-11-
El rubio caminaba por el pasillo a punto de entrar a la habitación del pelinegro, sentía su presencia detrás de él, pero a pesar de ir murmurando que por favor lo ayudase, no lo hacía.
Su entrepierna dolía demasiado, la temperatura corporal alta provocaba que el chico estuviera mucho más débil, llevaba más de 20 minutos con la calentura encima. Sus piernas no temblaban, pero no tenían la fuerza que deberían, sentía que se caería en cualquier momento y su fuerza mental no lo ayudaría mucho a llevar esa situación.
Una vez abrió la puerta, sintió las manos de Taylor sobre sus caderas, provocando un estremecimiento en él y por fin pudiendo relajarse, ya que tenía un mínimo toque y en caso de que cayese, tenía alguien quien lo sujetase.
El chico acercó con un empuje seco al menor a su torso y acercó su rostro al cuello del chico, lamiendo, succionando y provocando escalofríos en Taehyung.
Aquello junto al aroma que podía oler en la habitación de Jungkook era prácticamente embriagador. El aroma a masculinidad era demasiado agradable.
Movió sus caderas como pudo para restregar su trasero contra la entrepierna del mayor, pero esto provocó que el agarre del chico fuera mucho más fuerte, hasta el punto de que si añadía algo de fuerza, los dedos de este crearían una marca oscura con las horas.
El gesto lo tomó en señal de que no podía provocarlo, que si hacía algo para hacer eso sería peor el castigo.
Pero él quería ser castigado, y tanto que lo quería.
Sin esperarlo, el pelinegro giró el cuerpo del rubio con una leve presión en su parte izquierda de la cadera, quedando cara a cara del mayor.
Williams tembló, intentándose agarrar a cualquier parte del adolescente que tenía delante de él.
Sintió su miembro palpitar. Necesitaba urgente atención.
— Por favor... — Volvió a murmurar. —
Sus ojos se tornaron brillosos debido a las lágrimas de desesperación que aparecían en su rostro.
Jungkook lo ignoró, solo lo contemplaba.
— Por favor... Necesito... — Volvió a pedir, pero fue cortado por un jadeo proveniente de su propia boca. —
El dolor que a la vez era placentero pudo con él, no permitiéndolo hablar.
— ¿Qué necesitas? — Preguntó Jungkook mientras agarraba su barbilla y la acariciaba con el pulgar. —
Williams entreabría la boca queriendo hablar, pero no podía, las lágrimas caían.
Jamás pensó disfrutar algo así, pero aquello le estaba gustando más de lo que imaginaba.
Anhelaba ser follado, lo necesitaba. Pero le gustaba que Jungkook jugase con su desesperación.
— Dime amor... ¿Qué necesitas? —
En aquel momento era incapaz de analizar el hecho de que le había nombrado amor, pero probablemente lo reflexionaría después de aquello, cuando repasase mentalmente lo sucedido.
— Que... — Se trababa al hablar. — Que... Que... Me f... folles. — Decía entre jadeos. —
— Qué egoísta eres amor... Me pides que te folle después de estar provocando y jugando conmigo todo este tiempo... ¿No crees que eso es de un niño egoísta? —
Williams asintió como pudo.
— Entonces... Si opinas lo mismo, ¿por qué debería follarte? — Se acercó, rozando los labios del rubio. —
El menor abrió los labios, buscando los del otro, pero este se apartó.
— Porque... fuiste tú... el que me lo pediste. —
— Eso es cierto, pero tú te resististe durante bastante tiempo, ¿no es así? —
— S... Sí... —
Las manos de Jungkook nunca dejaron sus caderas, pero en ese instante, se posaron en su espalda baja, bajando por su trasero, provocando un gemido del menor y una risa proveniente del que tenía sus manos en su culo.
Él no era así, no se dejaba dominar tan fácilmente.
Después se arrepentiría de entregarle su sumisión tan rápido, pero en ese momento no tenía las fuerzas como para resistirse.
Solo se entregaría así de fácil aquella vez.
El agarre en su trasero fue soltado, para llevar las manos del pelinegro al cierre del mono de caza fantasma, lo bajó tortuosamente, haciendo que el menor se desesperase. Cuando el cierre llegó a su fin, Taylor dejó caer el mono, dejando al chico en ropa interior y aquella apretada camiseta de tirantes. El chico que estaba casi sin ropa se agarraba a los hombros del mayor de los dos, porque si no, caería por su falta de fuerza en las piernas.
Sintió la mirada de Jungkook sobre él, avergonzándolo, provocando un sonrojo en él y una sonrisa sonora del pelinegro.
Nuevamente, puso una de sus manos en la cadera, pero esta vez lo giró de inmediato en dirección a la cama y le dio un pequeño golpe en el trasero, indicándole que caminara. Este obedeció, moviéndose y una vez llegó al borde de la cama, se giró.
Jungkook se acercó y lo empujó hacia la cama, después de pedirle que se estirara con la cabeza en la almohada.
Este se puso entre sus piernas, apoyando el peso en los brazos que estaban a cada lado de Taehyung. Una vez se acomodó, acercó sus labios para besar al chico, después de una larga espera de parte de Williams.
El menor lo besó con ferocidad, con ganas y ansias, pero no con mucha fuerza, ya que no la tenía.
Los brazos de este estaban rodeados en el cuello del adolescente que tenía delante.
Gimió provocando a Jungkook, y por fin pudo conseguir algo de atención en su entrepierna, consiguiendo un roce de la pelvis de Taylor encima de su ropa interior mojada desde bastantes minutos atrás.
Deslizó sus manos por los hombros y pecho del pelinegro, desabrochando la capa de vampiro y tirándola hacia un lado, después buscó el final de la camisa o blusa para quitársela, este no se resistió, solo siguió besándolo.
Una vez agarró el final del tejido, Jungkook se sentó, él haciendo el mismo acto y le quitó la pieza de seda transparente, dejando ver por primera vez al chico sin camiseta.
Sus pensamientos estaban distorsionados y confusos, pero algo le quedó claro, si pudiera, lamería todo su torso; abdominales y pectoral.
La boca se le hacía agua.
Taehyung no lo notó, pero Taylor vio como el chico se quedó observándolo por al menos un minuto, agarró nuevamente su barbilla, cosa que le encantaba al menor e hizo que lo mirara directamente a los ojos.
— ¿Tanto te gusta lo que ves, amor? —
Joder, claro que sí.
Asintió rápidamente. Sintió la mano de Jungkook en sus muslos, acariciándolos y amasándolos con fuerza, por instinto y reflejo, cerró las piernas, pero no pudo al chocar con las del contrario.
Él estaba apoyado en sus codos y sus piernas ahora flexionadas, totalmente abierto para el mayor, y, aunque no estuviera desnudo, sentía que la mirada del pelinegro ya lo desnudaba por completo.
Las grandes manos de Jungkook fueron al borde su camiseta, tirándola hacia arriba y quedando solo en ropa interior. No notó frío, ya que ambas temperaturas corporales eran más altas y el frío no se notaba en absoluto.
Taylor volvió a la posición anterior, estaba entre las piernas del chico mientras sus manos las apoyaba en el colchón para no ejercer su peso en el cuerpo del otro.
Taehyung lo volvió a besar, solo que esta vez, algo más atrevido, agarró el paquete del contrario, provocando un gemido ahogado por el beso.
Segundos después, el pelinegro se apartó.
— ¿Así que vas a seguir jugando, eh? —
El rubio asintió juguetonamente.
— No aprendes amor... —
Amor...
Aquella vez su mente sí analizó el apodo, pero no le hizo mucho caso.
El toqueteo entre ambos duró bastante tiempo, hasta que ambos quedaron en ropa interior. Sus entrepiernas rozaban consiguiendo fricción y gemidos de ambos, sobre todo del menor de los dos.
No mucho después, Taehyung estaba sin ropa, con dos dedos de Taylor dentro de él, provocando un placer inmenso y preparándolo para la siguiente intrusión en su ser. Cuando encontró aquel punto, provocó que el chico desenfocase la vista del placer y arqueara la espalda desesperadamente.
Dios mío... Más... Aquello era lo único de lo que era capaz de pensar.
Estaba a punto de venirse.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Cuando Jungkook sintió que la entrada mojada por lubricante de Taehyung apretaba sus dedos, los sacó, ya que no quería que se corriese con ellos dentro, quería que lo hiciera más tarde.
Se puso sobre su pierna baja, para sacar su ropa interior, pero vio como Taehyung se giró, quedando a cuatro patas, con el culo levemente en pompa y su espalda un poco arqueada.
Pudo observar durante aquel rato que le gustaba provocar, jugar y ser admirado. Seguramente Williams sabía que era bonito y quería lucirse, le gustaba que él le admirara.
Y a él le gustaba admirarle, más si era desde ese punto de vista.
El pronunciado trasero de Taehyung se movía en forma de provocación, la piel era suave y acanelada, la entrada rosada de este palpitaba levemente, soltando algo de lubricante por esta.
Dios.
Más adelante estaban sus caderas, seguidamente su estrecha cintura, junto a su espalda y hombros.
Por instinto dejó caer con algo de fuerza su mano abierta sobre la piel, en la parte derecha del trasero del chico, provocando un sobresalto y arqueamiento de espalda junto a un gemido bastante más alto.
— Mmmh... Jungkook... Más... — Gimió mientras movía más su trasero, nuevamente, provocando. —
Era masoquista, demasiado.
Concedió el deseo del rubio, pero esta vez dejó plasmó ambas manos, una en cada lado del culo del chico, dejando una pequeña marca roja.
Si fuese por Jungkook, se sacaría la polla y follaría a Taehyung hasta correrse 10 veces dentro de él, pero no podía hacerlo, su rol de dominante y su punto de vista de este no lo dejaba hacer eso.
Mientras se sacaba el bóxer, no pudo dejar de mirar la entrada del menor sacando lubricante que caía sobre la cama.
Jamás había probado a hacerle sexo oral a un chico en su entrada, tampoco tenía especial ganas de hacerlo, pero aquella vez al observar la apretada, palpitante y brillante entrada por el lubricante le hizo querer probarlo.
Agarró ambas nalgas del chico, después de sacarse por completo la ropa interior, separándolas levemente y acercó su rostro, para pasar su lengua por la rosada entrada.
— ¡Jungkook! —
Por tal reacción pudo saber que era la primera vez que Williams también probaba algo así, pero a medida que daba más lamidas y movía su lengua, el chico se relajó y empezó a gemir a gusto, probablemente sintiéndose fascinado por la sensación, ya que decía murmurando que quería más.
Aquello no duró mucho, puesto que Taylor no quería satisfacer y consentir todo lo que el menor le pedía, otro día se comería aquella bonita entrada a gusto, pero aquel día lo castigaría, no dejándolo correrse.
Williams gimió frustrado al no sentir la lengua del chico contra su entrada.
Jungkook pasaba el condón por su longitud, a pesar de desear follar sin condón, respetaba lo que pidió Taehyung, jamás se aprovecharía del estado del chico.
Ahora que el rubio tiene la atención necesaria puede pensar con más cabeza y era más consciente de las cosas y podía responder sus preguntas coherentemente.
Puso un poco de lubricante en su falo, a pesar de que el condón ya tuviera lubricación. Pasó su polla por el aro de músculos y entre las nalgas del chico, haciendo que este empiece a mover su trasero, buscando encontrar su entrada con la punta del miembro de este, pero no pudo moverlo después de que las manos de Jungkook agarraran su cintura.
Entró lentamente, torturando al menor, después de introducirlo por completo, salió de él y entro de una estocada, provocando un grito de sorpresa y placer del chico.
Penetró más seguido, pero no tan profundo como para llegar al punto dulce de Taehyung. Primero quería que el chico se adaptara, aunque estuviera recibiéndolo tan bien y tan caliente.
Poco a poco empezó a penetrar más profundo, el agarre en la cintura del chico era fuerte y a veces alguna de sus manos se iba a caer en el trasero del chico. El menor gemía continuamente. Taylor en aquel momento agradeció que las paderes estuvieran insonorizadas, debido a que si entraba su hermana a casa, probablemente escuchaba los gemidos de Taehyung.
— ¡Más! Dios... más... me encanta. —
Empezó a moverse más duro y profundo, hasta que sintió las paredes de Williams apretarse dulcemente contra su polla y un arqueo de la espalda junto a un gemido alto.
Lo había encontrado, empezó a abusar del punto del chico, haciéndolo gemir cada vez más y comenzando a formar un orgasmo en el rubio. Él también lo estaba formando, solo que lo tenía más controlado, debido a que él se correría después del chico, como solía hacer.
Agarró el miembro contrario y apretó la punta del falo, sorprendiendo por completo a Taehyung.
— Mierda.... — Gimió. —
Masturbó al chico, provocando un temblor en sus piernas, su interior cada vez apretaba y los gemidos eran algo más agudos.
Sintió el espeso fluido blanco en su mano, después de un pronunciado gemido de su nombre.
Eso casi lo hace llegar al orgasmo, pero no lo hizo, se resistió, pero el miembro era doloroso.
Siguió embistiendo levemente, mientras sujetaba al chico, quien estaba exhausto, finalmente corriéndose en el condón.
Entre jadeos salió del chico y este cayó sobre la cama totalmente destrozado.
Jungkook tuvo razón, desde el primer momento en el que vio a Williams, sabía que el sexo sería increíble a su lado.
Y desde luego lo había sido, sus cuerpos habían encajado perfectamente y ambos disfrutaban del otro.
La química entre ellos en la cama era perfecta, y desde luego le encantaría repetir, aunque fuera de la cama se llevaran algo mal.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Wow.
Jungkook Taylor no se equivocaba cuando afirmó que tendría el mejor sexo de su vida si follaba con él.
Estaba dispuesto a repetir, cosa que no dijo al instante, tampoco lo diría en aquel momento.
Él no necesitaba cuidados posteriores, tampoco los esperaba por parte del pelinegro.
Después de poder respirar otra vez con normalidad, se levantó, recogió su ropa y fue al baño después de pedirle el permiso al chico que lo acababa de follar y se limpió, para después ponerse el disfraz con el que llegó, ya que sus padres lo esperaban en casa.
Cuando vio su reflejo pudo ver notoriamente el sudor en su cara, su expresión mostraba a la perfección que acababa de ser follado, los labios hinchados, los ojos llorosos, el pelo revuelto.
Salió de la habitación, encontrándose con el mayor, este ya estaba cambiado y miraba su teléfono.
— Me voy. — Anunció. —
Taylor levantó la cabeza en su dirección.
— Puedo acompañarte... — Dijo algo inseguro. —
— No, iré a casa de Yoongi está cerca de aquí, mis amigos irían a su casa después del baile. —
Estaba dando demasiadas explicaciones, así que se obligó a salir de la habitación después de agarrar la mochila que llevaba el premio y cámara, y marchó diciendo adiós y un "nos vemos" a Jungkook.
Cuando salió de la casa, se sentó en un banco, sus piernas estaban débiles, acababa de ser follado y le dolía el trasero.
— No debería haber hecho eso... —
Dijo eso en voz alta para convencerse de que el sexo con el chico no era tan bueno como lo había sentido. Pero no podía engañarse, había sido maravilloso.
Caminó lentamente, aguantando el dolor que tenía en el trasero por la reciente intrusión y esforzándose por no caerse por las piernas débiles.
Como había estado anteriormente, sabía que Yoongi vivía a unos 10 minutos andando, los cuales se convirtieron 20 debido a lo lento que caminaba.
Una vez llegó a casa de su amigo, llamó al timbre y no mucho después salió junto a Jin.
— ¡Ey tú! ¿Dónde estabas? ¡Nos has abandonado! — Gritó Jin. —
— Shhh, son las 3 de la madrugada. — Lo calló el peli menta. — Pasa y nos cuentas qué demonios haces aquí. —
Los amigos lo dejaron pasar, y en el salón se encontró con Hoseok, quien lo miró sorprendido.
— Te ves... — Empezó Hoseok. — Como... —
— ¿Cómo si me hubieran follado? Ya lo sé — Preguntó Taehyung sarcásticamente. —
— ¡Eso! — Exclamó. —
— ¿Has follado? ¿Con quién? — Preguntó Jin agarrando el hombro del chico. —
— Cuéntanos todos los detalles. — Dijo McKagan sentándose en el suelo junto a Bailey. —
— No os interesa. —
— Llegas caminando así y con esas pintas, encima nos has abandonado, así que ahora lo cuentas. —
— No... Solo ha sido con un conocido... No es del instituto. —
No iba a decirles que acababa de follar con Jungkook Taylor.
Los amigos de este se rieron un rato respecto a la manera de caminar del rubio, después dejaron el tema y hablaron un rato hasta que se despidieron de Yoongi y los tres se fueron con el coche de Jin a acompañar a Hoseok y después Kim lo dejó en su casa.
— Gracias, por acompañarme. — Dijo abrazándolo. —
— Cuidado no te caigas o que tus padres te vean caminar así... — Rio por lo bajo. —
— Esperemos que no, avísame cuando llegues a tu casa, hasta el lunes. —
— Adiós Taehyunie. — Se despidió. —
El rubio entró a su casa y saludó a su padre quién estaba despierto, le preguntó como había ido el baile y actuación, el menor le enseñó el premio y su padre se alegró, diciéndole que mejor les enseñara el vídeo al día siguiente, cuando todos despertaran.
Se despidió de él y subió a su habitación, se dio una buena ducha, se puso ropa limpia para dormir y se tumbó en la cama, contestando al mensaje de Jin que le indicaba que había llegado a dormir e inmediatamente después de eso, se durmió.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Cuando despertó a las 12 del mediodía e intentó levantarse, se arrepintió al instante.
Dios.
El dolor era aborrecible y doloroso.
Una vez sentado en el borde su cama, empezó a repasar mentalmente lo sucedido en la noche anterior después de salir del baile. Poco a poco fue sonrojándose cada vez más, acalorándose por pensar en aquello que había hecho la noche anterior.
¿Tanto te gusta lo que ves, amor? Su mente recordó en ese instante del apodo.
Amor...
Reflexionó durante un rato respecto al tema y llegó a la conclusión de que Jungkook llamaba con algún apodo a la persona con la que mantenía relaciones para amortiguar o compensar un poco lo duro que estaba siendo.
Porque lo había hecho, lo llevó hasta más allá del límite, y por mucho que aquello fuera duro y placentero, había que dar algo de tranquilidad o confortar a la persona que tenía delante.
Taylor sabía lo que hacía.
Salió de la habitación después de asearse y se encontró con sus padres y hermanos desayunando, se unió a ellos y hablaron del baile. Sus amigos irían después a su casa para reaccionar y explicar como fue el baile y la actuación, la cual ganaron.
Durante todo el medio día estuvo jugando con sus hermanos menores y acabó agotado, más que los dos niños.
Comieron y después de un par de horas, los amigos de Williams llegaron con algo para picar más tarde. Estuvieron junto a sus padres y hermanos explicando todo lo de la fiesta. Y claramente omitieron la parte en la que Taehyung llegaba a casa de Yoongi recién follado.
Vieron el vídeo que Hyunsik grabó con la cámara del rubio por petición suya de la presentación.
Sus hermanos estaban asombrados, diciendo que ellos a la próxima también bailarían con ellos. Sus padres los felicitaron y dejaron tranquilos en la habitación de Taehyung.
Pasaron la tarde en casa del menor de los cuatro, aprovecharon para publicar fotos de la noche y muchos de los alumnos del instituto comentaron en sus publicaciones respecto a la actuación.
Hablaron de distintos temas, desde las clases, del casi algo de su amigo Jin y hasta que en la fiesta el peli menta bailó junto a su amor inalcanzable.
Después los tres se fueron, a punto de la hora de cenar, y posteriormente estuvo tranquilo leyendo algún cómic o navegando por el ordenador portátil.
Aquel día fue tranquilo y se fue a dormir más pronto de lo habitual.
El lunes volvió con fuerza, el domingo no fue muy diferente al sábado.
Las clases comenzaron otra vez, los alumnos ya no tenían nada que esperar hasta el baile de San Valentín, en caso de que se celebrara, y si no se hacía, esperar al de final de curso y graduación.
Por suerte el dolor de trasero se fue a lo largo del día domingo, cosa que agradeció, porque si no, debería faltar a su entrenamiento.
Agradeció que aquella clase no la compartiera con sus amigos, debido a que quería descansar y no estar riéndose toda la hora.
Se sentó donde habitualmente y se apoyó en sus brazos que estaban sobre la mesa, mirando en dirección a la pared de la derecha, cerrando los ojos, preparado para dormir.
Sintió a alguien sentarse a su lado.
Literatura...
Era Jungkook, de eso estaba seguro, pero no levantó la vista, solo siguió intentando dormir.
Pasaron un par de minutos hasta que oyó la voz del pelinegro.
— Un hola estaría bien... —
Abrió los ojos, ya que su cabeza apuntaba a su dirección, no fue necesario cambiar hacia donde miraba su cabeza.
La imagen del pelinegro se dibujó en su campo de visión. Vestía con una sudadera del equipo de futbol y tenía el pelo despeinado.
— Hola. — Dijo para después volver a cerrar los ojos. —
Se escuchó un chasquido de la lengua del mayor en forma de protesta por aquel hola simplón que acababa de salir por la boca del rubio.
Sonrió al escuchar el ruido de molestia y rio por lo bajo. Segundos después sintió la mano del pelinegro en su cabeza, empujando la cabeza de Williams contra el escritorio.
— ¡¿Qué haces?! — Se levantó de sopetón y Taylor rio. —
— Divertirme, parece que tú también lo haces. —
— Qué pesado eres. — Musitó y lo miró molesto. —
El contrario lo contempló con una mirada juguetona y divertida.
— Lo que digas... Yo mejor me quedaré con lo que me decías el día del baile. — Comentó provocándolo. —
Rodó los ojos, para después darle un golpe en el antebrazo y volver a su posición para dormir. Aunque no pudo, porque aquellas palabras lo dejaron pensando, tratando de recordar lo que quizás dijo.
Pero al repasar todo en su mente, no recordaba haber dicho nada fuera de lo común, lo típico que decían las personas al ser folladas.
Únicamente lo hace para molestar...
Suspiró y se sentó correctamente, escuchando a la profesora hablar y llevándose una mirada del chico que tenía a su derecha.
La profesora inició un debate respecto a un clásico que leyeron en clase y una controversia que se producía entre las personas que habían leído tal novela.
— Taehyung Williams, ¿usted qué opina? —
El chico explicó lo que opinaba junto a argumentos, alguna persona respondió, comenzando un debate entre los estudiantes, incluso Jungkook aportó algo, pero en contra de la opinión de Taehyung.
— Justo, eso es lo que quiero. — Interrumpió la profesora a los dos chicos, que discutían sobre el tema. —
Agradeció que la profesora los parase, porque si no se levantaría y le metería una hostia a Taylor de lo insoportable que estaba siendo.
Sus orejas por poco echaban humo, pero por suerte solamente se mordió el interior de su mejilla y aguantó las ganas de realizar tal acto apretando sus dientes.
— Quería llegar a este punto y explicaros de qué tratará el siguiente trabajo que realizaremos... — Comentó mientras buscaba un papel. — Después de haber hecho la lectura de este clásico, ha habido muchas opiniones... Por eso mismo escogí este libro para leer... Ahora, lo que tenéis que hacer, es buscar una pareja que tenga un pensamiento distinto de este libro y su argumento, como Williams y Taylor. Os pondréis junto a la persona escogida y necesito que hagáis una tesis de entre diez y veinte páginas con ambas opiniones, una tesis para cada opinión... Cada uno de la pareja hará la de su opinión. — Explicaba. — Con esto, tendréis que explicarle a vuestro compañero la tesis y hacer que comprenda vuestro punto. Después, cada uno hará una exposición delante de toda el aula explicando la opinión de su compañero. Ahora, apuntaré las parejas, asumiendo que Taylor y Williams irán juntos, el resto buscad a alguien con opinión contraria a la vuestra. —
No iba a ir con Jungkook, ni en broma.
— Disculpe profesora... — Levantó la mano. — ¿Debo ir con él? —
— Si estáis sentados juntos, supongo que os lleváis bien y a demás cumplís los requisitos para ser pareja, así que sería ideal. —
— Yo no me ll... — El pelinegro lo interrumpió. —
— Sí profesora, nos llevamos bien. — Jungkook se apoyó en el respaldo de la silla, acomodándose. — Apúntenos como pareja. —
— Perfecto, chicos. —
Taehyung lo miró incrédulo, no dijo nada, lo haría después.
Una vez la profesora apuntó todas las parejas, dejó iniciar con las ideas de las tesis en los últimos diez minutos que quedaban.
— ¿A ti qué coño te pasa? — Preguntó Williams molesto. — No quiero ir contigo. —
— Nos sentamos juntos y nos llevamos bien, no veo porque no quieras ir conmigo. — Sonrió divertido. —
— No nos llevamos bien, me caes mal, muy mal. — Suspiró. — Una cosa es que nos llevemos bien en la cama, otra esto, así que le vas diciendo a la profesora que vas con otra persona. — Susurró cerca del chico. —
— Todos tienen pareja, así que no te quedará otra. — Rio. — No creo que nos llevemos tan mal... Si en la cama nos llevamos de maravilla, aquí podemos intentarlo, para el trabajo, claro. —
— Imbécil. —
— ¿Quedamos para hacer el trabajo? —
— No. — Espetó. —
Poco más y le metía un escupitajo.
Qué asco de chico, que se vaya al garete.
¡Hola! Aquí un capítulo, antes de lo esperado, espero que os guste. Nos vemos este finde, espero. O si no, la semana que viene. No olvidéis dejar estrellitas para más.
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