Capítulo XXVIII:

Aquella edificación databa de mitad del Siglo XIX, quizás un poco hacia finales del mismo, durante la Década de 1880 a 1890, donde ya se empezó a emplear la energía eléctrica como fuente, dejando atrás los viejos métodos para guiar a los barcos. Estaba emplazado sobre una colina que daba hacia las costas del lago, mientras que el interior del mismo estaba conformado por una serie de rías que comunicaban cada uno de los sectores de aquel afluente con sus conexiones. La torre terminaba en la enorme lámpara que giraba durante las noches, en especial en días donde la niebla decía "presente", cubriendo todo con un espeso manto lechoso hasta cubrirlo todo e impedir la normal navegación de las aguas. Una serie de formaciones rocosas le daban un aspecto "defensivo", con sus puntas afiladas como si fueran estacas que protegían el "baluarte" de una intrusión enemiga.

La carretera continuaba por los bosques pero, casi llegando a la pendiente que daba hacia las colinas, pudieron divisar un coche abandonado y con las luces encendidas. Takashi y los otros se aproximaron, oían el ruido del motor, indicando de que alguien o quizás algún grupo pasó por allí pero lo abandonaron.

- Esto no tiene casi nada de combustible en el tanque. Se apagará en cuestión de minutos.- Informó Rei al ver aquello.- Aunque me parece raro que lo hayan dejado encendido. ¿Habrá pasado algo?.- Quiso saber la joven hija del Jefe de la Policía del Distrito de Tokonosu.

Saeko observó las huellas del vehículo sobre el camino de tierra, conducían hasta unos metros y de ahí acababan en la base de la pendiente pero no había ni rastro alguno, ni siquiera algún indicio de campamento improvisado, por parte de aquellos supervivientes. Aún así, el Faro ofrecía cobijo y resguardo, ya que el Crepúsculo volvía a tocar las lindes del Firmamento. Eran las 17:50 PM, pronto se iría ocultando el Sol sobre el Horizonte y de ahí quedarían a oscuras en los bosques, con excepción de los pocos faroles que se hallaban distanciados a lo largo del camino hasta alcanzar la carretera. Se agachó, tanteó el suelo pero nada, ni siquiera un solo casquillo de bala caído.

- Vengan, subamos.- Pidió Francis.- Quizás se internaron en los bosques para ir a cazar algo y así comer.- Teorizó el motociclista pero sacándole el seguro a su escopeta, por las dudas.

Fueron subiendo aquella pendiente, el peso de las armas, municiones, comida, agua y medicinas era un constante dolor para sus cuerpos, salvo para Bill y los chicos de Japón pero lo mantenían ajeno al mismo, alejado, ya que necesitaban alcanzar la cima y comprobar que aquel refugio fuera seguro para todos ellos. Pronto, una vez alcanzada la misma, notaron que habían varios generadores encendidos, la lámpara giratoria del Faro estaba dando vueltas en un ángulo de 360*, el interior yacía prolijo, sin embargo, lo que más llamó la atención era que la puerta principal estaba abierta.

- ¡Hola!.- Llamó Hirano pero no hubo respuesta.- ¡Somos amigos, descuiden, solo venimos a quedarnos aquí por esta noche!.- Informó pero nadie respondió. El sitio parecía un Cementerio.

¿Qué estaba pasando?. Una vez que pusieron un pie dentro del edificio, notaron que las paredes estaban, de aquella Sala, tenían impactos de bala, sangre por doquier, salpicaduras que se habían secado y los casquillos cuyo olor seguía impregnando en el aire. Nadie lo sabía y cuando Bill subió las escaleras, lo tomó por sorpresa algo que se hallaba escrito en las paredes tanto de arriba como de la Planta Baja.

- Ayyy no...- Aquello fue como si fuera el último lamento que diera en su vida antes de morir. Corrió para encontrarse con los demás y lo notaron pálido.-

- ¿Qué ocurre? ¿Qué viste? ¿Hay zombies aquí?.- Preguntó Louis.

- Peor, vean esos grafitis de allí.- Señaló el Veterano, mientras que agarraba una silla, se sentaba mientras que el moreno y Francis iban para donde estaban aquellos mensajes escritos en las paredes de ambas plantas.

"Rachel, Rebbeca, Arnold: Si leen esto...¡VÁYANSE DE AQUÍ!. Creíamos que este sitio era seguro pero nos equivocamos. Nos han seguido y no hay salida".

"Dereck, encuéntrame en el Faro.

Joey".

"He visto y oído a varios "Tanks" desde el Sur por la carretera. Vienen hacia aquí, salgan cuanto antes

Cody".

Aquellos mensajes fueron el aviso final. El Faro, aquel edificio que parecía ser seguro, terminó siendo una trampa mortal. Con su luz encendida y el generador alimentando a la misma para que girara, llevó a que Takashi corriera por las escaleras de caracol hasta alcanzar la cima del mismo, teniendo una vista espectacular que daba hacia todo el lugar pero que, desde la lontananza, hacia las Ciudades que ardían igual que Roma durante los tiempos del Emperador Nerón de la Dinastía Julio-Claudia, notó algo que se estaba moviendo desde el Sur, como bien había dicho Cody, el superviviente que alertó sobre el peligro que se cernía allí. Se frotó los ojos, maldijo esa vista corta que tenían los Humanos pero, cuando vio que Rei había subido hasta allí, le pasó unos binoculares, apuntó en la dirección antes citada y se quedó horrorizado cuando los vio:

Tal y como habían dicho los otros mensajes, se podía presenciar el avance de una inmensa "Horda". No se podía contar cuantos eran pero éstos venían a montones y con "Fuerzas de Élite" compuestas, sobre todo, por los temibles "Tanks" que iban arrojando coches y rocas por todas partes, iniciando una especie de "bombardeo" y batidas de las zonas con el fin de tener el camino despejado hasta llegar al Faro.

- Ahora todo tiene sentido.- Confirmó Saeko los peores temores.

- ¿Qué quieres decir?.- Preguntó Zoey.

- El auto, ¿lo recuerdas?. Era de esa gente. Se refugiaron aquí y mira cómo acabaron: Todos muertos.- Respondió la Capitana del "Club de Kendo".

- No podemos quedarnos aquí, tenemos que salir, volver a la carretera antes de que ellos lleguen.- Propuso Louis, quien caminaba de un lado para el otro del Salón Principal. Temblaba del miedo y más cuando veía que Takashi y Rei no volvían.-

- Ya es imposible, amigo.- Advirtió Bill.- No llegaremos ni a medio kilómetro de aquí. Lo peor es que nos quedaremos sin municiones peleando contra ellos.- Sostuvo, mirando que habían cajas con las mismas pero se terminarían por agotar en cuestión de horas.

- ¡Entonces sigamos el plan que he dado ¿o acaso piensan quedarse aquí y morir?!.- Preguntó el moreno, dando un golpe contra una de las paredes.- ¡Puta madre, ¿qué pasa?! ¡Ellos murieron, nosotros seguimos vivo, entiendo lo que es, para esa gente, caer en una "trampa" pero nosotros no somos ningunos estúpidos!.- Exclamó, dando a entender que no pensaba en rendirse.

- Louis, tranquilo, Bill no dijo nada de rendirnos, solo hay que pensar a fondo cómo escapar de aquí.- Tranquilizó Zoey al Oficinista.

- Pero ¿estamos todos locos?. Ya dije que tomemos la carretera y la sigamos hasta el final. Ellos son lentos.- Mostró aquel lado positivo y que encima les permitía guardar las municiones para otros combates.

- No vienen solos.- Oyeron la voz de Takashi y Rei, quienes bajaron por las escaleras de caracol.

- ¿A qué te refieres?.- Preguntó Francis con asombro.

- Vienen acompañados: "Smokers", "Tanks", "Jockeys", "Spliters", "Boomers" de ambos géneros, "Screamers", "Chargers" y hasta "Hunters".- Advirtió la novia del chico de Japón.

- Entonces salgamos de aquí cuanto antes. Piensen: No podremos hacerles frente, nos van a acorralar.- Insistió Louis al respecto, viendo que aquello iba a ser un "Sitio" en el pleno sentido de la palabra.- No vamos a poder escapar, nos rodearán y ahí sí que estaremos jodidos.

- Una cosa es escapar, amigo, la otra es enfrentarte a incontables "Hordas" de "Infectados de Élite" que son más astutos y rápidos. Ya vimos cómo actúan, atacan y hasta la forma en la que "cooperan" entre sí.- Habló Hirano, viendo que se estaba agotando el tiempo.

- ¿Y qué haremos? ¿Nos vamos a quedar sentados, tomando el té y esperando a que nos maten?.- Inquirió el moreno.- Logramos salir con vida en repetidas ocasiones, ¿vamos a tirar la toalla ahora?.- Preguntó a sus amigos.- Ese mensaje fue duro. Lo lamento mucho por esas pobres personas que murieron aquí, pero también nos están pidiendo que nos salvemos, que continuemos adelante, como hicieron los Espartanos bajo el mando del Rey Leónidas I cuando dejaron ese mensaje para que sepan por qué había caído luchando contra el Imperio Persa del Rey Jerjes I.- Señaló y eso fue cierto.

Bill respiró hondo, recordó a sus amigos, muchos de ellos que cayeron a lo largo del conflicto en la "Guerra de Vietnam", la "Ofensiva del Tet" de 1968, el golpe a la moral de los EEUU cuando se firmaron los "Acuerdos de Paz de París" en 1973 y el fin de la lucha en 1974 con la "Caída de Saigón". Lo que decía aquel moreno Oficinista era cierto: Llegaron desde tan lejos, empezando su "carrera" en la Ciudad de Filadelfia, evadieron y burlaron a la Muerte en repetidas ocasiones, tuvieron que atravesar poblados enterados destruidos por los zombies e incluso los bombardeos contra Newburg para, ahora, ¿darse por vencidos?. No, aquello no se iba a permitir, por lo que brilló la esperanza.

- Los blancos y los negros siempre tuvieron sus diferencias, a pesar de que compartimos los mismos derechos, hasta peleamos juntos en Vietnam mientras que los hipócritas de los "Pacifistas" no hacían nada y nos tildaban a todos de que éramos unos monstruos, deberíamos haberlo hecho hace años: El estar juntos para enfrentar las situaciones más complicadas. Louis está en lo cierto: No nos podemos quedar aquí, sentados, nos matarán a todos o peor, si nos cierren todos los pasos, entonces no habrá forma alguna de poder llegar hasta la seguridad del Norte. Será un "Sitio" y terminaremos sucumbiendo al hambre.- Advirtió Bill, mientras que se ponía de pie.- Haremos esto: Vamos a largarnos de aquí, trataremos de tomar la mayor distancia y si nos cae algún "Tank" o lo que sea, lo eliminamos del camino, así no atraerán la atención. Si nos empiezan a llegar oleadas de zombies, prenderemos fuego la carretera para que vayan cayendo poco a poco.- Anunció su plan.

- Suena una locura porque no sabemos qué es lo que nos deparará el resto del viaje pero...¿Qué más da?.- Aportó Francis su opinión.- Vamos al ataque pero, ¿alguien ha visto al enemigo? ¿A cuánto están?.- Preguntó.

- Rei y yo subimos al Faro para ver su avance. Están lejos, todavía pero los otros se mueven a una velocidad más muchas rápida e incluso que van atrayendo a más zombies desde los otros y lugares.- Informó el castaño oscuro.- Nos dará un poco de tiempo para irnos de aquí y avanzar para la frontera.- Señaló el joven.

- De acuerdo.- Sentenció Saya.- Hemos llegado hasta aquí como para darnos por vencidos. No es el momento, ni tampoco, como también dijo Louis, de sentarnos a esperar a que alguien baje del Cielo y nos salve. Aquí no hay lugar para Dios, sino para nosotros, los Humanos, quienes estamos puestos a prueba desde nuestros comienzos. Ahora nos toca salir y enfrentarlos: Haremos como dijeron Bill, Takashi y Rei. Incendiar el camino para que muera la mayor cantidad de zombies, atacaremos a cualquier "Infectado de Élite" que nos intente impedir el avance y si encontramos, lo que sea que nos permita llegar hasta el Norte, bienvenido sea, incluso un bote.-

De golpe, a lo lejos, un rugido lejano se hizo sentir, por lo que alzaron la cabeza y se prepararon.

- Ya es hora. Venga, andando.- Pidió Francis y fueron dejando, uno por uno, con las municiones que tomaron allí, como "Reservas", bajando la pendiente de las colinas y así volver al punto donde se habían detenido para subir hasta el Faro.

En aquellos momentos de descenso, un "Hunter" estaba merodeando por allí, gruñendo a más no poder, caminando silencioso y trepando por los árboles, como un ágil Ninja, cosa que llamó la atención de los presentes.

- ¡Allí!.- Apuntó Takashi y con Rei abrieron fuego. El cuerpo del "Infectado de Élite" cayó tras lanzar un agónico grito de muerte, estrellándose contra el suelo.

- Era un "Observador".- Observó Saeko al recientemente abatido enemigo.- ¡Démonos prisa, ¿quién sabe qué tan cerca estarán?.- Pidió, justo cuando los gruñidos se iban haciendo más cerca.

Mientras que bajaban, a toda prisa, para la carretera de tierra y volver a la de asfalto, oyeron un helicóptero que surcó los Cielos, azotando el aire con sus hélices y moviendo las copas de los árboles.

- ¡Miren allí!.- Apuntó la Dra. Shizuka hacia el Firmamento.- ¡Hey, por aquí! ¡Aquí hay supervivientes!.- Les llamaba pero los pilotos no podían verlos, por lo que debieron dirigir a aquella aeronave hacia el Sur.- ¡No, esperen, no nos dejen, aguarden!.- Pidió, por lo que Hirano notó que, a pesar de que sería un peligro, tomó la decisión más sabia.

Agarró, de entre su mochila, una Pistola de Bengalas, metió una de ellas y la lanzó hacia los Cielos de la Noche.

- Oye, ¿y eso?. Mira, allí, a 1500 metros para el Norte.- Señaló uno de los pilotos.

- Que me parta un rayo: ¡Son supervivientes!.- Exclamó su compañero, mientras que se ponía en contacto con sus Superiores.- Cuartel General, aquí "Super 64" informando: Detectamos humo, mis compañeros y yo, hacia el Norte, a unos 1500 metros del Faro.- Informó éste.

- "Super 64, afirmativo pero la zona es de difícil acceso para efectuar un aterrizaje. Dirijan la nave para el Sector 7B. Allí podrán establecer contacto con ellos pero que se den prisa, las "Hordas" siguen aumentando su número".- Informaron desde el Cuartel General instalado en la Ciudad de Washington, Capital del Estado de Seattle, donde habían conseguido evitar el avance de aquella peste y establecer una sofisticada y bien defendida urbe, teniendo los ríos como defensas naturales y los muros, como se volviera a la época de la Edad Media y cuando los Romanos construían sus campamentos fortificados.

- Recibido.- Confirmó el piloto junto a su colega.- "Super 64" va para el "Punto de Encuentro".- Finalizó y enfiló hacia allí, no sin antes encender su Sistema de Megafonía.- "¡Para aquellos supervivientes que se encuentran al Sur por la carretera de tierra, somos del Ejército, vayan para la entrada del pueblo de HollySprings, donde podremos recogerlos. Los estaremos esperando todo el tiempo que podamos pero dense prisa, el enemigo sigue avanzando!".- Habló éste, mientras que los de abajo oían el mensaje.

- ¡Conozco ese sitio, allí íbamos mis amigos y yo!.- Lo reconoció Francis el lugar en donde les esperaba el rescate.

- Y yo, ya que solía ir con mi familia para pasar el Verano.- Añadió Bill.

- Yo una vez fui para un campamento escolar.- Comentó Louis sobre esa anécdota de su infancia.

- Je, la mía fue para alentar a uno de mis primos, ya que había entrado en un "Concurso de Pesca" y ganó.- Finalizó Zoey.- Vaya, tenemos algo en común, amigos.

- "El Mundo es un pañuelo".- Habló Rei al respecto.

- Pero no se olviden de que, gracias a la Señorita Shizuka Marikawa, logramos encontrar el rescate. Estamos en deuda con usted.- Mostró el ex-"Boina Verde" sus respetos, tomando de la mano a la médica rubia y dándole un beso como era debido allí.

- Jejejeje, no fue nada, hay veces en las que el miedo suele ganarme y consigo que aparezca la solución.- Comentó la chica, agradeciendo por esas palabras.

- Oigan, ¿y cuánto estamos de allí?.- Preguntó Hirano al respecto.

- Antes que nada, tú también hiciste una gran acción con lanzar esa bengala, chico.- Se acercó Bill, poniendo una mano en su hombro.

- Bueno, no fue mucho pero...se los agradezco.- Sostuvo el peli negro de lentes.

- Oh, sobre la pregunta que nos hiciste, no es muy largo, a unos 25 minutos de aquí.- Respondió Zoey y cuando todo parecía estar resuelto, cada vez más cerca, el sonido de los zombies que se hacían presentes, los "Tanks" que hacían estallar los autos que lanzaban por los aires, mientras que otras "voces" horrendas, atroces, desconocidas y negadas por la Naturaleza se iban haciendo presente, por lo que no quedaba más remedio que salir de allí.- Carajo, ya nos están pisando los talones aún más, tenemos que irnos, de prisa.- Pidió la universitaria, mientras que emprendían una feroz retirada para el Sur.

Ya no había tiempo que perder, las cartas estaban puestas sobre la "Mesa de Apuestas" y solo quedaba esperar a que el destino mostrara su mejor apoyo para aquellos momentos culminantes.

Pronto, en la entrada al pueblo de "HollySprings", el helicóptero "Black Hawk Super 64" comenzó a trazar varios círculos, levantando una columna de polvo que quedó suspendida por acción de las turbinas hasta que se apagaron las hélices. Dentro, los pilotos y miembros a bordo, incluyendo varios francotiradores, fueron tomando posiciones junto a unos cuatro Soldados que les acompañaban allí. Aquella aeronave era lo bastante grande como para entraran todos y mientras que revisaban las cargas de combustible en los tanques, el Comandante de Vuelo, el Mayor Timothy Smith, tomó su Rosario y lo sostuvo en sus manos, implorando la ayuda Divina, de que todos pudieran salir de allí y que toda esa desgracia llegara a su fin.

- Si alguno de ustedes teme o tiene dudas, este es el mejor momento para ponerse a orar.- Pidió a sus hombres, los cuales asintieron, viendo que la "Hora más Oscura" estaba comenzando para todos ellos.- Que Dios nos brinde su ayuda y podamos salir vivos de este Infierno.- Finalizó, besó el Rosario y se lo puso al cuello.

[La ayuda ha llegado. Próximo capítulo: La Batalla Final y allí sonará el tema que me dio Ralf_Hino/Tarma Jones para este último enfrentamiento armado.

¿Conseguirán salir de allí?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.

Mando saludos y agradecimientos para:

* Ralf_Hino/Tarma Jones

* Coven: Oh, disculpame si tardé en responder a tu pregunta, colega: Bueno, con respecto a la película de "El Amanecer de los Muertos" del 2004 de Zack Snyder tengo varias emociones encontradas/enfrentadas, sobre todo con los muertos vivientes que, literalmente, corren más rápido que Usain Bolt y que pueden hasta saltar como si fueran los de "Spiderman" o "El Increíble Hulk". Es buena aunque un poquito exagerada en esa parte pero nada más, el resto es genial.

* Sly Jester.

* Shadowbellatrix.

* Y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y buen comienzo de día Jueves de mi parte. La semana que viene termina este fic.].