El pequeño grupo se quedó parado frente a la puerta del laberinto
Trollino parecía confundido
Rius parecía intimidado
Y Mayo parecía estar analizando el como iban a entrar y salir de ahí.

Trollino no perdió el tiempo y se adentró al laberinto arrastrando a Rius consigo en el proceso.

Mayo fue detrás suyo, intentando invocar un hechizo para ayudar en la salida del laberinto
Caminaron por un largo tiempo, era como ver a un pequeño grupo de hormigas.

-Trolli ni sabes a dónde vamos-dijo Rius mientras intentaba que su amigo soltará su brazo-suelta pendejo.

-¡Trullino!-exclamó Mayo deteniendo a Trollino quien estaba apunto de dar un paso en una pequeña piedra-¡Hay minas!-esa exclamación hizo que los ojos de Trollino y Rius se hicieron meros puntos de sorpresa.

-¡¿M-MINAS?! ¡¿POR QUÉ HAY MINAS AQUÍ?!-Rius gritó en total pánico mientras sentía que su brazo era soltado por Trollino.

-PERO DEJA DE GRITAR, GALLINA-gritó Trollino en respuesta-¡Mayo! ¿Cómo carajos sabes que hay minas?-cuestionó con una ceja levantada.

Mayo apuntó a su libro y un pequeño hechizo el cual mostró por debajo del suelo el mecanismo de las minas.

-...¿NOS VAMOS A MORIR?-Rius preguntó lleno de terror.

-No nos vamos a morir. Mírame-dijo Trollino tomando a Rius del brazo-No nos vamos a morir-Trollino afirmó.-¿Verdad que no vamos a morir, Mayo?-preguntó.

-...Fíjate que es complicado...-respondió Mayo rascándose la nuca.

Trollino soltó un suspiro de molestia, su mirada pedía explicaciones.

-Pues...Estás bombas son a base de Kyoco,

-¿Kyo-que?-preguntó Trollino.

-Kyoco, es un tipo de madera de esta ciudad, estudie acerca de esto en la primaria-Mayo respondió como si nada

Trollino volvió a quedarse en silencio, dándose la vuelta, arrastrando a Rius a la entrada de nuevo, perdiéndose y terminando frente a una pared de césped morado.
Mayo fue detrás de ellos, pisando una mina a metros centímetros de sus amigos.

-...Pues ya te iba a tocar-dijo Trollino, deteniéndose a pensar por un segundo-MÁS TE VALE SOBREVIVIR, SIN TI NOS QUEDAREMOS EN ESTE LUGAR!-exclamó casi lanzándose a su amigo para agitarlo.

Mayo estaba completamente quieto, moviendo su pierna libre para poder descansar, quedando en una rodilla frente a sus amigos.

Rius se acercó un poco más, vió que Trollino seguía usando el delantal de su cafetería.

-Trolli, ¿Traes cosas de la cafetería?-preguntó.

-Si, ¿Por qué? ... ¿Que plan idiota tienes en mente?-respondió viendo directamente a los ojos de su amigo.

-... Sé que suena loco pero, ¡Si tienes alguna cuchara podríamos cavar y sacar la mina!

-...Mayo, esas bombas explotan al instante?-Trollino le preguntó a Mayo.

-...Si saco el pie, si, si no saco el pie, no-Mayo respondió.

-¿Tienes cucharas?-Rius le preguntó a Trollino.

-Si si, ten-dijo dándole la cantidad de utensilios que tenía en los bolsillos de su delantal.

Rius tomó la cuchara mas grande que era del tamaño similar al de un dedo índice humano.
Comenzó a cavar, notando que la tierra era más suave, como si fuese un pastel blando.

Cavó hasta que llegó a ver algo de la mina, cavando los alrededores hasta llegar a ver la mina.
Con manos temblorosas la tomó para sacarla rápidamente y tirarla por la gran pared de césped, oyendo la explosión del otro lado.

(Porfavor no recrear en la vida real, las minas son mortales, esto es fantasía y ficción.)

El pie de Mayo cayó en el hoyo que Rius había cavado alrededor de la mina.
Los tres quedaron perplejos ante el fuerte sonido de la explosión, y Trollino notó que abrió un pequeño agujero entre la pared de césped y el lugar de caída de la bomba, la cual hizo explotar un par más.

-...Y si... ¿Y si pasamos por ahí?-preguntó apuntando al pequeño hoyo.

Mayo simplemente asintió, levantándose y quitándose algo de la tierra de sus rodillas. Tomó a Rius del brazo, y siguió a Trollino, quien levantó algo del césped, y gateó hasta llegar al otro lado, sosteniendolo para sus amigos, quienes también pasaron.

-...¿Ahora que?-Rius preguntó, hasta que vieron la cercanía de la salida, Mayo tomó su libro, queriendo ver las bombas, notando que habían muy pocas.

Se miraron entre si, y comenzaron a pasar en completo silencio queriendo esquivar las bombas.

Llegaron a la salida, viendo que había un pueblo a varios kilómetros, bastante visible.

-Si esa sirena nos mintió, comeremos pescado en la noche.-Trollino dijo mientras comenzaba a caminar junto a sus amigos.

Fin del capítulo 3

-Escritor: Lem.