo que hacerlo... Nos podemos ver el lunes, ¿de acuerdo?—

— ¿Y no nos podemos ver mañana? —

Esos ojos expresaban la galaxia entera, era maravilloso y demasiado bonito para sus ojos. No podía resistirse a esa versión de Jungkook.

— Mañana tengo una reunión con algunos de mis compañeros de equipo, nos iremos a las afueras. —

El chico hizo un puchero.

— Pues nos veremos el lunes, entonces. —

Lo abrazó una última vez antes de ser acompañado hasta la puerta, donde se despidió del pelinegro con un beso y marchó en dirección a la casa del peli menta, que no estaba a mucho andando.

Se sentía en las nubes, todo era realmente mágico para él.

Jungkook siente lo mismo por mí.

Fue sonriendo y pensando en lo sucedido la noche anterior, todo.

Fue maravilloso.

Llamó a la puerta del hogar de su amigo y salieron sus tres amigos. Casi se abalanzaron sobre él, pidiéndoles que les contara.

Entraron a la casa y se sentaron en el sofá.

— Jungkook se me declaró. —

Sintió a Yoongi escupir su bebida y Hoseok mirarlo atónito, Jin no tuvo una reacción en especial.

— Espera... ¿Jungkook Taylor? — Preguntó el peli platino para asegurarse. —

— El mismo. —

—Quieres decir... ¿Qué quiere algo contigo? — Yoongi McKagan siguió con el interrogatorio que había comenzado Hoseok Bailey. —

Asintió.

— Me hizo la cena y... Después hizo algo precioso para mí... Pero no puedo contároslo, es algo que quiero guardar para mí. Y finalmente acabamos con sexo... Pero no era de ese que solíamos tener, fue tan cariñoso... —

Los dos chicos gritaron con entusiasmo.

— ¡Dile que no sea tan borde con la gente! —

— ¡Ahora que lo tienes en tus manos, dile eso! —

— Ey, no, él es como es, no puedo decirle que haga o deje de hacer algo. —

— Espero que contigo sea diferente, si no, no sé podrás aguantarlo. —

— Es demasiado diferente. — Afirmó. —

Los cuatro amigos hablaron de distintos temas mientras desayunaban. Todos estaban aliviados de que Taehyung por fin pudiera ser feliz, aunque no acababan de fiarse de Jungkook Taylor.

— Somos algo... Todavía no quiero categorizarlo como pareja. —

Sus amigos entendieron lo que quería decir su amigo, era algo demasiado precipitado llamarse y presentar como pareja, sobre todo porque no se conocían desde hace mucho, quizás unos 5 meses.

No se podía saber si funcionarían como pareja, así que era realmente avanzar muy rápido, por mucho que los sentimientos por el otro fueran tan fuertes.

Entre charla y charla, llegaron a muchas distintas, desde la nueva pareja que estaba en proceso, cosas del instituto, hasta lo que el instituto estaba organizando para un mes después.

Un baile de San Valentín.

Jin estaba informado del tema debido a que era el delegado y estaba trabajando en ello para anunciarlo una semana y media después.

— Me han pedido que hagamos una actuación. — Dijo Jin. — Esta vez me han avisado con antelación, puesto que a los alumnos les gustó nuestro baile de Halloween. —

En ese momento recordaron el baile que hicieron como caza fantasmas, lo buena y divertida que fue la experiencia.

— ¿Otro baile? — Preguntó el rubio. —

— No sé, lo que queramos, pero esperan ver un baile. — Explicó Jin. —

— Yo no bailo otra vez ni en mis sueños. — Se negó el peli menta. —

— ¡Vamos Yoongi! ¡Tú mismo lo disfrutaste! — Se quejó Hoseok. —

— Pero no quiero. —

— ¡Pero sin ti no es lo mismo! —

—  Venga Yoongi. — Jin, lo animó. — Si quieres puedes escoger la música tú, pero no nos hagas ver obligados a pagarte como la última vez. —

— Agh, vale, lo haré. —

Todos celebraron abrazando al chico y dejaron el tema de lado, lo retomarían cuando el baile fuera anunciado, allí iniciarían todo, desde escoger la canción que bailarían, hasta montar la coreografía.

Después de pasar el día entre mantas y comida, cada uno se despidió y se fueron a sus respectivas casas. Revisó el teléfono mientras iba en dirección a la parada de autobús, tenía mensajes del grupo de los chicos con los que se vería al día siguiente.

Decidieron hacer una actividad parecida al ciclismo, pero sin tomárselo totalmente en serio, solo sería un paseo que realizarían por la montaña para pasar tiempo con algunos de los miembros del equipo que podían.

Les ofrecieron a Nathan y Rowdy ir, pero estos, por desgracia, dijeron que no podía para aquellas fechas debido a que hacían un viaje con su equipo por unos partidos que tenían en una zona lejana a Arizona.

Cuando llegó a casa y se tumbó en la cama, pensando en todo lo que había sucedido en aquellas últimas 20 horas.

Suspiró y se tumbó de lado, antes de agarrar el teléfono y enviarle un mensaje a su amigo Nathan.

"El idiota jugador de futbol americano y yo estamos iniciando algo" Puso esto junto a unos emojis de burla en broma y lo envió.

Después volvió a escribir "te adelanté en el juego, hetero".

Fue junto a su familia al salón, para ayudar con los preparativos de la cena y para jugar y charlar con sus hermanos menores. Sus padres le preguntaron respecto a cómo había ido en casa del peli menta, cosa que respondió con un simple "genial" y era cierto, se lo había pasado genial, solo que no estuvo en la casa de su amigo.

Una vez cenaron, ayudó a recoger todo y subió a la habitación de sus hermanos para acostarlos en sus camas y taparlos, para contarles un cuento.

Después de eso se fue a su habitación, el teléfono estaba lleno de notificaciones. Solo contestó aquellas que veía necesarias.

Pero no había ninguna de Jungkook.

No le tomó importancia y se fue a dormir.

════ ════

Después de que el rubio se fuera, desayunó sobras de la cena del día anterior e inmediatamente después, se dirigió hacia la fraternidad en la que residían sus amigos.

Entró sin permiso alguno, como solía hacer y llamó a la puerta de Namjoon, este estaba junto al peli naranja.

— ¡Jungkook! — Lo llamó Jimin. — Ven aquí, tienes que contarnos qué sucedió al final. —

— Lo siento por comportarme tan mal ayer, aunque me perdonó por eso. — Explicó mientras se sentaba junto a Jimin Hudson. —

— ¿Al final fue a tu casa? —

Asintió.

— ¿Y? —

— Me dijo que no. — Mintió.

Los dos chicos se miraron entre sí y luego al pelinegro.

— Pero él también está enamorado de ti. — Dijo Namjoon. —

— ¿Qué, lo sabíais? —

— ¿Y tú nos mientes? —

— Sí, me ha aceptado, somos... algo. ¿Pero vosotros por qué sabíais que era correspondido y no me lo dijisteis? —

— Yo lo supe anoche, durante el partido, escuché una conversación que no debía entre Nam y Jin. —

— ¿Tú lo sabías, Namjoon Brownstone? — Preguntó enfadado. —

— Desde antes que decidieras decírselo... Jin me contó que tenía miedo de que fueras un idiota de los gordos como lo sueles ser con Taehyung, Williams lo pasaba realmente mal desde antes de que tú supieras tus sentimientos. No os lo dijimos porque no queríamos dejaros la vida tan fácil. —

El chico no volvió a cuestionar nada y hablaron respecto a como salió la cena y lo demás, sin contar detalles.

Pasó el día junto a sus amigos y los chicos de la fraternidad bebiendo algunas cervezas, él tomaba eso en modo de celebración, por haber sido correspondido luego de ese tiempo en el que lo pasó tan mal.

Aunque sabía que tenía que mejorar muchas cosas, empezando por los celos y gestión de emociones en general.

Eso podría generar algún problema en la relación.

════ ════

Taehyung estaba a las 6 de la mañana junto a sus amigos de voleibol en medio de la montaña, viendo el amanecer mientras comían unos bocatas que habían preparado en sus casas.

Hyunsik, Wooshik y Seojoon se encontraban ahí, con él.

Muchos de los compañeros se retiraron del plan al saber a la hora que saldrían, negándose a madrugar un domingo. Así que se quedaron los cuatro.

Tomaron varias fotos del sol que salía, fascinados con el bonito paisaje.

Se preguntó cómo pintaría Jungkook algo así, o en pedirle que pinte para él algún día.

Sería muy buena idea.

Al despertar, vio varios mensajes del pelinegro, que habían sido enviados la noche anterior, donde le deseaba las buenas noches y le explicaba que había estado con sus amigos en la fraternidad durante el día, y para finalizar, puso un te quiero.

Fue el segundo mejor despertar que había tenido, porque el primero fue el del día anterior. Respondió esos mensajes con una foto suya viendo el amanecer, la envió con el poco saldo que le quedaba.

"Buenos días, anoche, cuando me escribiste estaba dormido, espero que tú hayas dormido bien, yo dentro de nada inicio el plan con mis compañeros" Lo envió y dejó el móvil de lado, mientras comía los últimos bocados de bocadillo que le quedaba.

— ¡Tae! Ayúdame a sacar las bicicletas de la parte superior. — Le pidió el capitán. —

Este acabó el bocata de un mordisco y fue a ayudarlo. Una vez dejaron las bicicletas en el suelo, se encargaron de aparcar bien el coche en el pequeño aparcamiento en el que estaban.

A pesar de estar por zona de montaña, el terreno por el que harían la ruta era plano, ya que era una zona especializada para el ciclismo para principiantes, en el que pasabas por distintos lagos, ríos, bosques, entre otras cosas, incluso podías encontrarte con algún animal durante la ruta.

Cada persona que llegaba allí hacía la ruta por libre, debido a que no era una zona en la que tuvieras monitores o algo así, solo la zona estaba creada para ir por libre.

Era divertido y podías ir a tu ritmo.

Cuando solía salir con sus amigos, habitualmente pedían que estuviera la presencia de aquella cámara que le habían comprado sus padres, porque grababa con una calidad excepcional para el momento en el que estaban y a demás, no gastaban batería de sus teléfonos móviles.

Iniciaron la ruta, con una vista increíble hacia el más allá de las montañas.

Debido a que no tenían suficientes bicicletas, Taehyung y Seojoon iban en la misma bicicleta, por suerte, en la parte trasera de esta, había una especie de base en el que uno podía sentar mientras el otro pedaleaba.

Se iban a turnar durante el camino, empezando por Taehyung pedaleando. Wooshik, que estaba en una de las bicicletas, grabó el amanecer del sol de fondo, ya que el primer plano eran Taehyung y Seojoon riendo y divirtiéndose en la bicicleta.

— ¡No tan rápido! — Reía Seojoon mientras el menor pedaleaba más rápido. — Me voy a caer. —

Pasearon durante un rato en las bicicletas, hasta que pararon para hacer una pequeña comida, que podría ser el desayuno, ya que era la hora de este.

Picaron algunas cosas y finalmente, continuaron con su camino.

— Déjame probar algo. — Le dijo a Seojoon que era el que pedaleba. —

Debido a que la bicicleta tenía una especie de cesto en la parte delantera, se sentó sobre este y le indicó a su amigo que pedalera.

Hyunsik, les hizo una fotografía mientras no se daban cuenta, estos con el viento dándoles en las caras mientras sonreían.

Pasearon un rato así, pasando por pequeños bosques, lagos y cosas del estilo.

Hasta que llegaron a una zona de pícnic.

Ahí había un descampado abierto, en el que aprovecharon para hacer unos pases, ya que Wooshik había traído una pelota y comer. 

Taehyung lanzó la pelota, todos estaban en círculo y se pasaban la pelota o si se iba, trataban de mantenerla en pie.

Le pidieron a un chico que estaba por el lugar si podía realizarles una foto con la cámara en un mirador precioso que había en el lugar. Estos aceptaron y guardaron el recuerdo de ese día en aquella imagen.

— ¿Jugáis voleibol? — Preguntó el chico. —

— Sí, en el instituto. — Contestó Seojoon. —

— Yo también lo hacía... ¿Puedo jugar con vosotros? —

Aceptaron y jugaron con el chico, e incluso intercambiaron números con este. El chico se llamaba Sung-Hwan, pero prefería que lo llamaran Peakboy.

Se hicieron una foto, después de pedirle a un señor que pasaba por allí que les hiciera una en el mismo mirador y la guardaron.

— Ya me la pasaréis, chicos. — Dijo Peakboy. — ¡Espero veros de nuevo! —

Se despidieron del chico e iniciaron la vuelta al coche después de una merienda. Habían estado varias horas en ese parador.

Aquella vuelta fue algo pesada, pero no dejaron la felicidad de lado, una vez llegaron al coche, agotados, todos menos el piloto, durmieron, agotadísimos.

Una vez llegó a casa, pudo ver un mensaje de su ahora ¿novio?

"Espero que vaya bien la salida con tus amigos"

Sonrió y le comentó que había llegado a casa.

Después de eso, decidió subir una publicación de tomas grabadas del día o imagenes.

Al final, todos los adolescentes lo hacían, aunque algunos documentaban hasta como iban al lavabo, por suerte, él solo enseñaba aquellos días especiales para él.

Escogió el primer vídeo que realizaron, en el que Seojoon gritaba que se caería, una imagen que no había visto, pero era muy bonita, en la que estaba sentado sobre el cesto y la imagen que se hicieron junto a su nuevo amigo.

Etiquetó a todos los presentes y la publicó.

Más tarde creó un grupo junto a Peakboy y los chicos, llamado "Wooga Squad".

Allí charlaron un rato hasta que Taehyung cayó dormido.

════ ════

Los primeros días que Jungkook y Taehyung se encontraron después de aquel viernes en clase, fue algo extraño para ambos. No sabían como tratarse o qué hacer, pero simplemente tenían que mantenerlo en secreto.

Se saludaban tímidamente y cuando les tocaba literatura, por suerte, podían hablar un poco más, pero siempre sin levantar sospechas.

A ambos les gustaba mirar al otro a lo lejos, en la cafetería o en clase que compartían y no se sentaban juntos. Pero sobre todo lo hacía el pelinegro, quien se quedaba mirando durante toda la hora al rubio, quien se veía muy bonito, según su opinión, riendo o hablando con sus amigos.

De vez en cuando cruzaban miradas, avergonzando y sonrojando al mayor.

Jungkook parecía su admirador secreto, cosa que la hacía gracia.

Iba a buscarlo en sus entrenamientos, aunque no siempre era para lo que solía ser antes. A veces simplemente se quedaban en el coche charlando o dándose los mimos que no habían podido en todo el día.

A la semana y media, anunciaron el baile de San Valentín y allí, fue cuando los chicos y chicas se acercaban a su mesa del comedor para preguntarle a los cuatro chicos si harían alguna actuación, cosa que ellos negaron.

La gente charlaba mucho sobre el querer ver una nueva actuación de los Ghostbusters.

Y Jungkook se sentía celoso que cada vez que tenía un rato con su chico, la gente viniera a preguntarle respecto al tema. Le gustaba pensar en ver otra vez al chico bailar, pero no que la gente le estuviera preguntando respecto al tema cada vez que lo veían.

Suspiraba cansado y simplemente dejaba de hablar durante el resto de la hora.

Taehyung se preguntaba qué le sucedía.

Hasta que se lo contó a Jin y este le explicó que Jungkook tenía un problema fuerte con gestionar los celos. Así que no le montara una escenita, era algo que agradecía.

Estaba tratando de gestionarlo, aunque fuera reprimiéndolo.

Pero llegó un punto en el que no aguantó más y explotó.

Aquel día los dos chicos discutieron y no se hablaron durante casi un día entero. Taylor era orgulloso y no quería aceptar que era su culpa y Taehyung solo trataba que el contrario diese el primer paso.

Los amigos de los chicos; Namjoon y Jin, al enterarse de eso, supieron que estaban en lo correcto desde el inicio.

Sería una relación complicada.

Y efectivamente lo fue durante las primeras semanas, no paraban de discutir una vez tras otra, en las que Taehyung acababa llorando y refugiándose en sus amigos. Sin embargo, Jungkook no se sentía culpable y era regañado por sus dos amigos.

— Esto va fatal. — Dijo llorando junto a Yoongi. — No hacemos nada más que discutir. —

Las discusiones eran diarias y quizás podían llegar a haber dos, debido a los celos que Jungkook no podía gestionar.

Estos le daban apoyo y los amigos de Jungkook simplemente le decían que si realmente quería a Taehyung, debería empezar a dejar de tener celos por cualquiera que se le cruzase.

Él lo intentaba y estaba frustrado por ello.

Las relaciones entre dos personas que lo han pasado mal no eran sencillas.

Solían arreglarlo con palabras bonitas hacia el otro, o con sexo, pero jamás hablaban en profundidad del tema.

Era como algo tabú entre la pareja. Pero ellos sentían que eso estaba bien, porque se habían acostumbrado a la sensación de saber que se disculparían y que no pasaría nada grave entre ellos por discutir.

Y eso podían verlo sus amigos desde fuera, sabían que no era sano para ninguno.

Jimin le hizo ver la realidad de la situación a Jungkook y lo muy tóxica que podría llegar a ser esa relación. Así que trató de aguantarse los celos, reprimiéndolo como al inicio. Con el paso de los días, se acostumbró y vio que no tenía por qué sentir celos de algunas personas, como amigos de Taehyung, pero había otras situaciones en las que era demasiado complicado.

Por suerte, el rubio pudo notar este pequeño cambio, el cual le agradeció después de cenar en casa del pelinegro.

Había pasado un mes y una semana desde que había iniciado esa relación, si se le podía llamar así.

El grupo de amigos que se presentaría en el baile de San Valentín practicaban el baile mientras Jungkook estaba estirado en el sofá, mirando a los chicos.

Con el paso de las semanas, el chico pelinegro se introdujo un poco más a la vida del menor, hablando más amablemente con sus amigos y quizás hasta haciéndose más cercanos a ellos.

— Nunca pensé tener a ese tío de ahí en una quedada. — Dijo el capitán de básquet mientras señalaba al chico estirado en el sofá. — Siempre lo he odiado porque jugaba futbol, que es aburridísimo. —

— Aburridísimo el básquet, querrás decir. — Dijo Jungkook mientras comía unas galletas. —

— ¿Cómo dices Taylor? — Preguntó Yoongi ofendido. —

— No te ofendas tanto y sigue bailando, enano. Que mejor que el básquet es. —

A Jungkook le gustaba chinchar a Yoongi con su altura. No pensó juntarse con el grupo que tenían conocidos como gays en el instituto, pero eran muy buenas personas y lo aceptaron con rapidez.

Jamás se había juntado con ellos por distintas razones, la imagen que tenía de ellos, pero era totalmente contrario a lo que él llegó a creer que era alguna vez.

Con Jin jamás se juntó debido a que era el delegado y la gente lo tenía como un pringado gay. Con Yoongi siempre había tenido una rivalidad extraña por ser capitanes de los deportes más jugados en el instituto y a Hoseok simplemente no lo conocía.

Pero en realidad eran chicos muy divertidos, a veces comían todos juntos los siete en el comedor del instituto.

No pensó que la unión con Taehyung Williams cambiaría tanto el rumbo de su vida.

No podía evitar mirar a su pareja durante toda la especie de ensayo que tenían mientras él supuestamente miraba el televisor.

Miraba las caderas y el trasero del chico moverse.

Después de que acabase de ensayar, estaba cien por cien, seguro que se lo llevaría a su casa para follarlo.

Se veía tan bien.

Escuchó un carraspeo por parte del peli menta y alzó la vista.

— Te estoy vigilando, mirón. —

Todos se giraron en su dirección.

— Es mi novio, puedo mirar todo lo que quiera, solo tienes envidia porque Jimin no te mira así. —

Efectivamente, los amigos de Taehyung (excepto el peli menta) y su novio, le habían contado los sentimientos que tenía Yoongi hacia su amigo peli naranja, parecían verdaderas cotorras.

— Cállate antes de que te mate. —

Rio y negó.

— No creo que consigas matarme con la corta altura que tienes. —

— Vete a la mierda. —

Sabía que Yoongi se tomaba totalmente en broma las cosas que decía Jungkook, ya que él también bromeaba con otras cosas con el pelinegro. Se llevaban bien, pero no querían aceptarlo, su única manera de demostrar esa pequeña amistad, era chinchando al otro.

Pasaron los días y las discusiones siguieron presentes, no tan seguidas, pero seguían ahí y ambos ya estaban cansados.

Taehyung decidió tomarse unos días, en los que no iba a ver al pelinegro después de los entrenamientos de este y antes de los suyos, para reflexionar y pensar en qué hacer.

Quería que su relación con Jungkook saliera bien.

Al final, entre entrenamientos y partidos, era imposible quedar con el otro, así que ese pequeño rato era el único en el que podían verse con tranquilidad, pero el mayor al ver que su pareja decidió dejar esos pequeños ratos de lado durante un tiempo, decidió que era la hora de cortar de raíz el problema: sus celos.

Ni sabía cómo lo haría, pero tenía que hacerlo.

════ ════

El baile sería a la vuelta de la esquina, ese mismo sábado por la noche.

Los chicos empezaron a ensayar la canción intensamente. Jin y Taehyung no tenían tiempo para sus parejas con tanto ensayo.

Pero merecería la pena.

Nadie del instituto sabría que se presentarían además de los tres amigos y los cuatro que bailarían. Pero ellos estaban ansiosos por hacerlo.

¡Aquí el capítulo de hoy! Espero que os haya gustado, mañana nos vemos con más. No olvidéis votar. Feliz año nuevo 2024, por cierto.

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