Jungkook suspiró y pasó una mano por su cabello en cuanto salió de sala de cirugía y quitó las prendas que cubrían su uniforme, deseando dormir mínimo por un día entero.

Pero no todos los deseos se cumplen.

Los demás especialistas que lo acompañaron en la operación salieron detrás de él y le felicitaron por su buen trabajo, a lo que él respondió con una sonrisa fingida como agradecimiento.

Era un grupo de personas hipócritas que hablaba mal de él a sus espaldas. Si ellos iban a actuar, él también podía hacerlo.

¿Inmaduro? Quizás un poco.

Caminó hasta su oficina y se dispuso a descansar en la silla giratoria que estaba detrás del escritorio... por los próximos diez minutos, ya que tenía una reunión con su jefe.

Probablemente una operación que otro médico no quería.

No se quejaba, le gustaba ayudar en lo que podía con sus habilidades, pero a veces consideraba un abuso hacer operaciones casi todos los días sólo porque otros doctores "no estaban seguros de que lo que hacían era correcto".

Y no estamos incluyendo las operaciones de sus propios pacientes.

Era un neurocirujano talentoso, lo sabía, tenía una buena reputación y hasta el día de hoy no había un solo paciente que perdiera en cirugía. Su único problema era el equipo médico que trabajaba con él, pero sabía que no podía quejarse mucho por eso. Después de todo, él tampoco era muy agradable que digamos.

Cuando el teléfono de la oficina sonó, probablemente por causa de alguna secretaria recordándole de la reunión, gruñó y abrió los ojos, maldiciendo mentalmente cuando contestó porque sus suposiciones fueron correctas.

Se levantó de su lugar, se colocó la bata blanca colgada en el perchero y salió de su oficina, caminando a la de su jefe poniendo su mejor cara.

Algunos doctores y enfermeras susurraban una que otra cosa cuando pasaba por su lado, aunque sinceramente no le importaba, podían decir lo que quisieran.

Golpeó la puerta del despacho de su jefe y entró cuando escuchó la confirmación de que podía pasar.

El jefe del departamento de neurocirugía era un hombre llamado Kim Jongdae; amistoso a simple vista, un ogro en el trabajo, pero era una buena persona.

Jungkook se sentó en la silla frente él. —Buenas tardes, Doctor Kim—

—Buenas tardes, Doctor Jeon— Correspondió su saludo. —¿Saliendo de alguna operación?— El aludido asintió. —¿Qué fue esta vez?—

—Aneurisma—

—Y salió bien, ¿no?— El azabache volvió a asentir. —Creo que la pregunta ofende— Rió y Jungkook comenzó a sentirse incómodo. —Bueno, tengo algo importante que hablar contigo—

—¿Qué es?—

—¿Has sabido algo sobre un proyecto de los hospitales en Londres?—

—No he tenido oportunidad de informarme sobre otras cosas que no tengan que ver con la sala de operaciones—

Sonrió. —De alguna forma me lo esperaba—

—¿Por qué me pregunta sobre esto?— Dijo curioso.

—Hace unos días, llegó una invitación— Se recargó en el escritorio. —Están dando oportunidades a destacados médicos jóvenes para hacer un intercambio durante un año, donde podrán mejorar su historial y perfeccionar sus habilidades— Los ojos de Jungkook se iluminaron, ¿podría ser...? —En el Hospital de Seúl tenemos a uno de los mejores neurocirujanos más jóvenes, y ese eres tú, ¿estás dispuesto a ir?—

No tuvo que pensarlo dos veces para responder. —Por supuesto— Dijo, tratando de ocultar su emoción.

—Mañana hay una conferencia para reunir al equipo médico que irá, ¿estás libre?—

—Tengo una operación programada, ¿a qué hora es?—

—A las cinco de la tarde—

Hizo una mueca. —Probablemente llegaré un poco más tarde, ¿no hay problema con eso?—

Negó con la cabeza. —Notificaré al médico a cargo de ello, no te preocupes—

—Gracias— Sonrió suavemente.

Y, esta vez, no era una sonrisa falsa.

Jungkook suspiró cuando cerró la puerta de su departamento.

Estaba agotado, había sido un largo día y sólo quería dormir.

Dejó en el sofá el saco de su traje y aflojó la corbata de su cuello, para luego ir a la cocina por un vaso de agua. Volvió a la sala de estar, se acercó al gran ventanal que esta tenía y miró las calles de la ajetreada ciudad de Seúl.

El enorme departamento en que vivía... a veces pensaba porqué había comprado algo tan grande si allí vivía solo una persona... bueno, en realidad, lo que realmente hacía la mayoría de su tiempo en ese lugar era dormir, pero ese es otro tema.

Lo compró con sus ahorros en un arrebato de rabia queriendo escapar de la casa de sus padres en su primer año trabajando.

¿Se arrepintió después? Sí, lo hizo, pero ya no podía dar vuelta atrás si en esa casa ya no estaban ellos.

Recordaba que, en una de sus últimas conversaciones con su madre, esta le había recomendado que ya era tiempo de que tuviera una pareja, enamorarse nuevamente. Después de todo, pasó de encerrarse en un libro a encerrarse en una sala de operaciones y ella sabía que no era bueno para él.

Sin embargo, él no estaba interesado en una relación.

Las personas te abandonan, aunque digan amarte. No quería eso de nuevo.

No obstante, quizás por ese motivo adquirió un departamento tan grande. Esperando rehacer su vida, esperando encontrar a una persona, esperando que probablemente él volviera.

Pero negaba ese pensamiento de inmediato.

Él estaba muerto para Jeon Jungkook.

[Hi!. ¿Me extrañaron? ¿No? *se va a llorar desconsoladamente al rincón*

Ok no.

Lo siento por demorar tanto tiempo en actualizar, pero, literalmente, estoy entre mi computador y cuadernos toooodoooo el día, no tengo mucho tiempo libre :"/ Hago más tareas ahora que cuando estaba en el colegio.

Pero volvimos a wattpad, así me distraigo un poco y puedo convivir con la gente linda de esta zona 😊

Actualizaciones de momento martes y viernes, no puedo prometer aún tres actualizaciones a la semana porque no cuento con tiempo suficiente.

Nos leemos la próxima semana, bye.

PD: extrañaba escribir eso y sólo ha pasado una semana :") ]