Capítulo XVIII
Capítulo XVIII:
("Lair", Alternative Save Room Music, "Resident Evil")
https://youtu.be/pceMKnkF63M
Avanzaban con cuidado por aquellos "Puentes de Madera", suspendidos y conectados entre los edificios con el fin empleado por los vecinos y residentes de los mismos, en donde se abastecían con lo que encontraban por las calles hasta que fueron rescatados por el Ejército o terminaron, como en muchos casos, muertos por los zombies o reanimados. Mientras que iban cruzando, notaron los cuerpos de aquellos que habían dado batalla hasta el final y optaron por el suicidio, recostados contra las paredes de ladrillo y las bases de las torres de agua, quedando su sangre impregnada, seca, contra las superficies y las balas usadas para matarse así mismos. Bill lo sintió profundamente, era como volver a Vietnam y ver los resultados catastróficos de lo ocurrido en Saigón y otras grandes ciudades, sin olvidarse de Hue, arrasada por la guerra y las luchas callejeras hasta adquirir el "rótulo" de que era como estar en Stalingrado o Verdún, hechos que fueron considerados como los más sangrientos en los contextos de las dos "Guerras Mundiales".
El humo que se alzaba de los pocos incendios que aún seguían ardiendo, ahora reducidos a meras tonalidades grises, plateada y opacas, continuaban saliendo de entre las brechas y agujeros causados en los edificios y demás inmuebles. En algunos casos, muchos de éstos no eran más que "esqueletos" reducidos a polvo y escombros, oyéndose alguna que otra caída y derrumbe contra las calles, matando a los zombies que estuvieran allí abajo.
- Dios...- Rei miró hacia abajo y se quedó helada al ver a un gran número de civiles muertos junto a militares y zombies a su alrededor.
- No se detengan, sigan adelante.- Les animaba Takashi, tomando de las manos a su novia.- Tenemos que llegar al Aeropuerto Metropolitano, si seguimos así, puede que hallemos un camino libre de obstáculos para seguir adelante.- Prometió, aunque las dudas de que si eso era cierto perduraban en la mente de todos ellos y en el chico sobre todo.
- Eso espero.- Fue el pedido que hizo Francis.- No me gustaría estar aquí ni un segundo más. No quiero sonar negativo o pesimista pero...¿no tienen la sensación de que estamos siendo observados?.
- No digas eso. Yo no pienso así.- Sostuvo Saya con seriedad.
- Mira, no quiero sonar como "convincente" pero escucha esto: Si aparece una "Horda" por aquí, hay que abatirla. Ya tuvimos más que suficiente con retirarnos del otro edificios cuando pudimos, por lo menos, eliminar a algunos de esos estúpidos pero bueno, no voy a entrar en detalles ni contextos, solo digo que si nos topamos con algunos de ellos, entonces hay que despejar el camino.- Sugirió el motociclista, dejando callada y pensativa a la chica de lentes, mientras que iban alcanzando el final de ese "Puente".
- Aún así, es mejor no llamar a las desgracias.- Argumentó la peli rosa.- Mira, sé que intentas darle ánimos a todos y demás, te entiendo pero también debemos seguir en "sintonía" cuando no nos hemos vuelto a topar con esas hordas de zombies. Aún así, espero no tener que verlos, ya con los "Infectados de Élite", pienso que es más que suficiente.
Sin que ella lo supiera, subiendo por unas tuberías que daban hacia la planta alta, una estela de humo y luego una persona que tosía llamaron la atención de los presentes, para, acto seguido, se oyó un grito que rasgó el aire como si fuera una cuchilla.
- ¡Allí!.- Francis corrió y protegió a Saya, utilizando su escopeta.- ¡"Smoker" hijo de puta, ven aquí que te tengo un "regalito"!.- Bramó el calvo y disparó varias rondas que alcanzaron a la criatura, la cual explotó antes de que pudiera sacar su lengua para atrapar a una víctima y matarla por estrangulamiento. Pronto, el cuerpo voló por los aires hasta dar contra un auto abandonado, hundiendo su techo pero sin activar la alarma, así como también dejar una estela de humo tóxico que el viento se hizo cargo de alejar. Pronto, éste se volvió hacia la chica de lentes.- ¿Lo ves?. Ese era el infeliz que nos vigilaba. Tranquila, no hace falta darme las gracias.- Comprendió, con pura naturalidad, aquella situación y de ahí continuaron la marcha.
- Oye.- Le llamó Saya.- Muchas gracias.
- De nada, no tienes por qué agradecerme. Era lo que tenía que hacer o lo que hubieran hecho otros.- Sostuvo éste con calma, recargando la escopeta con nuevas balas.
Por aquellos edificios siguieron avanzando, cruzando varios que eran de apartamentos y de ahí terminaron en uno que pertenecía a un "Estudio de Abogados", un "Buffet" como dirían otros, en donde se toparon con los cuerpos de muchos empleados y sus familias, los cuales habían empleado el sitio como refugio. La sangre se hallaba por doquier, en el piso, las paredes e incluso sobre los muebles, cuerpos amontonados, formando casi montañas y el olor, esa fuerte pestilencia ácida, putrefacta que impregnaba las fosas nasales, causaba ganas de vomitar, por lo que tuvieron que ponerse unos pañuelos perfumados, gracias a Rei y Saeko, para cubrir sus narices y no sufrir las consecuencias.
Una vez que dejaron los pisos superiores, llegaron hacia el exterior, de vuelta a las calles, teniendo la misma cerrada por una enorme valla de acero, custodiada por dos patrullas de la Policía, abandonadas por los agentes, con sus luces encendidas en ambas partes, así como también el cordón que se ponía para impedir el paso de cualquiera. El aspecto que tenían las mismas, era como las otras, iguales, desiertas, oscuras y tenebrosas, mientras que estaban bajo una especie de "niebla artificial" creada por la acción de las lluvias que seguían cayendo y empapando todo a su paso, mezclándose con los incendios y levantando a las citadas que cubrían la vista.
- El Aeropuerto Metropolitano, ¿hacia dónde?.- Preguntó Lois.
- Por allí.- Señaló Saeko, quien tenía consigo un mapa y de ahí fueron avanzando con cautela, atravesando callejones y otras edificaciones que presentaban signos de saqueos, pillajes y destrucción causada por bandas armadas y gente descontenta con las autoridades. Pasaron por la Central Eléctrica de la Ciudad de Newburg, donde allí no había más que devastación, incluyendo el pavimento de la calle, donde se veía un inmenso cráter causado por una bomba de la "USAF" al momento de iniciar los bombardeos con el fin de diezmar las filas de los zombies.
Restos de esas criaturas yacían por doquier, partidas, destrozadas a la mitad. Alguno que otro, que le faltaba de la cintura para abajo, intentaba ponerse de pie inútilmente. Otros habían tenía la rotura de sus huesos en las extremidades, por lo que terminaron estampados contra el piso. Luego estaban los del cráter. Takashi y los otros se aproximaron por un olor a carne humana quemada los obligó a retirarse, no sin antes presenciar ese "espectáculo" de cuerpos carbonizados por el fuego que aún ardía, alimentado por las fugas de gas en las tuberías de las alcantarillas.
Un coche patrulla estaba frente a las puertas de la Central Eléctrica y otro, pero de uso civil, había estampado a un zombie o quizás un superviviente que huía de allí, pero que terminó pagando un precio muy alto por otro que era un completo descuidado. Su cuerpo yacía contra la pared, al igual que la sangre ya seca.
- Esperen.- Pidió Hirano y fue a ver qué tenía en su mochila. Caminó y se arrodilló, no sin antes sacar su Pistola de Clavos, silenciosa pero letal como arma de melé, por lo que se cercioró que aquel sujeto estuviera muerto y no reanimado.- Uffff, no lo está. La fuerza del choque lo mató.- Se sintió aliviado y de ahí empezó a revisar lo que llevaba consigo.
Halló unas cuantas latas de comida, pertenecientes al Ejército, de aquellas que entregaban para situaciones de extrema complejidad como un huracán o un terremoto. También halló una AK-47 en su poder junto a las municiones y unas pocas provisiones de más como botellas de agua y medicinas que había tomado de una Farmacia o de alguna casa dentro de la urbe.
- Doctora.- Le entregó los medicamento a ella, siendo todos éstos de uso contra las alergias de Primavera.
- Pobre chico. Tan joven y sufrir en la mejor época del año.- Se lamentó la chica rubia, negando con la cabeza esa desgracia para el difunto.
- Es lo que hay para todos.- Apuntó Hirano con seriedad y de ahí miró hacia el interior de la Central, en donde pudo divisar que gran parte de las alambradas que protegían a las Usinas habían sido destruidas por los muertos vivientes, quedando muchos de ellos abatidos por las "patadas" que la Electricidad les había causado con anterioridad.
Avanzaron cautelosamente, en algunas oportunidades tanto Hirano como Saya emplearon los "Explosivos Improvisados", los cuales contaban con un pequeño "Sonar" que atraía a los zombies con su pitido. Una vez que se juntara una buena cantidad de enemigos, al detenerse aquel sonido, se activaba el mecanismo de detonación, matándolos a todos ellos, aunque quedaban unos alejados del radio de la deflagración.
Tuvieron que abrirse camino con las armas de melé que usaban para eliminar al resto, alcanzar la zona de los almacenes de material y de ahí salir hacia el otro lado del complejo, dando en las calles, nuevamente y con las luces del Aeropuerto que les estaban atrayendo, igual que los insectos.
- ¡Lo conseguimos!.- Festejó Lois.- ¡Jajajajaja, pensé que no lo lograríamos pero sí pudimos hacerlo! ¡Dios, estamos a tan solo un paso de salir de aquí, no puedo creerlo!.-
Uno diría que es mejor guardarse los momentos de euforia y la emoción para el final. Nunca hay que cantar victoria, ya que al momento de abrir las puertas blancas que los condujeron hacia las calles que daban al Aeropuerto, los presentes y todo rastro de felicidad desaparecieron como por arte de magia, un "chasquido" que convirtió sus esperanzas en polvo, cenizas esparcidas por los vientos que soplaron, entre la Muerte que cosechaba las almas de los caídos.
Allí estaba la entrada al Aeropuerto: Cubierta de cadáveres, montañas de equipajes por doquier, fuego, vehículos abandonados, consumidos por las llamas, devastación total. A pesar de que se veían las luces desde la parte trasera, en las pistas de despegue y aterrizaje, no se podía ver a ni una sola alma. Tenían consigo, en la misma esquina, el edificio de estacionamiento, el cual presentaba restos de una feroz batalla con barricadas, bolsas de dormir y restos de comida que los supervivientes emplearon hasta que fueran llamados para abordar los vuelos.
- Esto...Esto no puede ser verdad...No...¡No!.- Gritó Zoey, espantada. Bill se mantuvo firme pero le dolía ver a la pobre chica estar sufriendo aquellos momentos.
Avanzaron con cuidado, cruzaron las destruidas calles, producto de los bombardeos.
- ¡Joder!.- Se horrorizó Francis.- ¡Atacaron esta zona aún con la población, miren esos cráteres!.- Dijo y mostró los enormes agujeros producidos por los impactos de las bombas.
- Ocurre en todas las guerras, Francis, desgraciadamente. Incluso si hay población civil de por medio, no les importa nada a los políticos con matar a millones de inocentes. Créeme.- Sostuvo el viejo Veterano, siempre atento.- No dejen sus armas con los seguros, manténgalas preparadas a todo momento. Esto no pinta bien.- Advirtió, ya que podían toparse con los zombies en cualquier instante que pasara.
- Todo este lugar...La gente...Aún tiene que haber alguien allí.- Indagó Rei, la cual pudo notar que las columnas de humo venían, también, desde la parte trasera del complejo de edificios.
- Si la hay, quizás ya estén abordando los últimos vuelos que quedan.- Teorizó Saya.- Andando, no perdamos ni un solo segundo.- Pidió la chica de lentes.
Cruzaron y entraron en la zona de la fachada del inmenso Aeropuerto Metropolitano de la Ciudad de Newburg. Ante todo lo que habían visto, se toparon con en las paredes habían posters y carteles de la "C.E.D.A" y el "C.D.C" en donde podía verse a una persona con un cubre-bocas, en otra unas manos que se lavabana con agua y jabón, así como también de las emisoras radiales para recibir auxilio.
"Antes de abordar los vuelos, siempre lleve su cubre-bocas".
"No es aéreo".
"Las radios solo hacen estática, mentirosos".
"No hay ayuda, nos han abandonado".
- No les presten atención a ello.- Aconsejó Francis.- Lo hacen para asustarnos.- Sostuvo con seriedad.
- Aún así, preocupa todo lo que haya pasado aquí.- Observó Zoey, ya que por donde cruzaban, las puertas corredizas habían sido desconectadas e impedían el acceso a las Terminales.- Mierda, esto no pinta nada bien.- Advirtió la joven universitaria. Ella se dio la vuelta, trató de buscar otro camino, uno que pudiera llevarlos hacia el Aeropuerto y de ahí sus ojos se enfocaron en el edificio de estacionamiento, en donde pudo divisar una conexión o nexo con las Terminales, por lo que chasqueó los dedos, teniendo la respuesta delante de sus ojos y le siguieron el paso.
Cruzaron nuevamente hacia la otra esquina, ingresaron al estacionamiento, teniendo cuidado, ya que no todas las luces estaban encendidas. Por algún motivo que desconocían, quizás porque la Red Eléctrica de Newburg estaba fallando y no conseguía alimentar a todas las zonas habidas y por haber debido a la evacuación de los trabajadores y miembros de la Compañía asignada, por lo que una buena parte del edificio estaba a oscuras, incluyendo los objetos olvidados como bolsas de dormir, mochilas, equipaje y comida que los civiles habían llevado hasta allí, casi montando una especie de "Campamento" con el fin de que fueran sacados de la urbe a tiempo. Dentro se toparon con algunos zombies que estaban dándose un "banquete" con los que no tuvieron tiempo a nada, incluso, algunos de ellos presentaban horribles quemaduras, la carne ennegrecida pero se mantenían de pie, aún cuando los bombardeos fueron llevados a cabo para eliminarlos de allí.
Saeko fue tras ellos, eliminando al primero con su katana, partiéndolo, literalmente, a la mitad, regando el piso con su sangre y órganos carbonizados. Zoey se subió arriba de un auto y con su linterna empezó a apuntarles a los muertos vivientes con su rifle de caza y mira telescópica, dándoles a los que se encontraban allí y los que eran atraídos por los disparos. Muchos vehículos abandonados allí presentaban sus alarmas encendidas pero cuando estaban subiendo las escaleras hacia el nexo con las Terminales, un rugido proveniente de incontables gargantas rompió y rasgó la calma que había en las afueras.
- ¡Mierda, son ellos!.- Reconoció Saeko a la horda que habían enfrentado con anterioridad.
- Creí que los habíamos perdidos entre los edificios y más cuando Bill y Hirano pusieron esa "Bomba Improvisada".- Quedó Rei impresionada por la tenacidad de aquellas criaturas no-muertas.
- Les bloqueamos el camino pero no son "tontos", a pesar de estar muertos, parece que conservan cierta inteligencia como caminar, alimentarse o incluso trepar como los "Hunter".- Sostuvo Takashi, mientras que le sacaba el seguro a su arma.- ¡De prisa, hay que alcanzar el Aeropuerto ya mismo y tomar ese avión!.- Ordenó.
- ¡Ya oyeron: En marcha, Soldados!.- Exclamó Bill y retomaron el camino hacia dicho sitio.
Subieron hasta el tercer piso de aquel edificio del estacionamiento, accediendo hacia el nexo que daba hacia las Terminales, topándose con los cuerpos de varios civiles y empleados del Aeropuerto que yacían muertos al pie de las escaleras, su sangre seca contra el piso y las paredes, reflejando la gravísima situación en la que estuvieron inmersos y que debieron terminar con sus vidas, pegándose un tiro en la cabeza, para evitar caer en las manos de aquellas aberraciones de la Naturaleza.
Por su parte, en las calles más hacia el Sur, la "Horda" de zombies iba aumentando y engrosando sus "filas". Un "Tank" se había sumado a ellos, golpeando su pecho musculoso con aquellos brazos titánicos, lanzando gritos y destruyendo las fachadas de los edificios, derribando los árboles, haciendo volar autos por los aires como si fueran de papel e incluso destruyendo el asfalto de las calles, tomando enormes terrones o porciones de aquel material que eran lanzados como si fueran proyectiles.
Una marcha, una verdadera "Horda", iguales a los Mongoles del temible Genghis Khan cuando asolaron Asia y Europa, dejando una estela de muerte, sangre y destrucción, mientras que los supervivientes alcanzaban el interior del Aeropuerto Metropolitano y dirigiéndose hacia las pistas para abordar aquel avión.
¿Lo lograrán? ¿Conseguirán llegar a tiempo o la "Horda" les va a interrumpir su vuelo?. Les cuento que esta historia tendrá, en total, 30 capítulos, así que esto durará un buen rato y ya, a partir del que viene, las cosas se irán poniendo más complicadas para los dos grupos de supervivientes.
Espero que les guste, amigos. Mando saludos y agradecimientos para:
* Tarma Jones/Ralf_Hino: Me alegra de que el último capítulo te haya gustado. Tanto éste como el otro han sido tranquilos, el camino hacia el Aeropuerto tampoco ha sido uno muy "pacífico" y lo que pasará en las pistas de despegue y aterrizaje va ser algo de otro nivel. Saludos, amigos y buen Miércoles de mi parte. Oh, por cierto, si te interesa, tengo otro fic de "Highschool of The Dead", está en Wattpad y es un crossover con "Better Call Saul", se llama "After Death comes to you (Remake)".
* Sly Jester.
* Coven.
* Y los demás seguidores. Cuídense, amigos. Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes. Que tengan un buen comienzo de día Jueves de mi parte, Camaradas y hasta la próxima.
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