Cap 45 ... Lágrimas
(Ben)
Luego de colgar el teléfono me había quedado pensando en las palabras que tendría que utilizar para que la noticia que tenía que darle no la hiriera por completo.
- Sabes que va matarla- Lucas se había asomado por la abertura del pasillo. Levanté mi mirada
- ¿Cómo supones todo lo que pienso?
- Porque te conozco mejor que nadie. – me levanté del sofá.
- No sé qué voy a decirle. - dije desganado.
- La verdad
- Lo sé, pero no sé cómo- volví a repetir.
- Creo que tienes la capacidad de ver más allá y solas van a surgir las palabras.
- Gracias amigo.
Me retiré a mi habitación. No podía pensar en otra cosa que no sea ella. Iba a romperla por dentro de eso estaba seguro. Pero ¿si ya no sentía lo mismo? Había pasado tanto tiempo que las dudas habían entrado en mi mente y habían abordado todo mi cuerpo. Di vueltas y vueltas sobre mi cama. Estaba tan frustrado que tomé un baño reparador.
Los minutos se hacían horas, estaba sentado en el sofá mirando la hora cada segundo. Nicholas y Lucas estaban junto a mi haciéndome compañía. Estaba tan nervioso.
- Tranquilo amigo- decía Lucas.
- Estoy bien- frotaba mis manos.
- Bien nervioso- comenzó a reír Nicholas.
- Cállate idiota- dije ofuscado
- Lo siento lo siento – levantando sus manos.
- Bueno ya es hora- dije levantándome rápidamente.
- Cualquier cosa nos llamas amigo.
- Está bien- tomé mis llaves y salí disparado por la puerta.
Mientras manejaba hacia el lugar mis manos sudaban. Cada cuadra que pasaba los nervios afloraban más y más. Estacioné donde siempre porque era un lugar que frecuentaba. Me senté en un lugar que había reservado y apartado de todo así podíamos tener privacidad. Pedí un vodka para que me de fuerza para poder tener esta conversación que lo cambiaria todo, de eso estaba seguro. Luego de unos minutos, la ausencia de Kate me estaba preocupando. Volví a mirar mi reloj de mano y cuando levanté la voz ella estaba parada frente a mí.
Cuando la vi mi mente y mi cuerpo enseguida conectaron y me di cuenta que la vida nos regala grandes momentos, algunos que van acompañados por algo que llamamos felicidad. Y ella era mi felicidad. Verla tan bella, tan sencilla con apenas un poco de maquillaje me hacía sentir como un idiota que la había perdido. El amor es una emoción sumamente intensa, y de vez en cuando nos lleva a tomar malas decisiones que pueden ser dañinas para los que amamos.
- Kate- me levanté de la mesa donde me encontraba.
- Hola Ben – dijo un poco dudosa.
- Siéntate – me acerqué, pero ella aprovechó a sentarse en el lugar que le tenía reservado.
- Estabas un poco ido ¿estás bien? – se sacó su chaqueta colocándola detrás de su silla.
- Lo siento.
El mozo nos interrumpió preguntándole si ella deseaba tomar algo. Al ver que yo ya estaba tomando alcohol ella también pidió un trago igual que el mío. Cuando el señor se retiró se hizo un silencio sepulcral. Ambos mirábamos para todos lados menos a nosotros mismos.
- ¿Cómo has estado? – rompí el hielo.
- Bien, como de costumbre. – volvió al silencio. ¿tú?
- Digamos – dije secamente.
- ¿puedo saber por qué has llamado? - dijo sin más.
- Volví hace una semana de los Ángeles estuve grabando y ahora teníamos tiempo en las filmaciones, además tengo que volver a grabar la temporada de Sherlock. - levanté mis hombros. El mozo le trajo su trago, ella bebió un sorbo grande y apoyó el vaso en la mesa. Se la notaba nerviosa, éramos dos completos desconocidos. La frustración agolpaba mi cuerpo y mi mente.
- ¿y qué tengo que ver con eso? - soltó de golpe. Me quedé pasmado.
- Sólo... quería verte. – logré decir.
- Luego de tanto tiempo. – sus ojos estaban tristes.
- Si ... - hice una pausa- no he podido ... no tuve el valor.
- ¿o no has querido Ben?
- Kate ... escucha
- ¿Sigues en pareja con ella? - su pregunta me tomo como sorpresa. La miré. ¿Cómo iba a decirle que no me importaba Lily, que seguía con ella y que iba a estar atado toda la vida? - hice un silencio. No quería responderle. No lo quería, me sentía una reverenda mierda. – tu silencio me responde. ¿puedes explicarme por qué? ¿por qué me llamas si tu vida esta arreglada, si tu estas bien?
- Nada está arreglado en mi vida Kate. Nada está bien.
- ¿entonces? Sabes cómo me siento en este momento.
- Claro que lo sé, yo estoy igual. Piensas que es fácil para mi estar frente a ti. De no poder estar como antes, de no poder tocarte...
- Por favor Ben. No sigas.
- ¿Por qué estamos aquí? Estoy confundida ...
- Kate necesito que hablemos.
- Eso estamos haciendo, pero creo que no es momento. - el ambiente comenzó a ponerse tenso. - Creo que no debí haber venido – logró decir luego de unos segundos. Comenzó a levantarse.
- Necesitaba verte- grité. Ella se quedó estática y volvió a sentarse.
- ¿para qué?
- Tenemos que hablar
- Estas dándome vueltas desde que he llegado... ¿Qué sucede? No entiendes que no puedo estar frente a ti. – sus ojos comenzaron aguarse.
- Es muy difícil para mí esto.
- ¿solo para ti? Estoy frente a ti me tratas de una forma diferente, sabiendo todo lo que pasamos y como terminamos ¿y me hablas de que es difícil para ti no más? Estoy diciéndote que no puedo tenerte frente a mí. Que pensé que podía manejarlo, pero me di cuenta que no puedo.
- Discúlpame no quiero que .... – maldita sea estaba muy nervioso.
- Discúlpame Ben, pero creo que me iré. Creo que no estamos listos para vernos ninguno de los dos. No me hace bien verte. – no me dio tiempo para contestarle que ya estaba saliendo por la puerta del lugar donde nos encontrábamos.
Me quedé estático unos minutos y me di cuenta la idiotez que había hecho. Me levanté dejé dinero en la mesa y salí rápidamente por la puerta. Comencé a mirar para ambos lados y vi su sombra llegando a la otra esquina, corrí como nunca hasta llegar a unos metros.
- Kate, Kate ...- ella se dio vuelta, me observó
- Benedict por favor - mientras seguía caminando. – no puedo verte todavía. – no lo hagas más difícil- volvió a darse vuelta y emprendió su camino. No me quedó otra alternativa que decirle de la peor forma posible. Cerré mis ojos no quería ver ni sentir el momento, pero era inevitable.
- ESTÁ EMBARAZADA. – ella se quedó petrificada en el lugar. Los segundos se hicieron horas. Ella seguía ahí. Yo comencé acercarme quedando detrás de su espalda. Veía como ella temblaba como por algo su pecho subía y bajaba rápidamente. Me asusté.
- ¿Cómo... has dicho? - su voz estaba quebrada.
- Lo que ... has escuchado. – dije cerca de su oído. Noté como la piel de su cuello se erizó. - perdóname. - Apoyé mi mentón en su hombro. Ella se dejó por un segundo que me pareció eterno. - perdóname, por favor. Perdóname. - ella seguía en silencio, ahora su pecho estaba quieto, no notaba su respiración. Su silencio estaba matándome, mi cuerpo estaba quebrado en mil pedazos como mi corazón.
- ¿cómo?
- Yo no lo sé... - perdóname por favor. - ella se alejó un poco para distanciarse de mí.
- ¿Cómo has podido? - ella se dio vuelta y sus lágrimas inundaban su hermoso rostro. Estaba agitada y me gritaba. Mi corazón caía a pedazos. - ¿CÓMO HAS PODIDO MALDITA SEA BENEDICT? SABES LO QUE ESTAS DICIENDOME.
- estoy aquí con mi confesión Kate.... Perdóname por favor. – ella se acercó y me abofeteó. Me merecía mucho más que eso. Muchas veces habíamos hablado de formar una familia. Nos habíamos tomado un tiempo para sanar y luego volver a encontrarnos, pero el destino y mi idiotez me había hecho ir corriendo a los brazos de otra mujer para poder sanarme. Y lo peor de todo es que yo había querido que así sea.
- ¿Qué más tienes para decirme? Eh? ¡Que se casarán dime!!!! – sus gritos hacían eso mis oídos.
- No tengo nada más que esconder, ni para decirte.
- Cobarde... que idiota fui por Dios. – ella trató de pasar por mi lado, evitándome. Inmediatamente la tomé del brazo, la cerqué a mí.
- ¡Suéltame!!!, me das asco Benedict.
- Deja de mentir – le grité, no me importaba nada en ese momento. No podíamos terminar de esa forma.
- Suéltame te lo pido, no te quiero cerca- volvió a gritarme. Al notar que gente se acercaba, observé una calle apartada y la llevé unos metros para adentrarnos en ella.
- Kate escúchame...
- No quiero lárgate. - tomé su rostro y la obligué a mirarme. – maldición no quería esto. Te amo.
- Cállate, por favor. ¿Cómo pudiste Ben?
- Solo paso. No la amo entiendes. No la amo. Te amo a ti. Siempre fuiste tú.
- Por qué... por qué me has dejado sola y has permitido que pase esto. – lloraba desconsoladamente, sin darme cuenta ambos llorábamos.
- Me di cuenta que cada segundo lejos de ti me hacía más débil, que sólo tú puedes salvarme del hombre en que me he convertido.
- Pero no pediste ayuda, no lo hiciste seguiste con tu vida... y ahora tendrás una familia.
- Que no he pedido. - la corté. – te amo por favor. – ella sostuvo mis manos. - estoy mirando atrás en las cosas que he hecho y lo siento. Soy lo peor. Pero no quería que sepas de otro lado que no sea el mío.
- No pensaste en mis sentimientos. Todavía sigo amándote, no puedo pedirle a mi corazón que renuncie a ti, por favor vete. - trató de sacar mis manos de su rostro.
- no quiero nunca hacer el mismo viejo papel, mantenerme en la oscuridad. Porque sin ti lo estoy. Por favor Kate quiero que sepas que te amo. Siempre lo he hecho desde que te vi. Por favor no me alejes ahora que te necesito. Estoy perdido.
- Eres un egoísta. Quieres que acepte esto como si fuera algo fácil para mí. Sabiendo que estarás atado a otra mujer para toda la vida. ¿eso me pides? - sus palabras habían calado el fondo de mi ser. ¿podía ser tan egoísta en pedirle eso? Si podía porque la amaba. Y nada iba a separarnos.
Ambos con lágrimas en los ojos, nos observamos y vimos que habíamos tocado fondo. Ahora si no había reparo de nada. La solté. Ella se quedó mirándome unos segundos más.
- Necesito alejarme de ti. Y entender que ahora eres de otra persona. Que te necesitará más que yo. Voy a desterrarte de mi corazón como pueda Ben. Quizá lo logre, quizá no. Pero no creo encontrarte para que lo veas. – se alejó de mí. La vi perdiéndose por la calle siguiente.
Ahora si estaba muerto en vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro