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CAPÍTULO 8-LA CONVERSACIÓN

Klaus estaba a punto de despertarse, había estado soñando otra vez con Caroline. Esta vez se la había llevado a pasear por la playa de Miami, había quedado cautivado por la forma en la que el sol hacía que su cabello resplandeciera. Enterro el rostro en su almohada, queriendo permanecer en ese mundo de los sueños con Caroline cuando frunció el ceño, ¿desde cuando mi almohada huele a vainilla? Abriendo los ojos, Klaus sonrió al ver el pelo rubio de Caroline delante de él y su delicioso cuerpo en sus brazos, aprentando su agarre enterró el rostro en su pelo oliéndola-. Estás aquí de verdad.

Caroline sonrió ampliamente-. Estoy aquí de verdad –dándose la vuelta en los brazos de Klaus lo encaró-. Buenos días –levantó la mano para acariciarle la mejilla, disfrutando de su capacidad para tocarlo.

Klaus cerró los ojos ante su toque, maravillándose por el hecho de que Caroline estaba ahí, en sus brazos. Volviendo a abrir los ojos le sonrió-. Y que buenos días más estupendos.

Caroline rió, acercándose y acariciando la nariz de Klaus con la suya-. No lo sé –sus ojos brillaron con diversión-. Podrían ser mejores.

-Oh, ¿en serio? –Klaus deslizó una mano por la espalda de Caroline hasta dejarla descansar en su cadera, acercáncola incluso más-. ¿Qué sugieres para hacerlo mejor? –preguntó, su respiración tentaba sus labios.

Caroline abrió los ojos con sorpresa al sentir tan cerca su respiración-. Bueno, mi lobo –acarició sus labios sensualmente por su mejilla hasta llegar a su oído-. Creo que un beso podría mejorar está excelente mañana.

El corazón de Klaus se disparó al escuchar a Caroline llamarlo su lobo-. Como desees, mi amor –pasando su mano por sus rizos dorados la atrajo para besarla, la mano que descansaba en su cadera la utilizó para que ella quedara encima de él, mientras sus rodillas quedaban a cada lado de él, Klaus trazó con sus dedos sus muslos hasta detenerse en la curva de su trasero, acariciándolo suavemente y dándole un apretón.

Caroline gimió durante el beso al sentir sus manos en su cuerpo, sintiéndose con valor ella alejó las manos de su rostro, provocándolo con sus manos mientras llegaba hasta su camiseta donde metió las manos por debajo para acariciar los fuertes músculos de su estómago, deleitándose cuando se contrajeron bajo su toque.

Klaus gimió ante sus tiernas caricias, nunca antes un simple toque lo había encendido tanto, luchando para mantener el control acarició con su lengua su labio inferior, atrapándolo con su boca y succionándola cuando la abrió para él. Klaus le mordiqueó el labio provocando que ella gimiera y se frotara contra él. Sonriendo contra sus labios, metió la lengua en su boca para acariciarle la suya.

Caroline enterró las uñas en su estómago mientras Klaus le devoraba la boca, su lengua le estaba provocando un delicioso calor en su centro. Ella subió las uñas hasta su pecho mientras jugaba con su lengua, frotando las caderas contra las suyas buscando algo de fricción, intentando aliviar la sensación que Klaus le había causado.

Klaus embistió las caderas contra Caroline cuando ella se frotó contra él, la mano que tenía en su trasero la atrajo hacia su excitación, con su otra mano le acarició le cuello, la garganta, bajó por su pecho hasta descansar en el borde de su camiseta, por debajo acarició con su mano la suavidad de su piel hasta que palpó su pecho, acariciando con sus pulgar el pezón hasta que sintió como se endureció.

Caroline jadeó contra la boca de Klaus cuando sintió como jugaba con su pecho, la sensación de su pulgar acariciando su pezón le causó una deliciosa sensación que se expandió por todo su cuerpo-. Klaus.

-¿Si? –Klaus sonrió, acariciándole la mejilla con sus labios, besando su cuello hasta que notó su pulso, donde succionó fuerte en su piel, gimiendo al sentir su sabor.

-¿Alguna vez pararás para coger aire, cariño? –interrumpió Kol riendo.

-¡Oh Dios mío! –Caroline saltó alejándose de Klaus y cayendo de la cama, golpeando el suelo con un gran estruendo.

-¿Caroline? –Klaus echó un vistazo por el borde la cama, para ver a Caroline tumbada en el suelo, intentando aguantar la risa-. ¿Por qué saltaste y te alejaste de mí?.

Caroline fulminó con la mirada a Kol quien se había echado a reír cuando respondió-. Bueno, ALGUIEN, acaba de hacer notar su presencia –observó como Kol estaba doblado de la risa-. ¡Kol!

Klaus rodó sobre su espalda gruñendo-. ¿Mi molesto hermanito está aquí? –en un instante se sintió desmoralizado-. Siempre fuiste un pequeño pervertido Kol.

Kol no podía contener su risa al ver la frustración de Klaus y la mirada de Caroline-. Era demasiado gracioso para resistirse –sonriéndole a Caroline y moviendo las cejas sugestivamente-. Te dije que si le dabas una oportunidad a Nik, no te arrepentirías.

-Te odio –Caroline cruzó los brazos sobre su pecho e hizo un puchero-. ¿Por qué estás aquí?

-Vine a visitar a mi hermana favorita para ver como estaba llevando la transición de fantasma a semifantasma –respondió Kol, acercándose a Caroline y extendiendo la mano para ayudarla a levantarse-. Además tus pequeños amigos acaban de despertarse y te están esperando abajo.

-¿Estuviste por aquí toda la noche? –preguntó Caroline-. No he tenido tiempo para procesar el hecho de que puedo hablar con todo el mundo.

-No toda la noche, sabes lo ocupado que estoy –Kol le dio un cariñoso empujón con el hombro, haciendo reír a Caroline,

Klaus observó como Caroline interactuaba con su invisible hermano, era muy extraño ver a Caroline hablarle a la nada, verla reír hizo que sintiera un punzada en su pecho, echo de menos a mi hermano, acabo de recuperar a Caroline, me preguntó si Bonnie podría hacer el mismo hechizo con Kol. Klaus frunció el ceño ante ese pensamiento, tendría que ser dentro de unos meses. Tengo tiempo para convencer a la bruja, y si no quiere hacerlo puedo encontrar a otra que quiera.

-Es mejor que baje –Caroline sonrió al pensar en la idea de poder hablar con Stefan y Bonnie-. Estoy segura de que están deseando hablar conmigo.

-Por supuesto cariño –Kol le rodeó los hombros con el brazo-. Iré contigo.

-Gracias –Caroline empezó a caminar antes de mirar por su hombro a Klaus, quien aun estaba acostado en la cama con un puchero haciendo que riera-. ¿Vienes Klaus?

Klaus se sentó apoyándose sobre sus codos, frunciendo el ceño por la risa de Caroline-. No amor, definitivamente no me vengo –no pudo evitar que se le escapara una pequeña sonrisa al escuchar la risa de Caroline, saliendo de la cama se acercó a ella besándola suavemente-. Voy a tomar una ducha, una bien fría.

-Está bien –Caroline se echó a reír por su puchero, le acarició el labio con su pulgar-. Te veo abajo, mi pequeño lobo enfurruñado –dijo sonriendo antes de desaparecer por la puerta.

-¡No estoy enfurruñado! –le dijo Klaus a Caroline, recibindo como respuesta una risa, rodó los ojos hacia el techo-. Va a ser mi muerte –y se fue hacia la ducha.

Caroline bajó las escaleras hasta llegar a la cocina, sonrió al ver a sus dos mejores amigos bebiendo café en la mesa-. Buenos días.

-¡Care! –Bonnie se levantó de un salto y rodeó a Caroline con los brazos-. Estoy tan feliz de que estés aquí.

Caroline envolvió a Bonnie en un abrazo-. Se siente tan bien el poder tocarte –se alejó para mirarle a los ojos-. Muchas gracias, Bon.

-De nada –para Bonnie fue extraño el despertarse en la mansión de Klaus, todo lo que habían estado haciendo para librarse de él el año pasado y ahí estaba sentada en su cocina bebiendo café con su mejor amiga. Su mejor amiga muerta que había admitido el día anterior que le gustaba Klaus, nuestras vidas están hechas un lío.

Caroline se sentó-. ¿Habéis dormido bien chicos?

-Estaba exhausta por el hechizo, el momento en que mi cabeza tocó la almohada me dormí –Bonnie dio un sorbo a su bebida, sonriéndole a Caroline por encima de la taza le preguntó-. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo ha sido acostarse con Klaus?

Un sonrojo apareció en el rostro de Caroline-. ¡Bonnie! No me acosté con él, solo dormí junto a él –gruñó Caroline. No le ayudó el escuchar a Kol riéndose detrás de ella-. Cállate Kol.

-Si hubiera sabido que eráis tan buena compañía –Kol rió saltando hacia la mesa entre Bonnie y Caroline-. Hubiera pasado menos tiempo intentando mataros y más tiempo intentando pasar más tiempo con vuestro disfuncional grupo –Kol chasqueó los dedos-. Ya sé como deberíais llamaros. Los héroes protectores de Mystic Falls.

Caroline miró a Kol boquiabierta-. Eres muy raro Kol –arqueando una ceja preguntó-. Si somos los héroes protectores, ¿en que te convierte a ti eso?

-Cariño –Kol sacudió la cabeza con falsa tristeza-. Soy Kol Mikaelson, el villano más guapo que Mystic Falls haya visto nunca.

Caroline mió a Kol antes de empezar reír, entonces su risa se convirtió en carjadas-. Kol –rió-. Tú, un villano guapo –empezó a reír otra vez cuando él frunció el ceño.

-No es gracioso –dijo Kol haciendo un puchero, pero cuando observó a Caroline reírse, no pudo evitar unirse a ella.

Stefan y Bonnie compartieron una mirada desconcertada mientras Caroline mantenía una conversación con la nada antes de reírse de forma incontrolable, todo tuvo sentido cuando dijo el nombre de Kol, ¿qué había sucedido en el Otro Lado para que estos dos se hicieran amigos?

Bonnie aclaró su garganta-. ¿Uh, Caroline? –miró a su alrededor como si estuiera esperando verlo por ella misma-. ¿Kol está aquí ahora mismo?

Cuando su risa subsidió, Caroline asintó-. Sí. ¿Por qué?

-Es que es extraño verte tener una conversación con él cuando no podemos verle –respondió Bonnie-. También es extraño ver lo bien que te llevas con el vampiro Original que intentó matar a Jeremy.

-Bonnie –Caroline frunció el ceño colocando una mano en el brazo de Bonnie-. No había exactamente mucha gente con la que hablar en el Otro Lado y él me ayudó mucho –se quedó pensando-. Quizás si hubiéramos escuchado a Kol sobre Silas en primer lugar, yo no hubiea muerto ni Jeremy tampoco, todos estábamos tan concentrados en encontrar la cura para Elena que no nos importaron las consecuencias de nuestras acciones –Caroline le sonrió a Kol-. Además, no es tan malo.

-Gracias Caroline –Kol le sonrió-. Es increíble como cuando morimos podemos reflexionar sobre nuestras decisiones y darnos cuenta de lo equivocados que estábamos.

-Sí –coincidió Caroline.

-¿Caroline? –Stefan captó la atención de Caroline-. Estoy contento de que estés aquí con nosotros, no importa de quien te hayas hecho amiga por el camino.

Caroline se echó a reír por las palabras de Stefan-. Yo te recogí en algún lugar por el camino también.

Stefan se rió-. Mi madrina, ¿dónde estaría yo sin tu eterno optimismo? –le sonrió cariñosamente a Caroline

Klaus apareció en el cuarto, al ver a Caroline se acercó y la beso en la cabeza-. Buenos días, amor.

Caroline se sonrojó al recordar como se habían dado los buenos días antes, ¿quién iba a decir que había tanta pasión entre ellos? Estaba preparada para arrancarle la ropa a Klaus si Kol no los hubiera interrumpido. Alejando esa sensación ella inhaló su esencia, olía a bosque-. Buenos días, Klaus.

Klaus sonrió al escuchar su voz llena de deseo, él también estaba pensando en como se habían liado en su cama, lo volvió loco de necesidad y sin tener control. Se sentía como un adolescente cuando estaba con ella, había estado tanto tiempo detrás de ella que su control ya casi no existía, lo sentía de verdad cuando dijo que la esperaría siempre pero eso no significaba que no quería reclamarla como suya. Su lobo interno quería reclamarla como su compañera, mostrarle al mundo que ella era de él y solo de él-. ¿Cómo estáis todos esta mañana?

Stefan estuvo a punto de reírse por la felicidad que podía ver en el rostro de Klaus cuando miraba a Caroline, o la forma en la que se mantenía a su lado paseando los dedos por su pelo y su espalda-. Estupendo, ahora que Care está de vuelta con nosotros.

-Sí, estoy tremendamente contento de que el hechizo funcionara Bonnie –dijo Klaus tomando una taza y sirviéndose un café antes de volver a la posición detrás de Caroline-. Me encantaría que hicieras el mismo hechizo el siguiente mes, pero con Kol.

-¿Qué? –gritó Bonnie sorprendida.

-Oh –Caroline jadeó dándose la vuelta para mirar a Klaus-. Nunca se me pasó por la cabeza que podríamos hacer el mismo hechizo con él –le lanzó una mirada a Kol-. Tú deberías haber dicho algo antes del hechizo, quizás podría habernos traído de vuelta a los dos.

-Ese fue un gran hechizo, cariño –respondió Kol-. No creo que hubiera podido hacerlo si hubiera intentado traernos a los dos a la vez.

Caroline asintió al entenderlo, mirando a Bonnie sonrió-. Tenemos otro mes para prepararnos para ese hechizo, volverás a tener fuerza para entonces.

-Disculpa –Bonnie apretó la mandíbula-. ¿Dije que iba a hacer el hechizo? No. Porque ni siqueira me habéis preguntado y aunque lo hubierais hecho seguiría diciendo que no.

-¿Por qué no? –preguntó Caroline frunciendo el ceño.

-¡Intento matar a Jeremy! –respondió Bonnie enfadada.

-Y Jeremy lo mató a él –Caroline la miró-. ¿No hemos aprendido lo inútil que es la venganza? Klaus casi me mata porque Tyler no aceptaba que estaban a la par incluso después de matar a Kol –colocó la mano sobre la de Bonnie-. Necesitamos toda la ayuda que podamos para traerme de vuelta y acabar con Silas.

-Me sorprende que quiera acabar con él, viendo como Silas quiere levantar el velo y traer de vuelta a todas las criaturas sobrenaturales –Bonnie tenía una mirada dura-. Vosotros dos incluidos.

-Bonnie –Caroline sintió como las lágrimas se acumulaban en sus ojos-. Nunca dejaría que Silas levantara el velo para poder volver, esperaría siempre para encontrar el hechizo correcto.

-Estás segura de eso –preguntó Bonnie.

Caroline se levantó de repente-. Ven comnigo –tomó la mano de Bonnie y la arrastro hasta fuera, a la parte más alejada del jardín, dándose la vuelta explotó-. ¿Cuál es tu problema Bonnie?

-¿Mi problema? –Bonnie se señaló a si misma-. Mi problema es que tú estabas muerta, nuestra mejor amiga te mató. Y ahora te relacionas con Originales muertos y de alguna forma tienes sentimientos por Klaus –las lágrimas cayeron de sus ojos-. Temo que Silas se haya metido en mi cabeza y me obligue a hacer el hechizo porque ya he perdido mucho. Tengo miedo.

Caroline rodeó a Bonnie con sus brazos-. No dejaré que eso suceda. Te prometo que ninguno de nosotros dejará que eso suceda –se alejó para mirar a Bonnie a los ojos-. Le suplicaré a Klaus que te ayude si es necesario, pero para hacer eso necesito que traigas a Kol de vuelta, no te ayudará sin que tú hagas algo por él.

-Está bien –Bonnie se limpió las lágrimas-. Lo haré.

-Gracias –Caroline sonrió aliviada-. Te sorprendería todo lo que sabe Kol, ha estado vivo durante miel años y tiene muchos conocimientos que pueden ser útil.

-¿Qué sucedió entre vosotros dos en el Otro Lado? –preguntó Bonnie, podía escuchar el cariño en la voz de Caroline-. ¿Cómo es que os volvisteis tan amigos?

Caroline tomó a Bonnie del brazo para que se sentara en un banco-. Cuando morí vi como Stefan se alejaba con mi cuerpo, fui hasta su casa y vi como le dio la noticia mi madre, lo consolé poniendo mi brazo a su alrededor y él lo sintió-. Caroline sintió lágrimas ante el recuerdo-. Lo sostuve hasta que alguien llamó a la puerta, era Klaus. Vi como cayó de rodillas al verme, estaba devastado, después de que Stefan se fuera para ir a buscarte Klaus dijo algunas cosas sobre como se sentía por mí y lloró –una lágrima se deslizó por su mejilla-. Lloró, Bonnie, la criatura más poderosa del mundo estaba llorando por mí y eso me abrumó.

-Dijo que te amaba, ¿no? –preguntó Bonnie pero ya lo sabía después de haber visto los recuerdos de Klaus supo sin duda que estaba enamorado de Caroline.

-Sí, lo hizo –a Caroline se le escapó un sollozo-. Estaba intentando procesarlo cuando apareció Kol –sonrió al recordar sus palabras-. Me dijo que Klaus me amaba de verdad y que era la primera persona que le importaba desde Tatia. Me dijo que quería que volviera para ayudarte a detener a Silas, no tenía ninguna duda de que Klaus encontraría la manera y me dijo que explorará mis sentimientos por Klaus, que le diera una oportunidad.

-¿Y lo hiciste?

-Bueno, vi a Klaus y a Stefan cuando hablaron sobre sus sentimientos por mí mientras Klaus intentaba llevarse mi cuerpo con él. Escuchar su dolor me abrumó y fui a buscar a Tyler –Caroline cerró los ojos respirando profundamente-. Me transporté hasta donde estaba Tyler y vi como Hayley y él tenían sexo contra la pared.

-¿Qué? –Bonnie abrió los ojos por la sorpresa-. ¿Cómo pudo hacerte eso?

-No lo sé, me dijo que no pasó nada entre ellos en los Apalaches y le creí –las lágrimas se deslizaban por el rostro de Caroline-. Nunca confié en ella, no ha causado más que problemas y la odio.

Bonnie le rodeó el hombro a Caroline con su brazo-. Lo siento mucho Caroline.

Caroline se apoyó en Bonnie-. Kol apareció y me contó que no tenía porque ver eso, me dijo que fuera con Klaus y eso hice –sonrió al recordar como entró en su sueño la primera vez. Entré en su sueño y hablamos y me hizo sentir mejor.

-No te gusta solo por lo que ocurrió con Tyler, ¿cierto? –preguntó Bonnie,queriendo asegurarse de los sentimientos de Caroline.

-¿Qué? ¡No! –Caroline estaba en shock-. No le haría eso a Klaus, me ama y no tengo ninguna intención de romper su corazón –colocó una mano en su corazón-. Me gusta Klaus, siempre me ha gustado pero temía lo que pensaría todo el mundo, además de por las cosas que había hecho.

En la cocina Klaus sonrió de repente y sus ojos se iluminaron de felicidad, le gusto. Sintió su corazón vivo por primera vez, estaba lleno de esperanza cuando Caroline volviera su cuerpo estaría con él, como lo había soñado desde que la conoció.

-No está bien escuchar a escondidas, ya sabes –Stefan le sonrió a Klaus, aunque él también fuera culpable, no pudo evitar escuchar su conversación.

-Quizás –le sonrió Klaus-. Pero escuchar a la mujer que amas decir que le gustas vale la pena, especialmente si se lo cuenta a su amiga que no es tu mayor fan.

-Sí –rió disimuladamente Stefan-. ¿No tendrá nada que ver con que ha despertado en tus brazos? Creo que ha sido libre de seguir a su corazón sin que nadie la juzgue.

-Eso también ha influenciado –coincidió Klaus-. Pero estaba dispuesto a esperar lo que fuera antes de que ella se arriesgara y fuera mía.

-Mientras no la lastimes tienes mi bendición –Stefan sonrió al ver la mirada de Klaus, se levantó y lo miró desde arriba-. Si alguna vez la lastimas encontraré la forma de matarte sin morir el resto de nosotros.

-Nunca lo haré –juró Klaus honestamente-. Si alguna vez lo hago te daré yo mismo la estaca.

-Así que todo está claro, ¿verdad? –dijo Stefan antes de dirigirse hacia la puerta-. Voy a ir a ver a Caroline para hablar antes de que ocupes todo su tiempo –salió escuchando el sonido de la risa de Klaus, siguió caminando y alcanzó a Caroline y a Bonnie sonriéndoles-. Hey.

-Hey –Caroline sonrió a su mejor amigo-. ¿Cómo estás?

Stefan tuvo que sonreír ante la preocupación de Caroline-. ¿No debería estar preguntándote eso yo a ti?

-Estoy perfectamente bien Stefan –Caroline se levantó y rodeó con sus brazos a Stefan-. Eres tú quien me preocupa.

Stefan rodeó la cintura de Caroline abrazándola-. ¿Por qué?

Caroline se alejó lo suficiente para mirar a Stefan a los ojos-. No importa lo que me hizo Elena, aun la amas –besó limpiando la lágrima que cayó de su ojo-. Ahora se ha ido con tu hermano y estoy preocupada por como lo estás llevando.

-La amé –admitió Stefan-. Cuando se conviritó en vampiro cambió, no era solo el vínculo que los unía, no era la chica de la que me enamoré y vi como empezó a enamorarse cada vez más de mi hermano –levantó una de sus manos para acariciar la mejilla de Caroline-. Cualquier sentimiento que tuve por ella murió en el momento en el que te mató y no mostró ningún remordimiento. Incluso cuando apagué mi humanidad aun seguía sintiendo, dentro de mí aun tenía sentimientos con los que no quería lidiar.

Caroline suspiró-. Eso duele, aun no quiero lidiar con ello, mi mejor amiga me mató, ¿cómo se supone que tratas con eso? No puedo, de todas formas ahora no.

-Lo entiendo Care, creéme que lo hago –Stefan le sonrió a Caroline-. Cruzaremos ese puente cuando tengamos que hacerlo

-¿Lo prometes? –Caroline levantó su dedo meñique, sonriendo ampliamente al ver la expresión de perplejidad de Stefan-. ¡Vamos Stef! No puedes decirme que en todos tus años nunca has hecho una promesa con el dedo meñique.

-En realidad no –Stefan se echó a reír mientras rodeaba con su meñique el de Caroline-. Lo prometo.

Caroline soltó una risita-. Ésta es una promesa solemne, ¿cierto Bon? –le guiñó un ojo a Bonnie.

Bonnie sonrió, la Caroline feliz aun podía hacer tonterías con todas las preocupaciones que los rodeaban-. Sí, Stefan, es una promesa sagrada que nunca puede romperse.

Caroline asintió con una mirada seria en su cara-. No se puede romper nunca –mantuvo esa misma expresión un momento antes de soltar risitas, con su brazo libre rodeó los hombros de Bonnie y los llevó a ella y a Stefan de vuelta a la mansión-. Estoy feliz de tener a los dos mejores amigos que una chica pueda pedir –dijo mientras entraban en la cocina y su mirada se clavó en la de Klaus-. Y alguien que me ama.

Klaus le sonrió a Caroline-. ¿Has decidido el destino de Kol?

-Lo traeré de vuelta el mes siguiente –respondió Bonnie, le sonrió a Caroline-. Por Croline.

-Gracias –Klaus estaba contento porque pronto tendría a su hermano de vuelta y todo gracias a la mujer que amaba.

Bonnie asintió en la dirección de Klaus, tenía un largo camino que recorrer para ganar siquiera una fracción de su perdón, pero al ver la forma en la que se preocupaba y amaba a Caroline hizo ese camino un poco más corto-. ¿Vamos a buscar en los grimorios hoy?

-Quiero pasar el día con Caroline, ¿quizás podemos continuar mañana? –Klaus no tenía ninguna intención de desaparecer del lado de Caroline en el día de hoy, no cuando acababa de volver.

-Está bien, por mí perfecto –coincidió Bonnie.

-Definitivamente quierpo pasar el día con Caroline -Stefan en realidad no quería abandonar a Caroline hoy, había empezado a sentirse mejor otra vez solo porque podía verla y hablar con ella.

-Perfecto. ¿Qué hacemos? –Caroline se mordió el labio pensando en lo que podían hacer-. Oh, ya lo sé. Podemos ver una película y relajarnos –dijo sonriéndoles-. Creo que nos lo merecemos.

-Como quieras amor –Klaus deslizó la manos hasta la de Caroline guiándolos por su mansión, abrió una puerta y los llevó hasta una gran habitación con una pantalla de cine y unos asientos que parecían muy cómodos.

-Vaya, esto es impresionante –Caroline estaba sorprendida, parecía una sala de cine.

-¿Qué quieres ver? –le preguntó Klaus, llevándola hasta uno de los asientos donde se acomodó en sus brazos.

Caroline lo pensó durante un momento antes de sonreír-. Eclipse, de la saga Crepúsculo.

Bonnie soltó un quejido-. ¿En serio, Care? ¿Quieres ver una película de vampiros y hombres lobo?

Caroline le sacó la lengua-. Hey, que hay acción, además me encanta Crepúsculo –hizo un puchero y pestañeó rápidamente en la dirección de Bonnie-. No me negarás mi obsesión por Jacob sin camiseta, ¿cierto?

-Eres increíble –Bonnie se echó a reír-. Está bien, ponla.

-¿La tienes Klaus? –preguntó Caroline.

-Sí –Klaus rodó los ojos-. Es de Rebekah –se levantó y la puso antes de volver hacia Caroline atrayéndola a sus brazos-. Yo me veo mejor sin camiseta, ¿verdad?

Caroline soltó una risita en el pecho de Klaus-. No lo sé –ella alzó la vista para mirarlo a los ojos-. Nunca te he visto sin camiseta.

Klaus gruñó juguetonamente contra su boca-. Pronto lo verás –la besó apasionadamente, sonriendo al escuchar el gemido que se le escapó.

-Vosotros dos, dejadlo ya antes de que os lance agua –gritó Bonnie.

Stefan se echó a reír-. Dudo que tenga mucho efecto.

Caroline se sonrojó y se acomodó en el pecho de Klaus para ver la película. Cuando Jacob apareció en la pantalla Klaus gruñó, riendo ella le susurró-. Tú eres el único lobo al que quiero ver sin camiseta.

Klaus sonrió satisfecho-. Te lo aseguro, amor, seré el único lobo al que veas desnudo desde ahora –apretó su agarre sobre Caroline, acomodándose contra los cojines, mucho mas feliz al tener que ver la película.

Caroline se sonrojó por sus palabras, ella estaba muy feliz ahora mismo rodeada de sus amigos y de Klaus. Decidió olvidar todos sus problemas y disfrutar de uno de los pocos días de tranquilidad que iban a tener. Todo lo malo vendría mañana, pero ahora para un fantasma, una bruja, un vampiro y un Híbrido Original ver a vampiros que brillaban y a lobos enormes de la película de Crepúsculo era todo lo que les preocupaba. No está mal para ser el primer día que estás de vuelta en el mundo, pensó Caroline.

-¿Qué es está basura que estáis viendo? –inquirió Kol, mirando la pantalla sentado al lado de Bonnie.

-¡Kol! –gruñó Caroline molesta-. Cállate.

-Como quieras cariño –Kol se echó a reír, cruzando los brazos detrás de su cuello y viendo la película con ellos, molestando a Caroline con sus comentarios.

-¿De verdad tenemos que traerlo de vuelta? –le susurró Caroline en el oído a Klaus haciéndolo reír.

-¡Te he escuchado! –Kol hizo un puchero-. ¿Dónde está el amor de hermanos?

-¡Para ti no hay si no te callas, hermano! –le respondió Caroline.

-Eso duele –Kol sonrió mientras continuaba viendo la película.

-¿Hermano? –le preguntó Klaus a Caroline intrigado.

-Es una larga historia –respondió Caroline.

-No tan larga –intervinó Kol.

-Kol, cállate.

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