IX
Durante el resto del día no había logrado sacar de su mente la sonrisa del youkai, y es que como olvidarla, si se veía muy bien en el, "debería sonreír más a menudo" penso, se sonrojo al recordar que tan cerca suyo lo tuvo, sus ojos ámbar eran muy hermosos, fríos, pero eso solo lo hacía lucir mas atractivo, sus marcas hacían resaltan su cabello plateado y su piel blanca, y sus labios, ¡por kami!, ¡sus labios eran carnosos y se veían muy bien sonriendo!.
Se levantó de golpe con un sonrojo mayor al que tenía, luego cayó en cuenta de donde estaba, se encontraba en el comedor con su familia cenando, todos la miraron atónitos, ¿que le pasa? Pensaron todos los presentes, Kagome simplemente pidió disculpas y subió a su habitación.
Una vez ahí, abrió la ventana y se quedó mirando el cielo, suspiró al recordar su charla con aquella "voz", debía encontrar a aquellas personas que podían ayudarles a cruzar el pozo, no podía permitir que Sesshomaru se quedara en la época actual y mucho menos...olvidarlo.
Penso mucho en esto último, ¿de verdad le olvidaria?, su pecho dolía y su mente se negaba a esa idea, así que desde mañana mismo comenzaría a buscar, claro, luego de ir al colegio, los fines de semana sería más sencillo y....un momento, ¿¡que diablos haría con Sesshomaru!?, no podía estar llevándolo de aquí para allá con aquel atuendo y sus marcas, sería muy extraño.
Suspiró dejándose caer en su cama, todas estas cosas la harían envejecer más rapido, con todos los problemas y preocupaciones, ya pensaría en algo, por el momento se daría un baño y luego a dormir.
***
Todos los presentes miraban el campo espiritual, cada uno intento pasar pero ninguno lo logró, comenzaban a impacientarse, ¿y si nunca desaparecía? ¿y si jamás la volvían a ver?, ¡no querían eso! Ya suficiente tenían con averla perdido y creer que estaba muerta, buscarían la manera de que Kagome volviera a estar con ellos.
Volvieron a la aldea y fueron directo a la cabaña de la anciana Kaede, quizás ella podría saber algo, Inuyasha se fue detrás de todos, era el que más culpable se sentía, ¡joder, había dejado que fuera a salvar a Sango, en lugar de ir el!, se maldecia por no haber hecho otra cosa más que mirar, pero al menos sabia que estaba viva, eso era bueno, caminaba mirando los árboles, el cielo nocturno y gruño, faltaban menos de dos semanas para la luna llena, odiaba esos días.
Detuvo su andar cuando sintió un aroma familiar, miro a todos lados y justo tras el, se encontraba ella, mirándolo seriamente y con las serpientes a su alrededor, se volvió hacia los demás, quienes seguían caminando, fue entonces al encuentro de Kikyo.
Cuando los demás llegaron a la cabaña notaron que el hanyo no se encontraba, lo buscaron en los alrededores con la mirada y nada, ¿dónde estaba?.
-Creo que la pregunta está de más- hablo Miroku llamando la atención de los presentes- siempre que sale es por que va con la señorita Kikyo
-¿Como puede ir con ella cuando Kagome no puede volver?- Sango estaba enojada- no lo puedo creer
-No podemos reclamarle- dijo Miroku entrando en la cabaña- jamás nos escuchara, además, la señorita Kagome jamas le ha reclamado ¿por qué lo haríamos nosotros?
-Tiene razón su excelencia, mejor veamos cómo hacer para que Kagome vuelva.
***
Sesshomaru se encontraba molesto, irritado y con ganas de matar a alguien, ¡le había sonreído a la miko!, también estaba el hecho de que se acercó más de la cuenta, pudiendo oler su aroma natural, su bestia había reaccionado con el aroma, debía admitir que era exquisito, flores silvestres, ese era su aroma, uno que le recordó al sengoku.
-"Terminaras como tu padre"- hablo su bestia- "pero parece no preocuparte"
-No seré como el
-"Si claro"- dijo con una carcajada- "si así fuera, no la habrías salvado y mucho menos le habrías sonreído"
-Hmp
-"No lo negaste"
-No te metas en mis asuntos
Prefirió ir a hablar con la miko, la notaba un poco extraña, podía olerla preocupada, triste y decidida, vio que la ventana estaba abierta así que solo tuvo que saltar y ya se encontraba ahí.
-Miko...- no dijo nada más, se dio cuenta que entró en el preciso momento que ella terminaba de ponerse bragas
-¡Se-sesshomaru, sal de aquí!- le grito avergonzada y cubriendo sus pechos
Sesshomaru salió, esperaría a que se vistiera y hablaría con ella, se preguntaba por qué se había enojado, después de todo, ella fue quien había dejado la ventana abierta, ahora no podría sacar esa imagen de su cabeza, gruño despacio y apretó los puños, "si, definitivamente terminaré como mi padre" pensó.
-Se-sesshomaru, a-ahora si pu-puedes subir- escucho que Kagome le hablaba desde la ventana, respiro profundo y soltó el aire antes de volverse hacia la ventana y volver a entrar, la vio apartar la mirada con un sonrojo, al menos llevaba ropa- que...¿que nesecitas?
-Has estado extraña- dijo con simplemente ganándose una mirada de curiosidad- desde que te desmayaste, tu humor a cambiado cada instante, y es irritante
-ah...yo...- ¿qué haría? No podía llegar y decirle "tengo una voz en la cabeza que me dijo que habían dos presencias que nos podrían ayudar a cruzar", ¡la tomaría por loca!- pues...- debía decírselo, aunque la tachara de loca, el tenía derecho a saberlo ¿no?- si te lo digo...creerás que estoy loca
-Mujer, tu para mí ya estás loca
-¿¡Eh!?- lo miro enojada- ¡mira, no voy a pelear contigo! ¿Esta bien?- dijo cruzándose de brazos, se sentó el la orilla de la cama y suspiró- cuando me desmaye...llegue a un lugar que era como una habitación, solo que era totalmente blanca- dijo mirandolo y llevando sus manos a su regazo- escuche...una voz, y esta me dijo que...para cruzar, debíamos encontrar...dos presencias...que están...aquí- dijo despacio, espero su respuesta
-¿Que?- no sabía que decir- ¿me tomas el pelo?
-No, claro que no- dijo mirandolo a los ojos- para mi también es extraño ¿si?, jamás me había pasado, pero desde que estoy contigo...
-¿Me hechas la culpa?
-No, claro que no- dijo moviendo sus manos- solo digo, que cuando estábamos en la cueva, antes de despertar también escuché aquella voz, y ahora que estás aquí, la volví a escuchar
-Osea que, ¿dependo de dos extraños para volver?
-¿Dependes?- dijo con los ojos levemente cerrados- yo también devo volver, te recuerdo que debo buscar los fragmentos
-No recuerdas a nadie, ¿que haras cuando los veas?
-Yo...nose- dijo bajando la mirada- aunque...podría viajar contigo
-No
Un sentimiento de tristeza se apoderó de su corazón, ¿por qué?, decidió no decir nada más, se concentraría en buscar a aquellas personas, después veria que hacia con los demás.
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