Prólogo - Portal
Bajo el techo de hongo, un joven mago estaba viendo uno de sus libros con hechizos viendo cuál le llamaba la atención.
-"Portal"...¡Se ve interesante!-Exclamó el joven mago mientras copiaba los símbolos del libro con una pluma de tinta amarillenta, círculos y lineas en su alfombra negra.
Un brillo dorado surgió de los símbolos, abriéndose el portal y rápidamente succionando al joven el cual gritó de sorpresa mezclado con terror debido a todo lo desconocido que lo esperaba.
El portal lo llevó a un techo, siendo escupido.
Se encontraba algo mareado, o mejor dicho: muy mareado.
Gateó por el techo en el que apareció, viendo a gente sentada en sillas hablando entre si, calles grandes, y gente caminando por estás, también alguna que otra bicicleta o vehículo similar pasar de vez en cuando.
-Wow...¿Dónde estoy?-Se preguntó a si mismo, cuestionando su paradero, aunque ocultándose de los "seres" de las calles.
Su rostro estaba lleno de preguntas, ¿Dónde estaba? , ¿Que son esos seres en esas calles? , ¿Serán peligrosos?
Gateó por el techo hasta llegar a lo que parecía ser un callejón, ocultándose en las sombras.
Las calles estaban vacías en ese lado, y logró avistar un gran salón el cual tenía la puerta abierta, se oían a niños riendo.
Se asomó lentamente, observando a un hombre de cabello blanco con una gran sonrisa vestido de negro con sombrero de copa, confundiendo al mago falso con uno verdadero.
Fue corriendo hacía este, irrumpiendo el acto de "magia" que los pequeños presenciaban.
-¡¿Sabes cómo volver?! ¡¿Cómo llegaste tu aquí?! , ¡¿También hiciste el mismo portal que yo?!-Preguntaba algo histérico agitando de los hombros al mago falso, el cual miró a los niños por un segundo y luego al joven.
Lo llevó a una zona más restringida con la excuse de "hablar con el buen hombre".
-¿Que diantres tienes en la cabeza para meterte drogado a una fiesta de niños?-Preguntó irritado, cambiando esa cara amable por una enojada al confundir al joven con un adicto a las sustancias ilícitas.
-¿Drogado? ¿Tu no eres un mago?-Preguntó completamente confundido y algo aturdido por el cambio de actitud del trabajador infantil.
-Obviamente no, ¿Que te hace creer eso? Ya eres un adulto, deberías entender que esto es solo un cumpleaños y estoy aquí para fingir ser un mago-Respondió intentando susurrar, no quería arruinar la inocencia de esos niños si alguno estaba escuchando.
El joven mago se veía aún más confundido.
-Osea...Eres un mago falso-dijo el joven mago sin rodeos.
-Si, un mago falso para pagar la universidad, ...¡¿Por qué te estoy contando esto?!-Exclamó el chico claramente molesto de estar contando cosas que no debía decirle a un extraño.
-Mira, estoy buscando a otro mago o alguien que sepa de magia o algo para volver a mi mundo-Terminó aclarando el joven mago, dejando aturdido al trabajador infantil.
-Dime enserio, ¿Estás drogado si o no?-Preguntó seriamente.
-Nisiquiera sé que es eso, pero si quieres te muestro que no miento-Respondió el joven.
-Muestra que tienes "mago"-Dijo burlona y esepticamente el trabajador infantil.
El joven unió sus dos manos, haciendo algo de fuerza, un pequeño brillo dorado salió de entre medio, no era fuerte, pero si lo suficientemente brillante como para iluminar la pequeña zona en la que se encontraban los dos hombres.
El humano quedó en completo shock al ver tal cosa en la cual el no creía originalmente, pero ahora las pruebas estaban frente a sus ojos.
-...-Quedó en silencio por unos seis o siete segundos, viendo de arriba a abajo al mago.-¡¿Que demon-?! Realmente hablas en serio...-Su rostro se suavizó, sintiéndose algo culpable de haber preguntado y afirmado que el joven estaba bajo el efecto de sustancias ilegales en una fiesta infantil.
-¿Te importaría ayudarme... Señor extraño que finge ser mago para los niños?-Preguntó mientras el pequeño brillo entre sus manos se apagaba lentamente.
El trabajador infantil quedó en silencio, viendo el brillo apagarse, era casi hipnotizante.
-¿Señor?-Preguntó de nuevo el mago, despertando al hombre de su trance.
-¡Ah! Si, si-Respondió inconscientemente, aún aturdido por la repentina situación y exposición a magia que acababa de presenciar.
-¡Gracias!-Agradeció el joven mago, tomando las manos de su contrario entre las suyas.
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