[Maratón 2/3]

Vísperas de navidad.

La primera navidad luego de tres años en que no estaría solo.

La primera navidad que pasaría con Taehyung, es decir, la mejor navidad de todas.

La mañana del veinticuatro de diciembre, todos los departamentos se encontraban haciendo un último chequeo a los pacientes que se les permitiría salir por la noche para pasar la festividad con sus familias.

Cuando Taehyung llegó a la habitación de Andreu, el primer indicio de duda que se presentó en él fue que la energía del infante no era la de siempre. —Hey, Andreu, ¿qué tal te encuentras?—

—Bien... Creo, me cuesta un poco respirar—

—Ven, te ayudo a sentarte— Tomó las manos del niño para ayudarlo a enderezarse y comenzó a examinar sus latidos con el estetoscopio, pidiéndole que realizara respiraciones profundas y luego exhalara. Hizo una mueca. —¿Desde hace cuánto tiempo estás así?—

—Algunas semanas, pero ya no puedo ocultarlo mucho— Tosió.

—¿Por qué no me lo dijiste a mi o al Doctor Puppy?—

El pequeño bajó la cabeza, avergonzado. —Le dirían a mi hermana y ella se preocuparía mucho—

Hizo una mueca. —Evaluaré la situación con el Doctor Puppy, recuerda que si no estás bien no podemos dejarte salir esta noche, ¿de acuerdo?— El niño asintió. —Descansa ahora, vendré a verte en un rato—

En cuanto se despidió de Andreu y salió de la habitación, se dirigió a paso acelerado a la oficina de Baekhyun, preocupado por la situación.

—¿Qué pasa?— Preguntó el rubio cuando observó la cara del castaño al entrar.

—Andreu estaba empeorando y nos dijo nada— Suspiró. —Sus latidos son irregulares y no puede respirar bien, ¿podemos dejarlo salir así?—

—¿Es muy irregular?—

—Su corazón está un poco más alterado de lo normal, pero creo que puede estabilizarse con oxígeno—

—Bien, podemos proporcionarle un tanque de oxígeno para esta noche y decirle a su hermana que debe tener cuidado y en cualquier caso traerlo de regreso al hospital— Suspiró. —Tranquilo, es un buen niño y es fuerte, va a estar bien—

—Eso espero—

Seguidos golpes se escucharon en la puerta.

—Adelante— Respondió Taehyung mientras terminaba de autorizar los permisos clínicos.

La puerta fue abierta y dejó entrar a un emocionado azabache a su oficina. —Hola—

El castaño levantó la mirada y sonrió. —Hola, ¿qué haces aquí?—

—Terminé mi trabajo antes y vine a hacerte compañía para que regresemos juntos, Doctor Kim— Guiñó un ojo.

Negó divertido y regresó la mirada a su trabajo. —Veo que estás impaciente, Doctor Jeon—

—Por supuesto— Miró los documentos sobre su mesa. —¿Estás terminando los permisos?—

—Sí, sólo me queda este y el de Andreu— Hizo una mueca.

Jungkook frunció el ceño. —¿Por qué esa cara?—

—Andreu no se siente bien y no creo que sea buena idea dejarlo salir, aunque Baek dijo que podríamos darle oxígeno y con eso estaría bien, pero no me convence—

—¿Cuál es la causa de la necesidad del trasplante?—

—Miocardiopatía hipertrófica— Jungkook asintió suavemente. —Bueno, seguramente sólo es algo mío— Ordenó los papeles de su escritorio. —Vamos, solo me falta entregar esto al enfermero de turno para que él lo distribuya a los pacientes—

—Bien—

Ambos se colocaron sus abrigos, tomaron sus pertenencias y salieron de la oficina. Una vez que Taehyung dejó los permisos donde debía y regresó a su lado, Jungkook no tardó en tomar su mano y caminar con él hasta el ascensor.

—Jungkook— Comenzó cuando entraron en la cabina, afortunadamente solos.

—¿Mmh?—

—Estamos en el trabajo—

—¿Y eso qué tiene?—

—Nos van a ver—

—¿Te molesta que se enteren?—

—No, pero ni siquiera somos novios aún como para que me tomes de la mano—

—Te lo pediré, pero no ahora, no arruines mi propuesta— Se quejó. —Además, ya nos hemos tomado de las manos antes—

—Lo sé, pero-—

Las palabras del castaño fueron interrumpidas por un rápido beso que cayó en sus labios por parte del azabache.

—Nada de peros, ¿bien?— Taehyung asintió. —Así me gusta—

Las puertas del elevador se abrieron y salieron de este, caminando hasta la salida para finalmente estar fuera del hospital.

—Entonces, ¿iremos al dormitorio de Baek luego?—

—Sí, los de la última planta son más grandes. Podemos hacer una pequeña reunión más cómodos ahí—

—Uuh, bien, ¿hay un código de vestimenta? Puedo ir con un traje si me lo pides, me veré como su superior—

Rió. —Nada de eso, pero tampoco vayas como vago, que Baekhyun te va a echar a patadas—

—No lo creo, sus piernas son más cortas que las mías como para hacer eso—

—Que malo eres— Dijo serio, aunque, en el fondo, le causó gracia.

—Así y todo, me quieres, ¿no?—

Sonrió. —Por supuesto que sí—

—Baekhyun, creo que deberías parar por ahora, no tienes resistencia al alcohol— Le recordó Taehyung.

—¡Mientes!— Respondió. —Soy un excelente bebedor— Intentó levantarse, pero perdió el equilibrio y cayó nuevamente en la silla. —Bien, tal vez sí estoy un poco ebrio—

Todos rieron.

Habían acordado de reunirse en el dormitorio de Baekhyun a las ocho en punto Taehyung, Jungkook, Chanyeol y obviamente el rubio para tener su cena de navidad.

Lo que empezó como una agradable comida, terminó con el anfitrión tomando más copas de las que su cuerpo soportaba. Aunque, fuera como fuera, todos estaban pasando un rato agradable.

Sin pensarlo realmente, el castaño se recostó en el hombro de Jungkook, sorprendiendo a todos con su acto.

—Quiero saber— Comenzó Chanyeol. —¿Cuándo volverán a ser novios?—

—Aún no llega el momento-— Jungkook se interrumpió a sí mismo. —Espera, ¿tú cómo sabes que estuvimos juntos?—

—Baekhyun me dijo el chisme— Se encogió de hombros. —Se están tardando mucho, nosotros somos pareja desde hace semanas—

—¿Qué?— Interrumpió Taehyung. —Baek, ¿por qué no me dijiste nada?—

Pero el rubio ya no podía responder, pues estaba ya enterrado en el mundo de los sueños y no pensaba salir de este hasta la tarde del próximo día.

—Lo perdimos— Suspiró y se enderezó.

—Oh, creo que será mejor que lo deje en su cama— Susurró el más alto. —Pueden marcharse, yo me encargaré de todo aquí—

—Está bien— Respondió Jungkook y se levantó junto con Taehyung. —Buenas noches, Chanyeol—

—Buenas noches, chicos—

Salieron del dormitorio luego de recoger sus cosas y, antes de que el castaño se encaminara a las escaleras, el azabache lo detuvo tomándolo del brazo.

—¿Vas a tu dormitorio?— El aludido asintió. —Quiero que me acompañes a la azotea antes—

—Claro— Respondió un poco dudoso.

Subieron por las escaleras un piso más, para luego abrir la puerta que daba al exterior y encontrarse ahí una pequeña carpa armada con anterioridad para resguardarse de la nieve.

—¿Y eso?—

—Yo la armé antes, ven—

Caminaron hasta ella y se acomodaron dentro de esta; con Jungkook sentado y con Taehyung de la misma forma entre sus piernas, mientras su cabeza estaba apoyada en el pecho del azabache y este acariciaba tiernamente su cabello.

—Es una linda vista— Susurró el castaño, pues no siempre podrías ver Londres iluminado por la noche mientras nevaba y con una agradable compañía.

—Me alegra que te guste, ¿no tienes frío?—

—Te tengo a ti, no puedo tener frío—

Jungkook sonrió suavemente y acercó su rostro al cabello del contrario, embriagándose con su aroma y dejando un casto beso en este antes de volver a su posición inicial.

—Tengo un regalo para ti—

Taehyung miró hacia arriba para poder observarlo. —¿De veras?—

—Sí— Introdujo su mano a uno de los bolsillos de su chaqueta y de esta sacó una pequeña cajita verde. —Para ti—

—No tenías que, pero gracias— Tomó la cajita entre sus manos y la abrió con cuidado, encontrándose un lindo reloj de plata en esta con un mensaje grabado.

"Tae y Kook amor por siempre."

—No creo que las cosas sean para siempre— Comenzó Jungkook. —Todo tiene un final, y realmente esperaba que mis sentimientos por ti se terminaran algún día cuando te fuiste, sin embargo, eso nunca pasó. Tampoco creo en leyendas, pero si hay un hilo rojo que nos conecta y ha logrado que nos volvamos a encontrar, puedo pensar y quiero creer que el amor que siento por ti va a durar por siempre. Después de todo, Kim Taehyung, eres mi primer y único amor— Sacó otro reloj de su bolsillo. —Mira, yo tengo el mismo, pero el mío es dorado, ¿te gusta?—

El castaño asintió suavemente, se enderezó y lo miró con los ojos llorosos. —Te amo, Jungkook—

Sonrió. —Y yo a ti, mucho más de lo que podrías imaginar—

[Que lindos son akslshhjelsdnjsndlsbdnd

Se viene la mejor parte :")

Y muchas gracias a CuteAre por ayudarme con las imágenes mentales para este capítulo 💜]