Cap 7... Te Necesito
(Benedict)
Me volví hacia el costado. Acarició mi mejilla.
- No creía volver a encontrarte
- Soy muy impredecible. – me alejé. – creo que debo irme. – ella me miró.
- ¿Vas a dejarme de nuevo?
- Sabes cómo es esto... amber....
- Por lo menos sabes mi nombre- solo asentí.
- ¿viniste sola?- comencé a cambiarme.
- No, vine con unas amigas. Una de ellas bueno... – se sentó en la cama- sale con un amigo tuyo. – me tensé.
- ¿de quién hablas?
- Stacy mi amiga sale con Nicholas ¿él no es tu amigo? – abrí mis ojos.
- Si si...
- Bueno he venido con ella y con dos amigas más.
- ¿quienes? – cuestioné.
- ¿te interesa?
- Sabes que, déjalo!!!- le espeté.
- Lo siento, lo siento ojitos claros.- salió de la cama y se acercó. Me besó y yo me alejé.
- No las conoces seguro. Cat y Kate. – me paralicé. ¿Amber era amiga de Kate? No, no podía ser. Pero Stacy me había presentado a Alice esa vez en la fiesta en su mansión. No podía ser. Me cambié lo más rápido de que pude y salí de ahí.
Bajé rápido las escaleras. Busque por todos lados a Steven y lo vi hablando con una joven. Le pedí disculpas a la castaña. Y le pregunté si había visto a David que no lo encontraba. Tenía una facilidad para perderse muy interesante. Me dijo que lo había perdido hacía tiempo. Volví al salón mayor y ahí la vi. Estaba moviendo sus caderas al ritmo de la música un chico estaba tocándola mientras ella reía y lo besaba cuando podía. Otra vez estaba borracha. Apreté mis puños, comencé a caminar.
- Ya déjalo Benedict.- me frenó
- ¿Dónde estabas? Como no me has dicho que...
- A ver soy tu representante y amigo – lo miré- no tengo la bola de cristal para saber quien asiste o no a una fiesta. Deja de ofuscarme Benedict. Vámonos. Ella no es asunto tuyo.
- No me interesa, parece una zorra. ¿Además que hace ella aquí?
- A ver qué dice mi bola invisible. – comenzó hacer gestos en el aire.- no lo sé. – me voy a buscar diversión. Has lo que quieras. – se perdió entre la gente.
Volví a mirar y ya no estaba. Comencé a observar a todos lados. Caminé buscándola por todo el salón. Entré al jardín, encontré al chico que estaba besándose con ella fumando un cigarro hablando con otra jovencita. Apreté los puños.
- ¿Dónde carajos esta? – le grité
- ¿De qué hablas?
- La chica con la que te besabas.
- Aaa la hermosura que quería llevarme a la cama.
- Cállate
- Se fue parece que vio algo y se asustó, no se estaba muy ebria. No sabía que decía. Me habló de un tal Be o Ben y salió. Una loca!!! – sin pensarlo dos veces le propiné un puñete dejándolo en el piso con la mirada perdida.
Fui hasta la entrada y no vi nada opté por entrar y subir a las habitaciones o ir a los baños. ¿Dónde estaban sus amigas en ese momento? Sin pensarlo dos veces subí las escaleras y vi saliendo del baño de mujeres, demasiado ebria, caminaba tambaleándose. Llegué hasta su lado. Y la tomé del brazo la metí en una habitación vacía.
Ella se sorprendió al verme y trató de zafarse.
- Queeeeeee carajos....
- Siempre que te encuentro estas borracha? Eres un asco. – le espeté.
- Déjaaaaaame en pazzzzzzz Bennnnnnedict. ¿pooorrrqueeee siempre me ....?
- No puedes ni hablar maldita sea. – agarré más fuete su brazo. – nos vamos!!!! - Abrí la puerta y comencé a llevármela.
- ¿Quién te creeeesss? Déjame en paz sssiiinoooo griiitoooo.
- No me interesa vas hacer un espamento de esto y quedarás peor de lo que quedaste. – ella solo se quedó en silencio.
Salimos por el estacionamiento pedí mis llaves y la ubiqué en el asiento del copiloto. Ella estaba con los brazos cruzados mientras manejé hasta su departamento. El camino fue silencioso. Mientras ella cerraba los ojos yo observaba el camino sin si quiera observarla. La odiaba y la amaba en ese momento.
La levanté como pude y ella salió del coche sin decir palabra y enojada. Estuvo unos minutos buscando sus llaves hasta que le saque su bolso y las encontré, abrí la puerta principal tomamos el ascensor y fuimos hasta la puerta de su departamento. Ella recobro un poco su compostura. Creo que el aire bajó un poco las burbujas en la cabeza. ¿Qué le pasaba por la cabeza cada vez que tomaba? No era que me importaba pero siempre estaba ebria besuqueándose con quien sabe y dejando una mala imagen de ella. ¿Qué es lo que esperaba? Que la tomen en serio.
Conocía a Kate perfectamente y ella nunca fue así. Ella siempre fue frágil y yo era la que la contenía. Todo hasta que pasó lo último, pensar en eso me hizo preguntar que carajos hacia ahí con ella, cuidándola de nuevo cuando no lo merecía. Ella no se merecía mi angustia, mi perdón nada, fruncí el ceño por lo imbécil que había sido debí haberla dejado en la fiesta borracha ella no es asunto mío, volví a pensar. Mientras tenía esa batalla de ideas en mi cabeza Kate estaba con los brazos cruzados mirándome, observando mis gestos. Salí del trance y la miré.
- Debo irme... - la miré ella tenía los ojos humedecidos. – ya estas a salvo- me di vuelta para irme.
- ¿por quee me haces esto Ben? Soyyy yo Kate la de siempre. – me frené en seco sin darme vuelta, era mejor darle la espalda sino vería mi sufrimiento.
- No hago nada, solo...
- Me lastimas... desde que nos hemos vuelto a ver es lo único que haces. – apreté los puños gire para verla y ella tenía las mejillas empapadas por la lágrimas. ¿Quién se creía? Me acerqué unos pasos para observarla, ella se sintió intimidada y se tensó.
- Siempre te crees el centro del mundo.... ¿Que eres la única que sufres a la que todos le hacen algo?
- Yo no...
- Y dime Kate ¿cómo crees que pasé este año, lleno de toda la mierda que me dejaste en el corazón? – ella abrió los ojos. – dime – volví acercarme dejándola acorralada entre la puerta y mi cuerpo. Reí
- Claro no lo sabes... - me di vuelta para irme. El odio se estaba haciendo presente prefería huir, que terminar de lastimarla ya era demasiado. Avancé unos pasos, ella me agarró de la muñeca, su contacto hizo que mi cuerpo se tensara y que la pequeña corriente eléctrica que pasaba por mi cuerpo llegue directo a mi corazón.
- Perdóname!!!! Benedict... yo...
- No lo digas!!!! – le grité - deja de mentirme!!!! – me di vuelta agarre su cara con mis manos y la apoye en la puerta cerrada. – cállate. - Ella lloraba sus lágrimas humedecían mis manos. Trato de zafarse.
- Te amo por Dios... él es testigo que sigo haciéndolo.- Solté mi agarre. Me quedé mirándola.
- Estas ebria, entra ya Kate esto es demasiado.
- Di lo que quieras... pero te amo no sé cómo explicarte looo mal que me sentí este año alejada de ti. He perdido el rumbo. Ben!!!
- Cállate!!! – me acerqué a ella- cállate por favor- mis ojos se humedecieron.- te odio Kate te odio con toda mi alma, maldita sea me rompiste entero....
- Perdóname – ella se acercó, tomo mi rostro con sus manos. – te necesito Benedict. – acercó más nuestros rostros y me besó.
La sensación de volver a besar los tiernos y ricos labios de Kate hacía que odiara cada kilómetro, cada metro, cada centímetro, cada milímetro que estuve alejado de ella. Me odiaba a mí mismo por haber dejado pasar tanto tiempo. La odiaba a ella por haber cambiado. Me di cuenta en esos minutos que la distancia solo existe para comprobar si en verdad sientes. Y estaba sintiendo, me había vuelto el frágil de siempre. No podía separarme de ella. Tomé su nuca con mis manos y acrecenté el beso.
Parecíamos dos adolescentes encontrándonos por primera vez. Sus manos no dejaban de acariciar mi rostro mientras lagrimas seguían saliendo de sus ojos. La sentía frágil y cálida a la vez. El ego y el rencor me habían alejado de ella. Kate intentó abrir la puerta con una de sus manos mientras me deleitaba con sus besos. Fue un intento fallido. Ella ni siquiera se había dado cuenta que las llaves las tenía yo. Despeje mis deseos de la cabeza por unos instantes busque en mi bolsillo y las tomé abrí como pude sin dejar de besarla.
Caminamos unos pasos y nos quedamos estáticos. Me di cuenta de lo que estaba pasando y costé el beso. Ella se quedó inmóvil y abrió los ojos su mirada era suplicante. Ambos llorábamos.
- Benedict yo.... – la callé con mi dedo. – no te vayas por favor.
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