Llegó dando grandes zancadas a la Aldea, tenía pésimo humor y todo por aquel sujeto que se atrevió a insultarla, ¿¡quien se creía que era!?, ya suficiente tenía con el hanyo como para aguantar a otro, y se seguía repitiendo, ¡llevas solo un dia aquí!.

-¡Oye, donde demonios estabas!- le gritó Inuyasha- ¡no puedes andar por hay con la perla, hay muchos que la quieren y te matarían por ella!
-¡No me grites!- dijo con enfado- ¡no eres quien para mandarme!
-¡Solo me importa la perla!
-Pues tomala- dijo sacando la perla que se encontraba en su cuello como un "collar", y le extendió la mano- solo quiero irme
-¡Niña, no le des la perla!- dijo Kaede atrás de ella

Inuyasha sorprendido y encantado se acercó, pero antes de siquiera tocar la perla recibió una pequeña descarga, y entonces recordó el collar que tenía, enojado comenzó de nuevo a querer el collar.

-Oye, tonto, la perla no te quiere- le dijo Kagome con burla- y no podrás tocarla por el collar, ¿lo olvidas?
-¿¡A quien tratas de tonto, tonta!?
-¡No me trates así! Tu...- no sabia que decirle- perro
-¿Que?- dijo mirándola sorprendido- ¿perro? ¿Yo?- decía mientras movía las orejas
-Si, mira- busco y encontró una rama, la movió y la tiro- ¡ve por ella!
Inuyasha corrió hacia donde lanzó la rama y la tomó con la boca, luego cayó en cuenta que lo estaba tratando como mascota- ¡Oye, no soy tu mascota!- decía acercándose a ella
-Pero lo disfrutaste- dijo Kagome aguantando sus ganas de reír

Luego de aquella "discusión", y un abajo de parte de Kagome, se disponía a guardar la perla, pero un cuervo con tres ojos se la arrebató, el hanyo al ver que se llevaban "su perla" fue tras el cuervo para quitársela.

-¡Garras de acero!- grito cuando dio un salto y lo alcanzo, el cuervo cayó cerca del agua, pero gracias a la perla se estaba regenerando y adquiriendo más fuerza, Kagome vio una de las patas y la amarró en una flecha, apuntando al cielo y la lanzó- buena puntería- dijo Inuyasha

La flecha purificadora dio en el blanco, pero también se incrustó en la perla, todos vieron un destello y miles de fragmentos salieron volando y se dispersaron por el sengoku, Kagome vio asustada la escena.

-Olvidalo, eres pesima- dijo Inuyasha- Kikyo no hubiera fallado
-¡Pues te dije que no soy ella!- le gritó, ya harta de que la comparara- ¡te dije que no pertenezco aquí, solo llegue por un error, y pienso irme, ahora mismo!
-¡No puedes irte!- apareció kaede con un fragmento en mano- deben recolectar los fragmentos de la perla, pues estos causarán un gran desastre si no hacen algo
-¿Hacen?- dijeron ambos al unísono
-Si, deberán juntarse, Inuyasha, necesitas la ayuda de Kagome para ver los fragmentos, y tu, muchacha necesitas de el para defenderte
Ambos sabían que la anciana no se equivocaba, pero ¿juntos?, literalmente se llevaban como perros y gatos, se miraron y asintieron
-Bien, luego de reunirlos, me iré para siempre- dijo Kagome estirando la mano
-Concuerdo contigo- Inuyasha estrecho su mano.

Otro día paso, se quedó en la cabaña de la anciana kaede, y cuando despertó, se quedó mirando el fragmento en su mano, ¿podía tener más mala suerte?, solo quería irse, pero parecía que Kamisama no estaba de acuerdo con eso, ahora tenía que quedarse y recolectar fragmentos junto a Inuyasha.

-Anciana Kaede, dígame, ¿Que relación tenía Inuyasha y esa mujer llamada Kikyo?- se atrevió a preguntar- El dice que me parezco a ella, ¿Realmente es así?
-Pues si te pareces a ella, pero aún asi tienen pequeñas diferencias- dijo mientras ponía agua a calentar- tienes el rostro fino y delgado, pero tus ojos son azules y grandes, kikyo tenía ojos café y un poco más pequeños, tu cabello azabache es largo y un tanto ondulado, el de ella era largo y liso, siempre se hacía una coleta baja- explicó sentándose y poniendo unas tazas para tomar té- y en cuanto a su historia con Inuyasha, pues es complicado, mi hermana lo conoció a tu edad, al principio el solo quería la perla para ser un demonio completo, pero con el pasar del tiempo un sentimiento creció entre ellos, y después se mataron mutuamente
-¿Mutuamente?- pregunto incrédula
-Si, ella llegó muy herida a la Aldea un día, diciendo que Inuyasha la engañó, que la atacó y la hirió, con la fuerza que le quedaba lo selló en el árbol sagrado, y luego de eso ella murió, quemamos su cuerpo junto a la perla, creímos que sería suficiente, pero la perla volvió a aparecer- dijo mirándola a los ojos- la perla es muy peligrosa si esta en manos equivocadas, debes pedir el deseo correcto para que ella desaparezca, pero demonios de toda clase solo la quieren para hacerse más fuerte y con ello llenan la perla de oscuridad, solo una sacerdotisa puede purificarla, mi hermana fue en aquella época la encargada de ese trabajo, y ahora estás tu- le dijo mientras sacaba la tetera y servía el té
-¿Yo?- decía recibiendo la taza- pero no se como hacer eso
-Una vez que toques la perla, o en este caso un fragmento- decía mirando aquel que tenía frente a ella- este se purificara sola, pero si tu corazón albergar un sentimiento de odio, la perla se oscurece- explicó tranquilamente
-Comprendo- miraba la fogata pensando si realmente podría con todo esto, no se sentía capaz para una tarea tan difícil, ¿y si moría en el intento?, ¿y si no volvía a ver a su familia?, quería ayudar, pero también queria seguir con su vida, solo tenía 15 años y encontraba que todo se estaba complicando- usted, ¿me ayudaría a mejorar con el arco?
-¿Yo?, pero si soy solo una anciana
-Si, y maneja mejor que yo el arco
- Te enseñaré lo principal, pero con tus poderes no podré, yo no cuento con ellos como para ayudarte mucho- le dijo finalmente
-¡Muchas gracias, abuelita!- dijo entusiasmada, pero pronto noto como le llamo- perdón, me dejé llevar
-Esta bien, me gusta el apodo- kaede le regalo una sonrisa sincera

Fuera de la cabaña se encontraba Inuyasha, escuchando toda la conversación, "Kikyo" pensó dolido, salto del techo y comenzó a caminar un poco, luego de unos momentos, sintió un olor muy familiar, uno que le traía nostalgia, siguió el olor hasta perderse por el bosque.

Kagome salió de la cabaña por aire y para hablar con Inuyasha, al no encontrarlo pregunto a algunos aldeanos que pasaban por ahí, y un niño le dijo que lo vio irse al bosque, ella un tanto extrañada, decidió ir, no sin antes tomar el arco, solo por si acaso, camino durante minutos y lo encontró abrazando a una mujer de largo cabello negro y vestía un hermoso kimono color rosa con flores de sakura en blanco.

Después de unos segundos noto que había alguien más, ¡era el mismo hombre de ayer!, se quedaron mirando y después desvió la mirada, dispuesta a acercarse a Inuyasha, pero el fue más rápido y se interpuso, Kagome bajo la mirada, no podía mirarlo a los ojos, eran muy fríos, como si la matara con solo mirarla, vio en el río el reflejo de Inuyasha, pero la mujer no tenía rostro.

-¿¡Que demonios!?
-Callate, lo arruinas- hablo Sesshomaru molesto
-¡No me digas que hacer!- al fin levantó la mirada, azul y ámbar se observaban- ¡que es eso!
-Si no te callas, te matate- dijo dando un paso hacia ella, por instinto retrocedió, luego recordó el arco y lo sacó, apuntó hacia el- Hpm, que crees que haces
-Dejalo ir
-No- su voz se volvió más fría, y ella temblo, Sesshomaru respiró un poco más profundo- eres una miko
-Si, y te purificare si no lo sueltas- amenazó mirándolo más decidida
-No podrás dañarme- Kagome apunto un poco más a la derecha y soltó la flecha, esta paso a milímetros de Sesshomaru- que pésima puntería
-¿Tu creés?- dijo apuntando hacia atrás, el volteó un poco la mirada viendo la flecha en el brazo de la "mujer"- creo que no soy tan mala después de todo
Inuyasha abrió los ojos lentamente y miró el lugar, se levantó y vio a Sesshomaru y un poco más atrás estaba Kagome
-¡Maldito bastardo!- le gritó corriendo a atacarlo- ¡garras de acero!
Sesshomaru ni se inmutó, simplemente lo tomó del brazo y lo lanzó, no le dio tiempo de pararce y se acercó a gran velocidad tomándolo del cuello.
-Me llevo tiempo, pero encontré la tumba de nuestro padre- dijo mientras apretaba el agarre y con la otra mano sacaba una pequeña perla del ojo derecho de Inuyasha, este grito de dolor y luego cayó al suelo- ya no me sirves, híbrido

La pequeña perla negra brillo y un portal se abrió, Sesshomaru entro en el, kagome se acercó a Inuyasha para ayudarlo a ponerce de pie, luego de eso, ambos entraron también al portal.