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Taehyung suspiró, agobiado porque no entendía nada de lo que Jungkook le explicaba. Bueno, la realidad era que Taylor se lo estaba explicando muy bien, pero el problema es que el rubio estaba tan en contra de la opinión que defendía el contrario en su tesis, que no era capaz de entenderlo.

— ¿Pero qué no entiendes? El resto de grupos ya están ensayando las presentaciones. — Pronunció Jungkook estresado. —

Era cierto, el resto de parejas que estaba allí, estaban levantados en algún rincón de la clase practicando presentaciones y ellos dos continuaban tratando que el otro entienda la tesis. En cambio, ellos eran los únicos sentados acabando de explicarse la tesis.

Jungkook pudo entender a la perfección la tesis del menor, pero Taehyung era incapaz de entenderlo. La había leído por lo menos 4 veces y todo estaba muy bien redactado, de manera simple y que se pueda comprender, pero por mucho que supiera cada punto que defendía el pelinegro, no era capaz de verle el porqué.

Veía como el mayor perdía la paciencia, cosa que veía imposible tiempo atrás.

— Creo que lo entiendo... — Mintió. —

— No lo entiendes, deja de mentir. — Dijo con un tono algo más alto. — No entiendo que hay de confuso en mi maldita tesis. —

No había nada confuso, el problema era él que se negaba a aceptar que la opinión de Taylor tenía muchos argumentos a favor y que en muchos de los puntos estaba de acuerdo. Era terco y no era capaz de aceptar que la opinión del pelinegro era mucho más correcta que la suya.

— No hay nada confuso, lo entiendo... El problema es otro. —

El mayor lo miró y el timbre sonó, los alumnos salieron de inmediato y vio como Jungkook suspiró, aunque no lo escuchó debido al ruido.

Aquella era la última clase que tenían para acabar de alistar el trabajo y estaban muy mal.

— Lo que digo ahora, va muy en serio, tenemos que quedar para terminar. — Musitó el mayor. —

— ¿Cuándo? —

— ¿Este fin de semana? —

— No puedo...—

— ¿Hoy a las seis?—

— Tengo entrenamiento... Pero puedo saltármelo. —

— Vale, nos vemos esta tarde. — Dijo el pelinegro mientras se alejaba. —

No sabía cómo decirles a sus padres que no iría al entrenamiento para realizar el trabajo. Pero probablemente les mentiría diciendo que va a entrenamiento cuando en realidad no, o que tenía un examen muy importante y que tenía que estudiar en la biblioteca, ya que si les decía que iba a casa de un compañero no le dejarían por su castigo.

Tenía la vida imposible y todo era por culpa de Jungkook.

No podía estar saltándose entrenamientos porque sí y tampoco mintiendo a sus padres, porque no le gustaba mentirles. Pero estaba seguro de que aquella sería la única vez que lo haría.

Se dirigió a su siguiente clase y así fue todo el día.

La vida de Taehyung Williams no era muy interesante, tampoco hacía nada nuevo, pero si no fuera por Jungkook, él no hubiera hecho muchas de las cosas que había hecho con él; jamás lo habrían castigado, no se habría dado el lote con alguien en un aula, no se habría hecho de rogar, entre otras cosas.

Estaba de camino al campo de futbol, eran las cinco y treinta y cinco, ya que el bus había llegado al lugar cinco minutos atrás y no tenía nada que hacer, así que decidió ir allí sin que nadie se diera cuenta.

...

"¿Dónde nos encontramos?" Preguntó Taehyung por el chat.

"Yo entraré a entrenar, si quieres nos vemos en el parking del instituto, iremos a mi casa"

"Nos vemos, entonces"

...

Salió al gran campo, contempló lo grande que era y lo raro que era para él verlo vacío. Se apoyó en la pared del túnel por el que entró al pabellón y observó lo que sucedía.

Vio a un montón de chicos atravesando el campo mientras corrían, entre ellos Jungkook, quien sostenía una pelota y saltaba a algún jugador que intentaba hacerle caer. El chico iba vestido con una camiseta térmica negra corta, pegada al cuerpo y unos pantalones morados deportivos y anchos, del instituto, probablemente.

— ¡Vamos, vamos, vamos! — Gritaban unos chicos que iban vestidos prácticamente igual que el pelinegro en el banquillo. —

No entendía mucho del futbol americano, de hecho, cuando él y sus amigos iban a los partidos, solo hablaban de los jugadores del equipo contrario y si estaban follables o no. A sus dos amigos, Yoongi y Hoseok, ya que Jin ya estaba con Namjoon, solo les interesaba ver a los chicos sudando como personas humanas y derretirse por ellos. Sin embargo, Taehyung no se derretía por los jugadores que estaban buenos, solo podía mirar a Jungkook y lo mucho que quería otro momento íntimo con él.

Cuando salió de sus pensamientos, vio a lo lejos a Jungkook, respirando agitadamente mientras apoyaba sus manos en sus muslos, casi en sus rodillas. Le parecía normal, ya que él veía imposible poder recorrerse ese campo tan grande a la velocidad en la que lo hacía el pelinegro.

Poco después escuchó al entrenador que conoció dos días atrás gritar "¡todos a vuestras posiciones, jugaremos un cuarto de partido!"

Llegó a escuchar las quejas por parte de los del banquillo, desde algunos diciendo que solo quedaban veinte minutos, hasta quejas de que estaban muy cansados. Ahora veía a aquellos que ese quejaban, puesto que se ponían en su posición mientras trotaban, y también vio a Jungkook quejarse con el ceño fruncido, aunque no podía escucharlo.

Se acercó un poco más, saliendo de su pequeño escondite, ahora que los del banquillo no podían verlo, y ahora ya podía ver a la perfección todo el campo.

Fue sorprendente ver a los chicos hacer un mini partido sin protecciones (excepto la dental y de parte íntima), pero se veía que era mucho menos agresivo y no hacían placajes tan fuertes. La fuerza abrumadora con la que Taylor realizaba los placajes fue sorprendente, aun así, no estaba ejerciendo toda la fuerza por temas de no llevar protecciones.

Logró entender cómo los jugadores sacaban la musculatura tan marcada en los brazos, piernas y en general todo el cuerpo, ya que al verlo sin toda la gran protección, podía lograr ver dónde ejercían la fuerza.

No podía evitar dejar de mirar al chico, e incluso juró, por un momento, ver al pelinegro mirar hacia su dirección.

El sonido del silbato que llevaba el entrenador fue muy alto, haciendo que todos los jugadores pararan de inmediato.

— ¡Podéis ir a ducharos chicos, buen entreno! —

Todos caminaron en dirección al banquillo, provocando que Taehyung se espantara y se escondiera nuevamente en su escondite pegado a la pared. No mucho después, el sonido de las voces fue disminuyendo debido a que entraban al vestuario y se relajó, pudiendo respirar profundo luego de ese gran susto.

Alguien lo agarró por la muñeca, dándole un susto de muerte y tiró de él. Un grito ahogado fue lo único que se escuchó de su parte y empezó a andar porque si no, caería. Ahora, más consciente de lo que acababa de suceder, observó quién era la persona que había hecho tal cosa. Era algo obvio, pero Taehyung no cayó hasta ese momento, era Jungkook.

— ¿Qué haces enfermo? Casi me muero. —

— No ibas a morir, exagerado. Solo camina. —

El chico seguía con la ropa de entrenamiento, estaba sudado, con el pelo mojado y llevaba la mochila deportiva en su hombro derecho.

Muy sexy...

Se soltó del agarre después de forcejear y se puso a su lado, caminando con rapidez.

Salían del instituto, pero no se pararon en el parking, caminaron hacia una dirección que desconocía, bastante alejados del instituto, entrando en un parking que no había visto jamás, pero en este había muy pocos coches, y ninguna persona, solo ellos dos.

Pudo ver el coche del pelinegro a lo lejos, no podía acabar de recordarlo, ya que el día del baile entró, pero estaba bañado en excitación y no era capaz de asimilar más de un 20% de las cosas que sucedían.

Taehyung estaba con su mochila en la espalda, pero el mayor le hizo un gesto que entendió y le dio la mochila, guardó las de ambos en el maletero.

Taehyung lo esperaba apoyado en la puerta del copiloto, para que abra el coche y poder entrar. Sin embargo, este se posa delante de él y lo empieza a besar agresivamente, sin ser correspondido por al menos 10 segundos.

— Qué... haces... — Dijo mientras ponía los brazos al rededor del cuello de este y sus manos en la cabellera negra mojada. —

El peso de su cuerpo lo apoyó por completo en la puerta del vehículo mientras seguía besándolo.

— Te dije que vinieras después del entrenamiento, no veinte minutos antes. — Susurró después de apartarse un poco del rubio. —

— Pensé que no me verías... —

Notó otra vez los labios de Taylor sobre los suyos e inconscientemente, hizo un movimiento de pelvis hacia arriba, buscando la contraria.

— Después de los entrenamientos no estoy de humor, por eso te pedí que vinieras después. —

— ¿Cómo que no estás de humor? — Preguntó entre besos. —

— Simplemente, tengo que desestresarme después... —

El chico entendió a que se refería Jungkook y jadeó en su boca en modo de comprensión y de agrado a lo que acababa de decir.

— Y si no te desestresabas conmigo, ¿con quién lo harías? —

— Dejaría que pasara... Se me va con el rato... —

— Si lo necesitas, puedes llamarme después de tus entrenamientos, me han cambiado el horario, así que tengo un rato antes de empezar el mío. — El tono que utilizó era casi inaudible, pero el mayor lo entendió y seguidamente lo siguió besando. —

— ¿Ahora eres tú el que se ofrece? — Pronunció en un tono coqueto. — Haces ver que no quieres, cuando realmente lo deseas. —

Vio el gesto que hizo con la mano para abrir el coche con el pequeño botón que había junto a las llaves.

Taehyung se apartó.

— No podemos follar aquí, vayamos a mi casa. —

Este asintió con rapidez y entró al coche algo desconcertado. Taylor entró por la otra puerta y se sentó, poniéndose el cinturón y arrancando.

— Primero acabemos el trabajo. — Habló el pelinegro. — Después ya veremos. —

Taehyung asintió y se quedó en silencio.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Efectivamente, estaban acabando el trabajo después de una ducha rápida que se dio el pelinegro mientras el otro preparaba todo lo que necesitaban, Jungkook le explicaba la última página de su tesis y este escuchaba con atención, obligándose a entenderlo para adelantar la próxima posible sesión de sexo que tendrían.

Jungkook se percató de lo que sucedía y el porqué Williams estaba tan atento y comprensivo, haciéndolo reír y provocando querer aprovecharse de la situación, apoyando su mano en el muslo del menor y acariciándolo.

— Jungkook. — Habló con un tono de advertencia. —

— ¿Qué? Yo estoy explicándote mi tesis. —

Él lo hacía mientras acariciaba provocando, pero aquello hacía que el chico se retorciera juntando sus piernas y no prestara atención. Taylor lo "regañaba" por no estar atento, pero finalmente terminaron de entender ambas tesis.

El pelinegro cerró la tesis encuadernada y miró a Taehyung.

— ¿Qué hora es? — Preguntó el rubio. —

— ¿Ahora tendrás que irte? —

— No quiero, pero no sé si tengo mucho tiempo... Tengo que volver a casa. —

— ¿Por qué? —

— Estoy castigado y supuestamente estoy en el entrenamiento... — Aceptó. —

— ¿A qué hora tienes que estar allí? —

— Sobre las nueve. —

— Tenemos tiempo. — Dijo levantándose y luego acercándose el chico que estaba sentado. —

Apoyó las manos en los muslos del Taehyung, para seguidamente solo quedar apoyado en la mano derecha de él mismo y el muslo izquierdo del rubio, debido a que su mano derecha había ido directo a acariciar la entrepierna de Williams por encima de su pantalón de chándal negro.

Habitualmente los chicos pasivos carecían de un miembro con bastante longitud, pero en el caso de Williams, pudo comprobar que no era así, que el chico no le faltaba tamaño y que si quería, podría adaptar el otro rol haciendo y complaciendo a otro chico. Eso le hizo asumir que probablemente había probado ambas cosas y que el sexo siendo el de abajo lo disfrutaba más que si adaptaba el rol contrario.

Se agachó, quedando a la altura de la base de la silla y también del miembro de Taehyung, quien todavía seguía con ropa. Bajó el pantalón junto a la ropa interior, dejando salir lo que a continuación absorbería con su boca.

Jungkook no era el mayor fan de comer pollas, de hecho prefería evitarlo, pero sentía necesario darle un juego previo a su compañero sexual para que no se sintiera todo muy rápido y que solo él quería penetración. La penetración era increíble, no podía negarlo, pero el juego previo era lo que más disfrutaba la persona que acabaría siendo penetrada, ya que la atención estaba puesta completamente en su cuerpo y no solo en su culo.

Taylor empezó a engullir el miembro del chico, provocando gemidos por la parte de este. Lo hacía de manera rápida, pero no tanto, puesto que no quería formar un orgasmo en Taehyung de manera tan rápida.

No metía toda la longitud en su boca, solo la mitad, ya que la otra era masturbada por sus dos manos.

Al sentir que el líquido pre seminal se hacía más presente, indicando que no mucho después llegaría al orgasmo, paró después de darle un lametazo, limpiando el líquido antes de levantarse, agarrando la parte trasera de sus muslos e indicándole que se agarrara.

Williams no era un chico pesado, tampoco ligero, pero no pesaba lo suficiente como para ser una carga pesada para el mayor. Lo dejó sobre la cama, tumbado boca arriba y se puso entre sus piernas para besarlo mientras con una de sus manos subía la camiseta.

Una vez dejó al chico desnudo por completo, decidió ir rápido, ya que no tenían demasiado tiempo como para hacer ambos juegos previos, haría algo más para el chico y más tarde él haría su trabajo.

Abrió las piernas de Taehyung, para ir directo a su agujero. La última vez no pudo disfrutar demasiado de eso, aquella vez lo haría mucho mejor. Bajó su cabeza, y pasó la lengua por el anillo de músculos, provocando una palpitación notoria y un gemido agudo. Besó, lamió y metió su lengua, escuchando y estando atento de qué movimientos le gustaban más a Taehyung, guiándose por sus gemidos y arqueamientos de espalda.

Una vez lubricó bien de su saliva la entrada del rubio, sacó algo de lubricante para utilizarlo más tarde e introdujo un dedo en el chico, abriéndose paso por la apretada zona. Abrió el bote de lubricante con la boca y vertió una cantidad moderada encima de su dedo y mojando la entrada del chico.

Había probado distintos tipos de lubricantes, sin embargo, muchos de ellos eran espesos, pegajosos y no se ajustaban a lo que él quería, finalmente, encontró uno que le gustaba y tenía varios de esos en casa para que no le faltara en el peor momento.

Después introducir, dos e incluso tres dedos, asumió que aquello ya estaba preparado y lo suficiente dilatado como para poder recibir el miembro de Jungkook.

Se bajó los pantalones a la vez del bóxer y los dejó a la altura de sus rodillas, ya que llevaba ansioso desde minutos atrás y por no tener la misma movilidad, no significaba que follaría peor al rubio.

Se sacó la camiseta por petición del contrario, se colocó un condón y seguidamente se alineó con el agujero de Williams, el cual palpitaba de necesidad. Vertió una buena cantidad de lubricante y entró de una sola estocada, provocando que el menor gimiera alto y su interior diese un apretón, el cual excitó aún más a Jungkook.

Acomodó las piernas del rubio sobre sus hombros y empezó a embestirlo.

Notó la mirada del menor cristalizada, probablemente nublando su vista por la excitación. Tenía las mejillas rosadas y los labios hinchados, entreabiertos, soltando algo de saliva.

Tan bonito...

Cada vez que llegaba a lo más profundo, el chico abría un poco la boca, soltando un gemido y palabras ininteligibles.

— Más... — Gimió Taehyung luego de que Jungkook ralentizara el ritmo. —

Taylor no diría que no a aquel tono de súplica, así que empezó a embestir más duro y rápido.

El orgasmo del pelinegro estaba al borde de la esquina, probablemente el del rubio, también, así que empezó a dar repetidamente en la próstata de Taehyung, provocando que el interior del chico se volviera más palpitante y apretado.

El gemido alto y agudo que soltó comprobó e hizo que Jungkook comprendiera el orgasmo que estaba teniendo el chico, seguidamente el suyo, el cual fue provocado gracias al interior aún más apretado de Williams. Las piernas del menor cayeron a los costados de su cuerpo, ya que anteriormente habían estado encima de sus hombros. Una vez sus respiraciones se calmaron, sacó su miembro y se apartó, dejando a Taehyung levantarse para que se vaya a limpiar al baño.

Él hizo lo mismo, solo que se fue a otro cuarto de baño, se quitó el condón, limpió y se puso la ropa, después ya se daría su merecida ducha.

Cuando volvió, el rubio estaba cerrando su mochila sobre el escritorio y posteriormente se colgó la mochila en la espalda.

— Gracias por la invitación. — Dijo mientras salía de la habitación. — Practica la presentación, será el lunes que viene. —

Y lo dejó solo, mirando el pasillo vacío.

Al final las cosas eran así entre compañeros sexuales; cuando acababa el placer y el sexo, ya no había nada más que hacer, habían cumplido.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Las 20:30...

Había perdido el autobús y quedaban 20 minutos para que llegara el próximo.

Mis padres me matarán.

Estaba en el barrio de Jungkook después haber sido follado, con las piernas débiles y bastante cansado. Tenía como opción ir a casa de Yoongi y rogarle que le llevara a su casa, pero ya sería la segunda vez que iría a casa de este después de follar y quizás se haría sospechoso.

Pero si no lo hacía, llegaría tarde a casa y el castigo se extendería más.

No tuvo otra y se dirigió en dirección a la casa de su amigo lo más rápido que pudo. Después de un orgasmo y una sesión de sexo como esa, era imposible mantenerse en pie debido a lo débil que se sentía física y mentalmente.

Llamó a la puerta, encontrándose con Yoongi.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó confuso. —

— Llévame a casa, por favor. — Dijo con un tono de súplica. — O mis padres me matarán. —

— No me digas que otra vez has follado con ese tipo. — Murmuró riendo. —

— Sí, ¿vale? Mis padres piensan que estoy en el entrenamiento y el autobús no pasa hasta dentro de quince minutos. —

— ¿No has ido al entreno por follar? — Preguntó mientras caminaba hacia el coche. — Ese chico debe follar bien... —

— Deja de bromear y llévame. —

Ambos subieron al vehículo y el peli menta conducía con rapidez para llegar a tiempo al hogar del menor.

— ¿Se puede saber quién es ese chico? —

Taehyung negó con la cabeza.

— Solo un conocido. —

— Me gustaría conocerlo... —

Ya lo conoces.

No respondió nada y buscó entre los CD para poner alguna canción que le gustase. El camino se hizo ameno debido a la charla que tenían ambos amigos, hasta que finalmente llegaron a su destino.

— Me has salvado la vida, mil gracias. —

— De nada, aunque deberás presentarme a ese tipo. —

— No te prometo nada, ¡hasta mañana Yoongi! —

— Hasta mañana Tae. — Se despidió y arrancó. —

Las 20:50, justo a tiempo.

Entró a casa con su mochila y saludó a sus padres para luego ir directo a su habitación para ducharse.

Dejó caer el agua y se mojó el pelo, para lavarlo bien y después enjuagarlo, más tarde, se limpió el cuerpo, sobre todo en sus zonas íntimas, ya que en caso de su trasero, estaba con algo de lubricante. Y después se quedó bajo el agua de la ducha, pensando.

¿Qué pasaría si le contara a sus amigos que follaba con Jungkook Taylor?

Taehyung tenía la suposición de que no le creerían o simplemente le dirían que mejor no se juntara con alguien así. Pero Taehyung, a pesar de no caerle bien Taylor, sabía qué clase de persona era el pelinegro y por mucho que no le agradara, solo tenía una relación sexual con él y solo buscan placer mutuo, cosa que no haría tendría porque afectar al resto.

Salió de la ducha, tenía frío debido al cambio de temperatura que había entre el aire y el agua con el que se había duchado.

No tuvo más pensamientos respecto al tema que le había dado vueltas durante toda su ducha, ya que sabía que de momento no tenía planeado contarlo y tampoco creía hacerlo algún día.

Se sentó en la mesa junto a sus hermanos, quienes comían la cena que habían preparado sus padres.

— ¿Cómo ha ido el entrenamiento, cariño? — Le preguntó su madre. —

En ese momento no supo qué contestar debido a que se bloqueó, ya que no sabía mentir. En ese preciso instante, todos los recuerdos de lo que había hecho aquella tarde volvieron a su mente, acalorándolo y dejándolo rojo.

— Muy bien, como siempre. —

Empezó a comer mientras se moría de la vergüenza. Sus hermanos se rieron de él debido a lo rojo que estaba, bromeando con que parecía un tomate, todo desde su humor de niños.

Durante la cena empezó a encontrarse mal, como aquel día en el que se desmayó, sin embargo, no lo hizo. Cuando terminó de comer, ayudó a sus progenitores a recoger la mesa y después subió a su habitación, encontrándose aún peor.

Cuando entró por la puerta, ese mareo mucho más fuerte volvió al igual que días atrás.

La cabeza le dolía demasiado, notaba palpitar sus sienes y la mirada se le desenfocaba.

Se sintió inestable y sus piernas fallaron, provocando que cayera hacia delante, pero por reflejo sus manos lo salvaron, apoyándolas en el suelo.

No mucho después, sus brazos también fallaron, provocando que cayera al suelo en el mismo instante, tornándose todo negro, otra vez.

Abrió los ojos, estaba en las escaleras de su casa en Corea y en ese instante recordó la caída que tuvo la primera vez que se desmayó y apareció en el lugar.

Se levantó del suelo y fue directo al baño, donde se miró al espejo y vio la misma herida que se hizo días atrás en Estados Unidos.

Se la limpió, al igual que la última vez, y añadió una curita.

Fue en dirección al salón, el cual estaba vacío debido a que sus padres probablemente estaban trabajando y se sentó en el sofá.

Las noticias se reproducían, las cuales hablaban de Corea y sus temperaturas en los próximos días a partir del 16 de febrero de 2250.

Agarró su tableta, de la cual salió un holograma y la utilizó. Una vez se cansó, decidió ir a su habitación, la cual recordaba más grande, y se tumbó mirando al techo.

— ¿Esta vez sí me quedaré aquí? — Preguntó en voz alta. —

Con el rato, sus párpados comenzaron a caer, haciéndole quedarse dormido.

Despertó nuevamente, pero aquella vez estaba en su habitación de Estados Unidos. Aquella vez, no despertó con una herida, pero sí tirado en el suelo.

No estaba tan confundido y asustado, lo único que hizo fue estirarse en la cama, al igual que hizo en su realidad y presente.

Allí pensó en su vida, la repasó en su idioma materno, en su mente.

Soy Kim Taehyung, de C...

Se quedó estancado pensando.

Soy Kim Taehyung de...

No recordaba de dónde era. Se levantó rápidamente hacia su mesilla de noche y agarró la libreta donde escribía las cosas y nuevamente, al igual que la anterior vez, la palabra había desaparecido.

Tienes que recordarlo, ¿de dónde vienes Kim Taehyung?

Se forzó a recordarlo, pero no podía, no era capaz.

Finalmente, se rindió y decidió irse a dormir.

Ya lo recordaría...

¡Hola! Nos volvemos a ver después de muy poco tiempo. Espero que os haya gustado el capítulo, por fin ya nos estamos adentrando al desarrollo de la historia y salimos por completo de la introducción. He aprovechado este puente para publicar 3 capítulos esta semana y la siguiente solo será uno. Pero a partir del 20 tengo vacaciones durante tres semanas y estaré con un ritmo mucho más seguido e intentaré acabar el fanfic antes de que acaben esas vacaciones. Tengo muchas ganas de que llegue ese momento. Nos vemos la semana que viene y no olvidéis votar 😉

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