-17-
Nuevamente se había desmayado. La sensación ya era costumbre para él y ya no se asustaba cada vez que lo hacía. Por suerte, siempre sucedía cuando estaba en su habitación y nadie se daba cuenta de que se había desmayado.
Volvió a su realidad, en el futuro, pero no había nadie en casa, todo estaba vacío y al tratar de salir a la calle, despertó. No tenía ninguna explicación de por qué sucedía aquello, tampoco trató de buscarla, pero quería saberla.
Había olvidado su apellido Coreano, solo recordaba llamarse Taehyung Williams, su apellido natal había desaparecido de sus recuerdos.
Iba en dirección al instituto, aquel día presentaría junto a su compañero el trabajo de literatura, estarían todo el día en el teatro junto al resto de clases y parejas presentando, lo único que él sabía, es que el orden era aleatorio.
No estaba nervioso, estaba seguro de lo que iba a explicar, junto a la tesis de su compañero en la mano.
Fue de los primeros en entrar al aula y le entregó la tesis a su profesora.
— Gracias, Taehyung. Estoy segura de que os saldrá muy bien la presentación, habéis trabajado mucho en este trabajo. —
Efectivamente lo habían hecho. Era consciente de que Taylor no era la clase de persona que estuviera interesada en sus estudios, de hecho, el pelinegro no tenía las mejores notas, tampoco las peores, pero durante el trabajo asumió su responsabilidad y no lo dejó tirado en ningún momento, haciendo su parte.
Durante aquellas semanas de trabajo arduo, se percató de que Jungkook no era una persona tonta, tampoco es que no tuviera la capacidad, de hecho se explicaba muy bien con las palabras, relataba las cosas de manera muy concisas, con buen vocabulario y muy claras. Era capaz de persuadir a cualquiera solo con su manera de hablar.
Estaba seguro de que todo saldría bien.
Quedaban unos 6 minutos para que la clase iniciara y los alumnos llegaban poco a poco, hablaban con sus compañeros, con los cuales presentarían el trabajo, aclarando las últimas cosas y repasando.
Todos los alumnos de segundo de High School debían hacer ese trabajo como una parte obligatoria de comprensión lectora y expresión oral, así que los mejores trabajos, serían expuestos en la semana de puertas abiertas del instituto.
Su compañero de exposición llegó tres minutos antes, cosa que jamás había hecho, se sentó a su lado, junto a la tesis que él le había entregado en las manos.
— ¿Estás listo? — Preguntó. —
— Por supuesto. — Ambos sonrieron. — ¿Y tú? ¿Listo? —
— Siempre lo estoy. —
Soltó una leve carcajada y sonrió. Iban seguros de sí mismos.
Una vez sonó el timbre, la profesora los envió al gran teatro que se encontraba en el instituto, el cual solo vio la primera vez que estuvo en el instituto, cuando conoció a Jin.
El teatro parecía sacado de la película High School Musical, aunque para ese entonces no existiera la película, saldría al año siguiente en esa realidad.
Se les pidió que se sentaran en parejas, acorde habían hecho el trabajo.
Cientos de alumnos, se encontraban allí, todos de último año.
En una de las últimas filas ocupadas, ya que la mitad no lo estaban, percibió la figura de sus amigos. Los saludó con la mano y sus amigos hicieron lo mismo mientras hacían pequeños saltos.
Sabía que Jin hizo el trabajo junto a Hoseok, y Yoongi junto a un compañero de su clase, el cual Taehyung no conocía.
Se sentó después de una llamada de la profesora de literatura por el micrófono, iban a repartir los números de parejas y conforme hayan sido numerados, realizarían un sorteo para saber el orden.
A ellos les tocó el número 21 y en el sorteo les indicaron que saldrían los décimos. No estaban ni en el inicio, ni al final, así que estaba agradecido por ello.
Los primeros en salir fueron Yoongi y aquel compañero suyo.
Aplaudió cuando anunciaron su entrada y escuchó con atención la presentación. Según la clase, cambiaba el clásico leído, así que no sería del todo aburrido.
Las tres primeras horas pasaron rápidamente y ya era hora del lunch. Nueve parejas ya habían terminado su presentación, aquello quería decir que los siguientes, después de la estancia en la cafetería, serían ellos.
Salieron del teatro y el rubio se reunió con sus amigos.
— Te ha salido genial, Yoon. — Abrazó a su amigo. —
— Gracias... Estaba bastante nervioso. —
— Ni se ha notado. — Dijo Jin con una sonrisa tranquilizadora. —
Durante todo el almuerzo los chicos estaban callados debido a los nerviosos que estaban, excepto el peli menta, quien estaba tranquilo porque ya había realizado su presentación.
Cuando sonó el timbre, que indicaba que todo continuaba, provocó un escalofrío en su cuerpo, y creyó ver que al resto de alumnos les sucedió lo mismo.
Fue abrazado al brazo de Yoongi hasta el teatro, ya que se tuvieron que separar debido a que Taehyung debía ir al escenario.
Se encontró a Jungkook al pie del escenario, esperándolo, cuando se posicionó a su lado, subieron por un lateral, detrás del telón.
— Te ves nervioso. — Comentó el pelinegro. —
— Ya sé que me veo nervioso. —
El contrario no dijo nada al escuchar su respuesta, la profesora les indicó que se posicionaran en el centro del escenario. No podían ver al público, ya que el telón rojo lo impedía.
Se pusieron donde les indicaron y unos alumnos que se encargaban de los micrófonos, se los entregaron.
— Empezáis en dos minutos. — Dijo la chica. —
— Gracias. —
Respiró hondo, todo estaba oscuro, puesto que no sería hasta que les enfocara el foco, cuando podrían ver algo.
Escuchó la voz de la profesora por los altavoces, indicando que las presentaciones seguían y empezó a presentar la siguiente pareja, ellos.
— Todo saldrá bien. — Jungkook posicionó la mano en su hombro, cosa que le sorprendió. — No estés nervioso, estoy seguro de que lo harás genial, pero si quieres empiezo yo. —
— Vale... Mejor así, gracias, estoy seguro de que a ti también te saldrá genial. —
Ambos se miraron en silencio, pero al escuchar sus nombres salir de los altavoces, ambos miraron al frente, mientras la tela color roja se abría, dejando ver a la multitud. Un foco se encendió en su dirección, provocando que todo el público que antes lograba ver a la perfección, ahora lo viese como algo negro.
— Buenos días a todos. — Empezó su compañero. — Como ha dicho nuestra profesora antes, yo soy Jungkook Taylor y él es mi compañero Taehyung Williams. Hoy os venimos a presentar nuestra tesis sobre el clásico que hemos leído este semestre. —
El rubio lo miró, este hablaba con mucha seguridad, el micrófono estaba posado a centímetros de su boca y se movía ligeramente por el escenario, expresando lo que decía con sus manos y brazos.
Jungkook sabía hablar en público.
El chico pelinegro estaba siendo iluminado por el foco blanco, él no, ya que no le tocaba hablar. La luz provocaba que su pelo negro brillara debido al reflejo, sus ojos se vieran más brillantes y él se viera como una verdadera estrella.
No podía evitar observarlo y escucharlo como si fuera la primera vez que escuchaba ese discurso.
La vestimenta de este no era muy elegante, si algo fuera de lo que solía llevar. No se había fijado antes porque llevaba una sudadera encima, la cual se quitó antes de presentar. Su vestimenta consistía en una camiseta manga larga de cuello alto negra y un tejano pegado a sus piernas del mismo color.
Se veía muy bien con eso.
Estaba seguro de que si hubiera hecho esa presentación solo, no se habría presentado así, y probablemente no la habría hecho, ya que sus estudios no le importaban mucho, o eso le explicó. Suponía y en cierto modo sabía que aquello lo había hecho por él, para no fallarle y aquello le hizo sentir especial.
Cuando menos lo pensó, vio como Jungkook miró en su dirección y el foco lo iluminó. Sintió la mirada de todos y respiró antes de acercar el micrófono a su rostro y empezar a hablar.
Al inicio, sus palabras eran algo torpes y a veces se trababa. De vez en cuando miraba en dirección a su compañero, el cual lo miraba con una expresión seria, pero quería pensar y casi estaba seguro de que si no todos los estuvieran mirando, le mostraría una sonrisa tranquilizadora.
Con las primeras cosas relatadas, consiguió más seguridad y empezó a hablar más fluidamente, hasta que sin pensarlo, aquello terminó.
— Muchas gracias por escucharme a mí y a mi compañero Jungkook Taylor. —
Los aplausos se hicieron presentes y vio a sus amigos al fondo levantarse mientras aplaudían.
Miró a Jungkook, quien tenía una sonrisa escondida en los labios. Bajaron del escenario después de que cerraran el telón.
— Enhorabuena, chicos, ha sido genial vuestra presentación. — Su profesora les dio un abrazo a cada uno. —
Le agradecieron por sus palabras y se sentaron en sus respectivos asientos.
— Lo has hecho genial. — Susurró Jungkook cerca de su oído. —
— Gracias... Tú también. — Dijo algo acalorado. —
Las presentaciones continuaron, entre ellas las de Jimin junto a Namjoon y Jin con Hoseok. El día pasó con rapidez, hasta que una hora antes de terminar la jornada escolar, los profesores mandaron a subir a las 5 presentaciones con mejores calificaciones y que se presentarían a la jornada de puertas abiertas, pasándoles directamente con un diez en la asignatura.
Llamaron las diez mejores, para después, cuando estuvieran esas diez sobre el escenario, dijeran las 5 ganadoras.
— Jungkook Taylor y Taehyung Williams. — Los llamaron los últimos. —
La gente aplaudió. Miró en dirección a su compañero, quien estaba bastante serio.
— Vamos. — Se levantó agarrando la muñeca del pelinegro y caminó entre los alumnos para salir de la fila. —
Una vez se dirigieron al escenario, soltó su muñeca y subió las escaleras, posicionándose al lado izquierdo del escenario mirando desde el público.
Observó a Jungkook, este solo jugaba con las mangas de su camiseta y miraba a enfrente, pero al notar su mirada se giró, serio.
— Deberías alegrarte un poco, pon una sonrisa en la cara. — Se quejó murmurando. —
Aseguraba desde el día de la fiesta que Taylor no era un ser sin sentimientos, de hecho, el chico parecía mejor persona de lo que aparentaba. Sabía que detrás de ese rostro serio, había una sonrisa la cual no mostraba.
— Estoy contento, créeme. —
— Pues sonríe. —
Taylor forzó una sonrisa y Taehyung rio de lo penosa que se veía aquella sonrisa tan forzada.
— Veo que no es lo mío lo de sonreír. — Dijo ahora sonriente. —
El rubio rodó los ojos y escuchó lo que decía la profesora, quien anunciaba el cuarto puesto y aplaudieron a los escogidos.
— En segundo puesto, como de las mejores presentaciones de tesis, tenemos a la pareja número 21, Jungkook Taylor y Taehyung Williams. — La profesora anunció y todo el público se levantó a aplaudir. —
Williams carcajeó y se adelantó junto a Jungkook, al igual que el resto de parejas que habían sido nombradas. La profesora les entregó una especie de diploma y ellos agradecieron, para después retirarse.
Una vez acabó la entrega de "diplomas" indicaron que las cinco parejas ganadoras se adelantaran para realizar una foto de recuerdo.
— Somos los mejores, sin mí no hubiera sido posible. — Presumió el pelinegro, bromeando por lo bajo. —
— Cállate. — Le dio un golpe. —
Ambos se miraron.
— Ven aquí, venga. — Rio mientras agarraba del hombro al chico y lo acercaba a él. —
Justo el flash apareció y ambos miraron en dirección a la cámara, sonrientes, pero no a causa del logro de ser terceros, porque en realidad a ninguno le importaba, la causa de sus sonrisas era la presencia del otro.
Nadie lo sabía, la cámara había guardado la sonrisa de ambos chicos, pero solo ellos dos sabrían realmente a qué se debía.
Bajaron del escenario, después de que les entregasen las copias de las imágenes, y cada uno se fue por separado, ya que el timbre sonaría pocos minutos después.
El rubio se acercó a sus amigos y ellos lo abrazaron contentos.
— ¡Felicidades, Tae! — Lo abrazó Hoseok. —
— Deberíamos ir a tomar algo para celebrar. —Propuso Jin. —
Los cuatro se dirigieron a una cafetería cercana y pidieron un festín de comida; una infinidad de pastas, zumos, batidos y todo lo que estuviera al alcance.
Disfrutaban la comida con ganas y felicidad en sus rostros.
— Oye Taehyung... Soy yo, ¿o Jungkook estaba sonriendo y abrazándote? — Preguntó Yoongi. —
— Sí, explícanos qué ha sido eso. Te hemos visto hablar muy alegremente con él, parecéis amigos y todo, a veces pensaba que era el típico personaje de relleno en las películas. — Continuó el peli platino. —
El castaño, Jin, agarró la imagen que estaba sobre una silla sobrante y la observó.
— Te está abrazando y todo... Es cierto. —
— Quiero ver. — Dijeron los otros dos a la vez. —
Sus tres amigos estaban pegados a la foto y se miraron entre sí.
— Esto es un milagro de dios, por fin se le ve sonreír... Aunque la gente ahora pensará que eres amigo de él. — El mayor de todos, Hoseok, miró la foto con atención. —
— No es mi amigo. — Aclaró el chico. — Solo nos dejamos llevar por la emoción del momento. —
— Es cierto... Le pegaste un puñetazo, si fuese amigo tuyo no creo que lo hicieras. — Reflexionó el peli platino. —
Su amigo Jin Kim lo miró con una mirada insegura, no creyendo lo que decía del todo y estaba seguro de que más tarde le preguntaría a su casi algo. Aunque sabía que el chico no le diría nada, ya que Taylor probablemente le había prohibido a su amigo comentar algo sobre su vínculo con él, porque el único vínculo que existía entre ellos, era el sexual y nadie más aparte de Namjoon Brownstone, Jimin Hudson, él y los hombres con los que había estado el pelinegro, sabían de su bisexualidad, absolutamente nadie más.
Dejaron el tema de lado y se fueron a casa, cada uno en su coche, menos Taehyung, que fue llevado por Jin.
Una vez en casa, estuvo con sus hermanos viendo una película y más tarde ayudó para hacer la cena, finalmente cenaron, se duchó y se tumbó en la cama, observando la fotografía, a Jungkook pegándolo a su cuerpo mientras ambos sonreían.
Estaba feliz, aquel día había sido muy bueno.
Aquella noche soñó con un día normal en su realidad, el futuro. Un día que había vivido antes de llegar a Estados Unidos, pero que no recordaba del todo bien debido a sus recuerdos y mente enredada entre tantos recuerdos.
Esa noche, supo y empezó a ser consciente de que estaba perdiendo la memoria poco a poco y que su mente ya estaba adaptándose totalmente a esa nueva realidad, y estaba dejando de lado la anterior, la que tanto odiaba y en la que tan mal lo pasó.
Pero aquello no le importaba, siempre y cuando no volviera a Corea del Sur.
Y estaba seguro de que aquello no sucedería, podría vivir con esos sueños y desmayos.
════ ∘◦❁◦∘ ════
La semana avanzaba con normalidad. Clases, entrenamiento, partidos y sesiones de sexo con Williams, la misma rutina de siempre.
Jungkook se encontraba con sus amigos, en su casa, específicamente en su salón.
Su hermana no estaba en el hogar, así que no sucedía nada si ellos hablaban en una habitación común.
— Jin me ha preguntado si tú y el rubio sois amigos. — Explicó Namjoon. —
— ¿Qué, por qué? —
— Dice que Taehyung niega ser tu amigo, pero que cree que sí. —
— Williams está en lo cierto, no somos nada, ni amigos, ni nada, solo compañeros sexuales, nos llamamos para sexo y ya. —
— Y por eso este sábado has quedado con él para algo que no es sexo. — Recalcó Jimin. — Eso no es lo que hacen compañeros sexuales, es sobrepasar el límite. —
— Ahg, eso no es sobrepasar el límite. Solo trato de ser amable, a demás, soy muy duro con él, debo compensar eso de alguna manera. —
— Él parece tener mucha experiencia, no creo que tenga que ser recompensado. — Habló Namjoon. — Bueno, Jin me dijo que Taehyung había tenido varias parejas tantos sexuales como románticas antes de ti. —
— No me digas que se lo has dicho. —
— No, no, no, no le he dicho nada de que sois pareja sexual, solo lo comentamos... Porque le pregunté si alguno de sus amigos había tenido sexo... Para saber si Williams le había contado algo, pero no. Solo sabe que actualmente folla con alguien, pero no sabe quién, ni sospecha que eres tú quien se lo folla. —
— ¿Y por qué sabe que actualmente mantiene relaciones con alguien? —
— Porque el día de Halloween llegó como pato mareado a casa de Yoongi y según el Yoongi, dice que alguna vez más ha aparecido así a su casa, vive cerca de aquí, menos de diez minutos caminando, aunque ellos no lo saben. —
— Bueno, al menos no se lo ha dicho, eso está bien. — Opinó el peli naranja. — Aunque no entiendo de dónde ha sacado que seáis amigos. —
— Cree que lo son por la especie de abrazo y trato que tuvieron el otro día en las presentaciones. —
— ¿Por eso, en serio? — Preguntó Jimin sarcásticamente. —
— Yo creo que eso es un trato de amigo, nadie se abraza con su compañero de trabajo de clase. —
— Puede ser la emoción del momento. — Contestó el menor del grupo, Jimin. —
Suspiró antes de cambiar el tema, no quería seguir hablando de eso, él tenía claro que no eran amigos.
— ¿Y cómo fue con Yoongi, Jimin? —
— Creo que no ha tenido mucha experiencia... — Comentó mientras bebía refresco. — Tampoco me importa, pero no estuvo mal, podría repetir, estuvo bastante bien él siendo activo. —
— Pensé que tenías una preferencia por ser el activo tú. —
— Y la tengo... Pero Yoongi... Se mueve muy bien y es... — Lo cortó Namjoon. —
— No nos des más detalles, gracias. —
— ¿Y tú con Jin? — Preguntó el peli naranja mirándolo. —
— Nada mal... Creo que le pediré que sea mi novio. —
— ¿Estás enamorado? ¿Esto es real? ¡¿Namjoon enamorado?! — Dijo Jimin muy feliz. —
— Quiero algo serio con él y esta vez no estoy mintiendo... —
— Me alegro por ti Nam, no podías seguir así. Tenías que encontrar a tu media naranja y ya lo has hecho. —
— Tú hablas mucho, pero no has encontrado la tuya. — Contribuyó el mayor del grupo, Jungkook. —
— Lo haré, pero paciencia. Al menos no soy un animal salvaje que solo quiere aparearse. —
— ¿Para qué quiero a un parásito que dice ser mi pareja? — Preguntó. — No me sirve de nada tener a una persona pegada a mí y tener que ocuparme de su bien estar. —
— No tiene por qué estar pegada a ti todo el día, tampoco de su bien estar al 100 por cien, pero sí debe contar contigo. Yo prefiero tener pareja a solo follar con alguien y después de eso ni hablar. —
— Pues yo sí, mejor divertirse un rato y ya. —
— Algún día me entenderás, quizás no sea pronto, pero lo harás. Cuando te enamores de verdad lo harás, Namjoon ya me entiende. —
— Lo que digas, Jimin. —
— Yo apoyo la opinión de Jimin... Yo hasta que no me empecé a juntar con Jinnie, no lo entendía, pero ahora ya lo hago. De verdad quiero estar con él siempre. —
— Namjoonie está enamorado. — Canturreó el peli naranja mientras le revolvía el pelo al castaño. —
Taylor estaba feliz por su amigo, pero no podía comprender el porqué había tanto revuelo con eso de enamorarse. De hecho, a él le parecía una tontería, al menos enamorarse durante la adolescencia y buscar el amor de su vida o media naranja.
Él estaba bien con sus parejas sexuales, poder estar con quien quisiera cuando quería y listo. No se complicaba ni metía sentimientos que podrían hacerle sufrir de por medio.
No amaría a nadie, al menos en su adolescencia.
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El sábado por la mañana estuvo junto a su familia, desayunando en una pequeña cafetería de su barrio, ya que por la tarde sus padres irían a un cumpleaños de amigos de la universidad. Dejarían a sus hermanos con sus abuelos en el pueblo en el que residían antes, y él tenía que hacer la maleta para la concentración a la cual iría al día siguiente, y Jungkook lo ayudaría.
Después de comer, se despidió de su familia y lo dejaron solo en casa, nuevamente.
No se quejaba, de hecho, solo habían sido aquel par de semanas, ya que era habitual que su familia hiciera planes de ver películas en familia o cosas semblantes para los fines de semana. Se lo pasaba muy bien, pero agradecía tener un pequeño descanso en los que poder quedar con sus amigos o simplemente quedarse tirado en la cama haciendo el vago sin que le dijeran nada.
Por desgracia, el fin de semana anterior fue bastante ajetreado y ese igual, debido a su marcha con el club a la concentración en Nevada, en tierra cercana a Las Vegas.
Sabía que probablemente pasaría unos días por el centro de las vegas, un sueño frustrado de cualquier asiático, así que por fin podría conocer aquella ciudad tan famosa debido a la película que para ese entonces no existía, pero que Taehyung conocía, llamada Resacón en Las Vegas.
Por desgracia, el rubio no tenía edad para poder entrar a ese fascinante casino, el cual había visto recreado en miles de películas de su actualidad, ya que en el 2250 ya no se podía ver la versión original del casino, hotel ni de la película.
Podría al menos ver en persona aquel rascacielos, que era un hotel y casino a la vez.
Aquello de viajar al pasado no estaba tan mal, podía conocer infinidad de cosas que se recordaban en su época como algo antiguo, pero memorable.
Esperó con paciencia a Taylor, ya que quedaba poco para que llegara. Comía unas frituras sentado en el sofá del salón que compró en una tienda cercana.
Había organizado la ropa que llevaría a la concentración en la habitación, pero debía meterlo en la maleta y esa estaba en el salón.
Una vez llamaron a la puerta, él se levantó y abrió. Encontrándose con Jungkook en abrigo, ya que el frío era mucho mayor a hace unas semanas. Estaban a punto de empezar diciembre y en nada las vacaciones de navidad, así que en el tiempo se notaba. En Utah ya había nevado un poco, aunque la temporada de nieve comenzaría al empezar el mes siguiente.
El chico estaba con la nariz roja y se notaba, su piel blanquecina estaba más pálida de lo normal, debido al frío, aunque ese toque rojo le hacía ver gracioso y tierno, eso según la opinión del rubio
— Pasa, que hace frío. Mi familia no está, aunque quizás mis padres vuelvan antes de que te vayas, espero que no te moleste. — Vio al chico negar. —
La calefacción en su casa estaba bastante alta, también tenía encendida la chimenea, así que al abrir la puerta notó mucho el frío que salía de fuera.
El pelinegro entró y se sacó el abrigo, Williams le indicó donde dejarlo y se sentaron en el sofá.
— Así que te vas mañana... — Inició el chico que acababa de llegar. —
— Sí. —
— Una semana, es bastante para ser una concentración... Pues, pongámonos con la maleta y así acabamos rápido. —
Se pusieron a hacer la maleta, bajaron la ropa que había puesto y Jungkook le aconsejó llevarse algunas cosas que él no había pensado en llevar, pero le hizo caso debido a que el chico probablemente había ido a muchas más concentraciones en su vida y sabía de lo que hablaba.
Mientras hacían maleta para una semana, charlaron de muchos temas distintos. Desde lo emocionado que estaba Williams por esa concentración y sobre la idea de visitar las vegas, también lo que quería hacer durante su estancia en el lugar, hasta lo que habían hecho ese día. Obviamente, no faltaron los comentarios coquetos y sexuales, porque ambos sabían que aquello acabaría en una sesión de sexo, en la que se aprovecharían al máximo antes del viaje de una semana.
— Sabes... No te lo dije... Pero el día que estuve aquí, vi... tus... — En ese instante supo que se refería a sus juguetes sexuales. —
— No hace falta que lo digas, sé a qué te refieres. — Dijo rojo hasta las orejas. —
— ¿Sueles utilizarlos? — Preguntó el pelinegro curioso. —
— No... Solo aquel sábado, los compré el día anterior. — Explicó mientras trataba de cerrar la maleta. —
— Así que no fuiste a mi entrenamiento por comprarte eso... — Sonrió divertido. —
— No fue eso, yo ni sabía a dónde iba, solo acompañaba a un amigo porque quería mi consejo y pues aproveché... y los compré. —
No sabía por qué estaba explicándole aquello, tampoco tenía porque justificarse, pero lo hizo.
Escuchó una carcajada proveniente del contrario y lo miró.
— Me gustaría probar algo. — Lo miró. —
— ¿Qué? No... —
— Mmm... Yo quiero probarlo, así que haremos eso. —
— Pero dime qué es al menos... —
— Ya lo verás. —
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La vista que tenía en frente suyo era demasiado excitante; Taehyung Williams a cuatro mientras introducía un dildo en su interior y su polla estaba totalmente erguida, goteando pre semen mientras un anillo vibraba al rededor de la base del falo.
Su cara estaba totalmente roja, sus ojos llorosos y se tornaban blancos del placer.
Él estaba sentado en una silla, observando aquella imagen, notando su miembro crecer y apretar su ropa interior.
"Gime mi nombre mientras metas ese trozo de silicona" recordó decirle mientras acomodaba el anillo vibrador al rededor del largo de Williams.
Efectivamente, le hizo caso, entre jadeos y gemidos, su nombre salía de esa bonita y sucia boca.
— Jungkook... bebé... — Gemía el chico al dar con su próstata. —
Ese apodo con el que lo nombró le encantó más de lo que quería, de hecho, a veces le había pedido al chico que le llamara así.
— ¿Sí, amor? —
— Por favor... Métemela... No me quites el anillo, no hace falta si no quieres, pero dame... —
Lo miró, el chico no podía con el placer, Taehyung estaba de cara a Taylor e incluso llegaba a babear del largo rato en el que tenía que abrir la boca para gemir, y era totalmente continuo aquel rato.
Lágrimas aparecían en sus ojos, cayendo por sus mejillas.
Notó que su orgasmo se hizo al ver como se contraía y su cuerpo se tensaba, se veía increíblemente bien durante este.
Un gemido agudo fue lo que se escuchó, mientras salía esperma de su parte íntima y aunque ya hubiera llegado al orgasmo, el dildo seguía en su interior, al igual que el anillo seguía vibrando a máxima potencia.
Poco después, la sobre estimulación le hizo gritar, una mezcla entre el placer y algo de dolor, pero Taylor sabía que no pasaría nada por sobre estimularlo de más.
Agarró el teléfono fingiendo estar indiferente, aunque en realidad Taehyung lo tenía deseando su cuerpo y metérsela como él le había pedido.
— Agh... Jungkook... — Gimió al sentirse aún más cerca del colapso. — Por favor... Mi bebé... Fóllame como tú lo haces. —
El pelinegro aguantó la sonrisa que quería salir de sus labios, una sonrisa de satisfacción y de excitación por la reciente mención por parte del rubio, referente a que él pertenecía y era de Williams, su bebé.
Finalmente, hizo lo que el menor le pedía, entregándose por completo y haciendo lo que aquella tarde le ordenara Taehyung Williams, al final, no le tendría durante una semana y lo haría disfrutar al máximo, haciendo lo que él indicara.
Hasta aquí el capítulo, es la primera vez que escribo algo tan rápido en bastante tiempo, espero que os haya gustado, mañana más. Votad para más.
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