Cap. 12... Palabras del corazón
El ambiente estaba bastante candente, muchas chicas bailaban al ritmo de la música pegando sus cuerpos entre si y devorándome con la mirada mientras me acercaba a donde estaba Kate. Me pregunté qué rayos le sucedía y porque actuaba como lo hacía. Recuerdo que antes cuando tenía algún problema sobre todo con el idiota de Hiddleston acudía a mí. Antes era más inocente. ¿Pero que la llevó a caer en el alcohol o dejarse humillar por hombres ofreciéndose? Me molestaba su actitud, es más me llevaba a cometer cualquier idiotez.
Avente con mis brazos a todos los idiotas que estaban a su alrededor la tomé de la muñeca y la arrastré sacándola de ese espectáculo ridículo que estaba montando. Ella me vio se resistió bastante pero cuando estaba sacándola de ahí, los mismo tipos que estaban gritándole cosas y tratando de tocarla me encerraron diciéndome que la deje en paz.
Lucas se puso atrás mío enseguida que olio el caos que podía venir, Kate estaba inmóvil un poco asustada.
- Es mi novia- le espeté, tomándola más fuerte de su muñeca.
- Pues si es tu novia debes cuidarla un poco más- grito uno.
- Qué diablos te importa idiota
- Hey no me llames así –
- Calmados por favor, mi amigo está un poco alterado- miré a Lucas frunciendo el ceño.- nos iremos ahora. Me hizo una seña y nos retiramos del lugar.
Comenzamos a caminar, no soltaba a Kate por nada del mundo. La llevaría al departamento y tendríamos un charla extensa, este jueguito ya estaba molestándome bastante. Tomé mis llaves nos subimos al auto en silencio debes en cuando miraba por el espejo a Lucas que venía con la mirada dura. Me bajé del auto seguido por la mirada de Kate y le pedí disculpas a mi amigo. Me dijo que me quedara tranquilo que por una vez en la vida piense en mí y resuelva esta situación. Que me entendía pero que esta vez deje de lado mi rencor y piense con el corazón. Me despedí de él y subí al auto. Kate me ignoraba completamente, estaba enojado con el ceño fruncido y los brazos cruzados, parecía una nena caprichosa.
Llegamos a mi apartamento, ella se rehusó a bajar del auto. Traté de ser lo más sincero y amable posible. Pero ella no me miraba seguía rehusándose.
- Entiendo que estés enojada – le dije con tranquilidad- pero necesitamos hablar. – ella seguía ignorándome. Puse mis manos en el volante cansado, completamente derrotado. – sabes que lo necesitamos. Si quieres después te llevaré o.... Te irás sola. – finalicé. El ambiente estaba tenso.
- Está bien – fue lo único que salió de su boca.
Dejé aparcado el coche en la puerta sin entrar en la cochera y salimos en silencio, tomamos el ascensor sin decir una sola palabra. Tomé mis llaves abrí la puerta y la invité a pasar.
Ella se sentó en el sofá enredando sus brazos consigo misma, como protegiéndose. La veía angustiada pero no tanto como lo estaba yo. La situación estaba superándome por lo menos a mí. Preparé dos cafés en silencio y le alcancé uno a ella que enseguida bebió el líquido. Me senté enfrente suyo tome aire, el aire estaba tan tenso que no se podría cortar ni con una tijera.
- Kate... - hice una pausa- no entiendo que está sucediendo contigo.- logré decir, vi que los ojos de ella se ponían vidriosos. – Sé que tuvimos nuestras diferencias y estuvimos separados cosa que... - dejé el café en la mesita y volví a ella- hizo que cambie un poco el rumbo de mi vida...pero estoy angustiado, preocupado no sé qué puedes llegar hacer y eso me pone muy mal. No puedes depender de mi... como lo hacías antes, he cambiado y tu también. – traté de hablar lo más amable y claro posible. – no entiendo cómo te humillas de esa forma, porque bebes como lo haces, porque tomas cosas que pueden dañarte. ¿Qué logras con eso? – las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, ella me miraba con decepción.
- Duele la indiferencia cuando aún se ama – logró decir – me duele tu indiferencia Benedict.
- ¿indiferencia? – fruncí el ceño- yo necesito tiempo también para mí, eso no es indiferencia. Necesito pensar. Acaso haces esto para llamar la atención. – ella se tensó.
- ¿Cómo puedes pensar eso?- espetó furiosa- Si tanto me querías ¿por qué me hiciste daño? Dime, cómo pudiste acostarte con ámbar.
- Me acosté con ella sin saber que era tu amiga o conocida como quieras llamarle. No fue apropósito, además estábamos separados. – me levanté furioso- ¿Qué no lo entiendes? Nunca estuve con otra persona cuando estuve contigo, jamás te faltaría el respeto con nadie. En cambio tu- la señale furioso- estabas con hiddleston y nunca te importó si me rompías el corazón.
- Pero tú lo sabias!!!!!- gritó
- Si lo sabía!!!! Y sufrí solo. – volví a gritar.
- ¿ahora vienes con reproches? – me cuestionó, era tanta la impotencia que tenía que las palabras salían solas.
- Yo no te lo reprocho, la que hace eso eres tú, maldita sea. – ella abrió los ojos sorprendida. - Yo fui demasiado fácil, porque sabias que iba estar siempre para ti.
- ¿Crees que no lo sé Benedict? lo siento ...
- A veces parece que no, que solo piensas en ti Kate.
- ¿desde cuándo te volviste tan frío? ¿Tan distante? – alcé mi vista y la observé.
- Desde que no creíste en mí. Fue ahí cuando me di cuenta que nunca fui tan importante como me decías. – ella se levantó desesperada se acercó a mí-
- Siempre lo fuiste y lo serás. Yo – bajó su vista- No sabes cuánto te amé, fue tanto que no me dieron ganas de amar a nadie más.- su revelación hizo que mi cuerpo y mi corazón se tensen, mi vellos se erizaron y comencé a sentir mis latidos, cada vez más acelerados. – es más todavía lo hago. Me llena de tristeza el darme cuenta que viví una mentira durante todo ese tiempo.
- ¿de qué hablas? – cuestioné
- Yo pensé que amaba a Thomas, pero no fue amor, era capricho, enamoramiento, algo físico. No sé. – ella se acercó y tomó mi mano. Su tacto hizo que mis vellos nuevamente se ericen. – contigo todo fue diferente, es como si subconsciente siempre me decía que vaya hacia ti, que tú eras la respuesta a mi felicidad. – abrí mis ojos como platos.
- Yo... no sé qué decir....
- No digas nada- se alejó - Perdí mi dignidad si, hice lo que hice porque no sé cómo salir de este vacío. – volvió a sentarse y comenzó a llorar. Yo solo podía mirarla mi cuerpo y mi alma se rompían en mil pedazos. – estoy perdida, necesito ayuda. - limpió sus ojos se levantó- debería irme ya es tarde no quiero hacerte perder más tiempo. – caminó hacia la puerta. – adiós Benedict. – mi cuerpo seguía en el mismo lugar tratando de procesar todo lo que habíamos hablado y sus palabras.
- Espera!!! – grité, ella se quedó inmóvil en el lugar - a veces me canso de mí mismo, de no haber tenido el valor suficiente para haberte buscado. – ella seguía dándome la espalda. Comencé acercarme, me puse por atrás de su espalda rozándola, ella sintió el tacto y se tensó, sonreí por ello, corrí su cabellera y me acerqué a su oído - Mi mundo se derrumba día a día de sólo pensar que no estás a mi lado Kate... - ella respiró profundo y se dio vuelta dejando nuestros rostros muy cerca.
Mi corazón aceleraba con cara mirada suya, la extrañaba, todo este tiempo me había dado cuenta que fingir que ella no existía y tratar a las mujeres de cosas estaban enfriando mi ser mi manera de pensar, de actuar, estaba siento otro.
- Ya no veo, no siento, ni quiero seguir adelante, tu que lo eras todo, ahora ya no tengo nada Ben.
- Me tienes a mi ... - ella sonrió tomó su mano y acarició mi mejilla, cerré los ojos para sentir mas profundamente su tacto. levanté mi mano y la puse sobre la suya, abrí los ojos e hice contacto visual con ella, la amaba.
- Cada vez que me miras con esos ojos que tienes, el cielo se me derrumba. yo ... no se que hacer sin ti Ben.
- yo tampoco se como actuar... - dije y en ese momento no lo dudé más acorté la distancia tomé su rostro y la besé.
Sólo voy a decir que ame este capítulo y cada día más amo a Benedict!!!! gracias por las lecturas ... un beso
Jo
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