La misión había terminado.
No fue una misión completamente difícil, pero aún así Tomioka sufrió unas heridas.

– Duele...–Susurró el chico mientras Shinobu desinfectaba y vendaba suavemente el brazo.

Estaban en una habitación alquilada del pueblo, se les había hecho tarde y no era muy inteligente caminar de noche.

– Ya terminé. –Dijo apretando a propósito el brazo de Giyuu provocando una mueca de dolor en este. – Iré a ducharme, si quieres puedes dormirte.

Él asintió mientras la veía entrar en otro cuarto.
Tengo sueño...Pensó mientras se sacaba la ropa y se recostaba en uno de los dos futones.
Le hubiese gustado esperar a Kochō para dormir, no quería ser un maleducado, pero la resistencia de sus ojos fue paulatinamente perdiéndose, sucumbiendo al sueño.

Un sonido, abrió los ojos.
La luz del día ya entraba por la ventana.
Levantó la cabeza derrepente y se sintió mareado... Sintió peso.
Miró a su lado, la chica lo estaba abrazando, las camas estaban más cerca de lo normal, y ella se veía tranquila durmiendo.

Se sonrojo al darse cuenta nuevamente de la situación, pero para no despertarla, se volvió a recostar, mientras le devolvía el contacto.
De alguna manera se sentía tranquilo, el calor humano lo estaba sofocando, pero de una manera agradable.

No sabe cuanto tiempo estuvo en esa posición, admirando las pestañas largas y los rasgos finos de la chica, su calor corporal y lo frágil que parecía su cuerpo contra el suyo, el suave aroma que desprendía.

Iba a vomitar.

Shinobu abrió lentamente los ojos, que automáticamente hicieron contacto con los suyos.

Incomódo.

Ella rompió el contacto mientras se levantaba y estiraba.

– Será mejor que nos vayamos.

– Si. –Respondió el pelinegro.

Hacía frío en el sendero camino a casa.
Los 28 grados lo estaban congelando.

Anhelaba un poco más, solo un poco más, de ese calor corporal...

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Primera vez que actualizo tan seguido una historia lol

Espero que les haya gustado!~