Capítulo XV
Capítulo XV:
¿Confiar o no en aquel matrimonio compuesto por John y Amanda Slater?. Aquello sonaba interesante, podían salir de ese horror en el que estaban inmersos pero aquello no parecía ser el indicativo, ni mucho menos el momento donde todos salían triunfantes, escapaban de las garras de la Muerte, los zombies y otras aberraciones recreadas por el Ser Humano, celebrando y con el barco que navegaba hacia un Futuro. No, se podía respirar "pesadez" en el aire y no era, únicamente, la humedad helada y resistente del Invierno que se negaba con irse de EEUU para dar paso a la Primavera, sino de que se trataba de un Pesimismo en lo que había allí. Después de ese encuentro por radio, los grupos se dirigían para el "Parque de Riverside", el cual se hallaba en la parte de atrás de la urbe, pasando los vecindarios de bonitas casas y árboles junto a pequeños edificios, galpones y negocios.
El ambiente era sumamente tétrico, algunos zombies deambulaban de aquí para allá, perdidos, atontados por su No-Muerte, sujetos a una "red" que los separaba del Descanso Eterno, vagando para comer a algún desprevenido que se hubiera alejado de su grupo. Cadena alimenticia dirían unos, supervivencia del más fuerte, siguiendo al "Darwinismo Social" que aquel biólogo y científico británico impuso en su libro, "El Origen de las Especies"; aludiendo de que las criaturas y los seres humanos habían pasado por un proceso evolutivo constante, alejándolos de los árboles, adaptándose al Bipedismo, creando los primeros grupos sociales y así sucesivamente hasta nuestros días pero, ahora, el Mundo ya no era como lo fue.
Aquello era un peligro y ahora tenían que cooperar entre ellos para salir adelante.
- Zombies a las 10 en punto.- Avisó Francis, mientras que sacaba su bate de baseball, caminó hacia unos que se estaban alimentando de un civil caído y golpeó el asfalto de la calle con la punta de su arma de melé.- ¡Hey, podridos, por aquí!.- Les llamó, burlándose de ellos y éstos se pusieron de pie.
Uno de ellos se acercó lo suficiente como para que el motociclista le partiera la cabeza desde el lado izquierdo. Se oyó un crujido y ese lado del cráneo reventó como si fuera una piñata, desplomándose contra el piso. Un segundo también tuvo el mismo "destino" cuando Francis respondió a su acercamiento y de ahí abatía a un tercero. Pronto, el camino quedó despejado, no se podían ver muchos zombies deambular por allí. Eran muy pocos y quizás se habían separado de la "Horda" que había atacado a los otros por el Centro de Riverside.
Sin embargo, el barrio en el que se hallaban mostraba los signos de una evacuación muy apresurada. En una casa que tenía las puertas abiertas, parecía haber sido usada por los Militares como Cuartel General ya que habían sacos de arena formaban barricadas junto a dos "Humvees" estacionados afuera y con reflectores en el techo de la vivienda. Un reguero de sangre más los cuerpos de varios efectivos caídos en acción junto al de los zombies, sin olvidarse de los casquillos, "invitaban" hacia el interior del domicilio que tenía la puerta del patio trasero abierta y allí, tanto en la cocina como el living room pudieron encontrar cajas de municiones vacías.
- El "Parque de Riverside" es hacia allá.- Señaló Francis.- Es la única vía que podemos tomar, ya que la calle está cortada más al fondo por los muros que intentaron levantar para contener a los zombies.- Apuntó éste con el cañón de su escopeta.
- De acuerdo, pero primero descansemos un poco.- Pidió Shizuka.- Además no hemos comido nada y no es bueno para el cuerpo.- Enfatizó ella con sus dotes y conocimientos médicos.
- Tiene razón. Hay que estar bien atentos si queremos salir de aquí. Propongo permanecer en este domicilio, solo de paso, nada más que eso, para que podamos comer y de ahí, con nuestras fuerzas recuperadas, enfilamos para el "Parque", ¿no creen?.- Propuso Zoey.
- Estoy con ella.- Le respaldó Shizuka.
- Lo mismo digo.- Sentenció Bill y de ahí todos accedieron, por lo que entraron al sitio, no sin antes darles sepultura a aquellos militares caídos con la ayuda de una pala, los enterraron en las afueras de la casa y además de que revisaron el patio trasero cuya puerta de la cerca se hallaba abierta, dando el camino hacia el "Parque de Riverside".
En la mesa dispusieron de lo que tenían consigo: Latas de comida en conserva, botellas de agua, algunas gaseosas, comida recién hecha, en este caso sándwiches y también aprovecharon para cocinar la carne que tenían consigo, tanto para comerla allí como tenerla consigo, al modo de "Charqui", igual al que comían los "Ejércitos Libertadores" del General José de San Martín durante el "Cruce de los Andes" para liberar Chile y Perú de las garras Realistas.
- Cuando estaba en Vietnam.- Habló Bill a Takashi y sus amigos.- Teníamos las "Raciones Clase C" que estaban en latas. Éstas iban desde carne de ternera, pavo, pollo, pescado, así como también verduras, algún que otro pastel (o torta como quieran decirle), caramelos y la mantequilla de maní que era un asco.- Relataba el viejo y se reía, por primera vez, de aquel suceso.
- ¿Tan mala es?. Siempre ponían que era deliciosa.- Quedó Hirano impresionado e impactado con esa novedad.
- Créeme, chico, no es nada sabrosa. Se te pegaba a la garganta cuando la ingerías y debías bajarla con agua.- Le contó Bill.-
- ¿Y para cocinar cómo era?.- Preguntó Rei con interés.
- Una pesadilla.- El rostro del Veterano cambió a uno de expresión seria.- Había que hacerlo con mucho cuidado para no alertar a las Patrullas del "Vietcong" que deambulaban por la Selva, por lo que había que ser muy cuidadosos de no levantar humo. Muchos tenían, incluso, esa superstición que no debíamos comer albaricoque porque decía traía desgracias como emboscadas o ataques contra las bases.- Siguió contando aquellas experiencias y cuando el olor de la carne cocida fue alzándose, aprovecharon en utilizar la "Campana", aquel instrumento de cocina que ventilaba los olores hacia el exterior, evitando no llamar la atención de los muertos vivientes o de posibles bandas de saqueadores y forajidos que andaban por allí.- En una ocasión, algunos inventaron la "grandiosa" idea de usar partes de las "Minas Claymore" para cocinar la comida. Una locura porque el más mínimo error podía costarte caro.
- No me quiero ni imaginar cocinar con piezas de "Claymore". El más mínimo calor, sea una fogata en preparación o una brasa podría llevar a una explosión mortal.- Indagó la novia de Takashi y de ahí fue hacia el exterior junto al chico castaño.- Iré a montar guardia en la puerta de entrada, ¿quién sabe si hay zombies dando vueltas o intentan volver?.-
- Ve tranquila, te avisamos cuando esté listo.- Le dijo Saya y justo se escuchó un disparo que provino de la Ithaca de Takashi. Afuera, a unos 50 metros de distancia, el cuerpo de un "Smoker" había estallado, producto de una sola bala que le impactó en la cabeza y el joven volvió a apuntar hacia el camino por donde vendría cualquier enemigo.
- Un "Smoker".- Avisó el líder del grupo.
- Se nota que deben de haber cientos por doquier, mientras no sea la "Witch".- Reconoció Zoey, ya que el tener ese vivo recuerdo, aún fresco, de cuando se toparon con aquella criatura en ese almacén de los callejones que habían en la Ciudad de Filadelfia, le ponía los pelos de punta.
- Por ahora hay que mantener la guardia en alto.- Fue la sugerencia de Louis.
- Oye, ¿puedes caminar bien?.- Se acercó Francis para ver al moreno, quien se ponía de pie con dificultad.
- Tranquilo, ese golpe me hizo ver las Estrellas pero estoy bien, solo un poco mareado y con algo de dolor en el abdomen pero hasta ahí. La Dra. Marikawa me revisó y no tengo fracturas ni derrames internos.- Le tranquilizó el Oficinista, mientras que tomaba su Subfusil "Uzi" y le recargaba la munición.
- Oigan, tenemos zombies.- Avisó Hirano, mientras que corría para tomar su arma.- Debe ser el olor de la comida que los atrae u otra cosa.- Advirtió éste y al salir junto a Louis, Zoey y Bill notaron que se trataba de un pequeño grupo, por lo que emplearon sus armas de fuego, consiguiendo abatir a los intrusos.
Una vez calmadas las cosas, por el momento, dieron paso a tomar una comida bastante frugal pero que permitiría darles un buen aporte alimenticio y nutritivo para continuar con la marcha hacia el "Parque de Riverside" y así ser rescatados por aquella embarcación.
- No han habido más zombies a la vista.- Dijo Zoey, teniendo la puerta cerrado pero siempre un ojo puesto en su rifle de caza con mira de francotirador por si ocurría algún que otro inconveniente en la entrada.
- Es mejor no pensar en ello. Son como la guerrilla y he visto muchos tipos de casos sobre las emboscadas que éstos llevaban a cabo.- Llevó Bill la calma a los presentes.- Ahora, con respecto a este matrimonio Slater, ¿ustedes qué opinan?.
Hubo un silencio que se hizo presente en la casa, algunos se miraron entre ellos, dejando de comer, sintiendo que el aire se volvía "pesado", "turbio", con palabras que podían resultar convincentes o no. El rostro del Veterano de la "Guerra de Vietnam" lo decía todo al tratarse de que tenían que ser precavidos, ya que no solo los muertos eran el enemigo, sino también los vivos formaban parte de ese "Frente Desconocido".
- Solo puedo decir que, en virtud del estado en el que nos hallamos, el bajar la guardia simbolizaría ser emboscados y más con lo último que dijeron por radio: Que están rescatando a gente con armas y municiones.- Les hizo recordar Rei con seriedad.- No sé ustedes pero, desde mi punto de vista, ya tenemos algo que no está "fijo", acomodado y que simboliza un signo de alerta para nosotros: ¿Acaso piensan despojarnos de las armas y así abandonarnos a nuestra suerte?.- Inquirió la joven, mirando a cada uno de ellos.
- Si eso llegara a suceder, en el caso hipotético, lo único que haremos será retenerlos y obligarlos a que nos lleven fuera de la Ciudad de Filadelfia. Quizás hay otra ciudad que haya podido ser salvada por los Militares.- Teorizó Saeko.- Aún así, si llegara a pasar eso, ya saben qué hacer.-
No se dijo nada más, aquello era una suerte de dilemas y no valía la pena seguir "escarbando" para obtener una respuesta o que se produjera un Milagro. Las cosas estaban más que agitadas, complicadas para todos ellos si tenían un problema o dudaban de los Slater.
Decidieron aprovechar el momento para terminar de comer y de ahí guardar lo que quedó de aquello para dirigir su camino hacia el "Parque de Riverside".
La entrada fue sencilla de "encontrar", ya que estaba en la puerta que daba hacia el patio trasero y con ello tenían el camino directo para atravesarlo sin problemas. Bill salió primero y terminó en una extensa área que daba hacai la entrada del mismo, con su arco tallado en madera, el mensaje, claro y conciso junto a una pequeña edificación que debía funcionar como la caseta del Vigilante, además de encontrarse una camioneta abandonada junto a un tacho de aluminio encendido y que brotaba fuego de su interior.
- Todo despejado, vengan.- Les llamó éste y de ahí siguieron los demás pero, al momento de cruzar el patio trasero e internarse en el Parque, una gran cantidad de gruñidos y sonidos guturales emergieron desde las sombras, justo hacia el Oeste de su posición. Parecía un "concierto", una horrenda vocación y conjunción de monstruos que estaban dirigiéndose hacia donde estaban ellos.
Aquello heló su sangre, no podía ser cierto. Debía de ser una broma de mal gusto pero el destino les tenía reservado aquello para su situación.
- ¡Hay que demorarlos, pronto, que un grupo vaya hacia los muelles, los demás cubriremos su retirada y nos reuniremos allí!.- Pidió Takashi, sacando el seguro de su arma y preparándola para disparar cuando empezaron a sentirse golpes y gruñidos que daban contra la puerta de madera.- Carajo, esto no va a resistir.
- ¡Zoey, que tu grupo y tú vayan para los muelles, nos veremos allí!.- Les encargó Saya esa tarea.
- ¡¿Están locos?! ¡No podrán con todos ellos!.- Exclamó ésta, horrorizada, mientras que empezaban a ceder varios tablones.
- ¡¿Acaso están sordos?! ¡Váyanse, ahora!.- Fue la orden que les lanzó Rei y fue entonces que el primero zombie hizo su entrada.
Saeko desenfundó su katana y trazó una serie de arcos contra los zombies que habían conseguido ingresar en el perímetro. Varios cayeron decapitados, otros fueron rebanados regando los alrededores con sus pútridas entrañas y la sangre que volaba hacia la cerca de madera. Uno de ellos intentó atacarla desde el suelo pero la chica le aplastó la cabeza con sus botas, haciendo saltar restos de masa encefálica y luego sacó su "Pistola M92 Vertec", abriendo fuego contra ellos.
- ¡No pierdan el tiempo, llamen al rescate, ahora!.- Bramó la joven Capitana peli violeta, mientras que Saya y Hirano hacían su parte en contener a los zombies formando una barricada con lo que había, incluyendo la camioneta abandonada.
La situación se estaba tornado más complicada cuando la puerta empezó a ceder. Takashi y Rei abrieron fuego contra ese flanco de zombies pero con cada caído, otros ocupaban los puestos de los que eran abatidos.
- ¡¿Tengo que volver a repetirlo?! ¡Llamen al maldito rescate...AHORA!.- Fue la orden que dio la novia del castaño y al ver cómo los zombies redoblaban sus esfuerzos por entrar, Bill tomó la carrera en sus manos.
- ¡Ya oyeron, Soldados! ¡En marcha, para los Muelles!.- Ordenó con su tono militar, mientras que emprendían el cruce, subiendo por un camino en pendiente, cubierto con unos tablones de madera nuevos para que fueran como "peldaños de una escalera". Fueron cruzando una pequeña "garganta" rocosa y sin zombies.
Aquello parecía ser sacado de alguna película de Ciencia Ficción y lo más aterrador era la falta de zombies por los alrededores, salvo en aquella entrada.
- ¡Con fuerza, chicos, vamos!.- Les animaba Takashi.
- ¡Vamos a tener que incendiar la cerca y la casa para que no crucen, de prisa!.- Pidió Rei, viendo que los esfuerzos en detenerlos ya se estaban complicando. Las maderas cedían una por una, Saeko iba limpiando y despejando el camino pero con el paso del tiempo aquello se fue saliendo de control.
La Capitana agarró a la Dra. Marikawa del brazo y de ahí fueron los otros para formar una "Línea de Tiro Fijo" contra los adversarios, abatiendo a la mayor cantidad. Hirano, viendo que todo se estaba hundiendo, se agachó y fue buscando en su mochila las "Bombas Molotov" que había fabricado.
Miraron aquellas botellas con la mecha improvisada y casera. El interior cubierto de aquel líquido negro y el encendedor. El chico de lentes fue el primero prenderla. La miró por unos segundos, respiró hondo y de ahí la fue arrojando.
- ¡ATRÁS, PARA ATRÁS!.- Exclamó el chico y en cuestión de segundos, el "Explosivo Improvisado" salió disparado hacia adelante, cayendo en el Centro de la "Horda". Pronto, el líquido regado, el contacto con el Fuego comenzó a brotar una serie de llamas desde el suelo, provocando que éstas fueran alcanzando a los zombies.
Impresionados por aquel poder destructivo que tenía, el fuego comenzó a devorar ropas, piel, tejidos y músculos. Las células y el agua que tenían aquellos podridos se fueron evaporando, algunos cayeron víctimas de la explosión de sus huesos por el calor extremo. Un olor a carne quemada impregnaba las fosas nasales, provocando unas terribles ganas de vomitar por lo que estaban viendo. Unos cuantos zombies se cayeron contra el piso, formando una "montaña" de cuerpos carbonizados mientras que las llamas iban alcanzando los otros sectores de la cerca, quedándose allí mismo.
- Es un incendio concentrado, nos dará tiempo para poder retirarnos.- Observó Hirano, ya que él mismo había medido las dosis del combustible en las "Molotov" para evitar daños en el "Parque" y la casa.
Mientras que las llamas iban liquidando a los zombies, uno por uno, un misterioso temblor empezó a azotar la tierra. Un rugido, como si se tratara de un toro que estaba por atacar a su provocador también hizo su presentación. Entre los muertos vivientes que seguían avanzando, un "Charger" salió y estuvo por llevarse puesta a Saya de no haber sido por Hirano, quien lo abatió a tiempo pero la chica fue lanzada hacia atrás, hasta casi quedar cerca de la puerta de aquella "Caseta de Vigilancia de los Guardaparques".
Por su parte, a unos cuantos metros de distancia, avanzando con rapidez, el grupo de Bill, Zoey, Francis y Louis iba dirigiéndose hacia los Muelles, siguiendo el sendero que los llevó a través del "Parque" hasta alcanzar la zona de Picnics. Allí estaban los citados y un edificio de dos plantas que servía como Embarcadero para los botes que venían desde la Ciudad para pasar el fin de semana. En el horizonte podía ver a la Ciudad de Filadelfia arder, compartiendo el mismo que otras tantas urbes que fueron destruidas por los zombies. Aquello traía recuerdos a la película "Quo Vadis" de 1951 donde se mostraba el "Incendio de Roma" causado por el Emperador Nerón de la Dinastía Julio-Claudia y quien culpó a los Cristianos de haber sido los responsables, enviándolos al Martirio junto a los Apóstoles de Cristo, en especial Pedro y Pablo.
Los edificios y sus contornos en el agua ardían a más no poder, un color anaranjado-rojo se apoderó de aquella parte del Cielo. Incontables vidas se habían perdido en esos momentos allí, el humo que se alzaba en grandes columnas negras que se "camuflaban" con los Cielos de la Noche daban un espectáculo dantesco, mientras que ellos lo observaban atontados, confundidos, angustiados, como si fueran insectos atraídos por la Luz.
- Dios...- Louis no pudo terminar de describir aquello cuando cayó de rodillas al piso, llorando en silencio al pensar en sus amigos y compañeros del trabajo que habían perecido, seguramente, allí, en la Ciudad de Filadelfia. Bill lo ayudó con ponerse de pie.
- Vamos, hijo, arriba. Ya habrá tiempo para lágrimas, pero ahora hay sobrevivir, ¿sí?.- Le animó el viejo a éste, quien asintió en silencio.
- Salgamos de aquí, pero antes, si ellos van a tardar o lo que sea y vienen los muertos, voy a cargarme unos cuantos para llevarlos directo al Inframundo del Dios Hades.- Juró el Oficinista, quien le quitó el seguro a su Subfusil "Uzi" y preparando unas "Bombas Molotov" que había recibido de Hirano, al igual que sus otros acompañantes.-
- Tú lo has dicho: ¡Que comience la matazón!.- Le apoyó Francis y al arribar al edificio de dos plantas, se encontraron con que éste tenía las paredes destruidas, derribadas por aquellas criaturas, esos "Zombies de Élite" y los cuerpos de varios civiles y militares se encontraban por allí, incluyendo uno que debía ser el Oficial o el radioperador a cargo de la emisora, ya que ésta seguía funcionando.
Bill fue hasta ella y radió a la embarcación de los Slater.
- ¿Hola? ¿Me reciben?. Soy William "Bill" Overbeck transmitiendo desde los Muelles del "Parque Riverside", ¿pueden oírme?. Estamos en el "Punto de Reunión" y necesitamos extracción ahora mismo: Una inmensa Horda de zombies ha llegado desde el Centro de la urbe hacia nosotros.- Llamó pero, por aquellos momentos, no parecía haber nadie que respondiera.-
Desde el extenso balcón, allí encontraron municiones que los Militares dejaron atrás, incluyendo una Ametralladora Pesada "Browing M2" que apuntaba justo hacia el camino que ellos habían tomado, por lo que Zoey tomó posición de la misma.
- ¡Maldita sea, ¿me reciben o están muertos?! ¡Tenemos a una puta "Horda" pisándonos los talones, así que más les vale que muevan el culo y nos saquen de aquí ya mismo!.- Bramó Bill, en un último intento.
- Si no están es porque nos abandonaron. Yo propongo tomar unos botes que vi allí, amarrados y seguir el Río.- Sugirió Francis.
- El tema será la comida, las municiones y demás pertrechos. Moriríamos de inanición en cuestión de días.- Advirtió Louis y justo en ese momento se escuchó una voz detrás de la radio.
- "Aquí el "Saint Lidia II" a William Overbeck. ¡Recibido, amigo, estábamos llevando a otros supervivientes para Newburg. Vamos en camino. Tiempo de llegada: 40 minutos, así que tendrán que resistir todo lo que puedan hasta que arribemos".- Les informó John Slater, quien estaba con su esposa, Amanda, enfilando con su embarcación hacia donde ellos estaban.
- Recibido. Cambio y fuera.- Finalizó Bill la llamada y colgó.- Cómo si yo hubiera nacido ayer, nos están viendo la cara de idiotas.- Murmuró entre dientes y le sacó el seguro a su M-16, saliendo al balcón.- ¿Alguna novedad de Takashi y los suyos?.- Preguntó y de ahí notó que Zoey señalaba hacia el Sur, por el camino que habían tomado anteriormente y que, ahora, estaban alzándose varias columnas de humo a lo lejos.
- Esperemos que hayan podido escapar de allí.- Fue el pedido que hizo la muchacha.
- Los zombies vendrán de todas partes, no nos dará mucho tiempo para llegar hasta el barco cuando éste llegue.- Advirtió Louis con seriedad.
- Escuchen: Tomaremos esta acción defensiva.- Les explicó Bill su plan.- Formaremos una "Línea de Arco" con el fin de concentrar el fuego sobre los zombies. Esto lo emplearon en la Argentina, durante los Años 70, específicamente hablando en el 23 de Diciembre de 1975.-
- ¿Cómo fue eso?.- Preguntó Zoey, quien se hallaba con las manos puestas sobre la Ametralladora Pesada "Browing M2"
- Durante esa época, América Latina estuvo plagada de guerrillas y allí habían varias como los "Montoneros", "FAR" ("Fuerzas Armadas Revolucionarias") pero una de ellas fue el "E.R.P" ("Ejército Revolucionario del Pueblo"), el cual estaba instalado en la Selva Tucumana siguiendo el modelo de las guerrillas rurales de China junto a la "Compañía Ramón Rosa Jiménez", los cuales fueron destruidos durante el "Operativo Independencia". En Buenos Aires, siendo una de las zonas donde también operaron con atentados y secuestros, llevaron a cabo su último golpe para intentar recuperar el terreno perdido y que fue el asalto al "Batallón de Municiones Coronel Domingo Viejobueno" en Monte Chingolo. Lo que ellos no sabían era que tenían a un traidor en sus filas, Jesús "El Oso" Reiner, quien desertó y le informó al Ejército del plan de ataque enemigo. Los Hermanos Santucho, quienes dirigían el "E.R.P" enviaron a la "Compañía General José de San Martín" que estaba compuesta por guerrilleros recién llegados e inexpertos. Una vez que cruzaron las puertas, fueron sorprendidos por los Militares, quienes los estaban esperando y fue una batalla que se saldó con la muerte de más de 100 guerrilleros. Los supervivientes intentaron ocupar las casas de los vecinos del barrio pero éstos los echaron a patadas y se unieron a los Militares para darles caza a los insurgentes. Fue toda una tarde de combates en donde el "E.R.P" perdió todo y un año después morían los Santucho durante dos operativos de la Policía y el Ejército, acusados de terrorismo y muerte en Tucuman y otras Provincias. Lo que haremos será tenderles una emboscada a los zombies, una vez que lleguen Takashi y los otros vamos a concentrar toda la potencia de fuego sobre esos podridos.- Anunció el Veterano de la "Guerra de Vietnam".-
- Una locura pero...¡¿qué más?! ¡Vamos a darle caña a esto!.- Le apoyó Francis, quien cargó su escopeta.- ¡Que vengan que aquí les daremos batalla!.- Juró y con ello preparó varias "Molotov" para lanzarlas contra los enemigos que vendrían.
En aquellos mismos instantes en los que se preparaban para resistir hasta que llegara el rescate, Takashi y sus amigos habían iniciado la retirada hacia los Muelles, llevando a Saya, la cual había resultado herida tras el ataque del "Charger", el cual fue abatido pero ahora venían un inmenso "Tank" que, ardiendo en llamas, no parecía morir, ni siquiera ante la lluvia de balas. El fuego que habían provocado contra la cerca se había extinguido pero dejando una buena cantidad de muertos vivientes carbonizados, el tema era que venían más junto a aquella criatura musculosa.
- ¡Carajo! ¡¿Por qué no se muere?!.- Preguntó Rei, quien no dejaba de disparar con su arma contra aquella bestia. Ésta lanzó un poderoso rugido y tomó un tronco de árbol caído, algo que era imposible para una persona común y corriente pero para el otro no. Lanzó el proyectil, siendo esquivado por los presentes y terminó por destruir el techo de la zona de picnics, el cual se derrumbó, llamando la atención de los defensores.
- ¡Allí!.- Señaló Louis.- ¡Son ellos!.- Alzó una mano y la agitó, justo cuando Takashi lo vio, éstos emprendieron la carrera hacia el edificio para ponerse a salvo.
- ¡Abran fuego!.- La primera en subir fue Saeko, quien tenía su katana empapada de sangre y goteaba contra el fuego.- ¡Allí viene la "Horda"!.-
Justo en aquel instante, en donde todo parecía volverse quieto, congelarse el más mínimo movimiento, por aquel camino que ambos grupos siguieron, allí los vieron llegar: Una inmensa "Columna" de zombies que gruñían, avanzaban con torpeza, algunos tropezaba y se les partían las piernas pero seguían adelante, arrastrándose por el piso. Otros venían acompañados por aquel inmenso "Tank", el cual parecía ser el "Comandante" y tras pararse arriba de unas rocas, se dirigió hasta una de las que estaba sueltas, tomándola y lanzándola como si fuera una catapulta contra los que estaban apostados allí.
El impacto fue certero, dañando parte del techo y haciendo caer escombros por doquier. Zoey no lo pensó ni dos segundos más y respondió al fuego enemigo con aquella Ametralladora Pesada, desatando una infernal balacera contra la criatura de gran masa musculosa. La metralla fue penetrando aquella capa de protección, llevando a que, pronto, tras una ardua lucha, el "Tank" se viniera abajo, abatido y muerto bajo un charco de sangre quedó aquel monstruo.
La lluvia no cesó en ningún momento, con cada zombie que llegaba y caía, otro lo reemplazaba en las filas. Las "Bombas Caseras" que se emplearon para frenarlos fueron solo temporarias y el tiempo iba pasando a cada momento. Entre las cajas de municiones que habían allí, se toparon con un lanzagranadas y granadas de fragmentación para emplearlas contra las criaturas.
Entre cartuchos vacíos y nuevos que iban a las recámaras, ardiendo sin parar por el uso excesivo de las armas, el humo que salía de sus cañones y demás, parecía no tener fin. Sin embargo, en un momento dado, hacia el Sur comenzaron a escuchar la sirena de una embarcación que fue deteniéndose, levantando olas con su avance y de ahí vieron a un hombre al timón y su esposa que colocaban la plancha de abordaje.
- ¡Suban!.- Les llamaron y con ello fueron tomando las municiones, aquella nueva arma y las granadas junto a las de ellos y las provisiones.
Los primeros en subir fueron Takashi, Rei y Hirano con Saya en sus brazos, la cual estaba herida pero no de gravedad, mientras que Saeko y los otros les cubrían hasta que todos consiguieron abordar al "Saint Lidia II", el cual fue iniciando la marcha y pronto abandonaron el "Parque de Riverside" junto a los Muelles, teniendo, como "postal", a la Ciudad de Filadelfia que no paraba de arder bajo las llamas de la devastación.
Una vez que las cosas se calmaron, los grupos no parecían sentirse "seguros" allí arriba. Habían eludido a la Muerte, nuevamente, burlándose de ella en la cara pero, por alguna extraña razón y que ellos conocían, no bajaron la guardia en lo absoluto.
- Bueno, parece que los salvamos por los pelos.- Bromó John Slater, quien los miraba a ambos, acompañado de su esposa.
- Sí...Así es.- Respondió Takashi, cosa que no le cayó, en lo absoluto, ese chiste tan barato por parte del hombre. De ahí, poniéndose de pie, lo miró fijo.- Vamos para Newburg.-
- ¿Qué?. Chico, esa Ciudad está completamente devastada, no podrán salir vivos de allí.- Les advirtió Amanda.
- No está en nuestros planes morir sin armas.- Dedujo Rei, descubriendo esa "trama oculta" que tenían los Slater.
- ¿Cómo...?.- Preguntó el marido pero fue entonces que ellos les apuntaron al matrimonio.
- Y nosotros seríamos unos completos idiotas en fiarnos de gente como ustedes: Buscan supervivientes para quedarse con las armas y municiones pero no se las daremos.- Advirtió Bill, sin dejar de tenerlos bajo la mira de su M-16.
- ¡Eso es un ultraje, una mentira!.- Negó la esposa todo acto de complicidad con su marido.
- ¿En serio?. Dígannos: ¿Qué hicieron con aquellos que les quitaron las armas?.- Interrogó Louis.- Para serles francos, me llama la atención que todo este barco huela tan bien y se halle tan limpito como las Perlas de la Corona Británica. Ahora, dejemos los rodeos de lado y respondan a la pregunta de mi amigo.
Ninguno dijo nada, permanecieron callados al momento en el que les interrogaron.
- Lo que me temía.- Reconoció el moreno.- Los mataron y tiraron por la borda. Menudas personas son ustedes.-
- Y si lo hicimos ¿qué tiene?. Esta es la "Supervivencia del Más Apto".- Recalcó John con seriedad.
- Todo lo que diga, Señor Slater, pero aún sigue fija la ley. A los únicos que se debe combatir es a los zombies y bandas armadas que se dedican al pillaje, nada más.- Sostuvo Francis, mientras que Rei tomaba el mando y con la ayuda de Takashi y Zoey ponían rumbo hacia Newburg.
- ¿Qué piensan hacer con nosotros?.- Inquirió Amanda, aterrada por primera vez.
- Nada.- Respondió Bill.- Los dejaremos ir por su cuenta, una vez lleguemos a Newburg. De ahí nosotros continuamos nuestro camino por la ciudad y punto. Ustedes vivirán pero, tarde o temprano, el Karma se manifiesta y pagarán las consecuencias de sus actos.- Sentenció el viejo y pronto empezaron a internarse hacia el Norte del Estado, teniendo, como próximo destino, la Ciudad de Newburg, cuyos edificios abandonados y otros en llamas se empezaban a distinguir entre el horizonte cubierto de humo y un Cielo totalmente anaranjado-rojizo.
[Riverside ha quedado atrás, próxima parada, Newburg (la que pertenece a la Campaña "Dead Air"). ¿Cómo será la llegada? ¿Para dónde seguirán con el viaje?. Eso lo veremos más adelante.
Bueno, amigos, espero que les guste este capítulo, uno de los más largos. Envío saludos y agradecimientos para:
* Ralf_Hino/Tarma Jones: Saludos, amigo y sí, aquí pudimos ver cómo eran, en realidad, el Matrimonio Slater y eso también se refleja en el cómic de "Left 4 Dead". Ahora que los supervivientes han dejado atrás Riverside, tras una dura batalla y quién no ha sufrido en la última parte de las Campañas al enfrentarse a las "Hordas" y "Zombies de Élite".
Espero que te guste este nuevo capítulo, colega. Nos estamos viendo. Saludos y buen Domingo de mi parte.
* Coven: Veré, uno de estos días, en leer eso que me dijiste y dar mis conclusiones.
* Sly Jester.
* Y los demás seguidores.
Cuídense y buen comienzo de día Domingo de mi parte, Camaradas y también.
¡Feliz Día del Padre 2023 para la Argentina!.].
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