Exactamente dos días habían pasado de mi cena con Thomas, Benedict se había comunicado avisándome y pidiéndome disculpas por no haber tenido contacto durante esos días. Esta tarde arribaría a la ciudad, lo esperaría con alguna cena rica.

Luego de hacer algunas compras y cocinar mientras la tele se escuchaba de fondo, Benedict finamente llegó. Me abrazo fuertemente y se quedó oliendo mi cabello. Lo sentía raro y frustrado.

- Te extrañe tanto mi amor- mientras me estrechaba fuerte.

- Yo....

- No sabes lo que fueron estas semanas sin ti Kate. – juntó nuestras frentes y me observó. Depositando sus manos en mi rostro.- te amo tanto.

- Yo también lo hago Ben.... ¿Pero ha pasado algo?

- Tuve unas semanas horribles.- me alejé de él. Algo andaba mal.

- ¿dime que ha pasado?

- Nada relevante amor- me estrechó y me beso efusivamente. – no sé si eran mis tormentos pero lo veía con culpa. Lo había extrañado tanto que mi corazón latía con fuerza y necesitaba de él y de sus caricias.

Me alejé un poco, ya tendríamos tiempo de hablar y dormir juntos, lo invité a sentarse para poder comer tranquilos. La cena fue un poco silenciosa y de vez en cuando me decía que me había extrañado.

De inmediato me levanté y fui a lavar los platos y hacer café. Tenía una sensación rara. Sequé todo y apoyé mis brazos en la mesada, agaché mi cabeza y lo escuché detrás de mí.

- Kate...

- Dime – quedé en silencio, mi cuerpo y mi mente venia venir la situación.

- ¿Qué está pasando?

- ¿Realmente me preguntas a mí? – dije sin voltearme.

- ¿no puedo hacerlo?- me di vuelta y lo observe, sus ojos destilaban frustración.

- ¿Qué te sucede a ti Ben? Desde que has entrado me he dado cuenta que estas raro. Te extrañe demasiado sí, pero no entiendo que sucede...

- No lo sé. Realmente Te he extrañado tanto - cuando escuché esas palabras fui directo a la pregunta que me estaba rondando en la cabeza durante esas semanas de estar separados.

- ¿estuviste con ella no?- un nudo se hizo en mi garganta. El quedó en silencio.

- Que tiene que ver eso -tomó una taza de café

- Respóndeme- volví a preguntar.

- No... no puedo.

- ¿No puedes o no quieres? ¿intentaste entonces?

- No... ¿Por qué siempre llevas las conversaciones a otros terrenos? - se quedó en silencio.

- ¿Qué sucede entonces?

- He estado confundido durante estas semanas Kate. Alejarme de ti fue...

- ¿Qué has dicho? – no lo dejé terminar - ¿te confundiste? ¿me hablas en serio?- mis ojos comenzaron a inundarse de lágrimas.

- Mi amor por favor....

- Benedict... hace varias semanas vengo sospechando de tu comportamiento y la prensa al final tenía razón. Pensé que estaba loca, hablé con Alice con Kia. Oh Dios... al final... – comencé a caminar de un lado al otro tratando de atar cabos en mi cabeza.

- Al final nada, porque no te engañé. Te amo más que a mi vida y lo sabes.

- ¿pero tuviste oportunidad no?

- Claro que no

- Deja de mentirme- Salí para el living

- Porque siempre desconfías de mí!!!! – gritó

- Tú me pones en esta situación

- ¿y qué hay de ti? ¿Acaso piensas que no vi las fotos con Hiddleston en la cafetería?

- ¿Qué dices?

- Salieron fotos y no le di importancia Kate. Porque confío en ti no como tú!!!!

- Me encontré con Thomas si y luego hablamos en su casa...

- ¿Cómo dices?

- Pero no es lo que te imaginas!!!!!- grité

- No puedo creerlo!!! – comenzó a dar vueltas- es la misma historia de siempre maldita sea.- me miró con mucha bronca en sus mirada - ¿Cuándo vas a sacarlo de nuestras vidas?

- Es difícil... no sé no me preguntes cosas que no puedo responderte.

- ¿Después de todo lo que han pasado? ¿Después de todo lo que te ha hecho?¿Acaso eres estúpida?

- Deja de insultarme!!!! – él corrió hacia mi lado y me tomó del brazo.

- ¿sigues amándolo?

- Eres un maldito desconfiado. No lo amo, sabes que a ti amo Benedict!!!!! Con el alma maldita sea!- grité

- Pues no parece!- me gritó

- ¿y tú con esa chiquilla? – volví a gritar, ahora ella yo quien se agarraba de él. Sentía que era un juego de quien tenía más fuerza y la tenía la razón-.

- Esa chiquilla supo entenderme!!!! – ambos quedamos callados.

- Entenderte... vaya a saber que has estado haciendo allá para que sepa entenderte... siempre terminamos en lo mismo Benedict. – me solté de su agarre.

- No he hecho nada!!!!- gritó siempre llevas las cosas a donde te conviene Kate!!!!

- esta noche me iré donde Kia. – respondí tajante

- Me parece perfecto.- había dolido su comentario.- creo que necesitamos espacio.

- ¿Más del que ya tuvimos? – Pregunté irónicamente – no me hagas reír.

Busqué mi chaqueta coloque algunas cosas en mi cartera. Tomé las llaves de la casa y Salí. Cerrando la puerta y dejando a Ben observando la vista a la nada.

Todo se había ido al demonio. Eso se llamaba falta de comunicación. Ambos habíamos hecho mal sí. De mi parte encontrarme con Thomas, desconfiar, seguir a la prensa... estaba tan dolida que ambos dijimos cosas que sabían que molestarían al otro. Evidentemente parte de las discusiones tiene que ver con las personalidades de cada uno. Y en este momento no nos estábamos entendiendo, nos estábamos alejando. Y cuando uno se aleja es muy malo. Capas que era la confianza podía ser, ¿falta de amor?, No yo lo amaba con toda mi alma pero si era necesario para curarnos los dos y estar bien alejarnos esta vez por mucho que me pese y me sienta vacía lo iba hacer.

Seguí caminando con el cigarrillo en la mano mientras llegaba a lo de Kia. La había llamado previamente para avisarle por lo que estaría esperándome en la puerta y con eso me encontré mientras me estrechaba. Comencé a llorar desconsoladamente.

- Tranquila amiga.

- Tendría que estar con él, tranquilos abrazándonos Kia.

- Lo sé- me separé de ella.

- Yo tengo parte de la culpa. No sé... yo...

- Shh vamos adentro te prepararé un café.