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Después de ese abrazo tranquilizador, mientras lo llamaba amor y trataba de calmarlo, supo que quería eso para siempre. Jungkook tratándolo cariñosamente y preocupándose por él siempre que podía, llamándole por ese apodo que empezó siendo totalmente sexual para él, pero acabó siendo un apodo que dolía muchísimo escuchar y a la vez le reconfortaba.
Pero sabía que aquello no podía ser.
Había pasado una semana después de ese desmayo. Había sido enviado a casa y recomendado por la enfermera reposar unos días para que mejore por completo. Aquellos días se convirtieron en más de una semana.
Era viernes por la tarde, desde días atrás se encontraba mucho mejor; sin embargo, decidió no ir a clase fingiendo estar mal, aprovechando que la enfermera le había a sus padres que era normal que le doliera mucho la cabeza y tuviera malestares continuos, esto lo utilizó para poder no ir a clase y evitar encontrarse a Jungkook y su novia.
Sus compañeros de voleibol y amigos se preocuparon demasiado por lo sucedido, dejándolo descansar y su entrenador decidió, por su bien, darle esa semana y media que quedaba de instituto antes de las vacaciones libres, para que pudiera descansar y recuperarse totalmente.
Durante aquella semana y tres días estuvo desahogándose en aquella pequeña libreta, en la cual escribía en su idioma natal para no olvidarlo. No podía parar de escribir y escribir, todo lo que se sentía en esa libreta fue el sufrimiento que tuvo durante aquellas dos últimas semanas.
Llegó un momento en el que no sirvió, debido a que no se sentía reconfortado al escribir las palabras en el cuaderno.
...
Jueves por la tarde, había recibido una llamada de su amigo Jin, quien estaba junto a sus otros dos amigos.
— Buenas tardes, Tae, ¿cómo te encuentras? —
— Mucho mejor, la verdad, llevo días bien, pero prefiero quedarme en casa por esta semana. —
— ¿De verdad? — Preguntó sin esperar respuesta. — Te llamaba porque Yoongi, Hoseok y yo pensábamos en ir a visitarte, debes estar aburrido solo todo el día. —
— Claro, podéis venir mañana después de clase a comer, no hay nadie en casa. —
En aquel momento estaba escribiendo en la libreta, enrabiado porque los sentimientos que sentía no estaban siendo liberados, cosa que le ponía más de mal humor. Necesitaba contárselo a alguien. Había llorado demasiado esos días mientras escribía, mojando las páginas de la pequeña libreta, provocando que se arrugasen.
Se abrazaba a sí mismo por las noches, mientras su mente creaba escenarios los cuales salía Jungkook, escenarios en los que él estaba junto al chico, pero rápidamente aparecía Hannah, la chica morena con la que estaba y lloraba como un bebé.
No sabía exactamente por qué le dolía tanto, tampoco en qué momento había empezado a sentir algo y no sabía a ciencia cierta qué sentía por el otro, pero necesitaba comunicárselo a alguien más, tener su consuelo, un hombro en el que llorar.
Pero no lo tenía.
Lloraba solo, entre esa abrumadora niebla de sentimientos, con miedo. Vivía con el miedo de saber que no podía decirle a nadie respecto su relación sexual con Jungkook Taylor, solo podía saberlo él.
— Quiero contaros algo... Por favor, lo necesito. — Se le quebró la voz, había estado demasiado tiempo en silencio pensando antes de decir algo. —
— ¿Estás bien? — Preguntó con un claro tono preocupado. — ¿Quieres que vayamos ahora? No tenemos problema. —
Solo se quedó en silencio, sollozando.
— No, nos vemos mañana mejor. —
— Cualquier cosa llámame, estaremos ahí en un instante. —
Hizo un sonido indicando que estaba de acuerdo y se despidieron antes de colgar.
...
Y ahora tenía a sus tres amigos, sentados en su habitación, rodeándole, esperando a que les explicase lo que el día anterior pidió llorando poder explicárselo.
En ese mismo instante se arrepintió de haberlo dicho, estaba cegado por sus sentimientos y ahora se sentía presionado.
Suspiró, sus amigos lo miraban, esperando pacientemente con una mirada tranquilizadora. Puso su cara entre sus manos, nervioso. No era capaz.
— Si no quieres contarlo está bien. — Dijo Hoseok desde el puf. — Solo queremos que sepas que puedes contar con nosotros. Si no quieres, podemos hacer otra cosa, ver una película o salir un rato a pasear en el coche. —
Él negó con la cabeza, debía contárselo a alguien.
Los miró, uno miraba hacia el suelo, el otro en su dirección y el último jugaba con sus manos.
— Sabéis que he estado teniendo sexo con alguien este último mes y medio. — No esperó respuesta. — Todo empezó en esa fiesta a la que fuimos por primera vez... Un chico me propuso mantener relaciones sexuales con él... Le dije que no en un inicio, pero acabé cayendo. —
Ahora los tres lo miraban.
— Nos coqueteábamos incluso antes de eso... Por chat, en persona, pero nadie más que él y yo lo sabíamos, bueno, sus amigos también, pero no estaban demasiado enterados. Era un secreto entre los dos, uno que disfrutábamos mucho, y hasta día de hoy lo ha sido. —
— ¿Y por qué era un secreto? —
— El chico no quiere salir del armario. — Murmuró antes de continuar. — Nos veíamos prácticamente a diario para follar... Yo siempre lo he disfrutado y solo quería eso, estaba bien así. —
— Pero ahora no está bien así... — Acabó la frase por él. —
— Sí, pero no fue directamente así. Últimamente, me ha tratado mejor, ha sacado un lado suyo, el cual no le muestra a nadie, o eso creo debido a que la gente tiene una imagen totalmente distinta de él. — Se aclaró la garganta. — El día de la última fiesta me llevó a casa y a pesar de tener sexo conmigo, después me cuidó, se preocupó de que durmiera cómodo y limpio... A pesar de que yo estaba borracho. No me dejó ahí después de follar como si nada... Simplemente, nos volvíamos más cercanos y descubría más de él y su verdadero yo. Incluso hemos quedado algunas veces para algo que no fuera sexo, aunque al final acababa surgiendo por iniciar con besos tontos. —
Tenía la mirada baja, de vez en cuando la subía, buscando las miradas de sus amigos.
— No sé cómo, pero la última vez que quedamos todo fue increíble, no tuve sexo con él, pero charlamos, mirándonos, con besos que eran... Creo y quiero pensar que eran cariñosos. Estaba feliz, pero descubrí que estaba con otra persona. No tenía por qué preocuparme o afectarme, al final no salíamos de lo que era una relación de compañeros sexuales, pero ni siquiera sé si él me consideraba un amigo, solo sé que yo sí que lo hacía y me gustaba esa exclusividad que tenía... Pero al ver a otra persona en su vida, hizo que me diera cuenta que eso me molestaba, me abrumó mucho y estuve mal, muy mal. No le hablé durante una semana. Hasta que me desmayé en medio de la cafetería y él me llevó a enfermería, me puse a llorar frente a él y me consoló... Me abrazó mientras me tranquilizaba con sus palabras. Pero yo lloraba por su culpa, porque quería ser algo más y no solo su compañero sexual. —
Cuando mencionó lo de la enfermería, vio una sorpresa por parte de sus amigos, probablemente sabiendo de quién se trataba la persona que lo había llevado.
— ¿Estás hablando de Jungkook? — Preguntó Yoongi. —
— Sí... — Contestó avergonzado. —
— Pero no puede ser... — Empezó, pero Taehyung lo interrumpió. —
— Lo sé. Sé que tenéis una visión de que es hetero, pero no. — Explicó. — Antes de nada me advirtió que no podía contárselo a nadie, le he cumplido su palabra, hasta ahora... No aguantaba más. —
Sus amigos se miraron entre sí y luego a él.
— No sé qué es lo que siento y me estoy abrumando por esto, estoy cansado de esta mierda. — Empezaron a caer las lágrimas. — No sé qué hacer, es tan complicado. —
Los tres se levantaron y lo abrazaron. El rubio lloraba y los otros trataban de tranquilizarlo con palabras de apoyo.
— Taehyung... ¿Has pensado en que estás enamorado? — Preguntó el castaño, Jin. —
El chico asintió.
— Pero no lo conozco tanto como para decir eso. —
— No tienes por qué estar enamorado, probablemente es el proceso que te llevará hasta eso, sé lo que sientes ahora mismo. — Explicó. — Te diría que vayas y se lo digas... Pero en esta situación es complicado. Lo mejor es que cortes los lazos con él por completo. Aunque sea simple sexo, eso no te vendrá bien a ti. —
Ahora todos estaban sentados en la cama.
— Pero yo no quie... — Fue interrumpido por una notificación y sacó el teléfono. —
Era del chico del que hablaban.
— Ábrelo. — Le dijo Yoongi. — Pero no le contestes. —
Abrió el chat, encontrándose con un mensaje del chico.
"Hola, Tae. ¿Cómo te encuentras? Hace más de una semana que no hablamos, desde aquella vez en la enfermería, pero no contestas los mensajes... Espero que estés mejor, amor"
El peli menta lo leyó en voz alta, pero se paró antes de leer el apodo que había al final.
— Dios mío. — Suspiró el chico que leyó. — Esto es serio. —
— ¿Pero Jungkook no estaba con...? — Empezó Hoseok, pero de inmediato lo paró Jin. —
— Eso ya lo sabemos Hoseok, pero no es una relación, dudo que le pusiera los cuernos con Taehyung. —
— Podrías preguntarle a Namjoon. —
— No. — Contestó el rubio antes de que Jin lo hiciera. — No le preguntes nada. —
— Sé que Jungkook no quiere compromisos, o eso me dijo Namjoon, por eso tengo mis sospechas de que no sea una relación. — Explicó Jin. —
— Pero eso no quita que él esté con otra y haga daño a nuestro Tae. — Contestó el peli platino. —
— Efectivamente, por eso, lo mejor para ti — Se dirigió hacia él. — es alejarlo de tu vida. Olvídalo, si no te hará daño, más del que ya hace. Si sigues viéndote con él será peor. Bloquéale si es necesario, pero no permitas que te haga daño. —
Sus ojos estaban rojos y llorosos, pero no caían lágrimas, solo hipaba de vez cuando debido al reciente llanto.
Asintió ante las palabras de Jin.
— Gracias por creerme, chicos. Y por escucharme. —
Todos lo abrazaron como si fuera un peluche y rio.
— Para eso estamos los amigos. — Sonrieron todos. —
— Ahora, vamos a comer las hamburguesas que hemos comprado. — Dijo Yoongi mientras iba en busca de estas. —
— Hay que divertirse Tae, este finde haremos muchas cosas. —
El chico asintió y bajaron para comer en la mesa.
Había hecho bien contándoselo a sus amigos.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Hannah era la chica con la que estuvo a sus 16 años recién cumplidos. No sabía muy bien por qué decidió volver a intentar algo con ella, no en sentido romántico, ni sexual, solo intentar algo.
Anteriormente, fue la única con la que tuvo algo, la chica que provocó que no quisiera nada más que sexo y ahora estaba allí con ella, follando.
La gente había rumoreado infinidad de cosas, pero la realidad era muy distinta. La chica se le había acercado otra vez después de tanto tiempo, debido a que no sabía cómo, pero se había enterado de su pequeña aventura con Taehyung Williams, algo que le reprochó, pero que no tenía derecho a hacerlo. Se lo dejó muy claro, nada iba a pasar entre ellos de nuevo (en sentido romántico) pero aquellas palabras no excluyó lo sexual.
Hannah era una chica con el pelo largo color café, pero cuando la conoció lo tenía por la barbilla. Sus ojos eran de color, miel y brillaban como nunca le había visto brillar los ojos a alguien. Era atractiva y tenía buenos atributos, algo que no podía negar.
Desde que estuvo con ella, las facciones de la cara le habían cambiado ligeramente, convirtiendo sus facciones de más niña a una joven adulta. Notando su cambio en la personalidad y físicamente.
Y ahora la tenía pegada como un parásito a él. No se quejaba, la chica era divertida y muy abierta con todos, pero llegaba un punto que estaba en su casa todo el rato, o que fuera a sus entrenamientos e impedía que hiciera otras actividades, como quedar con Taehyung o con sus propios amigos.
Desde el día siguiente, al ver a Williams y haber pasado el rato charlando, no supo nada más de él. No contestaba sus mensajes, así que decidió dejarlo en paz, probablemente aquello era debido a que no quería nada más con él.
No fue hasta que el chico se desmayó que pudo hablar con él y no entendió bien por qué el chico estalló en un llanto frente a él, pero no le quedó otra que intentar consolarlo a pesar de no saber qué sentir al verlo llorar.
Después de eso, desapareció y llevaba más de una semana sin asistir a clases, cosa que al principio le hizo preguntarse cosas, e incluso si estaba bien. Pero según pasaban los días, no le importó demasiado y no sintió su ausencia, mucho menos echaba de menos su presencia.
Simplemente, su relación de compañeros sexuales había terminado ahí, y no se quejaba.
Ahora estaba en algo sexual junto a Hannah, la cual lo convenció después de enterarse de que su vínculo sexual con el rubio había terminado.
No era amigo de Hannah, pero tampoco se llevaba mal con ella. Y aquello había provocado tantos rumores por el instituto, en los que especulaban distintas cosas de ellos.
Pero ninguna era cierta.
Y solo los que los conocían, sabían la verdad.
La sensación del sexo junto a una mujer era totalmente distinta a la que se tenía con un hombre, primeramente por la anatomía distinta. La segunda, por la sensación que tenía al introducirse en un hombre o en una mujer, no era lo mismo. Y la tercera, por el riesgo que tenía si fornicaba con una mujer, podía embarazarla. En cambio, con un hombre, si follabas sin condón, no había riesgo de embarazo, solo de enfermedades distintas.
Se había acostumbrado a hacerlo sin desde aquella vez que Taehyung se lo llevó borracho, a partir de ahí el sexo lo hicieron más placenteramente sin ningún tipo de barrera entre ambos.
Una cosa que separaba a Taehyung Williams de Hannah; era el tipo de sexo que les gustaba. La chica, no era que no le gustara el sexo duro, pero prefería que todo fuese más lento, e incluso con algo de amor y cariño, cosa que no podía dar Jungkook a una persona desde años atrás, debía fingir poder darle ese amor. Sin embargo, con el rubio, no era necesario que hubiera sentimientos de amor o cariño de por medio, solo eran sus cuerpos y el placer, cosa que era mucho mejor para él y lo disfrutaba más.
Al final Hannah fue su primer amor y era complicado evitar los diminutos restos de esos sentimientos que alguna vez estuvieron.
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Esta era la siguiente situación: dos amigos, un rubio y un peli menta borrachos mientras tenían un trío junto al lío de uno de ellos, un chico peli naranja.
No sabía bien cómo demonios había llegado a esa situación, de hecho, los pensamientos estaban borrosos debido al alcohol que recorría sus venas, pero se sentía bien.
Solo era consciente de estar en la fraternidad en la que vivían Jimin Hudson y Namjoon Brownstone, específicamente en la habitación de Hudson.
— Agh... — Se quejaba del placer. —
Tenía en la boca el miembro de su amigo peli menta y Jimin estaba por detrás, aporreándolo con su polla.
Estaba a cuatro patas, mientras masturbaba el largo de su amigo y chupaba la punta lentamente, desesperándolo y provocando que este diera embestidas contra su boca.
— Mmmm... — Gimió mientras Yoongi follaba su boca. —
Sentía las manos del peli naranja entre su cadera y cintura, apoyando todo su peso sobre ello, mientras lo embestía con toda la fuerza que tenía, teniéndolo muerto del placer y rodando los ojos.
No solía tener mucho reflejo nauseabundo, pero Yoongi llegaba hasta lo más profundo de su boca, dejándolo sin respirar, pero lo estaba disfrutando.
Joder, y tanto que lo estoy disfrutando.
Sentir a su amigo agrandarse en su boca y palpitar le excitaba más.
Hace dos días que su amigo le había pedido que le enseñase a usar un juguete sexual y en ese instante lo tenía excitadísimo por su polla.
La vida daba vueltas.
Sintió al peli menta correrse en su boca después de un par de embestidas más.
Joder.
Miró hacia arriba, encontrándose con un Yoongi con la respiración agitadísima, tenía la piel roja de lo acalorado que estaba. Los músculos de su abdomen estaban tensados.
Sintió y vio como pasó sus manos por su pelo, acercándolo más a su miembro. Tuvo que abrir más la boca para no rozar los dientes con el largo.
— Dios, Taehyung... — Gimió. —
No mucho después cambiaron a una posición totalmente distinta, él sobre el peli menta, montándolo, mientras Jimin Hudson observaba la escena, excitado. Había sido petición del peli naranja, así que no era raro que uno no contribuyera nada.
Williams daba saltos sobre el miembro de su amigo, mientras este lo ayudaba con las manos en sus caderas.
Estuvieron gran parte de la noche follando en distintas posiciones y algo que recordó a la perfección, fueron las palabras que le susurró Jimin al oído, "no se lo cuentes a Jungkook".
Al día siguiente, su amigo y él hablaron del tema, y decidieron dejarlo como algo de una noche, sin que afectase su amistad. Se lo habían pasado bien, borrachos en aquella fiesta y listo.
Tampoco el peli menta tendría en cuenta que Jimin había follado con Taehyung, ya que él también lo quiso así, un trío, era un trío. Simplemente, lo dejaron como un secreto suyo, el cual no contarían a nadie más y tampoco le afectaría en absoluto a ninguna persona.
Después de haber asistido a tres fiestas y haberse emborrachado hasta arriba, supo que había pasado de no ser fan del alcohol y detestarlo, a saber hacerse distintos tipos de cocteles cuando salía. Beber alcohol no era una pasión, ni lo que más de le gustaba, pero estaba bien cuando se debía hacer.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Las vacaciones iniciaban en una semana y aquella era la semana en la que tenían exámenes. Debido a que solo quedaba eso, una vez acababan todos los exámenes del día, podían irse a casa, independientemente de la hora que fuera.
Aquello era algo que aprovecharon los cuatro amigos, para así salir antes e irse por ahí, teniendo muchas horas por delante antes de volver a casa. A veces salían a las afueras en coche, e incluso alguna vez salían a un pequeño pueblo de nevada llamado Wells, donde disfrutaban de jugando en la nieve, la cual ya había llegado en prácticamente todo Estados Unidos.
Sabía a la perfección que aquello lo hacían para distraerlo de sus sentimientos y evitar pensar en Jungkook todo el rato.
— Se acerca tú cumpleaños, ¿no? — Preguntó Jin. —
Asintió.
— ¡Hay que celebrarlo a lo grande! — Dijo Hoseok tirado en la nieve. —
— ¡Hagamos una fiesta! — Dijo Jin. — Sin alcohol y esas cosas, me refiero de cumpleaños. Aunque sería aburrido si solo fuéramos cuatro. —
— Podría invitar a mis amigos de la concentración, os caerán genial. También a Hyunsik, Seojoon y Wooshik. Si quieres también invitamos a Namjoon. — Dijo. —
— Namjoon no... Que sea mi novio no significa que deba estar con nosotros todo el rato, así que mejor no. Ya seríamos 9, yo creo que está bien así. —
— ¿Dónde podríamos celebrarlo? — Se preguntó Yoongi. —
— En casa de alguno... Aunque por esas fechas es complicado. —
— ¿Y si alquilamos una casa de estas que te las dejan por unos días? — Propuso Hoseok. —
— ¿Cómo pretendes alquilar una casa? — Rio Yoongi. —
— Sí, de estas que tienen piscina y todo. —
— Eso lo veo complicado. — Comentó Jin. — Es complicado llevar a ocho personas sin contar a Taehyung. —
— Con dos coches bastaría, a demás, supongo que los amigos de Tae de la concentración vendrían en coche. — Argumentó Hoseok. —
— Ese no es el problema, el problema es el precio del alquiler, cae casi en año nuevo y todo es más caro. — Explicó Jin. — Una noche te puede costar hasta 400 dólares. —
En ese momento, su amigo peli platino abrió los ojos, sorprendido.
— Vale... Mejor en casa de alguien. —
— Si buscas bien, puedes encontrar algo barato, en realidad. —
— Vayamos a esa cafetería y nos conectamos a internet para buscar, tengo el ordenador portátil en la mochila. —
Aceptaron y se sentaron en la acogedora cafetería en medio de las montañas, donde compraron chocolate caliente y mientras lo tomaban delante de una chimenea.
— ¡Mira esto! Es increíble. — El peli platino señaló la pantalla. —
Era una casa bastante grande, de madera, como si fuera una cabaña, con dos pisos y con un gran ventanal en el centro que desde fuera dejaba ver todo el interior. Estaba en medio de las montañas, y no se veía nada más que árboles rodeando la casa.
— Es increíble... Aunque el precio no tanto. —
— Pero si pagamos cada uno un poco, nos puede salir muy barato, y encima son 140 la noche, así que podríamos pasar dos allí. Nos saldría más o menos 30 dólares cada uno. —
— Bueno, no es tan barato. —
— Hoseok, mejor gastarse 30 dólares en esto que en una comida. —
— Tienes razón. Aunque gastaremos en comida igual. —
— Lo compramos todo en el supermercado y lo preparamos nosotros. —
— Oye, estáis organizándolo todo vosotros y es el cumpleaños de Tae. — Dijo Yoongi. —
— A mí me parece bien todo lo que dicen. — Habló por primera vez en un buen rato. — La casa es muy bonita. Aunque está algo lejos. —
— A 4 horas, pero eso se pasa rápido... — Explicó Jin. — Tus amigos eran de Arizona... ¿No? Creo que sí. —
— Sí, de Flagstaff. —
— Eso está a cuatro horas de a donde vamos. Nos viene perfecto a todos, un punto medio. — Sonrió Jin. —
Estaba bastante de acuerdo con lo que decía y tenía ganas de que aquello se hiciera realidad, tenía ganas de ver a sus amigos, los cuales hace casi un mes que no veía. Había mantenido el contacto, e incluso a veces hacían llamadas, pero pasar su cumpleaños junto a Nathan y Rowdy parecía buena idea y tenía ganas de hacerlo.
— A mí me parece estupendo. — Sonrió. — Debería comentárselo al resto. —
— Justo hay seis camas, tres de matrimonio y tres individuales. Si dormimos dos en cada cama de matrimonio y tres en las individuales, entramos los nueve justos. —
Miraron las imágenes, había 3 habitaciones, una en la que solo permanecía una cama de matrimonio, otra en la que había una especie de litera de dos camas de matrimonio y otra donde había una cama individual y una litera de camas individuales.
Estuvieron un rato mirando todo, que si había Jacuzzi, qué barbacoa, si un lugar para hacer hogueras con sillas al rededor con vistas preciosas, telescopios y una zona de juegos.
Hablaron con los chicos que querían invitar y todos aceptaron de inmediato y con entusiasmo, dispuestos a pagar esos 30 dólares más, lo que valga el reparto de comida que harían antes de la fecha indicada.
Se irían del 28 de diciembre al 30, para poder volver antes de noche vieja.
El anfitrión preguntó a sus padres si podía realizar eso, teniendo un sí como respuesta, siempre y cuando fuese con bastantes amigos debido a la zona desconocida.
Cumpliría 17 años, aunque en el lugar de donde venía y no recordaba, ya los tenía cumplidos, pero no importaba.
De vuelta a casa, se desmayó en el coche, aunque ninguno de los chicos se enteró, debido a que creían que estaba dormido.
Aquella vez pudo ver lo de siempre, aquella figura con el rostro negro.
— ¿Quién eres? — Preguntó. —
— Soy tú... — Contestó. — Tú yo de... — La figura respondió, pero el nombre del lugar se escuchó como si hablara en un idioma inventado o desconocido. —
Cuando despertó, estaba desorientado, preguntándose dónde se encontraba, pero por suerte, estaba en el coche de su amigo.
Aquella vez olvidó la apariencia física de las personas que le rodeaban en su ciudad, su único amigo, su pareja, sus compañeros de clase e incluso los rostros de sus padres. Poco a poco olvidaba todo, y probablemente llegaría un día en el que lo olvidaría todo y aquella se convertiría en su nueva realidad.
No sabía si era lo que quería.
Pero quizás era lo mejor para él.
¡Buenas noches! Como os prometí en Instagram (que podéis seguirme, por cierto, e incluso hablarme), antes de las 00:00 tenéis el capítulo. Espero que os guste y mañana nos vemos con más. Dejad vuestras estrellitas para ver el apoyo :( que últimamente me cuesta escribir y ponerme a ello, así que eso me animará.
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