s i e t e
— Shinobu acuéstate conmigo.
En vez de responder, agarro más fuerte de los cabellos al pelinegro, mientras lo besaba de manera ruda.
Sus caderas empezaron a moverse solas, provocando una chispa electrizante en ambos cuerpos.
— E-espera... N-no creo que este bien este lugar.— Dijo entre besos Tomioka.
Shinobu entrecerró sus ojos y le dedico una media sonrisa. Se alejo un poco llamando la atención de Tomioka; empezó a desabrochar lentamente la parte superior de su ropa.
— ¿Acaso tienes miedo?~ — Paro a propósito dejando el espectáculo a medias. — Podemos parar si eso quieres...
No, definitivamente el no quería parar.
Pero tampoco quería compartir un momento así en un maldito parque.
Dió un largo suspiro, y finalmente decidió.
— Al parecer eres más salvaje de lo que parecer, ¿Tanto te entusiasmo la idea que quieres hacerlo aquí mismo? — Eso no parecía haber salido de su boca, y sorprendió tanto a la chica que terminó borrando la sonrisa de su rostro.
Definitivamente conocía algo a Shinobu, sabía que para tratar con ella de alguna forma debía también jugar su juego, aunque no fuese algo en lo que se sintiera específicamente cómodo.
Kochō lo miró fijamente por unos segundos, y volvió a hacer esa sonrisa traviesa.
— Ara~ Tomioka san, no esperaba esa respuesta... Pero tienes razón, vamos a mi casa.
(...)
En la finca vacía y silenciosa, apenas se podía escuchar los leves gemidos de la pilar insecto.
No habían perdido el tiempo, sus prendas ya se encontraban en el suelo, y sus lenguas volvían a estar unidas.
Shinobu tenía que admitir que Tomioka no era tan malo y virgen después de todo.
La manera en la que acariciaba lentamente sus muslos mientras besaba su cuello definitivamente le habían hecho sacar algunos suspiros.
Y Tomioka tampoco podía quejarse, definitivamente Kochō era una experta con esa lengua tan venenosa que tenía. Además que sabía perfectamente como torturar a alguien con sus pequeñas y delgadas manos.
Pero ya estaban ahí, el momento era ahora. Shinobu lentamente detuvo los besos y se subió suavemente a los muslos de su acompañante, mientras lo empujaba lentamente hacía atrás.
Tomioka tomó su cintura con delicadeza para poder acomodarla, lentamente la ayudo a bajar, sin dejar de abrazarla y besarla sutilmente, como si fuese una pequeña muñeca capaz de romperse.
La unión de sus cuerpos y los sonidos lascivos, el movimiento rítmico, los besos húmedos y una que otra mordida en su hombro.
Shinobu por un segundo se dejó querer, sintiéndose deseada y a la vez querida, como si para Tomioka esto fuera no solo un encuentro nocturno...
Pero pronto borró esa ingenua idea de su cabeza, y empezó a aumentar la velocidad de sus movimientos.
Quería que Tomioka perdiera la cabeza, y transformar ese pequeño afecto que creyó sentir, en algo mucho más salvaje.
••••••
O.o
Well, pensé mucho sobre como seguir esto jaja
Pero creo que ya encontré la línea que quiero para la historia.
Lamento la demora a a a a
Ahora si que sí subiré más seguido
p r o m i s e
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