Cap 4 Amor- odio, odio- amor
Cuando salía del salón unas manos me agarraron la cintura. Amber la rubia con la que había tenido sexo desenfrenado estaba borracha pidiéndome que me quedase con ella. No me importó tratarla de cualquier forma yo quería largarme de ahí y eso hice. Cuando estaba a punto de subirme a mi coche. Vi como Alice y otra jovencita más llevaba abrazada a Kate caminando hasta la otra cuadra donde tenían su auto. Ella estaba ida, con su rostro lleno de lágrimas, decaída. Apreté los puños contra el volante, había tenido una noche de mierda. Me sentía terrible, ver de nuevo después de un año a Kate había removido varios sentimientos que se chocaban constantemente. Amor – odio, odio- amor.
Me quedé observando unos instantes y vi como las amigas trataban de subirla al auto y ella se resistía gritaba cosas que no podía a simple vista saber porque no era experto en leer labios. Veía lo demacrada y lo dejada que estaba. Ella no era así, es más nunca lo fue. Se zafó de sus amigas y comenzó a caminar por la calle tambaleándose. Con sus zapatos en la mano y una cerveza en su boca. Gritaba cosas mientras Alice y su amiga la seguían. Ella tiro sus zapatos quien sabe dónde y cayó al suelo. Inconsciente.
Mi cuerpo se alertó y mi alma se bloqueó, una de ellas salió en busca de alguien en la fiesta dejándola sola a Kate con Alice. Horrorizada. No lo pensé dos veces encendí el auto y me fui hacia donde estaban. Baje rápido miré a Alice que lloraba.
- ¿Qué ha pasado? – le dije
- Está mal- seguía llorando- se desmayó.- esta borracha... quien sabe si consumió algo...
- ¿Qué dices?- abrí los ojos horrorizado. – ¿consumir?
- Cumberbacht lárgate....
- No lo haré ayúdame a subirla al auto
- Jamás... entiendes... ella está así por ti....
- No me cargues las culpas a mi... súbela ayúdame- le grité. – ella noto mi desesperación y la subimos. Pocos segundos pasaron cuando la otra jovencita venía con varias personas entre ellos David y Nicholas.
- se ha desmayado la llevaré al hospital....
- Te acompaño dijo Nicholas.... – asentí. Me volví a David.
- Debes quedarte con Edd, luego hablaré con él. – el solo asintió. Subimos al auto Alice con Kate inconsciente atrás y Nicholas como copiloto.
Fueron los minutos más largos de mi vida, me sentía con la misma opresión en el pecho que esa vez que Kate me había llamado borracha y luego se había caído del balcón. Los tres nos quedamos en la sala de espera. Pero mi cabeza estaba a mil haciéndome millones de preguntas de lo que había dicho Alice. "quien sabe si consumió algo" ¿cómo podía ser? En que se había convertido Kate. Pasaron las horas y el doctor se hizo presente preguntando si había algún familiar. Volví a preguntarme que había pasado con ellos jamás se me ocurrió preguntarle a Kate cuando estábamos juntos sobre su familia. Alice le explicó que solo estábamos nosotros. Le habían hecho un lavaje de estómago y se quedaría en observación. Me acuerdo las palabras que les había dicho el doctor. Encontramos en la paciente ciertas sustancias que ayudaron a que llegue en el estado en que se encontraba. Entonces había consumido. Que idiota había sido. No comprendía que le pasaba por la cabeza. Alice se ofreció a quedarse hizo varias llamadas y luego se tranquilizó.
- Te espero afuera hermano- me dijo el castaño. Asentí. Me acerqué a ella que estaba mirando la nada sin dirigirme una sola palabra.
- ¿Necesitas algo?
- No, te agradezco.- sin mirarme.
- Entiendo- la miré altivo – espero que tu amiga se recupere. – dije frio
- Mi , es tu ex novia idiota- solo la miré- mira Cumberbacht te agradezco por traernos pero no tienes idea del tormento que está pasando Kate. Te pido por favor... que no vuelvas. – abrí los ojos como platos. Eso me enfureció y saqué el monstro que se estaba generando hacia un año en mí. me acerqué.
- Tú no sabes nada Alice – ella me sostuvo la mirada- Tu amiga no me interesa en lo más mínimo. –
- Entonces. Lárgate. – se paró, solo la miré me di media vuelta y Salí del maldito hospital.
- Vámonos de esta mierda – le dije a Nicholas que estaba en la entrada fumando un cigarro.
Maneje lo más rápido posible quería ducharme y olvidarme de la noche de mierda que había tenido. Deje a mi amigo en su departamento, llegué al mío tiré mis llaves en el sofá, abrí la heladera tome un poco de agua y me metí en la ducha, me quedé largo rato meditando. Me quedé encerrado todo el día poco pude dormir. Tome bastante café para pasar el rato y entre a mi laptop a estudiar unos libretos para una obra que me habían propuesto. Quería estar solo. A pesar de la insistencia que tuvieron los chicos en juntarnos y tratar de ver que había sucedido les había pedido que necesitaba privacidad y pensar un poco. Volver a Londres no me estaba haciendo bien y no sabía que podía llegar a hacer. Estaba en una disyuntiva si volverme a Liverpool o quedarme un tiempo ahí, pero seguramente quedarme iba a ser más doloroso.
(Kate)
Estaba muy cansada mis ojos pesaban, los abrí como pude y me encontré con Alice sentada en un sillón se veía incomoda pero tenía sus ojos cerrados. Me moví un poco y me di cuenta que tenía una agua clavada en mi brazo. Dolía si pero no podía hacer nada. Traté de no hacer ruido pero no pude evitar que se me caiga una revista que justo estaba apoyada en una de mis piernas. Mi amiga salto y abrí los ojos de golpe del susto.
- Lo siento Alice – ella sonrió.- perdóname se porque estoy aquí.
- Cómo estas?- solo atinó a decirme.
- Creo que bien pero con un poco de dolor de cabeza.
- Es normal- acaricio mi rostro. – tuviste una noche terrible. En ese momento me acorde de lo que había pasado los apasionados besos con ese azabache hermoso de ojos verdes, cuando intercambiamos números de teléfono y luego las bebidas que iban y venían de mi mano después haber probado una pastilla y luego encontrarme con él. Benedict sus ojos celestes agua y su mirada fría, tu tacto. Me erizo la piel. Luego más bebidas mi llanto y después todo negro. Mis ojos se humedecieron.
- Soy un desastre Alice.
- No lo eres.
- Ha vuelto. – comencé a llorar.
- Si.- miró hacia el costado.
- No entiendo que me pasó. Lo vi y mis sentimientos afloraron, pero él se veía distinto. No era el mismo. Su mirada.
- ¿Kate porque tomaste una pastilla?
- Yo... lo siento no sé qué hacer estoy desbordada.- más lagrimas cayeron sobre mis mejillas.
- No puedes seguir así...no solucionas nada y menos una ruptura amorosa Kate! perdóname pero llamaré a tu...
- No por favor. No quiero verla de nuevo. Ella me dejo hace mucho, y no quiero sufrir otra vez.
- Pero esto ya colapsó, lo siento. – se levantó yo seguí su camino con los ojos llorosos.
- Alice....
- Vuelvo en un rato así nos vamos. – solo asentí.
Luego de una hora nos fuimos al departamento. Ahí nos estaba esperando George. Tenía una mirada como de decepción. Lo entendía, yo era como una hermana para él y me estaba arruinando la vida. Nos sentamos los tres en la mesa para almorzar algo mientras comía sentía las miradas de ellos dos.
- Se terminó el alcohol en esta casa.- espetó. Solo la miré
- Y de ahora en más Kate tendrás que avisarnos todo.- dijo George ¿qué podía decir en contra de eso? Nada absolutamente. Tenía 29 años y me estaba comportando como una chica de 15 cuando pierde su primer amor. Una completa idiota.
- Está bien.
- Hablo en serio Kate- sentenció mi amigo- estoy muy preocupado y no puedes estar así.
- Perdónenme hare lo que sea necesario. Ellos asintieron y comenzaron a probar su almuerzo. Parecían mis padres. Pero entendía en la situación que estaban y yo los ponía en eso.
Paso una semana de aquella noche y mi estadía en el hospital. Me había replanteado seguir con mi vida pero tomando otro rumbo. No era una alcohólica ni una drogadicta eso no me llevaría a nada y menos a Benedict.
Cuando me iba a la biblioteca por la mañana a trabajar sentía que me observaban pero eso era producto de que todavía no entendía que hacia él en Londres, además me había dejado claro que no quería verme nunca más. Cada día que pasaba sentía que mi corazón moría. Lo amaba demasiado y lo extrañaba como todos los días del último año que la pasé sola.
Intercambié varios mensajes con Edd el azabache hermoso que había conocido pero estaba segura que no quería entablar nada con él bajo ningún punto de vista, primero tenía que sanar. Y eso estaba un poco lejos. Alice me había dicho que Edd era una actor de obras en Liverpool y era amigo de Benedict con lo cual me hizo reafirmar más mi decisión. Supe por la misma Stacy que estaba entablando una relación con Nicholas. Otra vez se volvían a cruzar nuestros mundos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro