Capítulo 26
Especial 2/2
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Las apariencias engañan, pero no contaba con que Kylie me golpeara con su codo en el estómago mientras estaba a punto de paralizarla. No me tomó mucho tiempo recomponerme para devolverle el golpe y agradezco a que no había nadie más que las dos en la recepción, pues Kylie para ser mayor que yo, pelea demasiado bien.
Esquivo uno de sus puños y luego le pongo una trancadilla que la hace caer al suelo, intento alcanzar el aparato paralizador, pero ella me estira del pie, ocasionando que vuelva a perderlo.
Malditos tacones.
Me levanto de inmediato para evitar que ella lo alcance, y lo que recibo son sus uñas clavándose en mi rostro... Joder ¡¿Qué excusa pondré ahora?!
ㅡ¡¿Creíste que podrías engañarme?! El laboratorio ya no permite mujeres ㅡMe informa.
¿Cómo pude olvidarlo?
ㅡBasta de juegos ㅡEscupo molesta antes de golpear su mandíbula con mi pie.
Escondo su cuerpo desvanecido detrás de su mesón de recepción, le quito la identificación para usar el ascensor y me alegro de encontrar un pequeño plano sobre el laboratorio, tomo una bata blanca que está en el colgador y me la pongo.
Arreglo mi cabello, vuelvo a pasarme el labial rojo y antes de utilizar el ascensor, recojo mi paralizador, agradezco que nadie use el ascensor, pues debo buscar la forma más segura de llegar al laboratorio evitando las cámaras de seguridad.
Recorro los pasillos hasta llegar al de las luces azules, para mi maravillosa suerte los médicos no están detrás del cristal blindado y no hay nadie cercano. Vuelvo a utilizar la tarjeta de identificación de Kylie para atravesar las puertas, pero escucho unas voces acercándose, asi que me escondo.
ㅡEl jefe Duarte quiere los resultados para hoy ㅡReclama uno de ellos.
ㅡY lo tendrá, pero debemos esperar que la mezcla haga efecto en su cuerpo, además aún no descubrimos cómo es que adquirió esos poderes, su sangre parece tener similitudes con la humana.
ㅡNo me importa Friedrich, el jefe quiere verlo muerto, es todo ㅡComienza a acelerar el paso mientras el de nombre de Friedrich lo sigue insistiendo sobre la importancia de descubrir el origen de su poder.
Niego bufando.
Continúo mi recorrido, Keith debe estar en alguno de estos sitios.
Aumento mi paso al notar que las cámaras están activas captando mis movimientos.
Maldita sea Keith. Más vale que mi elección haya sido la correcta o no volveré a confiar en ningún extraño.
ZONA RESTRINGIDA
Leo en una de las puertas con letras mayúsculas ¿Acaso no podían ser más discretos?
Abro la puerta pasando la tarjeta de identificación por la pantalla. Lo primero que siento es el frío seco, luego veo cables, monitores señalando ¿El pulso? Ni idea... La puerta se cierra detrás de mi.
Trato de ubicar todas las cámaras en la habitación y las cubro, sin mostrar mi rostro, probablemente los vigilantes ya me vieron, pero eso no quita que tengo un aproximado de 10 minutos para salir.
Mis ojos pasan por la silueta del triphiano recostado en una cama, mi mirada se queda quieta en su torso desnudo con algunos cortes, sus abdominales marcados... Santísima inocencia regresa a mi.
¿Por qué todos son tan guapos?
Jack lo era, Irianne también...
Deshecho mis pensamientos mientras me acerco a él y trato de despertarlo. Cuando mi mano pasa por su hombro desnudo un par de imágenes golpean mi cabeza.
La sangre resbala por su frente mientras un sujeto le propina golpes en el rostro y cuando termina, el jefe Duarte se le acerca sin expresión descifrable en su rostro. Puedo sentir su odio s través de su mirada, está terriblemente rencoroso, no contra Keith, él sabe algo más...
Por el contrario entre las emociones de Keith sobresalen el miedo, pánico y hay algo más... algo que no puedo descifrar, es más que un susto.
ㅡQuiero que me digas de dónde saliste.
Keith tiembla ante su voz. No piensa decir nada...
Parpadeo antes de contagiarme de miedo.
Nuevamente las imágenes se intercambian, pero todo lo que veo a gran velocidad tienen en común el color carmesí. Sangre, golpes, dolor, ira y no quiero describir cómo fue que le torturaron abriéndole con un corte en mano derecha.
ㅡTannia ㅡMurmura sacándome de las imágenes que visualizo.
Respiro con dificultad intentando no soltar lágrimas, es como si yo hubiera sido a la que lastimaron. El dolor estuvo a punto de causar estragos en mi mente, al igual que aquel día en que Jack me mostró el pasado.
ㅡKeith... lo lamento ㅡSusurro sin evitar tartamudear al mirar su rostro.
Me doy cuenta del tiempo, estoy tardando demasiado, probablemente Kylie ya despertó y está acusándome.
Desconecto algunos cables mientras mis ojos pasan por una libreta que dice: Estudio 333 "clasificado"
Sin poder detenerme la tomo y la guardo en mi bolsillo. Keith ya está de pie sosteniéndose con la poca fuerza que le queda ¿Cómo demonios sabían la debilidad del frío?
ㅡDebemos irnos ahora ㅡOrdeno mientras cargo mi pistola con proyectiles inofensivos.
Lo sostengo de su brazo para estirarlo a la salida, según el mapa que recuerdo.
ㅡTengo una nave arriba, saldremos como se pueda ㅡExplico mientras caminamos por el pasillo de luces azules.
Las cuales cambian de color a rojo, provocando que todos los pasillos luzcan diferente. Escucho pasos acercándose, no hay tiempo para esconder a Keith, quien intenta formar un escudo.
Tal vez me arrepienta, pero como Evolet dijo, es hora de poner mis propias reglas. Cargo mi segunda pistola con proyectiles inofensivos y me preparo para lo peor.
No dejo que continúen avanzando cuando le propino una patada en la sien a uno de los guardias del zótano, luego viene un segundo guardia quien también sufre el destino del anterior. Luego llegan los soldados de la ODCSI, como lo supuse, llevan armas de fuego.
Le ordeno al triphiano que salga del edificio hacia la base, le indico la dirección y espero a los soldados, quienes no tardan en encontrarme. Con Keith alejado de la ODCSI me ocupo de las armas. Debo agradecer que nadie aún me ha reconocido, era de esperarse, a las mujeres en la organización no nos toman en cuenta, ni para aprenderse nuestros apellidos.
Golpeo repetidas veces a uno de mis oponentes, mientras otro se acerca por detrás, me doy cuenta que a golpes jamás voy a terminar con ellos, así que no me queda de otra más que utilizar mi pistola.
Si alguno de mis jefes se entera creo que será mi fin como agente de rescate en la ODCSI.
Acabo con los tres soldados y corro para alcanzar a Keith en la base.
ㅡ¡Hey!¡Esa no! ㅡGrito antes de que se suba a la nave de Lía, ignorando el hecho de que lleva puesto una bata de los científicos.
No tardan en llegar una docena de soldados dispuestos a matarnos. Keith quiere enfrentarlos, pero lo empujo hacia la parte trasera de la nave:
ㅡNo pienso perder mi trabajo, así que haz que esta misión de rescate valga la pena ¿Quieres?
ㅡComo ordenes ㅡResponde de mala gana ocasionando que me enfurezca.
Ingresamos a la nave antes de que los soldados empiecen a estar demasiado cerca. Enciendo la nave y justo cuando creía que en los cielos no iba a ver problema alguno, al menos tres pequeñas naves de emboscada nos atacan por atrás.
ㅡMaldición ㅡReniego haciendo maniobras en el aire.
Vuelo en picada para perderlos y efectivamente me deshago de uno, aumento la velocidad de la nave y me mezclo en las nubes oscuras de la noche, el camuflaje sirve a la perfección.
ㅡ¿Y adónde piensas ir? ㅡPregunta Keith con intriga.
En Maison me encontrarán fácilmente, Evolet no me dió una pista, sólo pequeños fragmentos para decidir si rescatar a Keith o no. Pero ¿A dónde huir?
ㅡTe regresaré a tu mundo.
☆☆☆☆☆
Admito que este capítulo es uno de mis favoritos, porque aqui Tannia demuestra que los meses de entrenamiento en la ODCSI fueron de gran ayuda y que lograron cambiarla de ser una chica inofensiva a una peligrosa >:3
No olviden que si les gustó el capítulo, pueden hacérmelo saber por medio de una estrellita :)
¡Saluditos!
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