¿Jungkook hizo algo productivo ese fin de semana? Por supuesto que sí. Dormir, claro estaba, para adaptar su horario de sueño.

Al igual que en Corea, su horario de entrada era a las nueve de la mañana, por lo que la alarma de las siete tuvo la dicha de interrumpir su sueño, más no le resultó tan molesta como de costumbre.

Apagó el sonido y se dio un par de vueltas en la cama antes de levantarse finalmente, para luego darse una ducha, vestirse, comer algo como desayuno, lavar sus dientes, peinarse y tomar su fiel mochila con sus pertenencias para ir a trabajar.

Colgó la mochila en su hombro y abrió la puerta, encontrándose que, casualmente, el castaño que vivía frente a él también tenía planeado salir en ese instante, ya que ambas puertas se abrieron a la vez.

Sostuvieron sus miradas conectadas durante un tiempo, siendo Jungkook el primero en romperla cuando se escucharon pisadas en la escalera.

Cerró la puerta de su habitación y dio una última mirada a Taehyung antes de continuar con su camino, quien no le quitaba la vista.

El agradable clima golpeó contra su rostro y suspiró relajado. Tenía que ser un buen día.

Caminó con tranquilidad por las calles de la ciudad, memorizando el camino a su paso y prometiéndose recorrerla cuando tenga tiempo libre.

El hospital era más grande de lo que parecía en las fotos.

Entró en el recinto y abrió su boca en forma de "o" al ver el interior. Todo era tan distinto a Seúl.

Preguntó en recepción dónde estaba la sala de conferencia a la que debían ir los doctores de intercambio y se dirigió a esta cuando tuvo su respuesta.

Llegando ahí, la presencia de Park Chanyeol ya estaba en el lugar.

—Buenos días— Saludó el más alto.

—Buenos días— Respondió con una pequeña sonrisa. —¿Qué tal el cambio de hora?—

—Es difícil, pero ya casi me he acostumbrado—

La sonrisa que Chanyeol formuló después de eso; Jungkook no tuvo que pensar dos veces para saber de quienes se trataba.

Se dio media vuelta y vio a su exnovio junto con el alegre rubio que no recordaba su nombre.

Suspiró, y se obligó a si mismo a no mostrarse alterado.

Probablemente no prestó atención ni siquiera a la mitad de la reunión donde repasaron los detalles de su estadía.

Pero recuerda lo principal y más importante, así que no hay problema.

El dueño del hospital les dio la bienvenida y los invitó a un recorrido por el lugar, lo cual era terrible para el azabache.

Porque su nuevo "amigo" (si así podía llamarlo) resultó ser demasiado sociable y demasiado amigable, ya que cierto castaño y cierto rubio (que ahora sabía se llamaba Byun Baekhyun) no dudaron en acercarse a ellos.

Lo peor de todo es que Chanyeol estableció una conversación con Baekhyun demasiado cercana desde su punto de vista, por lo que a Jungkook no le quedó de otra que caminar junto a Taehyung.

El castaño estaba nervioso. Miraba cada cierto tiempo al azabache de reojo, mordiéndose el labio al ver lo serio y tenso que caminaba a su lado.

Soltó un suave carraspeó e intentó iniciar una conversación. —¿Qué... te parece Londres?—

La expresión seria de Jungkook se vio desestabilizada por unos segundos y esperaba que el chico a su lado no lo notara. —Me gusta, es agradable—

—Sé... que te hubiese gustado más conocer París, pero está más cerca que antes, entonces-—

El agarre que el azabache proporcionó a su brazo logró que detuviera sus palabras y su caminata a la vez. Jungkook esperó que el grupo se alejara un poco antes de hablar. —¿Qué intentas hacer?—

Taehyung se removió en su lugar ante el frío tono de voz que el contrario usó; nunca lo había escuchado así. Levantó la mirada tímidamente y tragó pesado cuando sus ojos se cruzaron con los oscuros y penetrantes ojos del azabache. —Yo... intentaba entablar una conversación y-—

—¿Por qué?— Interrumpió. —No tenemos nada de qué hablar—

—Pero-—

—Pero nada— Lo soltó. —No quiero hablar contigo, suficiente tengo con saber que somos compañeros de trabajo— Suspiró. —Para mi ya estabas muerto—

Jungkook se dio la vuelta y siguió al grupo a la vez que tenía una discusión consigo mismo en su cabeza, mientras que Taehyung se quedó en su lugar con un extraño y doloroso sentimiento instaurándose en su pecho.

El recorrido terminó y Jungkook se apresuró a su nueva oficina tan pronto como pudo.

Se sentía extraño, incluso podría decir que culpable.

Quizás había sido un poco duro con el castaño, pero... vamos, había que entenderlo. Taehyung lo dejó con una simple carta y sin ninguna explicación concreta hace quince años, le rompió el corazón e hizo que lo convirtieran en la burla de la universidad.

No iba y no podía perdonarlo, mucho menos ser amable.

Aunque era difícil si el corazón todavía le jugaba en contra cuando estaba a su lado.

[Hi. ¡Hoy si fui más puntual!

Estos capítulos quizás les parezcan como relleno, pero en realidad no lo son, serán necesarios para el desarrollo.

Nos leemos el viernes, bye.]