Hubo un momento en mi vida donde creí haberlo perdido todo, anhelaba con todo mi corazón el momento donde pudiera encontrarme con mi familia, mi familia, esa que me ha apoyado desde lo momentos más difíciles y las situaciones más alegres. Lo más importante para mí siempre iban a ser ellos, mis hermanos y mi padre, ahora comprendía que el peor error que pude cometer fue haberme ido y dejarlos. Al principio lo hice para mantenerlos a salvo, quería ponerlos fuera del peligro que me amenazaba a mí. Lo que nunca comprendí fue que una familia era una especie de sociedad y todo (sin excepción) lo que le afecte a uno también le afectara al otro. Creí haberlo perdido todo, pero... Hoy, aquí, con ellos, volví a recuperarlo y entonces comprendí que no tenía porque pedir nada más, tenerlos cerca era como soplar las velas teniendo el deseo al frente. Mis hermanas habían preparado todo para el cumpleaños de mi hermano mayor, habían decorado toda la casa, habían puesto globos por todo el lugar, habían serpentinas y mucho confeti, también habían comprado un bizcocho de chocolate y le habían puesto el número 24. Tessa permanecía sentada. Elif dijo que esta mañana se había estado quejando de mucho dolor y le costaba caminar aún, pero que su herida poco a poco se estaba curando. La niña estaba al lado de Aaron ambos estaba jugando, estaba sonando una música muy alegre de fondo, yo estaba al lado de Derek lo miré de reojo y estaba sonriendo, estaba feliz, todos lo estábamos. Me sentía la mujer más dichosa del mundo. Papá nos llamó a la mesa para partir el pastel, me acerqué a mi hermana menor y la ayude a poner de pie, ella me sonrió, la lleve a una de las sillas y la dejé allí con cuidado. Estábamos todos juntos, mi padre, Elif, Tessa, Derek y la niña, al frente de nosotras estaba Aaron. De fondo empezó a sonar la ridícula canción de cumpleaños que sabía perfectamente que mi hermano detestaba pero aún así la cantaba. Cantamos al unísono mientras sonaban los aplausos. Cerro sus ojos para pedir un deseo, mis tres hermanos siempre han sido muy creyentes a que lo deseos de cumpleaños siempre de cumplen, y esperaba de todo corazón que realmente se cumpliera absolutamente todo lo que pidiera, se merecían toda la felicidad del mundo. En el fondo sabía que faltaba alguien aquí y esa era Claudia, ellos nunca celebraron un cumpleaños sin sus dos padres juntos, pero ambos ya llevaba cerca de siete meses separados, así que... Dudaba mucho que se dieran otra oportunidad. Los azulados ojos de Aaron me miraron y en su rostro se formó una hermosa sonrisa, estiró su brazo para que me acercará. Me separe de Derek y fui hacia él, me rodeó con sus brazos y me dio un beso en la sien. Papá se acercó para tomarnos una foto, el flash de la cámara salió disparado y por un momento me cegó. Era un de esas cámaras en las que al instante salía la foto.

-¿Qué pediste de cumpleaños, Aaron?- Preguntó Megan, manteníamos abrazados y él me miró.

-Este año no pedí ningún deseo, pequeña. Por que el que iba a ser mi deseo ya está aquí- Contestó él, sonreí y le di un beso en la mejilla.

-Supongo que los deseos si se cumplen- Contesté. Tomé el cuchillo y empecé a partir el bizcocho por pedazos y los puse en los platos desechables.

-Bueno... Yo quisiera decirles algo muy importante- Habló Derek. Lo miré sin entender muy bien lo que sucedía y y entonces comprendí, que negué con la cabeza- Es una decisión que Ana y yo tomamos y que afortunadamente ella aceptó- Elif me miró, ella sabía lo que se avecinaba con la noticia.

-Derek, no creó que sea el momento adecuado, por favor- Habló mi hermana.

-¿A qué te refieres?- Preguntó Tessa.

-Anais, tú sabes perfectamente que siempre he respetado tus decisiones, pero creo firmemente en qué debemos salirnos de esto de una vez por todas- Me contestó.

-¿A qué te refieres Derek?- Habló papá.

-Ana, no me digas que estas embarazada- Dijo Aaron, negué frenéticamente.

-Ah... No, no, claro que no hermano- Sentí como el rubor se me subía a las mejillas.

-Anais y yo hemos decidido que nos vamos a casar- Respondió Derek. Se hizo un silencio incómodo en la mesa, mire a mi hermano que parecía que estaba procesando la información. Mi padre me miró fijamente y sin decirme nada pude entender que luego hablaríamos él y yo. Trague saliva nerviosa. De un momento a otro Aaron empezó a caminar hacía él, la sala entro en conmoción completa di un paso hacia adelante y mi hermana me tomó de la mano negando, pensé seriamente que lo golpearía.

-Si le rompes el corazón de nuevo te juro que te mato- Le dijo muy cerca de él- Por ahora voy a confiar seriamente en ti- Solté un suspiro después de ese gran susto.

-Derek- Mi padre extendió su mano y Derek la tomó estrechándola- Te llevas a la flor más rebelde de mi jardín, aunque creó que Ana está muy joven para casarse si es su decisión y es lo que la hace feliz pues entonces la apoyaré en todo- Les sonreí- Aunque quiero que entiendas que ahora que sabemos que está viva hasta que no estén casados ella duerme todas las noches en su casa, ¿Entendido?- Nos miro a ambos, asentimos.

...

Empecé a recojer el desorden en la mesa, los platos de icopor y los vasos para tirarlos a la basura, la casa estaba hecha un desastre completo. Era algo tarde así que decidí ponerme arreglar todo porque realmente no tenía sueño Megan y Tessa estaban durmiendo y Elif había decidido acompañar a mi hermano Aaron a vigilar un rato la manada y dijeron que volverían tarde, mientras que mi padre estaba en la estación de policía, aún no lo reincorporaban de nuevo pero teníamos la esperanza de que sí lo hicieran, por ahora estaba en una especie periodo de prueba. Papá había dicho que si volvía a la policía se cambiaría de casa y para mí eso era increíble, porque la casa era demasiado pequeña sólo tenía dos habitaciones, una era de él y en la otra habían dos camas, en una dormían mi hermana menor y la niña y en la otra dormíamos Elif y yo. Ya que mi hermano se iba a quedar con nosotros hasta después de fin de año, él decidió que dormiría en el sillón que es bastante incómodo y muy estrecho. La verdad se me estrujaba muchísimo el corazón de imaginarlo ahí durmiendo todo apretado. Aunque sí estaba pensando seriamente en que le ayudaría a conseguir casa lo más pronto posible, además el barrio donde estaba viviendo era un poco peligroso porque quedaba en los barrios bajos de la ciudad y eso me preocupa muchísimo por la pequeña. Tiré los recipientes al cesto de la basura, tomé una toalla húmeda y limpie la mesa, después fui a la cocina, prendí la cafetera y mientras se hacía el café empecé a lavar los platos sucios. La cena con Derek resultó muy bien, quedaba muchísimo más tranquila sabiendo que los tres hombres que más amaban en el mundo se estaban llevando mejor. Aaron cambió mucho estos meses que no estuve aquí, se había vuelto más paciente, más calmado, había aprendido a controlar mejor sus emociones y eso me alegra por que necesitaba que tanto mi hermano mayor, como mi futuro esposo no se agarraran de las pelotas siempre que se vieran. Terminé de lavar los trastes sucios y los acomode en sus respectivas alacenas, limpie la encimera y en ese preciso instante el pitido la cafetera sonó. Tomé un vaso limpio y serví café, le revolví un poco de azúcar y me senté en la barra del desayuno. Mañana era año nuevo, habían pasado tantas cosas en el último año y medio, había descubierto que mi tía, la persona que me había entrenado durante 4 largos años resultó siendo la verdadera bruja, la verdadera mala del cuento. Había descubierto que mi mejor amiga no estaba muerta y había muerto de nuevo, descubrí también que Daxon no era quién yo creía que era, por el contrario de lo que yo pensaba lo único que había hecho por años, incluso después de la muerte de mi mamá había sido protegerme, aunque fuera desde la oscuridad, siempre estuvo ahí. Legalmente morí, luego resucite y ahora estaba aquí, de nuevo con mi familia más feliz que nunca. No lo voy a negar, era feliz con Derek y todo lo que me daba y me ofrecía, la atención que me prestaba, el tiempo que me brindaba, los besos que me regalaban todo, todo era increíble con él, era de otro mundo. Pero mi familia siempre iba a ser mi familia, la base de lo que era, de lo que planeaba llegar a ser, mi motor. Mi padre era lo único que yo tenía y por más cosas que él me brindase si ellos están ahí para mí, esa felicidad no estaría completa. Me puse de pie soltando un suspiro y decidí salir afuera al pórtico, me senté de nuevo en el pequeño columpio que allí había. Vi llegar el auto de mi hermano y ambos se bajaron al aparcar al frente de la casa, les sonreí.

-Hola, hermana- Habló Elif.

-Pensamos que estabas dormida- Dijo Aaron mientras me daba un beso en la frente.

-Los estaba esperando, las chicas están dormidas y yo no tenía sueño- Contesté, mi hermano mayor se sentó a mi lado, me pasó su brazo mi encima de mi hombro.

-Los dejo para que puedan hablar los dos, por cierto Ana, tienes que conocer a la manada de Aaron son increíbles- Asentí, ella me dio un beso en la frente y se entro. Me quedé con mi hermano a solas, las calles estaban vacías y silenciosas, se sentía una paz increíble.

-Hoy ha sido el mejor cumpleaños de la vida, tenerte aquí conmigo, con nosotros, ha sido un completo sueño. Realmente nos hiciste mucha falta Anais- Sonreí.

-Yo también anhelaba el día en que pudiéramos encontrarnos de nuevo, por favor perdóname, realmente lo siento mucho.  

-¿Por qué decidiste fingir tu muerte? ¿Porqué te alejaste nosotros? De verdad te lloramos y te sufrimos mucho- Preguntó.

-Tenía miedo de que les hicieran daño. Ya habían sido dos veces seguidas las que la bruja los había usado en mi contra para afectarme y llamar mi atención. La primera vez fueron los tres y después fue con Tessandra, fue como la gota que rebasó el vaso, cuando Derek me propuso fingir mi muerte para mantenerlos a salvo no dudé ni un segundo en aceptar. Aunque me estuviera muriendo de dolor por dentro, cuando me di cuenta que habías desaparecido pensé que me volvería loca, discutí con Derek porque me lo había ocultado por mucho tiempo. Quería salir corriendo a buscarte, pero luego entre en razón. Viaje a California a buscar el martillo sagrada mi mamá pero no le encontré, en su lugar encontré a una niña de 9 años que había acabo de quedar huérfana y sin nadie en el mundo, así que decidí hacerme cargo de ella. Han sido tantas las cosas que han pasado y quisiera volver el tiempo atrás para no causarles ese dolor tan grande, pero no puedo y hoy, sólo puedo pedir disculpas por ello- no dijo nada, simplemente me regaló una de las sonrisas más cálidas que me había dado en mucho tiempo. Recosté mi cabeza en su hombro y sólo me límite a disfrutar el momento.

-Anais quiero que me hagas una promesa, no quiero que te vuelvas a alejar de nosotros por miedo a perdernos, de ahora en adelante cualquier problema que tengas por pequeño que sea, debes contar con nuestro apoyo. Hermana, no puedes enfrentarte a la vida sola, porque para eso nos tienes a nosotros que somos tu familia, que te apoyaremos siempre sin importar que tan difícil se vea el camino, prométemelo- me extendió el dedo meñique.

-Por la garrita, hermano mayor.

...

-Anais ¿podrías venir un momento la habitación? porfa- me llamo Tessandra, yo estaba en la sala mirando mi teléfono, me puse de pie caminé hasta la habitación, Elif cerró la puerta así que las 3 quedamos solas adentro.

-¿Qué sucede?- Pregunté a ambas.

-Queremos contarte algo que sucedió hace unas semanas, cuando estábamos viajando California a investigar una manada emancipada- Dijo Elif.

-Bueno una semana antes de viajar te llegó una carta al instituto, la persona que te la envió no sabía que estabas “muerta” Por así decirlo. La carta era de Sofía, la hija del demonio de la oscuridad. Bueno lo cierto es que ella pacto un encuentro, así que yo fui por ti y... Tú sabes que ella y yo siempre hemos sido muy buenas amigas, así que la metí al instituto y estuvo ahí unas cuantas semanas, luego quedamos de que ella nos acompañaría a California pero en el camino sucedió algo. Hubo un enfrentamiento con unos demonios, no nos perseguían a nosotros la perseguían a ella. Me contó que ella descendía de una hermandad muy antigua, una ya casi extinta. La liga de asesinos o los Assasins- Abrí mis ojos sin contener la sorpresa- Bueno para no hacerte muy largo el cuento, estuvimos en el Valle de los asesinos con ella y el líder Jarín nos contó una leyenda de la espada que poseía Sofía, la espada Luz del Alba- Fruncí el ceño ligeramente, Elif se agachó y saco algo de debajo de la cama, era una espada grande y totalmente magnífica- Cristofer poseía esta espada y se la dio a Sofía como herencia y luego nos dimos cuenta su verdadero poder, así que ella no la dio nosotros para que la mantuvieramos a salvo- Tessa la desenvainó.

-Espera... ¿Tú me estás diciendo que esa espada que tienes en la mano la legendaria espada Luz del Alba, la espada de Lucifer?- Pregunté.

-Si hermana, esa es. Nosotros no sabíamos en quién confiar, antes de que desaparecieras nos habías dicho que no podíamos confiar en la hermandad, no sabíamos ni siquiera si debíamos llevársela a Deneb- Habló Elif. Tomé la espada para observarla mejor pero al instante me quemó la muñeca así que la solté de inmediato.

-Aush.

-¿Te quemó?- preguntaron al unísono mis hermanas.

-Si me quemó, ¿porqué?.

-No lo sé yo la he tenido varias veces en mis manos y no me ha quemado una sola vez- Dijo Tessa.

-Según la leyenda la espada está maldita, no la pueden poseer los demonios, quizá sea por tu sangre- Explicó Elif. Asentí con extrañeza.

-Bien les contaré lo que está sucediendo- Las 3 nos sentamos en las camas, solté un suspiro- Resulta que hace unos días hablé con Daxon, él me habló sobre Macristen y su plan maestro.me dijo que ella está formando un ejército liderado por un rey del infierno y que para ello necesita reunir las reliquias creación divina, sí, ella quiere reunir la Manzana del Pecado, la espada Luz del Alba, Βίβλος των νεκρών y el Cáliz de Sangre- Mis hermanas se quedaron sin palabras- Quiere reunirlos para crear una nueva hermandad, una hermandad que sólo le obedezcan a ella. Le está informando al mundo de las sombras que está lista para una guerra y lo mas peligroso de esto es que ya tiene dos reliquias, el Cáliz de Sangre y creo que las llaves del Armageddon. tenemos que reunir los demás objetos y mantenerlos a salvo, fuera del alcance de ella para que no pueda destruir el mundo.