1 de septiembre de 1977

Alyssa Sayre

Llegó el día, hoy James y yo estaríamos a punto de cursar nuestro último año de Hogwarts. No iba a negarlo, estaba realmente aterrada. Seguía sin entender como el tiempo había pasado tan rápido, hace nada estaba a punto de cursar mi primer año y ahora era mi último.

No estaba preparada para todo lo que se nos venía encima, pero aún no iba a pensar en ello, debía pensar en disfrutar al máximo mi último año junto a mis mejores amigos.

—¿Estás lista? —me giré para encontrarme a James apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados. 

James era realmente lindo, además, tenía un gran corazón. Siempre estaba ahí para ayudar a todo el mundo. Hubo un tiempo en el que si me había gustado, pero no le dije nada, no quería perder su amistad, así que lo guardé. Intenté pasar página y lo logré, o eso quería creer.

—Sí, creo que ya no me falta nada —él asintió con una pequeña sonrisa mientras yo caminaba hacia él. Era alto, no iba a negarlo, me sacaba una cabeza más o menos. 

Los dos salimos de mi habitación y él me abrazó por los hombros para bajar juntos las escaleras, vimos a su madre fuera con una sonrisa, esperándonos.

—¿Listos mis niños? —los dos asentimos y salimos de casa. 

Fuimos directos al coche donde Fleamont se encontraba colocando lo que faltaba con la ayuda de Sirius, James fue a ayudarlos y yo fui a sentarme en el asiento de atrás. 

Extrañaba a mis padres, la verdad es que nunca creí que las cosas fueran de esta forma, siempre pensé que los tendría a mi lado. Aunque debía reconocer que tenía mucha suerte al tener a los Potter en mi vida.

Unos minutos después los cuatro subieron al coche, James se colocó a mi lado quedando en medio de Sirius y yo, tomando con cuidado mi mano mientras yo descansaba mi cabeza en su hombro.

No podía creer que ya sería nuestro último año, sería demasiado raro una vez que saliéramos de Hogwarts, ya no veríamos a nuestros profesores favoritos, ya no veríamos a Minnie, los chicos ya no harían bromas...

Todo sería diferente una vez que dejáramos Hogwarts.

Recuerdo que en mi primer año dije que el tiempo en Hogwarts se pasaría lento, pero menuda mentira, el tiempo había pasado volando.

Era algo increíble, en nada todos cumpliríamos los dieciocho años y tendríamos que luchar.

—¿En qué estás pensando? —susurró James mientras Fleamont ponía la radio para escuchar un poco de música.

—No puedo creer que estemos a nada de cursar nuestro séptimo año y encima los dos siendo Premio Anuales. ¿Cómo demonios decidieron que tú lo fueras?

—Me preguntó lo mismo —habló Sirius divertido.

Él nos miró ofendido, pero sabía perfectamente que no lo estaba.

—Oye, que sepáis que me doléis demasiado. Yo también me esfuerzo bastante en ser un estudiante ejemplar, me duele que penséis que no lo soy.

Sirius soltó una carcajada.

—Oh vamos, eres un Merodeador, llevas desde primer año haciendo bromas, no sé como Minnie pensó que sería buena idea.

—Mejor calla, porque me estás lastimando con tus palabras —le miré divertida y pude ver como dirigía su mirada a la ventana. 

—Maldito dramático.

—Ese eres tú —le dijo James.

Sonreí y le abracé por la cintura viendo como se le formaba una sonrisa en sus labios.

—Te quiero mucho James, lo sabes, ¿no? —él asintió mirándome a los ojos y dejando un delicado beso en mi frente.

—Yo también te quiero mucho Alyssa, sabes que eres muy importante para mí, ¿verdad? —asentí—. Estoy muy feliz de tenerte como mejor amiga, siempre que me necesites voy a estar ahí para ayudarte y para animarte. Porque odio verte mal, así que haré lo que sea para seguir viendo esa hermosa sonrisa en tu rostro.

Sonrojada bajé la mirada para que no viera como me había ruborizado.

—Aunque no voy a negar, eres demasiado linda cuando te sonrojas.

—Calla.

—¿Me callas? —le miré y pude ver que tenía una sonrisa divertida en su rostro.

—No digas tonterías maldito imbécil —él soltó una carcajada.

—Yo también te quiero mucho desquiciada —volteé los ojos sin dejar de abrazarlo.

—Me dais asco, demasiado amor en este coche, por favor muestras de afecto o actos sexuales fuera del coche —miramos mal a Sirius.

—¡Sirius!

—¡Lo siento mamá Euphemia! —James y yo soltamos una pequeña risa.

El viaje restante nos mantuvimos callados viendo por la ventana mientras escuchábamos las novedades de la radio, Euphemia procuraba que no escucháramos nada relacionado con los ataques que había últimamente en Londres.

Esperaba que Fleamont y Euphemia estuvieran bien, porque nosotros estaríamos en Hogwarts y no podríamos cuidarlo. Así que rezaba porque de verdad no quería que nada malo les sucediera.

Una vez que llegamos, Sirius, James y yo bajamos para poder ir a por nuestros carritos, así que una vez que los tuvimos fuimos juntos a los señores Potter y con calma pusimos todo en cada carrito.

—No puedo creer que sea nuestro último año, ¿qué haré una vez fuera de Hogwarts? —empezó a hablar Sirius mientras caminábamos para entrar a la Estación.

—Trabajar —él me miró paniqueado.

—Me niego, prefiero que James lo haga y yo me aprovechó de él o siempre puedo recurrir a Alphard.

—Maldito.

—Me amas demasiado James —les miré divertida, parecían un viejo matrimonio.

—Te amaría más si te callaras.

—Ya sabes como callarme, con un beso apasionado —James volteó los ojos golpeándolo en el brazo logrando que Sirius soltara una risa—. Amor, estás no son formas de tratar a tu futuro marido.

—Cállate Sirius —Sirius siguió riendo mientras caminábamos hasta el andén.

Yo me limité a quedarme callada escuchándolos a ellos hablar o bueno a Sirius logrando molestar a James, no iba a negar que era realmente divertido ver como Sirius le colmaba la paciencia.

Una vez que llegamos al andén, cruzamos y por fin pude ver el Tren que nos llevaría por última vez a Hogwarts, sería nuestro último viaje de ida, qué raro sonaba eso.

No estaba para nada preparada.

—Vamos a dejar nuestras cosas —les dije mientras ellos asentían y caminábamos con cuidado para no pisar a nadie, niños de primer año nerviosos mientras abrazaban a sus padres. Otros alumnos ya entrando al tren. 

Por Merlín sí había extrañado demasiado esto.

Cuando dejamos todo fuimos con Euphemia y Fleamont para despedirnos de ellos. 

—Vais a cuidaros mucho, ¿vale? Y no os metáis en muchos líos —asentimos los tres.

Una vez que nos despedimos de ellos entramos al tren y buscamos un compartimento, aunque en verdad estábamos buscando a nuestros mejores amigos.

Encontré a Peter y a Remus hablando animadamente, así que corrí demasiado emocionada hacia ellos.

Remus se dio cuneta y me vio con una gran sonrisa antes de tirarme a sus brazos, logrando que soltara una risa mientras me sujetaba.

—Te extrañé —susurré.

—Yo también a ti —murmuró él mientras me abrazaba.

Unos minutos después tuvimos que separarnos y le di un fuerte abrazo también a Peter, los chicos se saludaron entre ellos y fuimos a un compartimento vacío.

Aunque estaba segura de que más tarde iría a buscar a mis mejores amigas, ya que también las había extrañado demasiado.

—Vamos a disfrutar de nuestro último año señores y señorita —dijo Sirius con una gran sonrisa mientras los demás asentíamos felices.

Sería un gran último año, estaba demasiado segura. No dejaría que nada lo arruinara, ya tendríamos tiempo para nuestras responsabilidades, ahora solo debíamos disfrutarlo.

La vida era una después de todo.

NOTA DE LA AUTORA

¿Qué os pareció el capítulo?

Estoy tan emocionada por esta historia, espero que os guste tanto como a mí escribirla.

Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #endgamewattpad ❤

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