Capítulo 2 No puedo conciliar el sueño
Cierro los ojos y trato de conciliar el sueño, nada. Morfeo se niega a darme el tan ansiado abrazo para dormir.
Sola en esta oscuridad. Pero no estoy sola, imposible. Esta por irse la guardia de Segadoras de este turno, se aproxima la guardia que las sustituirá.
Son casi las doce de la noche, lo sé si ver el reloj, lo siento en el ambiente que comienza a hacerse frió y demasiado pesado, es como si una niebla fría caminara lentamente por toda mi casa.
Mi perro está durmiendo en el sillón, ya no se alborota al sentir la presencia de las guardianas o quizá es el camuflaje que tienen para pasar desapercibidas. Yo las puedo sentir gracias a que Cassiel el ángel lo ha permitido y ellas así lo quieren.
El mundo espiritual es muy complejo y está plagado de seres que no alcanzo a comprender y eso que soy vidente o por lo menos es creo. Algunas veces solo veo sombras, siluetas bien definidas de personas o de colores, o seres como si los viera con lentes infrarrojos, incluso he podido tocar a alguno. No soy la única que puede verlos, no soy especial. Todos podemos hacerlo, nacemos con esta facultad, pero al crecer la perdemos.
Me da miedo percibirlos y el saber que algunos son de baja astral y no viene con buenas intenciones da escalofrío.
A pesar que Cassiel me ha asegurado infinidad de veces que estoy a salvo, me da miedo.
Muchas veces dudo lo que me dice, pero otras se con certeza que es verdad. Las segadoras por ejemplo fueron enviadas a cuidarnos, el las envió.
Es muy difícil pensar en Cassiel como en el ángel de la muerte, en un observador de los acontecimientos del cosmos, ángel de la soledad, ángel de las lágrimas, son tantos nombres pero yo lo conozco cómo el amigo, el confidente, el protector.
O por lo menos eso pensé durante años, ahora me siento defraudada y me siento usada. Aunque el nunca mintió al decir que no era bueno, pero nunca imagine que era solo un vampiro energético que me uso, mientras yo pensaba que era un ángel del cielo y no un ángel caído. Tal vez nos utilizamos los dos. No lo sé a ciencia cierta, pero contra un ángel así, el humano pierde.
Sobre todo cuando tontamente te enamoras de un ser que no te puede amar y no porque no sepa, sino porque la obscuridad ha tomado su corazón y al final tras años de necedad sufriendo un día despiertas del embrujo y bloqueas y eliminas de tu vida al ángel.
Me quedaré con la lección y por lo menos creo que no me buscará. Una de las cosas que pude conocer es que es un ángel con mucho ego y no se rebajara a buscar a alguien que lo abandono. Su frase es: No voy a donde no me quieren.
Y aún con mucho dolor dejaré atrás esa historia y quizá contando lo que viví exorcice de mi vida al ser que unos años me domino.
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