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Los dos chicos esperaban en la pequeña sala antes de entrar a dirección, la sangre que minutos atrás caía por la boca de Taylor había cesado, sin embargo, sus dedos dolían, ya que el golpe fue mucho más fuerte de lo que creyó.

Jungkook miraba el suelo, con las piernas abiertas y con sus brazos, uno apoyado en cada pierna.

En cambio, Taehyung tenía los pies juntos, mientras cruzaba los brazos a la altura de su abdomen y tenía la cabeza a una altura normal.

Minutos después, la secretaria los llamó, dejándoles pasar al despacho de uno de los directores. Él se sentó en la primera silla que vio y el pelinegro a su derecha.

— ¿Quién os ha mandado? —

— La profesora de literatura... — Contestó Jungkook. —

El director hizo silencio, mientras ordenaba unos papeles y agarraba una pila de papeles agrupados, como si fueran post-it, y suspiró.

— ¿Qué ha sucedido? — Agarró el bolígrafo. —

— Empezó él primero. — Contestó de inmediato. —

Jungkook rio ante la respuesta de Williams y el señor carraspeó, callándolo.

— Me da igual quién empezase, ¿por qué la profesora os ha mandado aquí? —

— Le di un puñetazo... Pero él también llevaba molestándome un buen rato. —

El mayor de ambos adolescentes arqueó una ceja mientras lo miraba.

— Vale... — Arrancó uno de los papeles. — Ambos estaréis castigados esta tarde, después de clase. — Dijo mientras escribía. — Espero que no tengamos que separarles de clase porque le haya metido otro puñetazo, Williams. — Siguió escribiendo. — El castigo será de cinco a siete. —

— ¡Pero tengo entreno! — Dijeron ambos a la vez. —

— Me da igual, le llevaréis este papel a vuestros entrenadores, justificando vuestra ausencia. Ellos lo entenderán.—

Taehyung suspiró molesto.

— Ya podéis retiraros, id a vuestros entrenadores antes de la siguiente hora, ahora no entréis a literatura. —

Se levantaron de sus sillas y salieron, Jungkook detrás del rubio.

— Todo es tu culpa... — Refunfuñó Williams mientras caminaba con pasos fuertes. —

— Hoy has empezado tú. — Dijo Taylor tranquilo. —

El pelinegro no perdía la paciencia con facilidad, y el rubio todo lo contrario.

— ¿Dónde vamos? — Preguntó el mayor. —

— A por mi entrenador, luego a por el tuyo. —

Caminaron en silencio, sin decir ninguna palabra.

Llegaron al pabellón de voleibol y básquet, entraron a una pequeña sala, donde estaba la puerta del despacho de los entrenadores tanto de voleibol como de básquet. Llamó a la puerta con un par de golpes y escuchó un "adelante". Ambos chicos entraron, encontrándose con los dos entrenadores, el de básquet, al verlos entrar, se levantó y se fue después de ver que tenían que hablar con su compañero.

— Taehyung, Taylor, ¿qué os trae por aquí? ¿No deberíais estar en clase? —

— Buenos días, entrenador... Sí, deberíamos estar en clase, pero venía a enseñarte este papel, ya que no podré asistir al entrenamiento de hoy... —

— ¿Qué ha sucedido? — Preguntó su entrenador. — Espero que nada grave. —

— Estamos castigados... — Murmuró avergonzado mientras extendía su brazo, entregando el papel. —

— Castigados de cinco a siete por discutir en clase, por agresión física y verbal... — Leyó. — ¿Agresión física? — Rio. —

— Me ha dado un puñetazo... — Habló Jungkook. —

— ¿Le has dado un puñetazo? — Preguntó el entrenador a Taehyung riendo. —

— Sí, entrenador. —

— Bueno... ¿Podrías darme tu carnet de estudiante? Debo escanear el papel y tu carnet para poder justificar la falta y enviarle al director que sé sobre esto... —

El rubio sacó de su bolsillo el carnet y se lo entregó. El señor se levantó junto al papel y lo metió en una impresora, fotocopiando y escaneando los papeles, para que luego aparezcan en la pantalla de ordenador y un papel con las dos cosas.

Se acercó a la mesa y guardó el papel en una carpeta que había en un cajón llamada "Justificaciones directivas". Agarró un papel parecido al que tenía el director y escribió algo, firmó, puso un sello del instituto y se lo entregó al chico.

— Deberás entregarle esto al profesor que esté en el aula de castigados con vosotros. — Sonrió mientras entregaba el pequeño papel. —

— Muchas gracias, entrenador. —

— No te preocupes, chico. Hoy en el entrenamiento iba a hablar sobre el cambio de partidos que tendremos debido a la subida de puesto... Y también que tendremos entrenamientos matutinos, ya que ahora el nivel de equipos será más alto... Hay que estar a la altura. —

— ¿Entrenamientos matutinos? ¿A qué hora? —

— Tenéis que estar preparados para lo de dentro de tres semanas y los partidos... Los entrenamientos matutinos serán de seis a siete y media, todos los días. —

Taehyung era una persona a la que le costaba madrugar, y si ya le costaba despertarse a las siete menos diez de la mañana, no se imaginaba lo que sería despertarse una hora antes.

— Pero a esa hora no pasan autobuses... —

— ¿Vives muy lejos? —

— A cuarenta minutos en autobús. —

El entrenador hizo un sonido de siseo, mostrando algo de molestia.

— Ya veremos que hacemos, pero si tus padres pueden traerte sería estupendo. —

— De acuerdo, entrenador. Muchas gracias y disculpa por la ausencia que tendré esta tarde, no volverá a suceder. —

— No te preocupes. — Le dio un golpe de comprensión en la espalda. — Cuidado de no volver a agredir a Taylor. — Sonrió y Taehyung rio, para después despedirse. —

Jungkook salió en silencio y se dirigieron al campo de futbol.

Allí, si había gente, eran de primero, estaban haciendo educación física.

Ambos chicos se fueron al pequeño cobertizo, el cual simulaba ser el despacho del entrenador de futbol americano.

Esta vez el que iba detrás del otro, era Williams.

Jungkook llamó a la puerta y se escuchó la voz del entrenador de futbol, entraron y vio al señor. No era muy mayor, no llegaría a los 40, más o menos tenía la edad que su entrenador Tenía el pelo negro, con algunas canas de por medio. Su barba estaba bien recortada, perfilada. Este saludó al pelinegro con abrazo cordial y seguidamente lo miró a él.

— ¿Quién es tu compañero, chico? — Preguntó al pelinegro. —

Los entrenadores tenían algo serio con llamar chico a los adolescentes.

— Taehyung Williams, de segundo año. — Contestó Taylor. —

— Encantado de conocerte. — Le dio la mano. — ¿Entrenas algún deporte? —

— Sí, soy del club de voleibol. —

— Voleibol... Yo jugaba cuando era adolescente, aunque lo dejé por el esfuerzo mental que requería y me fui a jugar futbol americano... Solo fuerza bruta... ¿En qué posición juegas, joven? —

— Soy colocador. —

— Un puesto complicado... Yo era bloqueador... — Se quedó pensando en silencio. — ¿Qué os trae por aquí? —

— Esta tarde no podré estar en el entrenamiento... — Dijo Jungkook. —

— ¿Ha sucedido algo? — Preguntó el señor. —

— Solo nos han castigado. —

— A ver, dame el papel... —

El mayor de los dos chicos castigados miró en dirección de Williams, quien recordó que tenía el papel que le había dado el director, este lo sacó de su bolsillo y se lo entregó al entrenador.

— Castigados por discutir en clase, agresión física y verbal. — Leyó al igual que el entrenador de voleibol. — No me digas que has golpeado a Williams... — Dijo enfadado hacia Taylor. —

El chico solo se quedó en silencio mientras negaba con la cabeza.

Finalmente, el entrenador se percató de lo que sucedía mientras abría la boca mirando a Taehyung. El rubio estaba rojo, avergonzado. El señor rio, se acercó y le dio unos golpecitos en el hombro.

— No sé qué habrá hecho Jungkook para que le hayas dado un golpe, pero perdónale, es un buen chico. —

— Yo no considero que sea un buen chico. — Dijo haciendo reír al entrenador. —

— Si no se disculpa como es debido, sabes donde encontrarme. —

El menor sonrió.

— Muchas gracias. — Rio. —

El señor hizo lo mismo que el otro entrenador y le entregó a Jungkook el papel que debía entregarle al profesor.

— Ahora id a clase, dentro de poco sonará el timbre. —

Se despidieron y salieron del pequeño cobertizo.

Ambos caminaban por los pasillos en silencio, aunque segundos después, el fuerte sonido del timbre sonó y muchas de las puertas de las aulas se abrieron, dejando salir a los alumnos. Todo estaba lleno de adolescentes, provocando que ambos chicos se separasen y no volvieran a verse.

Williams se fue a la clase que le tocaba y estuvo tranquilo junto a sus amigos.

Cuando llegó a casa, sus padres ya habían sido informados de su castigo y le preguntaron al respecto, prohibiéndole por completo salir aquel fin de semana con sus amigos.

Lo vio justo, pero a la vez podía justificarse, cosa que no hizo para no enfadar más a sus padres y también porque no podía explicarles muchas partes y tampoco de la relación que tenía con Jungkook Taylor.

Prefirió dejar las cosas así y no salir aquel finde, porque en principio no tenía nada que hacer. Aunque sus amigos eran muy de planificar planes a última hora.

Tuvo que volver al instituto y no para entrenar.

Fue a la misma sala donde estuvo aquella semana y allí estaba Taylor, quien lo miró al entrar.

Por un momento llegó a pensar que se escaquearía del castigo, pero no, estaba allí, esperándolo a él y al profesor que los llevaría al aula de castigados. No tardó demasiado en llegar. El profesor que los llevó al aula era desconocido para el rubio, ya que no hacía clase con él.

— Sois de segundo, así que no creo que sea necesario quedarme aquí toda la hora viéndoos y vigilando... — Los miró. —

Cada uno estaba sentado en una mesa, Taehyung estaba bien sentado, apoyado en el respaldo de la silla, recto. Sin embargo, Jungkook solo apoyaba la parte superior de su espalda en el respaldo de la silla, medio estirado.

— ¿Es la primera vez que os castigan? —

El rubio asintió y el contrario negó.

— Bien, para ti, Williams, durante estas dos horas, podéis realizar tareas atrasadas o no hacer nada. Podéis utilizar los ordenadores, siempre y cuando sea para cosas escolares. Pero nada del teléfono móvil, tenéis que entregármelo. —

El menor suspiró y sacó el móvil, entregándoselo, el pelinegro hizo lo mismo.

— Bien, vendré dentro de una hora a revisar que todo está bien y luego a las siete para avisaros de que podéis iros... —

— De acuerdo. —

El sonido de la puerta cerrarse fue lo único que se escuchó. Taehyung se levantó y se dirigió hacia un ordenador, para acabar el trabajo de literatura.

No le quedaba otra, ya que ni de broma hablaría con Jungkook.

Abrió sesión y entró en el documento, empezando a escribir. No le quedaba mucho para acabar su tesis.

Taylor no hizo nada de eso, solo se quedó en su asiento mientras hacía garabatos en una mesa.

En aquel momento deseó que las dos horas pasaran, e incluso pensó en dormir, pero sabía que no sería capaz de eso. Quince minutos después, acabó la tesis y la revisó para comprobar que no había ninguna falta de ortografía.

Encendió una de las impresoras que había allí y la mando a imprimir junto a la portada.

Agarró lo que necesitaba para encuadernar la tesis y llevó todo a la mesa en la que se sentó, al principio, a dos mesas de la de Taylor. Este seguía a lo suyo, garabateando sobre la mesa cosas sin sentido.

— Deberías acabar la tesis. — Murmuró. —

Sintió la mirada del pelinegro sobre la suya.

— Lo sé, solo tengo que imprimirla y encuadernarla. No soy tan irresponsable como crees. — Siguió dibujando. —

No dijo nada más y siguió encuadernando a mano la tesis, ya que no había encuadernadora en ese lugar. Se estaba agobiando debido a que ir paso por paso no le gustaba, prefería agarrar la maldita encuadernadora y hacer dos pasos para tenerlo todo listo.

Mañana mismo iría a agradecerle al inventor de la encuadernadora.

Una vez tuvo la tesis encuadernada la leyó, quedándose orgulloso de su trabajo.

— Toma. — Le dio la tesis a Jungkook. — Léela y entiéndela, ya me la devolverás. —

— ¿El trabajo no consistía en que tú me la explicaras? —

Chasqueó la lengua molesto.

— Tú no la tienes impresa, así que no te la explicaré yo, de momento. —

— Pues la imprimo ahora y me la explicas. —

No buscaba que hiciera eso, pero cuando Jungkook se levantó para ir al ordenador, alguien llamó a la puerta. Taylor, ahora en vez de ir en dirección a un ordenador, fue a la puerta y la abrió.

Escuchó a lo lejos al mayor y a la persona detrás de la puerta hablar, para después darle paso.

— ¡Tae! —

Vio a su amigo Hyunsik con una bolsa en la mano, este iba caminando en su dirección.

— ¡Hyung! —

Hyunsik supuestamente le enseñó algo de la cultura coreana y se acostumbró a llamarlo hyung sin estar en Corea, tenía la excusa de que su amigo le había dicho que lo llamara así.

— El entrenador me pidió que te diera estos papeles con las fechas de los partidos... Aunque también te he traído algo para merendar. —

Se levantó para darle un abrazo a su amigo y recibir los papeles con entusiasmo.

— Muchas gracias, me has salvado, estaba muerto de hambre. —

Estuvieron hablando un rato, Jungkook solo estaba sentado, encuadernando su tesis y no mucho después, su amigo del equipo de voleibol se fue a entrenar.

— Ya me dirás que habéis hecho. —

— ¡Sí! Hablamos más tarde. Si quieres te paso a buscar después del castigo y del entreno, así vamos todos juntos a tomar unos refrescos. —

— De acuerdo, mejor voy yo al pabellón. —

— De acuerdo, luego nos vemos. —

Cerró la puerta y el silencio volvió.

Taylor se levantó de su silla y se puso delante de la suya, apoyando sus manos en el borde de la mesa y el peso sobre esta. La tesis la había dejado delante de él.

— Ahí tienes la dichosa tesis. — Murmuró algo molesto. —

— ¿Qué te pasa a ti ahora? —

— No quiero estar mal contigo... — Dijo mientras se movía. —

Williams solo lo siguió con la mirada, confuso. El pelinegro se puso detrás de él y posó las manos en sus hombros, provocando un escalofrío en él.

— Jungkook... — Susurró. —

— Sé que he sido un idiota... Pero realmente quiero repetir lo de aquella noche. — Dijo cerca de su oreja. — ¿Tú no? —

Suspiró.

— Claro que quiero, Jungkook, pero eres insoportable. — Susurró —

No sabía por qué estaba siendo tan sincero, pero la voz del mayor lo incitaba a hablar, transmitía sinceridad y seguridad, o quizás era algo manipuladora, para que él también contestara.

— Prometo no ser tan insoportable... — Murmuró para luego besar su cuello. —

— Estamos en una clase de castigo y pronto vendrá el profesor a hacer la primera revisión. —

— Podemos esperar a que venga y luego continuar... —

— Mmmh... Vale... Aprovechemos estos minutos para hablar. —

En realidad, Taehyung quería hablar con el chico, porque las pocas conversaciones decentes y respetuosas que tuvieron, fueron por chat, y, ahora que Taylor estaba dispuesto a ser una persona menos idiota y hablar como personas civilizadas, lo aprovecharía.

No quería tampoco ser su amigo, pero al menos quería saber cómo era realmente, su personalidad habitual con la gente y no esa tan idiota e inmadura que utilizaba con él.

Jungkook se sentó en la silla del costado y lo miró.

— ¿Hyunsik folla contigo? —

— ¿Qué? —

— Que si Hyunsik mantiene relaciones sexuales contigo. —

Taehyung se levantó de su silla, y paseó por el aula algo inquieto. No mantenía relaciones sexuales con su amigo, pero no la agradaba la idea de tener que contestarle algo tan personal y que no le interesaba en absoluto. Al final ellos dos solo habían mantenido relaciones una vez, pero eso no quería decir que Jungkook tuviera el derecho de preguntarle lo que quisiera. Por mucho que el sexo sea un momento muy íntimo, ya que estás entregándote a una persona por completo, para él no significaba eso en el caso de él y Taylor. En su caso, era entregarse al otro para ganar placer y allí acababa.

— ¿Me lo estás preguntando en serio? — El mayor asintió. —

— ¿Por qué? —

— Tengo esa sensación... No es que me importe, pero tengo curiosidad. —

Si no le importara no lo preguntaría. Pensó, pero no lo dijo en voz alta.

— No, no follo con él. Ya te lo dije, no estoy muy interesado en el sexo. Aunque antes de venir aquí era más activo sexualmente... —

— ¿De dónde vienes? —

No iba a decirle que de Corea del Sur, por eso mismo decidió contarle de dónde venía su familia de Estados Unidos y supuestamente él también.

— De un pueblo de Nevada. —

— ¿Y por qué viniste aquí? —

— No lo sé, creo que mis padres querían que mi último año de instituto lo pasara estudiando en una ciudad y no en un pueblucho abandonado. —

Ambos quedaron en silencio.

— ¿Tú siempre has vivido aquí? — Ahora preguntó el rubio y Taylor asintió. —

Estuvieron hablando un buen rato, olvidando por completo que estaban esperando al profesor que los vigilaba. Hablaron y hablaron, no de temas muy personales, solo cosas superficiales que no requerían introducirse en la vida personal del otro.

Jungkook Taylor no era la clase de persona con la que se juntaría, ni sería su amigo, pero no era mala persona, se podía hablar con él como por chat, siempre y cuando no cruzaras una línea muy personal.

Se percató de que al chico pelinegro no le gustaba hablar de su vida personal, o de sus amigos, ya que evitó el tema siempre que podía, y en caso de no poder escaquearse, respondía con respuestas cortas y simples.

No mucho después llegó el profesor que los vigilaba, entró, preguntó como iba todo y se marchó, diciéndoles que en una hora volvía.

— Lo siento por haberme comportado estos días de esa manera... — Se disculpó Jungkook. — No suelo ser así, y aunque me esté disculpando, no quiero que pienses que quiero ser tu amigo o algo así. Solo no quiero que nos llevemos mal fuera del sexo. —

No sabía como sentirse ante aquellas disculpas, pero las aceptó.

Decidieron seguir con el trabajo, puesto que Taehyung logró convencer al mayor de que lo mejor no era hacer cosas indebidas en un aula. Aunque Jungkook, sacó su lado inmaduro y divertido, recordándole el día del baile de Halloween en el que se metieron en un aula por petición suya para darse el lote, avergonzando por completo a Williams.

El rubio explicaba su tesis, argumentándole su punto de vista al pelinegro y tratando de que comprenda todo para cuando le tocara explicarlo delante de toda la clase y la profesora, pudiera convencer de que lo entendía. Quería que entendiera la tesis de pies a cabeza.

Jungkook lo escuchaba con atención y hacía pequeñas anotaciones en el cuaderno.

No iban a llevarse bien, ni ser amigos, pero tampoco iban a ser perro y gato.

Aquel pequeño rato en el aula de castigados no les fue mal, al menos, Taehyung pudo comprobar que Jungkook no era tan mala persona como parecía, e incluso era algo divertido.

Una vez llegó el profesor a avisar de que el castigo había terminado y que podían marchar, se despidieron algo incómodos y se fue directo hacia el pabellón, donde se encontró con su entrenador, quien esperaba a que los chicos del equipo se ducharan para poder cerrar el lugar correctamente.

Charló un rato con él, hasta que empezaron a salir compañeros.

Algunos estuvieron preguntándole a cerca de su castigo y rieron un rato del porqué había sido castigado, ya que era complicado que alguien se acercara a Jungkook de esa manera. Nadie había llegado hasta el punto de darle un puñetazo y parecía que él era el primero.

Según los del equipo, era raro que él no respondiese con otro puño, pero según lo que había podido notar Williams durante su conversación, no creía que fuera una persona de dar golpes e ir así por la vida.

Jungkook tenía y enseñaba una imagen muy distinta a la que le había dado a él durante esa pequeña conversación.

Los chicos del equipo fueron a merendar, hablaron de como había ido el entrenamiento, diversas cosas de la vida diaria de los chicos, entre otras cosas.

Y cuando llegó a casa, tuvo una charla con sus padres respecto al castigo y lo sucedido para poder aclarar las cosas, aunque eso no consiguió librarse del castigo.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Matemáticas, primera hora del día.

Miércoles, por la mañana, sus amigos y él estaban en clase de matemáticas, sentados en parejas como habitualmente.

Taylor y sus amigos estaban sentados dos mesas hacia el lado de ellos, cosa que no le importaba, pero solía fijarse donde iban sentados.

Desde el día anterior, se quedó pensando en lo distinto que era Jungkook con unas personas a las otras. No pensaba que con él mostrara su verdadera personalidad, ya que, como dijo el pelinegro, ellos solo tenían una relación sexual y de puro placer, nada salía de allí. Y eso mismo era lo que quería Taehyung, no salir del sexo, debido a que Taylor no era una persona que especialmente le interesara o con la que querría juntarse. Él ya tenía sus amigos y el mayor también, era más cómodo dejarlo así.

Sus pensamientos se cortaron a raíz de que el estruendoso ruido de la campana indicando que había terminado la hora sonase.

— Oye Tae, ¿es cierto que os han castigado a ti y a Jungkook Taylor? — Preguntó Yoongi susurrando. —

— ¿Cómo lo sabéis? —

— La gente habla mucho por aquí. — Contestó Jin. — Si algo así sucede, al día siguiente lo sabe todo el maldito instituto, no se puede confiar en muchos. —

— Ya lo veo... —

— ¿Entonces es cierto, por qué os castigaron? —

— Porque le metí un puñetazo en clase de literatura. —

— ¡¿Qué?! — Preguntaron los tres a la vez sorprendidos. —

— ¿Estás loco? — Le dijo Bailey. — ¿Y no te la devolvió? — El rubio negó. —

— Temo por ti, me compadezco. — Susurró Jin. —

— Nunca nadie le ha metido un puñetazo, pero se dice que si lo haces se vengará si o sí. Hay muchas teorías, o te la devuelve al momento, o al día siguiente viene con todos los del equipo de futbol y te hacen la vida imposible. —

— ¿Pero qué mierda decís? —

— ¡Es cierto! Todo el mundo dice eso. —

— Hablé con él y todo está solucionado, dos horas son mucho. —

— ¿Jungkook? ¿Hablando bien con alguien? —

— No sé por qué os sorprende. —

— Hasta yo he intentado hablarle y ha sido imposible, es muy borde y arrogante. —

Definitivamente, tenía razón, el chico no mostraba por completo su actitud y se mostraba arrogante. No es que pensara que no lo era, pero si hablabas bien con él, era un poco menos egoísta y todo lo que la gente decía.

— Al menos sus amigos son algo más alegres y simpáticos, no sé cómo lo soportan. — Habló Bailey. —

— Sobre todo Hudson. — Bromeó Taehyung a su amigo peli menta. —

Amaba hacerle bromas del estilo cuando tenía la oportunidad y molestar a su amigo. Esa mirada gatuna se achinaba un poco, sus cejas se fruncían y los labios hacían un pequeño puchero que mostraba enfado en su rostro.

— Yoongi. — Alargó la última vocal. — No te enfades así. — Le agarró de las mejillas para molestarlo y las moldeó. —

Recibió un manotazo por parte del chico y rio en modo de respuesta.

El tema de Taylor se cerró después de aquella intervención y esperaron a su siguiente clase, la cual se haría en la misma clase en la que estaban.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Jungkook escuchó lo que la gente ya había difundido por el instituto respecto al puñetazo que le había dado Williams.

La gente esperaba y especulaba que al salir del instituto él le devolvería aquel puñetazo, pero multiplicado por diez, cosa que era totalmente mentira y jamás haría. A demás, un pequeño detalle que nadie tenía en cuenta porque era algo que solo él y Taehyung sabían, era que hablaron las cosas durante el castigo y que no les convenía caerse mal debido a que eran compañeros sexuales. Pero al final, los adolescentes son jóvenes y quieren tener temas de qué hablar y criticar con sus amigos.

A Taylor no le importaba en absoluto lo que la gente fuera diciendo por ahí, solo él y sus amigos sabían que él no era capaz de meter un puñetazo a alguien. No podía incluir al rubio en el saco de que sabía que no era capaz de hacer nada, ya que el chico probablemente pensaba que el mayor era capaz de meter un puñetazo a cualquiera, pero que no se la devolvía, puesto que se habían hablado las cosas. Sin embargo, estaba muy equivocado y Jungkook prefería que fuese así.

Por mucho que él y Taehyung fueran compañeros sexuales, jamás le mostraría como era realmente, simplemente trataría de ser algo más amable que con el resto para mantener su acuerdo sexual y hasta allí llegaría la cosa. No quería hacerse su amigo, fuera de aquellas pequeñas conversaciones algo decentes, encontraba a Williams una persona muy irritante, que caía bien a todo el mundo porque le gustaba caer bien, y esa clase de personas, al pelinegro, no le agradaban.

Jungkook era una persona que no quería caer bien a todo el mundo, de hecho, le importaba bien poco como caía a la gente de su alrededor, pero a pesar de eso, muchos intentaban acercarse a él, intentaban ser sus amigos. Era muy popular entre los colegiales del instituto, no sabía por qué, pero lo era y aquello le hacía subir su ego y un poco su autoestima. No le faltaba autoestima, sabía a la perfección que la gran mayoría de cosas las hacía bien, pero ego no tenía mucho a pesar de aparentar que tenía mucho.

No le gustaba hablar de su vida personal a pesar de haber tenido una infancia bastante normal. Odiaba hablar de sus amistades y relaciones interpersonales.

Simplemente, no le gustaba mostrar cómo era, sus sentimientos y sus debilidades, así que con el tiempo, desarrolló una personalidad que a todos les gustaba, así que decidió dejarlo así y mostrarse a sí mismo como alguien muy arrogante y talentoso.

Las cosas eran mejor así, sin que nadie se cuestionase nada, que la gente tuviera clara una personalidad tuya que ni siquiera existe. Todos hablan de ti, pero a la vez no están hablando de nadie, solo hablan de una personalidad que muestras al mundo y así lo dejaría Jungkook Taylor. Él con sus cosas y la gente con lo que piensan.

Estamos de vuelta nuevamente, después de casi dos días. Espero que os haya gustado, y que nos veamos tan pronto como esta vez, o incluso antes 🫣 Votad para más <3

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