Cap 11... Error
Sin pensarlo dos veces me levanté de mi asiento y salí del lugar sin escuchar ni siquiera la respuesta de Ámbar. Comencé a caminar sin saber a dónde me dirigía, sentí unos pasos atrás mío Kia se puso junto a mí.
- Kate...
- No puedo creerlo Kia- comencé a llorar, mientras apuraba mi paso
- No sé qué decirte capas que es todo una confusión...
- ¿Qué puede ser una confusión Kia? Dímelo- me paré y la observé.
- No lo sé... sinceramente... ¿dónde vas? – me dijo yo hice una seña de manos hacia algún taxi.
- Estuve humillándome como una tonta, ya no más.
- Kate estas enojada piensa un poco antes de hablar. – vi como un taxi frenó en nuestras narices.
- Ten el móvil prendido kia en cualquier momento te llamaré.- ella sintió
- Cuídate.
Mientras observaba las calles bien iluminadas el vacío que últimamente sentía se hacía más presente, mis entrañas dolían era una sensación terrible de desamor y bronca que generaba esta situación. Es como si a la esencia de mi ser la hubieran separado de su origen y deambulara por la vida buscando aquello que le arrancaron al nacer...
Y ahí me di cuenta lo que pasaba, mi alma habitaba en un cuerpo torpemente humano que no sabe dónde ni cómo buscar su propia esencia.
(Benedict)
La música sonaba de fondo, las copas se vaciaban y se llenaban constantemente mi amigo Lucas y yo estábamos teniendo una velada fenomenal como hermanos y amigos que éramos. Habíamos conversados de todos los temas hasta los más triviales.
Kate había sido el tema principal de la noche, había abierto los ojos en muchas cosas. Lucas era una persona de mente abierta flexible y para nada le asustaba demasiado el cambio, le encantaba lo desconocido. Yo siempre había sido así porque me había criado prácticamente con él. Luego de esos cambios que fueron tormentas en mi vida me había puesto más reacio a ciertas cosas. Exhorto en esos pensamientos sentí como golpeaban la puerta del apartamento. Fruncí el ceño y miré a mi amigo, no esperaba a nadie. Además me parecía raro que no llamaran por el portero seguramente el conserje los había dejado entrar. Me acerqué a la puerta abrí y me encontré con Kate, tenía los ojos rojos y sus mejillas estabas más rosadas de lo normal, había llorado era evidente.
Su mirada era dura, tenía una pisca de ¿decepción?, de sus ojos se desprendían lagrimas a mas no poder, estaba estática sin decir una sola palabra. Me acerqué más a ella.
- ¿Kate? – ella observaba la nada ni si quiera me dirigía la mirada.
- Aun no puedo entenderlo....- dijo sin más- Muchas veces me pregunté ¿qué es el destino? Nunca obtuve respuesta – hizo una pausa- si Dios hace el destino ¿por qué nos pone personas en el camino que no hacen tanto daño y si es uno por qué carajo nos enamoramos de personas tan desgraciadas en esta vida? – levantó la mirada encontrándose con la mía-
- Kate ¿de que... - miré a Lucas que estaba absorto en la mesa con los ojos abiertos como platos- estás hablando? – continué.
- Benedict – sus ojos rojos me imploraban – aléjate de mí, olvida que existo. Olvida- hizo nuevamente una pausa- que te amo, que me conociste, los momentos que pasamos todo. – mi corazón al escuchar ciertas palabras se estrujo y volvió a romperse.
- ¿De qué estás hablando? – no podía entender esas palabras eran como dagas que atravesaban mi cuerpo. Kate era la imagen de la decepción, de la angustia. Mi móvil comenzó a sonar. Lucas lo tomó y miró. Lo dejó en la mesa. El sonido se me hacía eterno y de un momento a otro comenzó a molestarme haciendo eco en mis oídos.
- Si queda algo de ti que me haya amado en su momento....- trajo en seco- olvídame. No daba crédito estaba estático inmóvil me sentía la persona más miserable del mundo. Me acerqué a ella, Kate notó la cercanía y se volvió para atrás dando media vuelta y alejándose por el pasillo. Yo la seguí la tomé de los brazos y la di vuelta, era una pluma.
- Me vas a decir que mierda pasa porque no te estoy entendiendo....- le espeté furioso. Ella levantó la mirada perdida.
- Aléjate de mí – repitió.
- ¡¡¡Demonios Kate!!! que paso ahora que no estoy enterado maldita sea- grité-
- Suéltame.
- No lo haré entraras y hablaras conmigo como debes.
- Desde cuando te importa – comenzó a reír.- yo humillándome pidiendo que me perdones y tu...
- ¿Yo que?- estaba muy nervioso. Forcé más mi agarre y comencé arrastrarla hasta la puerta de mi apartamento. – ¡¡¡¡¡¡yo que maldita sea!!!!!! – volví a gritar. La atraje hacia mi cuerpo la necesitaba, estaba dispuesto a todo en ese momento si tenía que lastimarla o lastimarme a mí mismo lo haría. La tomé por la nuca, estaba ansioso, deseoso, lastimado, angustiado y todo mi cuerpo estaba en alerta. Acerqué mi boca a la suya, ella era tan fácil de dominar en ese momento que poco me importó. – por favor Kate.... – la besé. Sentir los labios de Kate nuevamente era como sentir el elixir de la vida. Ella no me correspondió solo estaba estática, me alejé de ella dolido. Cuando no vi que su mano golpeé mi mejilla izquierda dejando una marca roja.
- Maldito seas Cumberbacht. Mi error fue quererte más de lo que debía – tomé mi mejilla, estaba dolido jamás en la vida me había llamado de esa forma. Lucas salió a mi encuentro cuando Kate ya se perdía por las escaleras. Él acercó mi móvil que no paraba de sonar. Lo miré y me maldije a mí mismo.
Ámbar – llamando
Ámbar – llamando
Ámbar – llamando
Ámbar – llamando
- Maldita sea!!!!! ¿qué es lo que pasa? – grité cuando abrí mi móvil.
- Be Benedict... sientooo molestarte... - respiré profundo.- yo lo sientooo, no sabía. No quería lo siento.... - ¿acaso estaban todas locas que solo ellas se entendían?
- Ámbar perdóname pero no estoy en un momento para atenderte....
- Lo siento, yo no sabía de Kate... - abrí los ojos como platos.
- ¿Qué dices? – espeté
- Lo siento, no quería.... – se notaba que lloraba, alguien tomó el teléfono.- Benedict habla Stacy- comencé hacerle señas a Lucas que me miraba perplejo. – perdónala por llamarte pero tuvimos una cena con las chicas... y estaba Kate.
- ¿Qué es lo que pasa stacy?
- Ámbar hablo de ti, ella no sabía que tú y Kate... bueno lo de ustedes....
- ¿Qué?- grité
- Kate se enteró que te acostaste con ámbar en las fiestas que tuvimos. Estamos preocupadas ella salió sin decir nada de aquí, no atiende su móvil, no sabemos dónde está.
- Pero que se le pasó por la cabeza.... Sabes que yo me encargo de Kate. Cualquier cosa te llamaré a ti no a Ámbar. – colgué.
Comencé a ponerme más nervioso de lo normal. Lucas poco entendía la situación.
- Debo irme, buscaré a Kate debe estar muy cerca si hace minutos...- tomé mi chaqueta y salí.
- Voy contigo hermano.
Ambos salimos rápidamente miramos a ambas calles. Maldita ámbar. Como no me di cuenta, ella era amiga de Kate y yo me la había tirado varias veces.
Nos acercamos al auto, tomé mis llaves y salimos en su búsqueda. Durante el recorrido le conté todo lo que había pasado con Ámbar. Lucas no daba crédito a lo que escuchaba, me había dicho que la tontería era infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no. No podía cuestionarlo porque tenía razón, era un completo tonto.
Luego de dar vueltas en círculos buscando a Kate estaba perdido, habíamos ido hasta su apartamento pero era lógico que no estaría allí. Decidí pasar por un bar para aclarar mis ideas y tranquilizarme un poco para luego seguir buscando.
Mi amigo se adelantó y buscó una mesa en un lugar tranquilo, yo prendí un cigarro y lo seguí, el lugar estaba lleno de mujeres bonitas pero poco me importaba. Pedimos un vodka, mi mirada comenzó a perderse por el lugar hasta que la vi. Kate estaba apoyada en un caño donde bailaba al ritmo de la música mientras varios idiotas trataban de tocarla y le decían un sinfín de cosas, apreté los puños, sin pensarlo dos veces me levanté cabreado y me acerqué hasta ellos ....
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