Cap 5... La cena
Esa mañana mi directora me había dicho que había una cena en honor a varios actores que habían interpretado varias obras de autores reconocidos y muy importantes en el mundo. Solo invitarían actores británicos. Por lo que cuando leí la lista se encontraban Tom y Benedict. Mi corazón dio un vuelvo y quise evitar a toda costa asistir. No quería recordar el pasado ya que verlos me haría sentir como una tonta que perdí dos hombres que podían haber sido todo en la vida. Además volver a ver a Benedict significaba que mi angustia por no tenerlo aumentaría y haría cualquier estupidez.
Busqué todas las excusas posibles para no asistir ese sábado. Pero nada resultó. La directora me había un poco más amenazado para que esté presente en dicha cena, era parte de la comunidad pedagógica de la biblioteca imposible no ir.
Hable con Alice y una de mi compañera de trabajo sobre este tema. Alice iba a estar al tanto de cualquier llamada mía, porque no podía asistir. Y Kia no me dejaría sola.
Había preparado un buen vestido con encajes en las mangas en color negro, unos lindos aros y unos zapatos cómodos. Durante esa semana pensé en volver un poco a mi cabello rubio claro hacia un año que estaba oscura y bueno aburre. Kia me había pasado a buscar y le prometí a Alice y a George que no me metería en problemas ni dañaría mi salud.
Llegamos un poco antes de los invitados porque estábamos encargadas de recibir a la gente y organizar donde estarían sus mesas. Mientras más se acercaba la hora más nerviosa me ponía, había quedado con Kia que ella atendería a Benedict ya que tom había llamado a la directora de la biblioteca pidiéndole disculpas por no contar con su presencia pero le era imposible asistir por cuestiones laborales. Eso era un punto a favor para mí. Pero todavía estaba lo otro.
La gente fue llegando y los fui recibiendo a medida que el salón se llenaba la hora de hacer menciones de honor se acercaba. No había visto a Ben pero Kia me había dicho que no lo había atendido tampoco. Suspiré y agradecí seguramente no iría, los que si estaban eran sus amigos. Incluso David que traté de evitar que me vea.
Cuando comenzó todo fueron nombrando gente y cuando tocó el turno de él, demoraron unos minutos pero apareció por la puerta principal arreglándose el corbatín bordó que llevaba. Caminaba altivamente con buena cara saludaron a todos como si fuera una estrella. En realidad lo era para mí. Su belleza y esos ojos celestes me cautivaban. Estaba y seguía enamorada de él de eso no tenía dudas. Había sido una completa idiota por dejarlo ir pero no me sentí bien al saber que se había acostado con su asistente. Recibió el premio agradeció y vi su felicidad, una felicidad en la que no estaba yo. Dejé de mirarlo y me excusé unos segundos para ir al tocador, nerviosa y angustiada. Tratando de controlarme.
Me quedé en el espejo unos minutos esperando y viendo mi rostro que estaba demacrado, tenía el maquillaje perfecto, pero mi cara no denotaba alegría sino más bien tristeza. Mi móvil comenzó a sonar. Era un mensaje.
Hola Kate, estoy en una cena como has estado?- sonreí por el mensaje de Edd.
Siempre que estaba en una situación difícil él aparecía de la nada llamándome o preguntándome como estaba. Le contesté que estaba en una cena de la biblioteca y guardé mi móvil sin esperar respuesta. Volví a mirarme y salí, para llegar al tocador tenía que pasar por todo el salón y doblaren un pasillo que se dividía en baños de hombres y de mujeres. Apuré mi paso y noté que mi vestido estaba un poco sucio en su parte de abajo seguí caminando de la misma forma mirándolo y tratando de que no sea vea y choqué con alguien.
Vi los zapatos de un hombre y fui subiendo mi cabeza hasta llegar a su cuello, corbatín bordó. Salté de golpe y miré a Benedict que estaba parado en frente mío, con una mirada muy dura.
- Nunca pensé en encontrarte aquí- me dijo serio. Trague en seco estaba muy nerviosa. Me miro de arriba abajo con los ojos sorprendidos.
- Trabajo en la biblioteca- solo le dije, él se acercó un paso más, yo no me moví. Esos ojos me estaban matando, amaba a ben y el me mirada como si fuera una maldita desconocida, mi corazón dolía.
- Entiendo, necesito pasar... - abrí mis ojos, me trataba como una desconocida. Me moví un poco. El comenzó avanzar.
- Benedict- él se quedó estático en el lugar.- yo... - estábamos uno al lado del otro mirando en sentidos contrarios. Lo miré y él ni quiera lo hizo. – te extraño. – logré decir.
Él suspiro y me miró. Cargaba tristeza. Estuvimos unos segundos asi hasta que.... donde me arrincono contra una pared poniendo sus brazos al costado de mi cabeza dejándome sin salida. Estaba nerviosa y tenía miedo de su mirada, él no podía hacerme daño sabía que jamás lo haría pero este Benedict era otro. Era el rencoroso.
- ¿me extrañas?- solo asentí- su cara estaba a milímetros de la mía. – y dime ¿Me extrañaste cuando te besaste con un amigo mío?- abrí mis ojos.
- Yo no ...
- ¿Por qué lo besaste, no es cierto Kate? – mis ojos se humedecieron.- dime maldita sea. - Puso su frente pegad a la mía. Mi corazón latía con más fuerza y mi nerviosismo aumento. Sentía su respiración y su aroma rosando mi boca. Necesitaba más de él. Lo amaba.
- Si – logré decir.
- ¿y te gusto? Dime... – hizo una pausa- ¿besa mejor que yo?
- Que dices!!!! – le hablé- su boca estaba cada vez más cerca de la mía.- Benedict por favor...
- Contéstame.- sus ojos celestes se oscurecieron más.
- No – articulé.
- Eso creí - se alejó. Yo solo estaba apoyada en la pared confusa. Mi rostro estaba empapado en lágrimas, el atinó a seguir su camino. Lo tomé de la muñeca y lo detuve.
- ¿por qué me haces esto? – el volvió a mirarme.
- Mírate- me observó con asco.- en que te has convertido.
- Tú no eres así – le grité. trató de soltarse. Yo me aferré más. Él se acercó de golpe estrellándome contra la pared nuevamente y rodeándome con sus brazos.
- ¿y cómo crees que soy?, dime- me gritó. Cerré los ojos.
- Tú eres amable, atentooo... buena persona, hermoso. – le dije titubeando. El abrió los ojos y observó los míos empañados. Levanté una mano y debatí entre jugármela y decirle lo que sentía. Toqué su mejilla él se estremeció y yo sonreí. – por eso te amo Ben. – sus ojos se aguaron
- Jamás vuelvas a decirme esa mentira... - se alejó de mí, dejándome sola y sin respuesta con mi corazón estrujado y angustiado.
Lo vi alejarse con prisa en dirección al salón. Supe en ese momento que me había vuelto a equivocar. Que ya no había vuelta atrás. Limpié mis lágrimas y salí ya que la cena seguía y tenía que estar atenta.
A medida que los invitados se iban le pedí a mi directora retírame porque no me sentía bien. La noche estaba más fresca y asomaba una tormenta fuerte afuera. Me retiré con varias miradas sobre mi espalda incluso la de Benedict, tomando una copa de champagne con una señorita.
A penas unos pasos y me derrumbe en la primera plaza que encontré por el camino. La lluvia se hizo presente pero poco me importó. Me senté y lloré como nunca. Todo estaba perdido. Tomé mi móvil.
- Alice en un rato iré a casa todo está bien.- Enviado -a los minutos recibí su respuesta.
- Te espero amiga. – guardé el aparato. Y me abracé.
Perdí la noción de la hora me levanté y caminé.
- Kateeee!!! – una voz masculina me llamaba. Me di vuelta y Edd venia corriendo siguiendo mis pasos. – hola lo siento yo ...
- Hola Edd
- ¿Por qué estas así Kate? – se sacó su abrigo y lo puso en mis hombros.
- No es necesario está bien
- Sí que lo es.
- Edd no lo tomes a mal pero debes alejarte de mí. – el abrió sus ojos.
- Perdóname por no quedarme contigo en la cena, primero no sabía hasta que te vi pero estaba be...
- Lo sé. Por eso mismo debes alejarte de mí. soy un caso perdido. – tomé su chaqueta y se la devolví.
- Déjame llevarte esta horrible te vas a enfermar. – solo asentí.
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