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La primera semana de noviembre fue pesada, estuvo entre clases y clases, en las que Jungkook lo molestaba con el tema del trabajo de literatura.

No hubo ningún encuentro después del baile, de hecho, a raíz de aquella clase en la que formaron como pareja para ejecutar el trabajo, no hablaron en privado, ni de manera agradable.

Jungkook la había cagado.

Tampoco le importaba, no le importaba si el pelinegro la cagaba o no, ya que no eran amigos, ni tenían una relación que no sea sexual. Lo único que sí le importaba, es que estuviera todo el día molestándolo en clase, delante de los amigos del pelinegro y suyos.

Lo dio por alto y decidió ignorarlo, cosa que consiguió que dejara de molestarlo.

Quedaban dos semanas y 6 días para la concentración de voleibol y estaba emocionado. Más de lo que pensó.

Estaba sentado en la silla de su escritorio, escribiendo sobre su vida en Corea, ya que no tenía nada mejor que hacer, escribía respecto a sus padres, como se sentía en casa, en el colegio, el acoso de todos los chicos por su orientación sexual, sobre la vida futurista dentro de dos siglos.

A veces, se confundía respecto a su vida pasada, debido a que poco a poco la estancia en Estados Unidos se hacía mucho más larga, provocando que su cerebro se centrase al cien por cien en esa vida y no en la mala que tuvo en Corea del Sur.

No podía contarle a nadie, porque no le creerían y lo tomarían como un chiste.

Tampoco quería perder el idioma, debido a que durante aquellas últimas semanas se estuvo obligando a pensar las cosas en inglés y dejar de utilizar el coreano. Por eso mismo, en una libreta que compró cerca del instituto, escribía sobre su cultura y distintos temas de su anterior vida, para no perder la escritura y en ese pequeño momento poder reflexionar y hablar mentalmente en su idioma natal.

Después de una larga sesión de escritura en su pequeña libreta, se levantó de la silla debido a que su cabeza empezaba a doler más de lo que debería.

Fue a por una pastilla, algo mareado y fatigado.

Tomó la pastilla de camino a su habitación, cuando entró, su vista se volvió borrosa, algo confuso, caminó rápidamente hacia su cama después de cerrar la puerta, pero no llegó a tiempo, sintiendo como todo se tornaba negro.

La imagen de él junto a su familia en corea apareció. Sus ojos se abrieron apareciendo en su comedor, sobre la mesa, mirando su plato de comida. De inmediato recordó la escena, la noche antes de viajar al pasado.

— Eres un malagradecido, Kim Taehyung. — Pronunció su padre. —

— Solo soy sincero, padre. — Habló sin él querer, como si algo le controlase y jugó con la comida del plato. — Sé que no soy capaz de entrar a la universidad, así que os quito de encima una pérdida de dinero. —

La discusión sucedió tal y como la recordaba.

Cuando su madre le pidió que subiera a su cuarto, su cuerpo se movió solo, yendo en dirección a la pequeña habitación que recordaba tener en Corea.

La escena se reproducía exactamente como tres meses atrás, su madre le dejó comida, habló con él y se fue, dejando a Taehyung mientras lloraba.

Lloró, pero sin el sentimiento de querer llorar, solo las lágrimas caían por su rostro.

Con el rato sus ojos se hicieron pesados, hasta dormirse.

Otra vez, todo oscuro...

Pero esta vez, despertó nuevamente en la pequeña habitación futurista.

— Qué... — Pronunció confuso. —

¿Había vuelto al futuro, su presente?

Se sentó en la cama, mirando que todo estuviera correcto.

16 de febrero de 2250... El día después de la noche en la que viajó.

¿Mi vida en Estados Unidos ya no existe?

Se levantó asustado por la idea, rápidamente salió de la habitación y empezó a bajar por las escaleras con prisa, tropezándose en el proceso. Cerró los ojos inconscientemente, por reflejo, esperando el dolor e impacto de la caída.

Pero no fue así, abrió los ojos, volviendo a encontrarse en la gran habitación que tenía en su casa estadounidense.

¿Pero qué...?

Observó todo confuso, se levantó del suelo y se fue al baño, logrando ver una pequeña herida en su cabeza, que chorreaba algo de sangre.

Se limpió la herida, se puso una tirita y salió de la habitación, vio la hora, habían pasado 10 minutos desde que se desmayó, pero para él parecieron horas.

— ¿Qué ha pasado? — Se preguntó en voz alta. —

Pensó en lo que acababa de pasar.

— Soy Kim Taehyung. — Habló en coreano. — Mis padres son Kim J... — Se calló. —

No lo recuerdo, ¿cómo se llaman mis padres? Algo Kim. Kim... J... y Kim... Y...

Estuvo un buen rato reflexionando, sentado en la cama, hasta que recordó la libreta en la que estuvo escribiendo minutos atrás, la agarró con afán y la abrió, pero alguien tocó la puerta.

— ¿Sí? — Preguntó en inglés. —

— ¡Tete, ven a jugar con nosotros! — Gritó su hermano. —

En aquel momento le llegó a la mente sus hermanos, Oliver y Emma, los dos mellizos rubios. Por un momento había olvidado muchas cosas.

— Ahora voy tete... Empezad sin mí. — Dijo y siguió buscando los nombres de sus padres. —

Estaba seguro de que lo había apuntado, en la descripción de sus padres, encontró la página, pero las palabras habían desaparecido, solo había un espacio en blanco junto a un Kim.

— Pero qué demonios... —

Decidió ignorar eso y bajó, para jugar, con sus hermanos. Sus padres preguntaron por la tirita que tenía y él dijo que solo se había dado con la punta de un mueble.

Deseó que aquello no volviera a pasar. Estaba seguro de que no ocurriría de nuevo, solo estaba soñando y el golpe le había afectado.

El lunes llegó, estaba en la clase de física y química junto a sus amigos, sentado junto a Hoseok.

Delante de ellos tenían a Jin junto a Yoongi y detrás tenían al conocido como amor platónico de su amigo peli menta, a Namjoon y a Taylor, incumpliendo la norma de que debían ser dos para realizar el experimento.

El profesor dio las instrucciones del trabajo que debían hacer, para así repartir un pequeño dosier encuadernado a cada pareja, donde deberían proceder el informe.

— Jóvenes, no pueden ser tres. — Escuchó al profesor hablar detrás de él. —

Se giró, para mirar la escena.

— Es que Jungkook sobra en ese grupo, se pone con quien quiere cuando no le invitan. — Dijo mirando al chico al cual nombraba tratando de no reírse. —

Este le dio una mirada divertida, junto a una pequeña carcajada, muy floja como para que no la escuche el profesor.

— ¿No serás tú el que sobre? Yo creo que te has metido en una conversación en la que sobras... — Comentó. —

Abrió la boca, a punto de responderle, pero el profesor se le adelantó.

— Me da igual si alguien sobra o no, solo quiero que uno se vaya a hacer el experimento solo.

— Profesor, pero eso es injusto. — Dice Jimin. —

— Es injusto que seáis tres. — Le responde el profesor. —

— No somos pares, a demás, no queda ningún hueco libre para poder hacer el experimento, aunque sea solo. — Añade Namjoon. —

— Háganlo los tres, pero harán dos experimentos en vez de uno. — Se fue en dirección a otra mesa del aula. —

— No creo que sobre mucho... ¿O te refieres a algo en concreto?— El pelinegro lo miró y pronunció irónicamente. —

— Cállate Taylor, ya sabes a qué me refiero. — Contestó molesto. —

— No me digas que sigues mal por lo de literatura... Supéralo. — Lo chinchó. —

Estaba a punto de explotar, estaba muy rojo, a punto de levantarse para acercarse y abofetearlo.

Se giró, ya que su amigo le dio un pequeño empujón.

— Tenemos que hacer el trabajo... — Comentó para volverlo a la normalidad. — ¿Qué es eso de literatura? —

— Te lo explico en la cafetería... — Murmuró mientras agarraba el dosier. —

Y efectivamente lo hizo, después del almuerzo salieron de clase para ir a la cafetería, donde Bailey volvió a sacar el tema y este les explicó lo sucedido en la clase de literatura de casi una semana atrás y sus amigos se quedaron flipando, pero no les explicó muchos de los detalles.

— Tienes que hacer un trabajo con... ¿Jungkook Taylor? — Preguntó Yoongi confuso. —

Este asintió a modo de respuesta.

— ¿Y cómo lo haréis? Dudo que Taylor quiera quedar contigo. —

— Ya veré qué hago. — Suspiró para tranquilizarse. —

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Jungkook, Jimin y Namjoon estaban en la fraternidad, específicamente en la habitación del peli naranja.

— Entonces... ¿Habéis follado o no? — Preguntó Namjoon. —

— Sí... Y quiero repetirlo. — Comentó. — Creo que ha sido el mejor sexo que he tenido en mi vida. —

Notó la mirada de Hudson ofendido y rio.

— ¿Cuándo fue? —

— En Halloween. —

— Yo pensaba que era virgen. — Admitió el menor de los tres. —

— Ya te digo yo que no es virgen, no tiene nada de virgen. — Frunció el ceño divertido. —

No hablaron más del tema, de hecho hablaron de otros temas, comentando sus vidas y día a día.

— Te dije que Jin se tomaría bien tu invitación para bailar. — Sonrió Jimin. —

— Me dijo que le gustó mucho bailar conmigo. — Dijo Namjoon alegre. — E incluso después nos besamos... Aunque no hubo nada más, me dijo que era virgen. —

— Pues tenías razón. — Jimin contestó pensativo. — Una pregunta, chicos... ¿Pensáis que el capitán de básquet es virgen? —

— ¿Por qué lo preguntas? —Interrogó el pelinegro. —

— No sé, simple curiosidad. —

— Yo no creo que sea virgen, dicen que ha estado con bastantes chicos. — Namjoon concluyó. —

— Pero no tiene por qué pasar a algo sexual... A demás, ni siquiera sabemos qué rol adopta durante el sexo. —

— No considero que importe, a Jimin le da igual dar o que le den. — Rio Jungkook. —

— ¡Oye! No estoy diciendo eso porque quiera algo con él. — Se quejó Hudson. —

— Yo pienso que sí. — Lo molestó Namjoon. —

No mucho después, Brownstone y Taylor acabaron fuera de la habitación del menor, ya que este se enfadó y terminaron en la habitación del castaño, comiendo frituras mientras esperaban que el enfado de Jimin se calmara.

— Yo creo que sí que quiere algo con McKagan... No para de hablar de él desde la fiesta de Halloween... — Murmuró Namjoon. —

— ¿En serio? —

— Te lo prometo. —

Se quedó reflexionando, ¿por qué querría algo con Yoongi?

— ¿No querrá sexo? —

— A eso me refería. —

— Pues que se lo diga. —

— No quiere aceptar que quiere eso. —

— ¿Y tú no quieres con el delegado? —

— Claro que sí, pero quiero que él esté seguro. —

— Por eso no estoy con novatos. — 

════ ∘◦❁◦∘ ════

Taehyung estuvo sobre pensando lo sucedido aquel día en su casa, sus horas de clase se centraban en escribir sobre eso en su pequeña libreta, sin dejar que al amigo que tuviera al lado no vieran que escribía en coreano.

Iba de camino a su partido de voleibol, ya que aquella semana no sería en fin de semana, si no, el mismo lunes.

Aquel día jugaban fuera de su instituto e irían en un autocar que tenía el instituto.

Sus padres y hermanos asistirían, debido a que estaba cerca de su casa, en unos 5 minutos en coche.

Aquel día no iría ninguno de sus amigos a animarlo, ya que estaban ocupados con sus clubes y tenían cosas que hacer.

En el autocar estaba junto a Wooshik, quien descansaba a su lado, apoyado en su hombro.

Williams hablaba con Hyunsik y Seojoon que estaban delante de él y su amigo.

— El equipo con el que jugaremos hoy está en primera posición de la liga. — Explicó el capitán Seojoon. —

— ¿En serio? — Preguntó curioso. —

— Sí, si los ganamos pasamos a tercera posición y si después pasamos a segunda, podremos ir a la final. —

— Eso suena genial. — Hyunsik alargó la última vocal. — Tenemos que ganar... —

— Será complicado, pero yo creo que podremos... Llevamos varios años como un equipo malo, pero este año gracias a la entrada de los nuevos jugadores hemos subido mucho. Puede ser una gran oportunidad para intentar llegar a la final... —

— Y ganar... — Dijo Taehyung. —

— Eso es mucho más complicado, pero si seguimos así y mejoramos, podemos llegar aunque sea a semifinales. —

Hyunsik y Taehyung trataron de convencer a Seojoon de que eran capaces de ganar, aunque este lo negó debido a que decía que era muy complicado. E incluso despertaron a Wooshik durante la pequeña discusión y este se enfadó, jurando que les daría un manotazo nada más bajar del autocar.

Pasaron por calles desconocidas, también por el barrio en el que residía Williams y finalmente llegaron. Aparcaron en un gran párquing del instituto desconocido y bajaron del vehículo.

Todos iban con el chándal del instituto y mochilas deportivas.

Entraron al recinto, no era tan grande como su escuela; sin embargo, era impresionante. Caminaron hasta el pabellón, allí había gente tanto de su instituto como del contrario, aunque predominaba los colores contrarios.

El equipo calentaba mientras ellos dejaban sus botellas de agua y se quitaban las sudaderas.

Vio a sus padres a lo lejos junto a sus hermanos y estos lo saludaron, con entusiasmo. Williams les sonrió y volvió junto a su equipo para calentar.

Aquel día todos estaban nerviosos, y se notaba en su rendimiento. Eso no quería decir que no fuese bueno, pero estaban algo patosos.

Cuando inició el partido el rubio tenía que sacar.

Botaba la pelota con fuerza, tratando de reprimir en su fuerza los nervios que tenía. El pitido haciendo eco en el pabellón se hizo presente. Impulsivamente, lanzó la pelota al aire, corrió tras ella para saltar y darle. Por suerte pasó la red, pero fue bien recibida.

— Mierda. — Susurró y se adelantó, poniéndose en su posición. —

El ataque del equipo contrario fue muy rápido, más de lo que esperaba.

La pelota iba directa a él. Y por desgracia, el chico no la recibió bien, la había cagado.

Vio tras él a sus compañeros lanzándose a por la bola, y afortunadamente su amigo líbero, Wooshik, la pudo salvar.

— ¡Taehyung! — Gritó indicando que la había recibido para que él la colocase al rematador Hyunsik. —

Se puso debajo de la pelota, y en cuestión de segundos notó el peso de esta en sus dedos. Hizo un movimiento leve, pero fuerte a la vez, marcando la dirección de la pelota. Una vez su cerebro reaccionó a ese toque, la pelota ya había caído y ejercido un ruido contra el suelo.

Llevaban una mala racha de partidos aquellas semanas y todos iban con fuerza, con el hambre de ganar.

Celebraron cuando el silbato y el árbitro indicaba que el punto era suyo. Aquel punto era muy importante para ellos. El resto no lo veía así, a ellos les daba igual, ya que solo era el primer punto.

Pero para el equipo de su instituto era un momento para celebrar y aquel punto les animaba a seguir. De no haber sido el primer punto suyo, el rendimiento no hubiera bajado, pero el ánimo sería muy distinto.

Aunque Williams no tenía una sensación agradable. Aquel día estaba peor que de costumbre, y casi pierden el primer punto por su culpa.

— No te rayes. — Su amigo posó la mano en su hombro. — Vamos a por otro. — Le pasó la pelota, indicando que debía sacar. —

Por desgracia, falló ese punto, consiguiendo que el entrenador lo sacase del campo, sustituyendo por otro jugador.

Habló con Taehyung, sobre qué le pasaba, aunque él no supiera exactamente qué le pasaba a sí mismo.

— Eres uno de nuestros mejores jugadores, Taehyung. Puedes tener malos días y buenos, no siempre podremos rendir al cien por cien. Pero hoy te necesitamos más que nunca. A demás del capitán, tú eres la otra torre. — Habló cerca a él. —

— Lo sé, lo haré mejor... —

— No sé qué te pasa, pero hoy no nos puedes fallar, en la siguiente vuelves a salir. —

Suspiró y se sentó junto a los jugadores suplentes, estresado.

No mucho después, salió a jugar. Se concentró totalmente, tratando de no dispersarse.

El partido fue duro, mucho más de lo que pensaron, todo el rato iban igualados e incluso en el tercer y último set, donde se lo jugaban todo, la presión se hacía más dura, el cansancio provocaba que los chicos no pudieran pensar con cabeza, que trataran de hacer todo rápido para marcar el último punto y ganar.

Pero era imposible pararlos.

El entrenador pidió que se lo tomaran con calma a gritos desde el banquillo, la gente de las gradas coreaban a su respectivo equipo.

Taehyung saltaba, corría para ponerse debajo de la pelota, pero no aguantaba, estaba a punto de colapsar.

— ¡Taehyung! — Gritó Seojoon indicando que iba para él. —

No llego...

Sentía que no podía llegar, para colocarla, las piernas las sentía débiles y en cualquier momento se caería.

Chorros de sudor caían sobre su frente.

Todo era borroso, como aquella vez en su habitación, pero esa vez no era porque se fuera a desmayar, era el cansancio, las ganas de ganar, la fatiga que sentía.

Por suerte, llegó a colocarse debajo de la pelota, colocándola y volvió a correr a su posición.

Y sin darse cuenta, el as del equipo, Hyunsik, marcó el último punto.

Empezó a correr hacia él y todos se abrazaron mientras saltaban, reían y pronunciaban el nombre del instituto.

Todo el público aplaudía y el cansancio de los chicos se había ido de golpe.

Saludaron a los del equipo contrario, quienes les dieron la enhorabuena y se fueron al vestuario.

— ¡Estamos segundos! — Gritó Wooshik y todos también lo hicieron. —

Se ducharon con tranquilidad, irían a celebrar su victoria.

— ¡Tete! — Escuchó a su hermano y lo vio corriendo a él junto a su hermana. —

— ¡Tata! — Gritó su hermana a la par que Oliver. —

Taehyung se agachó y recibió a los dos hermanos con los brazos abiertos. Sintió el peso de ambos contra él y se abrazaron.

Sus padres le felicitaron por la victoria y conocieron a sus compañeros de equipo.

Finalmente, los dejaron y los adolescentes se fueron a celebrar a un lugar cercano que encontraron, más tarde irían al autocar y volverían al instituto para una charla final.

Brindaron con refrescos y todos devoraron la comida, estaban hambrientos luego de un largo partido.

Cuando llegó a casa, vio unos vídeos que le hicieron sus padres con la cámara y hablaron del partido.

Después de cenar algo ligero, se tumbó en la cama, durmiéndose al instante.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Al día siguiente les explicó a sus amigos como fue el partido, y recibió una invitación de Yoongi para asistir a uno de sus partidos, ya que por primera vez en ese año, jugaban en casa.

Las clases, como siempre, fueron tortuosas, especialmente literatura.

Él estaba tranquilo escribiendo su síntesis en uno de los ordenadores que había en la sala con muchos de ellos.

Jungkook, a su lado, también tecleaba con agilidad. Por suerte, aquel día, Taylor no estaba de humor como para hablar, así que lo dejó tranquilo, o eso pensó él.

— Hoy no molestas... Menudo milagro. — Murmuró, pero el murmuro fue lo suficiente fuerte como para que el chico lo escuchase. —

— ¿Qué has dicho? — Preguntó mientras seguía inmerso en la pantalla del ordenador. —

— Luego quieres que te escuche a ti... —

— ¿Qué has dicho? — Repitió la pregunta. —

— Que eres idiota. —

— ¿Qué ha...? — Se calló. — ¿Me acabas de llamar idiota? — Lo miró por primera vez en los minutos que llevaban allí. —

— Sí, ¿por qué? — Repitió el gesto de estar centrado en la pantalla. —

El pelinegro chasqueó la lengua.

— ¿A ti qué te pasa? — Preguntó con un tono enfadado. —

No contestó y siguió tecleando.

— Creo que deberíamos quedar para el trabajo, ¿tú no? — Chinchó al mayor. —

— Solo buscas excusas para que haya sexo...— Murmuró Taylor. —

— ¿Perdona? — Lo miró ofendido. —

— Solo quieres eso, pero no aceptas la realidad. —

— El que querrá sexo serás tú, en cualquier caso, llevas días insistiendo en que quedemos para el "trabajo". —

Jungkook rio y seguidamente carraspeó.

— No estoy desesperado por follarte, tú estás desesperado. —

— Perdona, pero no. — Dijo bordemente. — El que pidió sexo aquí fuiste tú. —

— Pero a ti te gustó y lo quieres repetir. —

No podía negárselo.

— No sabes si quiero repetir. Además, si quisiera, te lo habría pedido. —

— Tienes un ego y orgullo tan alto que no te permitirías hacer eso. —

— Claro que sí me lo permitiría. — Contestó molesto. —

Por supuesto que no era así, su ego no permitiría pedirle a Jungkook Taylor tener sexo.

— Entonces... Dime a la cara que no quieres repetir y no volveré a molestarte. —

No, no iba a decir eso, claro que Williams quería repetir, pero jamás lo aceptaría. Él solo esperaba que el pelinegro fuera tras él.

El único gesto que hizo fue refunfuñar y siguió escribiendo, Taylor carcajeó y se acercó a él.

— No lo dirás, ¿cierto? Eso es porque quieres repetir. —

Evidentemente que quiero repetir.

No contestó y lo miró.

— ¿Te puedes callar? —

— ¿Por qué te cuesta aceptar tanto que fue lo mejor que has tenido? —

— No fue lo mejor que he tenido... —

— Pues dímelo. —

Tampoco era capaz, porque estaría mintiendo.

— Solo cállate Taylor. —

— Cállame. —

Estaba vacilándole y eso a Taehyung no le estaba gustando en absoluto, estaba perdiendo la paciencia demasiado rápido, él tenía mucha paciencia, pero cuando se trataba de Jungkook Taylor, era escasa.

Suspiró en modo de advertencia, pero al mayor no pareció importarle.

— ¿O no quieres? —

Apretó los dientes, marcando el hueso mandibular, a punto de perder la paciencia, decidió ignorarlo, pero él había empezado y pudo observar que Taylor no pararía hasta que aceptase que quería repetir.

No estaba seguro de que él fuese así en su día a día, pero si el pelinegro era de aquella manera, no entendía por qué era tan popular entre las mujeres y cómo tanta gente lo aguantaba, en especial Jimin Hudson y Namjoon Brownstone. Según lo que sabía del peli naranja, era una persona que se estresaba y agobiaba con facilidad, siendo conocido por el gay del instituto, amigo de Jungkook y sobre todo por sus diversas discusiones y expulsiones por perder la paciencia con algunas personas, pero entre ellas no aparecía Jungkook.

Sin embargo, sobre Namjoon, sabía que era una persona tranquila y que le gustaba pasar desapercibido —según Jin—, aunque inevitablemente no podía hacerlo, debido a su fama como un chico que tiene muchos ligues y que aparece un novio o novia nuevo cada semana.

Era prácticamente imposible que Jungkook fuese con todos como lo era con él. Quizás la había tomado con su persona y lo molestaba continuamente para reírse un rato.

La idea de ser su juguete con el que divertirse y no en sentido sexual, le molestaba mucho, consiguiendo cabrearlo aún más.

— Si quieres te callo, pero no como piensas. — Se defendió. —

El chico que tenía delante de él encaró una ceja.

— Quiero averiguar como me callas. —

Ahora, si consideraba por completo que era su juguete, no paraba de vacilarlo.

— Si continúas vacilándome, lo haré. —

— Yo no estoy vacilándote, solo quiero que aceptes que fue la mejor noche de sexo que has tenido en tu vida. —

El tono en el que lo dijo lo molestó, demasiado y más de lo que debería.

— Vuelve a repetir lo que has dicho. —

Si lo repetía, su puño acabaría en su boca.

Y efectivamente fue así, mientras pronunciaba la frase por segunda vez, su mano formada en un puño cortó lo que decía al darle en la boca. Esto provocó un alboroto en la clase y sobre todo en la profesora, quien mandó a los chicos a dirección de inmediato después de darle un trozo de papel al pelinegro para que se limpiase la sangre que salía de su boca. Y a pesar de que Taehyung intentaba defenderse, la profesora pasó de él y Jungkook. Taylor no dijo nada, solo se levantó recibiendo el papel y yendo a dirección mientras reía.

¡Hola! Estamos de vuelta después de casi una semana. Ya que estamos de puente, trataré de actualizar todo lo posible, aunque no os prometo nada.  

Este capítulo ha sido algo como llamaríamos "relleno" pero realmente ha sido muy importante ya que ha abierto dos tramas muy grandes, las cuales llevarán a cabo a saber cosas respecto al viaje al pasado de Tae y la relación entre ambos chicos, ya que este pequeño acontecimiento marcará el inicio de una relación menos o más mala entre ambos. 

Dejad vuestras estrellitas y espero veros MUY pronto.

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