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Sus amigos y él, iban junto a Hyunsik, en dirección a la mesa en la que se sentaba su nuevo acompañante, junto a Wooshik y Seojoon en la cafetería.
Iban a hablar del tema de la celebración de cumpleaños y como se organizarían, después de llegar a un acuerdo, se lo explicarían a los dos chicos que venían desde Arizona.
Cuando llegaron a la mesa, vio que al lado tenían a las personas que menos quería ver, Jungkook y su novia, junto a Namjoon y Jimin Hudson.
Jin se percató de su parada en seco repentina antes de llegar, así que le dio unos golpecitos en la espalda reconfortantes y para después pasar el brazo por sus hombros.
— No pienses en eso. — Le susurró. —
En ese instante vio como el chico que le estaba provocando tanto daño se giraba y lo miraba, sus miradas cruzaron por un pequeño instante y el mundo se partió en dos en aquel momento. Respiró hondo después de apartar su mirada con rapidez y se sentó al lado de Jin.
Comían alegres, mientras charlaban y explicaban anécdotas que pasaron junto a Nathan y Rowdy en la concentración, ya que se sacó el tema de lo desastres que se veían en los vídeos que les había enseñado a sus tres amigos.
— Fue al chico y le dio un golpe en el culo. — Explicó Seojoon. — Se pensaba que era Taehyung porque era rubio y el alcohol no le hacía ver la diferencia. —
Jin, Hoseok y Yoongi reían a carcajadas.
— Su cara fue lo mejor, lo tengo grabado en mi móvil, mirad. —
— Yo no recuerdo nada de eso. — Rio Williams. —
— Todos estabais bastante idos. Yo no había bebido, por eso lo recuerdo. — Alzó el teléfono, enseñando un vídeo. —
Se veía a Nathan dando una especie de nalgada a un chico rubio y este se giraba enfadado. Taehyung y Wooshik reían al lado, con una risa tonta en la que se podía notar que había alcohol en sus venas.
Hablaron respecto al cumpleaños que se celebraría en menos de una semana, era día 23 de diciembre, el último día de clase antes de navidad y las vacaciones. Entre todos, se repartieron el dinero para pagar y ya estaba planeado.
Los invitados empezaron a organizar la compra de una regalo para el cumpleañero, quien no sabía nada de eso.
Aquel último desayuno en la cafetería fue distinto, debido a que pensó en como fue el primero y ahora era distinto. Todo había cambiado, para bien.
El primer día que llegó ahí no esperó gran cosa, simplemente estaba asustado por lo que podría llegar a pasar en esa nueva vida. Sin embargo, ahora estaba junto a un grupo de amigos muy unido y a punto de celebrar su cumpleaños.
Las cosas habían cambiado mucho.
Aquel último día de clases se hizo una especie de celebración navideña, en la que la orquesta tocaba algo y sin poder evitarlo, le hicieron bromas a Jin, respecto a su novio que tocaba el trombón en un rincón del escenario.
Después de esa celebración y cantos de villancicos, los chicos irían a celebrar las buenas calificaciones a la hora de cenar en un restaurante junto a más alumnos del instituto, ya que los delegados de segundo organizaron una cena, a la cual asistiría Jungkook Taylor.
Yoongi se quedaría en su casa hasta que fueran en dirección al restaurante en el que los alumnos habían reservado para cenar, debido a que sus padres estaban algo enfadados por las calificaciones que sacó, puesto que eran buenas, pero no excelentes.
Los padres de Yoongi McKagan eran personas de dinero, no les faltaba de nada y podían cumplir cualquier capricho sin preocuparse por el dinero, sin embargo, a pesar de la libertad que le daban a su único hijo, le exigían unas calificaciones excelentes para poder ganarse aquella libertad, algo que aquella vez no pudo lograr.
El chico peli menta no quería estar aquella tarde en casa, así que le pidió el favor y él aceptó sin ningún problema.
Aprovechó la ocasión para preguntarle respecto al asco repentino que le tuvo a Jimin durante la última semana.
— Seguimos follando... Eso ya lo has visto. — Explicó. — Pero no sé, siempre he estado enamorado de él en secreto... Así que mi mente crea expectativas que claramente no ocurrirán, como tener una relación con él. A veces pienso que quizás puedo tener una oportunidad, porque me cuida posteriormente al sexo... No es malo, no me deja irme sin más. —
— Los cuidados posteriores son cosas que siento que son obligatorias. El problema es que la gente normaliza que no haya eso, por ejemplo, yo, no siento que los necesito, pero cuando los recibí por primera vez por parte de Jungkook, supe que realmente, en el fondo, los necesito. Aunque sabía que no podía esperarme mucho de él. —
— Tampoco debías hacerlo. — Contestó. — Pero bueno, la cosa es que como me hago ilusiones, después me llevo un chasco. No es que le tenga asco, pero trato de obligarme a rechazar esas ilusiones o escenarios que inventa mi mente, no quiero hacerme daño. —
— Y haces bien, mejor, así que acabar como yo. — Sonrió. — No hay que enamorarse de esa clase de gente. —
— Ya, aunque considero que Jimin se diferencia enormemente a Jungkook. —
— ¿Por qué? —
— Jimin sabe mostrar lo que siente, preocuparse por el otro, sin embargo, Taylor no. — Explicó. — A demás, Jungkook es un gilipollas. —
Tiene razón, es un imbécil.
— La verdad es que sí... Aunque no quiera aceptarlo al cien por cien, mi mente dice todavía que hay alguna posibilidad. —
— Yo me lo quitaría de la cabeza, con ese tipo no se puede esperar nada, a demás, si te hace algo, estará muerto. —
Taehyung soltó una pequeña risa.
— ¿Vendrá hoy a la cena, no? — Preguntó su amigo. —
— Por desgracia. — Contestó. — Vienen bastantes alumnos, si no me equivoco seremos 60. —
— A ver, somos 120 alumnos en segundo, así que es bastante. No sé cómo habrán organizado todo. —
— Si no me equivoco, el aforo del restaurante es de 70 personas, así que cerrarán solo para nosotros y nos repartiremos en mesas de 20 personas. —
— Pues está muy bien... Aunque espero que los asientos no estén asignados. —
— Si los ha hecho Jin, no habrá problema. —
— Claro, pero si pone a Namjoon a su lado, eso incluye a sus amigos. — Reflexionó Yoongi. —
Eso era cierto. Probablemente, tendrían muy cerca a los amigos de Namjoon. El peli menta no tenía ganas de estar cerca de Jimin y él tampoco de Jungkook.
Ambos suspiraron y se levantaron del suelo, en el cual estaban tumbados, sobre la alfombra que ocupaba casi toda la habitación de Taehyung. Se miraron con cara fingida de sufrimiento y rieron.
— Nos apoyaremos el uno al otro. — Dijo mirando al peli menta. —
— Todo porque Jinnie esté feliz con su novio. —
Apoyó su cabeza en el hombro de su amigo y se quedaron así, hablando. Esto hasta que tuvieron ir hacia el sitio.
El mayor conducía hasta el local, el cual estaba vacío, solo estaba Jin, el delegado junto a un chico, el cual era el subdelegado.
— Ey, chicos. Gracias por venir a ayudar. — Les saludó el castaño. —
— Yo no he venido a ayudar. — Dijo Yoongi y recibió un golpe por parte de Jin. —
— Os dije que vinierais a esta hora para que nos ayudéis, idiota. —
— Lo sé, lo sé. — Rio. — ¿Qué debemos hacer? —
— Poner los carteles con los nombres de dónde se sienta cada uno. El subdelegado, que está por ahí — Señaló hacia su derecha. — os dará el papel donde está la distribución. —
— ¿Tú sabes cómo está puesto? — Preguntó algo nervioso. —
— Ni idea... Lo siento chicos. —
— ¿Y Hoseok? — Preguntó el peli menta. —
— No tengo ni idea, supuestamente vendrá cuando todos lo hagan. —
— Es un mal amigo, no ayuda. — Se quejó el mayor. —
— No podía, Yoongi, él se ofreció antes. —
El parecido a un felino lo reprochó y se fue en dirección al subdelegado, él fue detrás. Le pidieron lo que les había dicho Jin y este les entregó tres papeles donde las tres mesas estaban organizadas, también un sobre con pequeñas tarjetas de todos los asistentes.
Las miraron curiosos, buscando sus nombres.
— Aquí estamos. — Dijo Yoongi. — Mierda. —
— Déjame ver. —
Efectivamente, estaba como habían pensado. Yoongi estaba sentado a la derecha de Jin, y al costado de Jin estaba la pareja de este, Namjoon estaba entre su novio y Jimin. Delante del peli menta estaba Hoseok y a la izquierda del peli platino Taehyung, quien estaba entre su amigo y Jungkook Taylor, quien estaba entre Williams y su novia.
— Disculpa. — Se acercó al subdelegado. — ¿No se puede hacer un pequeño cambio? —
— En principio se queda así, pero si alguien acepta cambiarte el sitio, se puede hacer. —
— Gracias... — Murmuró y fue hacia su amigo. —
— No puedo. ¿Por qué tengo que sentarme al lado de ese imbécil? Encima su novia se sienta al otro lado de él. —
Yoongi rio.
— Hace unos días no lo llamabas imbécil. —
— Me obligo a hacerlo para que no duela tanto. —
Pusieron los cartelitos donde debían y esperaron a la hora de la llegada.
Cuando las nueve llegaron, el restaurante empezó a llenarse de gente, cada uno se sentaba en su sitio correspondiente.
— ¡Hoseok! — Lo abrazó. — Ven, vamos a nuestros sitios. —
Fueron en dirección a sus sitios y se sentaron. Namjoon estaba junto a Jin y Jimin.
— Hola chicos. — Saludó Jimin. —
— Hola. — Contestó el peli menta mientras se sentaba al lado de Jin. —
Todos se sentaron y miraron la carta del restaurante, pensando en que comer. Los cuatro amigos hablaban mientras Namjoon y Jimin también lo hacían.
— ¿Y Jungkook? — Preguntó el peli naranja a su amigo castaño. —
— En principio llega en unos minutos. —
El rubio escuchaba discretamente la conversación.
— ¿Con Hannah? — Escuchó la pregunta en un tono frustrado. —
— Sin ella, creo, no puede venir. —
— Gracias... Qué pesada que es la chica. Estoy harto. — Escuchó a Hudson y miró a su amigo peli menta, quien también escuchaba la conversación. —
No mucho después sintió como el pelinegro se sentaba a su lado, pero ni lo miró, ignorando su presencia por completo.
— ¡Tae! — Escuchó una voz, era Seojoon. —
Se levantó y cruzó mirada con Taylor, quien miraba la escena. Abrazó a su amigo y después saludó al resto de chicos de segundo del equipo, entre ellos Hyunsik y Wooshik. Charlaron un rato de pie, al lado de la mesa en la que se sentaba él, hasta que los camareros llegaron a pedir las órdenes.
Él habló con el camarero, que pasó por detrás de él y Jungkook. Recibió la orden del pelinegro y después habló con el rubio. Era un chico joven, de unos 19-20 años aproximadamente, y se notaban sus claras intenciones con él.
Él reía ligeramente, parecía una risa divertida y quizás algo coqueta, pero en realidad era una risa que ante ese descaro coqueteo por parte del chico.
No podía negar que aquel chico era bastante atractivo e imponente, pero no quería nada con él, al final no estaba en el mejor momento con los hombres, no quería más decepciones.
Cuando recibió la comida fue junto a un trozo de papel, en el que ponía el número del chico, lo miró y rio antes de que el chico se retirase.
— A ver. — Le dijo Yoongi y le pasó el papel. — ¿Le llamarás? — Preguntó divertido. —
— Quizás. — Sonrió fingiendo una sonrisa coqueta y agarró el papel. —
— Deberías. — Le guiñó un ojo. —
— Mejor me quedo con lo de la otra noche. — Le molestó. —
El peli menta se puso rojo y Taehyung solo rio.
— Cállate. —
— Estaba bromeando, Yoon. —
— Ahora, en serio, llámalo. —
Sabía que probablemente el chico que tenía a su izquierda lo estaba escuchando debido, así que decidió probar algo.
— Después me acerco... —
Yoongi percató que estaba diciéndolo debido a que el pelinegro los estaba escuchando discretamente y asintió.
Comió tranquilamente, charlando con Hoseok y el peli menta. Más tarde, los delegados dijeron unas palabras antes de finalizar, agradeciendo a todos por ir, una pequeña reflexión respecto al final de ese semestre escolar.
La gran mayoría de gente se quedaba un rato más hablando, algunos salían del local después de despedirse de sus amigos, así que aprovechó y se levantó para hablar con el camarero. No quería ilusionarlo, así que no coqueteó con él, pero sí habló.
Sabiendo que Taylor estaba recogiendo y que pronto pasaría por su lado, habló algo más coqueto con el chico. Cuando el pelinegro se acercaba, lo miró con la mirada más coqueta que pudo hacer, al hacer contacto visual, apartó la mirada de una manera provocadora para mirar al chico que tenía delante y con el que hablaba.
No pudo ver la reacción del mayor, pero se quedó satisfecho con eso.
Más tarde cambió su número con el joven camarero y volvió con sus amigos para irse del restaurante.
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Las navidades las había pasado en el pequeño pueblo del que provenía su familia y supuestamente él también, allí conoció a sus supuestos abuelos, y familia más cercana. El 26 por la noche volvieron a la gran ciudad debido a que había recibido una noticia por parte de sus amigos de Arizona.
Los amigos de la concentración decidieron ir un día antes a Salt Lake City para así poder quedar todos para comprar la comida que utilizarían aquellos siguientes tres días en la casa que habían alquilado.
Los esperaba delante del supermercado junto a su grupo de amigos y compañeros de voleibol.
Vio a Nathan junto a Rowdy pasar con el coche, aunque ellos no los vieron a ellos. Sus dos amigos aparcaron y bajaron del coche, cuando se acercaron a ellos, fueron prácticamente corriendo.
— ¡Tae! — Gritó Nathan mientras corría a abrazarlo. — ¿Cómo está mi gay favorito? —
Abrió la boca, fingiendo ofensa por el reciente apodo.
— Cállate hetero. — Lo abrazó con entusiasmo y felicidad. — ¿Ya has conseguido novia? —
— Todavía no... — Fingió llorar. — ¿Y tú? ¿Me presentarás a tu novio? —
— No tengo, el tío que me gusta es un imbécil. —
— Te acompaño en el sentimiento. — Le dio un par de golpes en la espalda y rieron. —
Había pasado más de un mes desde que se vieron por última vez, antes de irse del campamento pensó que tardaría más en verlo de nuevo, pero allí estaban.
Abrazó a Rowdy después presentaron a Hoseok, Yoongi y Jin, quienes alegremente hablaron con los dos chicos de Arizona.
Entraron al supermercado e hicieron el tonto por este, estresando a Seojoon y Jin en el proceso de compra. Parecían los padres del grupo.
— ¿Compramos alcohol? — Preguntó Nathan. — Yo soy mayor de edad, así que puedo comprarlo. —
Optaron por comprar bastantes latas de cerveza y algo para hacer algún coctel.
Compraron todo tipo de comida, e incluso algo para hacer una barbacoa, ya que había una en el lugar.
Yoongi y Rowdy se cayeron especialmente bien, por el hecho de que no los veías separados. Seojoon y Jin iban a su bola, Hyunsik y Wooshik igual, Nathan y él iban por delante de todos, agarrando cosas para que fuesen aprobadas por los padres del grupo antes de meterlo en el carrito.
Una vez pagaron todo y cada uno llevaba como mínimo un par de bolsas, dejaron todo en el coche y lo dejaron en el hotel en el que se hospedaban ese día los dos arizonianos, aprovechando que había una pequeña nevera en cada habitación. Esto debido a que si lo dejaban en casa de cualquier otro, sus padres verían las bebidas alcohólicas.
Pasaron el día enseñándoles la ciudad, también pasando por su instituto debido a que estaba abierto por diferentes partidos, entre ellos, uno de futbol que se estaba jugando en ese momento.
— Esto es increíble. — Salieron los dos chicos que venían de visita al exterior del campo. —
Ya había anochecido, el cielo estaba oscuro y las gradas llenas de gente a pesar de estar en plenas fiestas navideñas. Se escuchaba gente coreando los nombres de los equipos.
Todos salieron y se pusieron a un costado, mirando el partido, aunque minutos más tarde decidieron colocarse en un hueco libre que había, justo al acomodarse en una de las gradas bajas, su equipo marcó, provocando un fuerte grito por parte de los jóvenes de su instituto en modo de celebración.
— ¡Uhhhh! — Gritó Nathan a pesar de ni siquiera haberse enterado de nada. —
Preguntó quién había marcado y le contestaron que el número 10.
Era Jungkook.
Todos los del equipo fueron a abalanzarse contra el pelinegro. Este corrió hasta el banquillo, que estaba cerca a sus asientos. Tragó saliva ante la imagen, el chico se veía mucho más grande debido a las grandes protecciones que debían llevar, sus piernas se veían terriblemente bien trabajadas. Las había visto muchas veces desnudas, pero a pesar de ello, igual le provocó miles de sensaciones en el cuerpo al verlo cubierto de sudor y mojándose con agua por el calor que probablemente sentía.
Jungkook Taylor era increíble.
Él estaba muerto del frío, pero ante esa imagen el calor se apoderó de su cuerpo.
— Creo que ya sé cuál es el imbécil que te gusta. — Susurró Nathan en su oído. — Te lo comes literalmente. —
Taehyung se asustó ante las palabras de su amigo y se puso rojo.
— Qué dices... Eso no es cierto. —
— Menudo homo estás hecho. — Rio y le dio golpecitos en la espalda. — El jugador de futbol buenorro... Eso es lo que te gusta a ti, ¿eh? —
Le dio una colleja, molesto.
— Imbécil. —
Nathan reía y se acercó más a él.
— El tío futbolista nos está mirando. —
Se giró de inmediato, pensando que lo que decía en broma, pero no estaba mintiendo, Jungkook bebía agua mientras lo miraba.
— ¡Imbécil, pensé que estabas bromeando y ahora sabe que hablamos de él! —
— ¿Y qué? Mejor, ¿no? —
— ¡No! ¡Tengo que ignorarlo! —
— ¿Por qué? —
— Porque está con otra, pedazo de tonto y a mí solo me utilizaba para follar. —
El chico peli rojo se quedó con la boca abierta, él no sabía nada de lo sucedido y que se lo contara tan de golpe le había impactado.
— Wow Taehyung, tú te vas con el más gilipollas de todos. —
— Agh, gracias por los ánimos. —
Su amigo y rio y siguieron viendo el partido hasta que terminó. Intentaron pasar por el despacho de su entrenador, pero no estaba, suponían que era debido a que estaban en plenas fiestas.
Todos fueron a sus casas, excepto sus amigos de Arizona, que se fueron al hotel y al día siguiente se verían para ir a la casa.
Antes de dormir, hizo una mochila para pasar esos tres días.
Cuando levantó quedaba media hora para que sus amigos pasaran a buscarlo, así que se preparó y desayunó con rapidez.
Una ve llegó al coche, en el que estaban Jin, Hoseok y Yoongi, fueron en dirección al centro, donde se encontraron con el resto, que iban en el coche de Nathan.
Su camino de 4 horas inició, en el que habló con los chicos, durmió, observó el paisaje y picó comida que había traído Yoongi.
Una vez llegaron al lugar de montaña, alucinaron con la casa, era tal cual estaba en las fotos. Se vieron con el casero, quien les entregó dos llaves y los dejó solos.
Se repartieron las camas, él dormiría con Nathan en una de matrimonio, aunque todos sabían que acabarían llevando los colchones a una de las habitaciones para dormir todos juntos.
Lo primero que hicieron fue comer algo, el largo viaje les había pasado factura a sus cuellos y prepararon algo delicioso para comer. Después de eso, se bañaron en el Jacuzzi, que a pesar de estar fuera de la residencia, el agua estaba caliente y aquello hacía que no murieran de frío.
Disfrutaron jugando a una consola que había en la casa todos juntos, o juegos de mesa, hasta hicieron una batalla de equipos con pistolas de juguete que había traído Rowdy.
Hicieron la cena todos juntos y disfrutaron de la compañía del resto al rededor de una fogata que habían encendido en un lugar especial para ello mientras tomaban una cerveza y disfrutaban del paisaje de noche.
— Me alegro de que nos hayas invitado y que nos hayáis considerado. — Dijo Nathan. — La verdad es que me lo pasé genial en la concentración y me alegra veros de nuevo y volver a liarla con vosotros y Jin, Hoseok y Yoongi, quienes también son geniales. —
— La verdad no pensé en veros de nuevo tan pronto, pero me alegro de que hayáis podido venir. — Tomó un sorbo. — Estoy muy agradecido por ello. —
Después de tomar varias cervezas se fueron al lugar donde habían reunido todos los colchones y vieron una película. Algunos no callaban opinando de la película, otros se quejaban insultando a los personajes, haciendo reír al resto y otros solo observaban todo riendo.
Taehyung quedó dormido casi al finalizar la película, pero fue despertado debido a las risas de sus amigos.
— Dejad dormir... — Dijo mientras se movía y tapaba los oídos. —
Sus amigos no dejaban de reír y parlotear.
— Callaros ya. — Se quejó nuevamente. —
Pero ninguno le hizo caso, no le quedó otra que dormirse como pudo a pesar del ruido que hacían sus amigos.
El día siguiente sería el más intenso y al siguiente, su cumpleaños.
Su cumpleaños prometía mucho
Y estaba contento de poder pasarlo junto a sus amigos más cercanos.
Iba a cumplir 17 años de nuevo, pero esta vez bien acompañado, sin sufrimiento por culpa de padres que lo llamaban fracasado o porque tenía un novio que lo insultaba, era feliz por primera vez en mucho e iba a disfrutar de su cumpleaños.
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Jungkook Taylor había mandado a la mierda a Hannah después de que discutieran, por la simple y estúpida razón de que la chica quería volver con él después de haberlo visto junto a Taehyung Williams.
Él le había dejado claro que no tendría exclusividad con ella, pero después de que el rubio le dejara de hablar se había convertido en lo único que tenía y eso era lo que quería conseguir su exnovia, cosa que logró con éxito, desafortunadamente.
Ella jamás se había presentado otra vez pidiéndole una oportunidad hasta que lo vio con Taehyung Williams.
Después de que le montara un numerito de celos en plena calle antes de la cena de despedida que habían organizado los delegados debido a que Taehyung asistiría a la cena, decidió enviarla a tomar viento y la dejó sola para después irse a la cena él solo con sus amigos.
No quería una persona muerta de los celos por algo que ni siquiera pasó, solo era simple sexo y a demás de que él le había advertido a la chica de antemano que no volverían y aun así, ella se quejaba de la situación.
Hannah era muy molesta y Jimin ya se lo había dicho en la cara a la chica, y aun así, la defendió.
No entendió por qué lo hizo, pero estaba totalmente seguro de que no volvería a dirigirle la palabra, aunque fuese rogándole que volvieran o que tuvieran sexo. Aquella noche estuvo de muy mal humor y encima tuvo que ver a Taehyung coqueteando con un hombre del restaurante que literalmente acababa de conocer.
Fue el maldito colmo.
Días después de la cena, se enteró por parte de su amigo Jimin que él, junto al capitán de básquet, habían tenido un trío con Taehyung, cosa que le enfureció e hizo que se enfadara con su amigo. Algo que recordó a la perfección fueron las palabras que le soltó el peli naranja.
...
— ¡A ti no te tiene qué importar si folla conmigo o no! ¡No eras nada de él, solo follabais! ¡Así que cállate de una maldita vez, que Taehyung no es de tu puta propiedad, si yo quiero follármelo lo haré maldito enfermo! —
El peli naranja le había soltado un guantazo, el cual devolvió y empezaron a gritarse furiosos.
— ¡¿En qué momento yo he dicho que Williams sea de mi propiedad?! ¡Simplemente, son normas de amistades, los líos de otros no se tocan! —
— ¡Cuando yo hice ese trío ya no follabais y no erais nada, ni siquiera sexualmente! ¡Así que siempre he respetado esa norma! ¡Ya no era tu maldito lío! ¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos! —
Eso sí que le había dolido. Se calló y simplemente se fue, dando un portazo después de salir de la habitación del chico.
...
Desde entonces no habían hablado, habían pasado unos tres días desde el suceso. El día anterior por la noche vio al rubio que provocó dos discusiones en su vida sin él saberlo. No esperaba que fuera. Pero cuando lo vio, hablaba con un chico al que reconoció al instante, era aquel con el que publicaba cosas en Facebook en la concentración. El chico se veía demasiado cercano al menor, cosa que le hizo apretar la mandíbula para no perder los nervios.
Al sentir eso viendo al rubio junto al chico que no conocía, recordó lo último que dijo Jimin antes de irse de la fraternidad.
¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos! Resonó en su cabeza la voz del peli naranja.
Suspiró y se tapó con la manta. No paraba de dar vueltas a la frase, así que decidió olvidarlo y entrar a las redes sociales.
Pero se encontró algo que no le ayudó, una publicación de Taehyung.
Se trataba de una imagen y un vídeo, en la foto aparecían sus amigos del instituto, de voleibol y dos que salieron mucho en publicaciones mientras estaban en la concentración. Estaban en un lugar de montaña, cada uno con una cerveza en la mano y una hoguera en medio de ellos.
El vídeo mostraba un pequeño fragmento en el que él y el chico con el que lo vio en el partido de futbol estaban en un gran salón desconocido para él, el plano estaba hecho desde unas escaleras. Taehyung se encontraba detrás de un sofá y el peli rojo detrás de una mesa, ambos con una pistola de juguete en la mano y disparándose el uno al otro. "¡Ven aquí, desgraciado!" Gritaba Taehyung, al contrario, mientras reía y empezó a correr mientras disparaba continuamente, poco después, el vídeo se cortaba.
La descripción decía lo siguiente "Felices 17 para mí adelantados".
¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos! Se volvió a repetir en su cabeza.
— Agh, maldito Jimin. — Murmuró en voz alta y volvió a dar vueltas. —
No podía hacer nada, solo pensaba en esa frase.
¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos!
¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos!
¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos!
Se repetía una y otra vez mientras la imagen de Taehyung coqueteando con el chico del restaurante o una imaginación del rubio siendo follado por el peli naranja no lo dejaban dormir.
¡Solo estás celoso y no lo aceptas porque no sabes gestionar tus putos sentimientos!
Quizás tenía razón, estaba celoso, pero no había un porqué.
O eso pensaba él.
Hoy voy justísima, pero como he explicado por Instagram, me he encontrado mal y hasta que no he mejorado, no he podido escribir. No olvidéis votar y disculpa por la tardanza. Nos vemos mañana con más.
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