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Capítulo IX

Capítulo IX:

Vastedad, expansión, concreto, hormigón y acero que se emplearon, a lo largo de los años, para la construcción de edificios y otros inmuebles, pasando de simples materiales a ser consideradas obras magnánimas para las grandes ciudades. Ahora estaban en abandono o con incendios. Sus ventanas estallaban, enormes lenguas de humo salían al exterior, acompañadas por las columnas de humo que brotaban con su veneno mortal para aquellos que estuvieran allí, en el peor de los casos, metidos en los pisos más altos, en donde se convertiría en su tumba u optarían por arrojarse al Vacío para poner fin a sus vidas, envenenados por la elevada concentración de Oxígeno que les daría un sueño narcoléptico antes de que sus cuerpos golpearan contra el pavimento.

 El Mundo que conocían ya no existía, se había convertido en un auténtico Cementerio. Se desconocía si los otros Continentes estaban bien, si habían conseguido cerrar sus fronteras para evitar la propagación de la enfermedad pero, al no tener noticias desde la televisión y la radio, solo podían arrojarse a la esperanza, la última que persistía antes de que todo se hundiera. 

Sin embargo, el Ser Humano también es avaricioso, los sentimientos y deseos, muchas veces en exceso, parte del Libre Albedrio que el Hombre recibió desde los tiempos más remotos, han llevado a que se cometan distintas clases de inconvenientes o beneficios. Aquellos que se mueven por la pasión de salvar a las personas, son considerados Héroes pero otros, dirigidos por su propio deseo de querer tener todo sin importarles nada, pasan a ser vistos como escorias de la sociedad. Pero también los supuestos "Héroes" terminan por causar más problemas que los Villanos. 

Éstos se corrompen y cuando abusan de lo que han recibido, la gente, aunque parezca loco, los aplaude porque "aprendieron", pero de una manera fácil y no como la de aquellos que hicieron un largo camino, una "Peregrinación" con el fin de purgar sus Pecados y aprender de sus errores. Al final, los primeros son mejor recibidos y dejan a los otros, convertidos en "Parias", marginados, que se aboquen a encontrar la forma de superarlos o terminan sufriendo un destino mucho peor.

El abuso de las drogas, el alcohol y los cigarrillos, así como también los excesos en la comida, han sido tema de estudio por mucho tiempo. Todos quieren pararlos, de que se moderen. Algunos consiguen dejar esos vicios y se vuelven mejores ciudadanos. Pero otros, movidos por el orgullo en exceso, la lujuria, la avaricia, entre otros "Pecados Capitales", terminan por sufrir una "transformación" para nada alentadora.

Dentro de su apartamento, rodeado por sus equipos de gimnasia, aquel muchacho rubio estaba tirado contra el piso, sintiendo una horrible "quemazón" en su cuerpo. Los músculos, aquellos que integran el citado, estaban entrando en una "erupción", casi como una reacción alérgica. Por un momento, pensando que se trataba de alguna molestia causada por la Primavera y el polen, se había quedado tranquilo y tomando unos Anti-Histamínicos que le ayudaran a aflojar dicho malestar. Aún así, no paró, todo lo contrario, había empeorado y lo que era una simple "picazón" se fue convirtiendo en un claro síntoma de dolor y padecimiento. 

No tenía fiebre, no había estado en contacto con algún infectado a menos que...De pronto, sus ojos se abrieron cuando recordó aquel encuentro con esa persona, al salir del Gimnasio, éste había pegado un salto descomunal, hiriéndolo en los brazos pero sin que se produjera otra cosa, ya que, empleando una tabla de madera gruesa y tirada en el piso, consiguió aturdirlo. 

Recordó que se trataba de una figura masculina, muy joven, con capucha pero la tonalidad de su piel era gris tirando al blanco como la nieve del Invierno. Parecía un vagabundo que había muerto de Hipotermia pero la fuerza descomunal que tenía, para efectuar un salto como esos y luego atacarlo lo habían dejado pasmado.

Ahora, intentando paliar el sufrimiento, ni siquiera la cama le servía, estaba haciendo lo posible para contrarrestar aquello pero, al final, todo se fue derrumbando como un edificio en medio de un terremoto. Fue entonces que, saliendo de su inmueble, casi arrastrando las piernas, como si se le hubieran "encogido", el joven atleta llegó al exterior pero, de pronto, una nueva punzada de dolor lo inmovilizó, cayó al piso, gritando del dolor. Sus músculos fueron creciendo, bajo un aspecto monstruoso, al igual que sus brazos, que, ahora, parecían unas enormes "anclas", su pecho se agrandó y desde la cintura para abajo empequeñeció hasta quedar allí, tirado contra el asfalto. 

Al abrir los ojos, la criatura que había tomado al joven atleta emergió, despertando y de ahí lanzó un poderoso rugido al aire, mientras que la tormenta iba pasando.

Volviendo con el grupo, nadie hablaba, estaban callados tras lo vivido, en esos momentos, cuando se enfrentaron a la "Horda" que los atacó en los callejones. Habían utilizado una buena parte de las municiones, dejándolos con la mitad de la misma en su poder, cosa que no les alcanzaría si querían salir de la Ciudad de Filadelfia. La búsqueda de un vehículo apropiado también les complicaba las cosas, debido a que éstos estaban destruidos o en llamas, así que, como mejor opción, era continuar a pie por el Centro y de ahí ir para los vecindarios hasta alcanzar los Suburbios.

Shizuka seguía callada, estaba petrificada por lo que había visto. Esa "mujer"...¿se la podía llamar de esa manera al monstruo pálido y de largas uñas afiladas, como navajas, que la atacó?. Aún recordaba el momento en el que Bill había disparado todo un cartucho de su M-16 con el fin de matarla, llevando a que ésta cayera encima de la doctora nipona rubia.

Ni siquiera Takashi podía hablar. Lo vivido, en los últimos minutos, había sido una plena locura jamás imaginada, tal vez sacada de la mente de algún loco o psicópata que le gustara ver sufrir a la gente, pero en este caso, todo se había salido de control. Miraran por donde miraran, la zona de devastación se extendía hasta donde alcanzaba la vista, por lo que el castaño de Japón hizo un alto.

- ¿Qué pasó?.- Preguntó Rei, acercándose a él.-

- No deberíamos parar aquí, en plena calle, esto es un peligro mortal.- Advirtió Saya, viendo de que habían algunos zombies, pero éstos se hallaban alimentándose de un pobre desafortunado en uno de los callejones. 

Sin embargo, Saeko tomó cartas en el asunto, desenfundando su katana y avanzando, con paso ligero y tranquilo, hacia ese sitio. Hirano y Saya la querían detener pero fue tarde: Ella ingresó y le clavó la punta de su arma al primer zombie que se estaba dando un festín con aquel joven caído. El filo traspasó la nuca y salió la boca, desconectando la médula espinal y devolviéndolo a la muerte. A su vez, los otros dos restantes, "aturdidos" por aquel suceso inesperado, fueron presa fácil para la chica, quien los eliminó, decapitándolos con un solo movimiento de su arma, llevando a que rodaran sus cabezas contra el piso, empapando al mismo y las paredes con aquel líquido, ahora espeso y coagulado.

Se fijó, un poco más al fondo de los callejones, por si habían más enemigos. Uno más quedaba por allí, por lo que lo eliminó sin rechistar o decir algo. Todos la observaron volver, con algunas manchas de sangre su uniforme escolar pero nada más que eso. Vio que había un charco de agua limpia, producto de la reciente lluvia que cayó y limpió su katana, llevando a que se tiñera de rojo la superficie de ese "espejo". Alzó la cabeza y arriba suyo caían unas cuantas gotas desde una escalera anti-incendios de un edificio de departamentos, el cual no estaba afectado por los fuegos.

- No podemos dejar a un zombie vivo. Si lo hacemos, entonces será un problema para más adelante.- Se acercó la peli violeta a ellos.- Ahora, ¿qué hacemos? ¿Cuál es el próximo movimiento?.- Inquirió.- Yo no me quedaría aquí, no sería raro de que esto se vaya a descontrolar, aún más.- Advirtió la joven y tenía razón.

Por donde uno mirara, la Ciudad de Filadelfia era un auténtico escenario de devastación y esto era solo el inicio. La gente había sido evacuada, en su mayoría o como pudieron. Muchos no tuvieron la suerte de ser evacuados y ahora yacían en sus casas, atrincherados, listos para defender sus propiedades mientras que el resto falleció a manos de las criaturas. 

Una nueva explosión se hizo sentir, se trataba de un auto que estalló, producto de la fuga del combustible y el aire estaba "estático". En los Cielos podían verse unas luces que llamaron la atención del grupo de los supervivientes. De golpe, rompiendo el silencio, el sonido de unas hélices captaron la atención de los citados, alzando la cabeza para ver de qué se trataba.

- "Si alguien me escucha, diríjanse al "Hospital Mercy" para evacuación".- La voz de un piloto, a través del altoparlante, dando una vuelta con aquel helicóptero, mientras que la luz del reflector iba iluminando las calles, pasando cerca de los dos grupos, por lo que Louis le hizo señas, llamando su atención, corriendo a más no poder.

- ¡Hey, por aquí, aterrice aquí!.- Llamó, agitando los brazos, siendo alcanzado por la luz blanca y de ahí permanecía estática la máquina aérea. Parecía que todo aquello sería un buen desenlace, que podrían salir de allí y resguardarse en algún refugio, a salvo de los muertos vivientes, sin embargo, el destino, muchas veces, le gusta ser cruel con los que están desesperados.

Justo cuando Louis fue tras el helicóptero, seguido por Bill, Zoey y Saeko, éstos no vieron ni oyeron los misteriosos gruñidos que cautivaron su atención hasta que, de golpe, justo cuando la aeronave iba a descender para tocar tierra y sacarlos de allí, la chica de cabello violeta captó esa fuente, corrió hasta el moreno y le tapó la boca.

- ¿Qué le pasa, Señorita Busujima?. Vienen a salvarnos.- Señaló el Oficinista pero la chica le hizo un gesto de que guardara silencio.

Aquello pareció durar una Eternidad, pero solo fueron unos pocos segundos cuando, de repente, un misterioso rugido captó la atención de los presentes. Acto seguido, un proyectil, el cual resultó ser un pedazo de concreto, proveniente del pavimento dañado por las explosiones de gas, voló en dirección al helicóptero, llevando a que éste perdiera el control y se estrellara contra un edificio, desatando una feroz explosión que se hizo sentir por todo el Centro de Filadelfia. Vieron caer restos de metal y otras partes en llamas, como si se tratara de una "nevada" pero de fuego contra el piso, así como también el humo que se alzaba.

Las hélices del helicóptero dejaron de rotar y se clavaron en las fachadas de otros edificios, mientras que éste terminaba de ser consumido por el fuego. El piloto tuvo "suerte", ya que el impacto contra el citado inmueble lo terminó por matar, evitando sufrir una muerte dolorosa por el fuego causado por el combustible derramado del tanque. 

Pero aquello no terminó con la caída del helicóptero, sino de que lo peor estaba delante de ellos: Allí, como si se tratara de una inmensa "Torre de Asedio", un monstruo salido de sus peores pesadillas, siendo éste, anteriormente visto y conocido como un Ser Humano, ahora se trataba de una aberración de la Naturaleza, la cual consistía en un hombre joven, cabello corto y rubio pero con una impresionante masa muscular en su pecho pero lo más descomunal eran sus enormes brazos que se diferenciaban de la reducida cintura que le colgaba como una bolsa de supermercado. 

Al verlos, la criatura golpeó su pecho con esos colosales brazos y fue hacia donde estaban, abriéndose camino como si fuera un tanque de guerra en pleno campo de batalla.

- ¡¿Qué carajo es eso?!.- Se preguntó Zoey, horrorizada.

- ¡Disparen contra él, ahora!.- Oyeron la voz de Hirano y Takashi, quienes, acompañados por Rei, Saya y la Dra. Shizuka, abrieron fuego contra el citado enemigo.

Éste iba a toda velocidad para derribarlos. Con uno de sus enormes brazos, aplastó un coche que desencadenó el accionar de la alarma. Luego destruyó otro y un tercero salió disparado por los aires hasta impactar cerca de ellos, lanzando chispas y derribando varios postes telefónicos que soltaron chispas hasta que impactó, de lleno, contra un negocio tapiado por los dueños con el fin de evitar saqueos.

- Santo Dios...- Las palabras de Louis quedaron colgando de su boca, mientras que su cuerpo no respondía al llamado de correr y disparar. Saeko, por su parte, viendo que la única arma que portaba era su katana, decidió enfrentarlo de cerca al enemigo, desenfundando y cargando contra el mismo, en una acción que podía ser considerada "suicida".- 

- ¡Saeko, ¿qué haces?!.- Le llamó Rei, mientras que recargaba su rifle de asalto con otro cartucho.- ¡Bill, hay que hacer algo!.

- Lo sé pero esa criatura no sé si busca matarnos o algo más.- Advirtió, con un tono serio en su voz, aquel Veterano de la Guerra de Vietnam.

- ¿A qué...?.- Cuando Hirano iba a lanzar su pregunta, el chico de lentes se horrorizó cuando notó que, desde el final de la calle principal, avanzando con lentitud pero atraídos por el sonido de la explosión del helicóptero, los disparos, los autos que eran lanzados como si fueran misiles contra los edificios y los rugidos de la criatura musculosa, una inmensa "Horda" de zombies estaba dirigiéndose hacia ellos para devorarlos a gusto.

El monstruo de gran musculatura seguía avanzando, lanzando feroces rugidos y aplastando todo lo que se interpusiera en su camino. En un momento dado, Saeko le atacó, trazando un arco que le causó un corte en el brazo izquierdo, llevando a que brotara la sangre pero nada, era como si hubiera apuñalado el aire o una barra de manteca, ya que continuaba con su marcha, destruyendo todo lo que había allí. Estuvo por herir a la chica, darle un golpe con uno de sus puños pero le esquivó y atacó el lado derecho aunque sin grandes resultados.

- ¡Hay que derribarlo, de prisa!.- Llamó Takashi a los demás y con sus amigos abrieron fuego.

Francis se acercó a la chica de la katana, abriendo fuego con su escopeta en repetidas ocasiones pero, a pesar de tener incontables impactos de bala, nada parecía detenerlo en aquellos momentos. 

- ¡Me cago en él, ¿cómo es posible que no muera?!.- Bramó el motociclista, recargando su arma hasta que, de golpe, sintió el olor a gasolina derramada. Tuvo una idea.- ¡Hey, "Increíble Hunk", ven a por mí, vamos, vamos, ven si tienes huevos!.- Le desafió, llamándolo y éste le escuchó, yendo hacia la posición del calvo.

Bajo la lluvia de balas que le caían encima y la lenta marcha de la "Horda", la criatura alcanzó a Francis pero antes de que pudiera golpearlo con sus poderosos brazos, el motociclista sonrió, apuntó su escopeta contra el piso, en donde una imponente mancha de gasolina había llegado hasta los pies del monstruo.

- Saluda a mi amiguita, hijo de puta.- Le dedicó una sonrisa burlona y disparó.

- ¡FRANCIS!.- Gritaron sus amigos el nombre de éste.

En un instante, el chispazo provocado por la escopeta causó un incendio de grandes dimensiones, las llamas envolvieron al monstruo, quien intentó responder al ataque pero, al momento de tomar el auto, éste voló por los aires, cubriendo la zona con una imponente explosión que destruyó los vidrios de las casas y edificios adyacentes.

- Dios...¡Será cabeza dura! ¡Francis!.- Llamaba Zoey al citado pero no respondía.

Por un momento, temiendo lo peor, guardaron silencio, esperando a que hubiera una respuesta que no llegaba. Rei, por un momento, sintió que la culpa le carcomía por dentro al haber tratado mal a ese hombre, bajó la mirada e imploró a sus Dioses de que le devolvieran al amigo de aquellos Norteamericanos con vida.

- ¡Hey! ¿Por qué las caras largas? ¿Quién se murió?.- Escucharon una voz y allí lo vieron emerger, saliendo de entre las columnas de humo, intacto y sosteniendo su escopeta con suma tranquilidad.

Nadie pudo describir ese momento, parecía como si hubiera vuelto de la Muerte misma, esquivándola y burlándose de ella. La primera en reaccionar fue Zoey, quien corrió lo abrazó con fuerza, seguida por Bill y Louis.

- ¡Pero ¿cómo...?!.- Preguntó la universitaria, conteniendo las lágrimas de la emoción.

- Tranquila, estoy bien. El que no tuvo un "Final Feliz" fue el "Increíble Hulk".- Respondió el motociclista.- Je, ¡ya te vi, Lola Bunny! ¡Te vi, estabas llorando!. Tranquila que hay Francis para largo rato, así que considera esto como nuestra deuda saldada.- Apuntó a la chica peli naranja, mientras que iban hacia él.

- Eso lo que hiciste fue muy arriesgado, Francis.- Le advirtió Bill con tono serio. Estuvo por responder pero sintió la mano del viejo contra su hombro derecho.- Aún así, fuiste muy valiente en eliminarlo. No solo lo hiciste por nosotros, sino también por Saeko y sus amigos. Te felicito.- Dijo y de ahí siguieron el camino, tomando su M-16.

- ¡Wow, Señor Francis, eso fue increíble!.- Se acercó Hirano, impresionado por lo que el motociclista había hecho.

- Je, bueno, chico, cuando tienes que enfrentarte a otras bandas armadas, debes de usar todo lo que aprendes al entrar en el "Club de Motociclistas".- Alegó éste con sinceridad y de ahí le sacaba el seguro a su arma.- Aún así, no lo intenten en casa. En serio, es muy peligroso.- Advirtió y de ahí notó que llegaban los otros.

- Digno de usted, quien lo hizo por sus amigos. Yo, con lo ocurrido en el Hotel, le pido disculpas.- Dijo Rei pero el otro la calmó.

- Ya, ya, ya, tranquila, ni que fuera algo grave que haya hecho. No te preocupes.- Le tranquilizó Francis pero ese momento de victoria se vio truncado cuando notaron el avance de la "Horda" de zombies hacia ellos.

- ¡Mierda!.- Se giró Rei y vio esa compacta formación que no parecía tener fin. Ésta apuntó pero notó que, al sacar un nuevo cartucho, le quedaban pocas municiones a su arma.- ¿Quién tiene más?.- Preguntó a sus amigos.

- Yo tengo unos cinco para el mío.- Respondió Takashi y de ahí sacó el Revólver S&W, con el cual fue disparando contra los zombies, en la cabeza y Saeko volvía a la carga con su katana.

- No me quedan municiones para mi Uzi.- Advirtió Louis.- Bill, Takashi, ¿qué hacemos? ¿Huir o disparar?.- Preguntó a los demás. Tanto el viejo como el joven se miraron y asintieron con la cabeza.

- ¡Retirada, ahora mismo, Soldados!.- Llamó el Veterano de la Guerra de Vietnam.- ¡Hay que buscar refugio y aprovisionarnos!.- Exclamó pero, al momento de salir de allí, notaron que, envuelto entre las llamas, la criatura musculosa emergía de allí mismo, como si hubiera salido del propio "Mundo de Hades". 

Ésta lanzó un feroz rugido, estuvo por atacarlos cuando, viendo de que las heridas de bala y el fuego habían hecho un verdadero estrago en su cuerpo, ésta se detuvo, los miró, por última vez y se desplomó contra el suelo, provocando que el mismo temblara, ante el asombro de los presentes.

- ¿Hacia dónde?.- Preguntó Zoey.- 

- ¡Vamos para el Norte del Centro de la Ciudad!.- Fue la orden dada por Takashi y de ahí emprendieron la retirada, dejando atrás a la "Horda" de muertos vivientes.

Abandonaron aquella calle principal y se internaron por las secundarias. La única oportunidad que tenían, en esos momentos, era correr y borrar sus huellas. La munición escaseaba, de vez en cuando, al verse rodeados por una "Primera Línea" de zombies, disparaban para causarles bajas pero cada uno de ellos que era eliminado, otros ocupaban sus puestos en un "Bucle". De vez en cuando hacían explotar los autos que aún tenían combustible, convirtiendo el suelo mismo en un hervidero, dejando que las llamas consumieran a los muertos vivientes pero éstos, aún estando al borde de quedar reducidos a un montones de carne quemada, seguían marchando.

Aquello fue una locura pero consiguieron escapar, llegando hacia una estación del Subterráneo, de la cual aprovecharon, en uno de los salones que fortificaron, dando hacia las boleterías y luego al posterior andén, para tomar un descanso y así reanudar sus fuerzas.

[Nuevo capítulo y con ello han visto lo que fue la "Campaña No Mercy" o "Alta Médica", en donde, en esta oportunidad, el helicóptero fue derribado por la tan temida criatura musculosa que a más de uno le habrá puesto los pelos de punta, incluyéndome a mí. Tan solo oír los gruñidos me pongo en alerta máxima.

Bueno, el grupo ha conseguido, a duras penas y con una grave falta de municiones, llegar hasta el Subterráneo de la Ciudad de Filadelfia. Ahora, ¿qué camino tomarán para llegar hasta Riverside? ¿Conseguirán salir de la urbe? ¿Qué otras aberraciones de la "Gripe Verde" se van a encontrar en su camino?. Todo esto y mucho más lo veremos en el capítulo que viene.

Mando saludos y agradecimientos para:

Ralf_Hino/Tarma Jones: Muchas gracias, nuevamente, por tu review, amigo. Y aquí lo tenemos, vos lo dijiste: La aparición del "Tank" y también se ha mencionado al "Hunter". Ahora, con respecto a tu pregunta sobre si veremos a los otros "Infectados de Élite" como el "Jockey" y la "Spliter", sí, así es, los vamos a ver aquí, así como también el desarrollo en las relaciones de ambos grupos, los cuales han empezado con el pie izquierdo pero, ahora, van a ir avanzando, poco a poco.

Saludos, colega, desde Buenos Aires, Argentina.

* Coven: No, todavía no he visto la película de "Saint Seiya". Quizás para más adelante. Sé que muchos han dicho que es mala pero yo he dado mi palabra todavía.

* Sly Jester.


Bueno, Camaradas. Eso es todo por hoy. Cuídense y que tengan un buen inicio de día Viernes, así como también de un excelente fin de semana.].




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