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Abro los ojos, mi cuerpo está adolorido. Los recuerdos vienen a mi mente lentamente y distorsionados, pero no recuerdo haber visto el rostro de aquella silueta.

Trato de reconocer mi ubicación con la mirada pero es imposible. Los árboles son tan altos que no me dejan ver si hay alguna nave por encima. Además que los rayos del sol están muy fuertes en los lugares donde no hay árboles.

Estoy preocupada por Miguel, no lo he vuelto a ver. Quiero saber que pasó con él. El último momento que estuve con él, estaba molesta; podría sentirme culpable por lo que le haya pasado. Pero no. Lo único que siento es dolor; dolor porque lo último que hice fue enojarme con él, estaba tan asustada y no digo que ya no lo estoy, porque ahora estando sola en este extraño lugar me da más miedo del que antes tenía.

ㅡVeo que ya despertaste.

Una chica rubia aparece de entre los arbustos. Está usando un jean oscuro y un sweater color negro, carga una mochila, muy grande para ella, aseguraría que es una exploradora. Pero según lo que tengo entendido donde caímos Miguel y yo, es zona restringida, nadie puede explorarla y por eso no habían naves cerca.

ㅡ¿Quién eres?

Ella se acerca y baja su mochila sin mirarme como si realmente no lo quisiera.

ㅡMe llamo Iriane. Pero puedes decirme Iria ㅡParece amable pero no me da confianza y eso no es común porque a mi siempre me han resultado confiables todo tipo de persona, me sorprende el hecho que nunca me hayan secuestrado por tener demasiada confianza.

ㅡTú... eres ¿eres la chica que me espiaba antes de caerme?

Ahora nuestros ojos se encuentran, tiene unos ojos de un color extraño que me llaman mucho la atención parecen verdes oscuros pero también azules y al mismo tiempo son oscuros e hipnotizantes. Sus pestañas rubias son las más largas que haya visto.

ㅡNo, yo solo te vi aquí tirada, decidí volver por tí, hasta que despiertes ㅡHace una pausa y me mira como si estuviera dudando en que si lo que va a decirme a continuación vaya a ser lo correcto, pero guarda silencio.

ㅡPor lo que veo no eres una exploradora... ㅡLa presiono en busca de información.

ㅡNo.

Me percato que está temblando. Se aleja de mi y apenas la oigo murmurar:

ㅡDebo irme.

ㅡEspera ㅡLa detengoㅡ Llévame contigo, por favor, estoy perdida. Mi novio y yo caímos en la nave, no se cómo nos separamos, debo encontrarlo y regresar a Maison ㅡSuelto de repente un poco desesperada.

ㅡDebes irte ahora. No pueden vernos juntas, huye. Tu novio ya debe estar muerto.

Las lágrimas amenazan con salir, lo que acabo de escuchar me ha dejado sin esperanzas, surge un extraño sentimiento de temor ¿Quién es ella para saberlo?

Mi cuerpo está luchando por mantenerse firme, quiero caer, quiero desvanecerme, correr... ¿Qué es este lado del planeta que nadie conoce? ¿Porqué nadie patrulla esta zona?

Le doy la espalda. Tratando de controlarme, vuelvo a girar pero ella ya no está ¿Extraño? Por supuesto que sí.

Comienzo a caminar, está asegurado que ella no me ayudará, pero tampoco me rendiré, debo encontrar a Miguel. No puedo abandonarlo.

Simplemente no puedo.

Acelero mi paso mientras que con mis manos aparto los arbustos que se interponen en mi camino; creo que estoy en el medio de este bosque.

¿Cómo regresaré?

Veo un árbol en frente mío, es muy alto y su tronco no está tan liso ¿Quizás?

No espero más y empiezo a treparme, me impulso de un salto y ya estoy sobre la primer rama frondoza, me acerco a otra más cercana, me agarro con fuerza. Lo menos que quiero es caer.

Nuevamente repito las acciones que hice y ya me encuentro en las ramas más altas del árbol. Si me subo más arriba quizas la rama se rompa con mi peso, no soy gorda pero tampoco tengo peso pluma.

Doy una mirada hacia arriba. No hay naves ¿Y ahora qué?

No puedo probar hacer una llamada porque perdí mi celular cuando caímos.

Me siento sobre la rama, pienso en lo que debería estar haciendo ahora mismo, de seguro ya estaría en mi secundaria, Lía me preguntaría sobre la cena con Miguel, no dejaría ni un detalle fuera...

¿Cómo estarán mis padres?

Molestos, tristes, asustados...

Bajo la mirada hacia mis zapatos que están totalmente destrozados ¡Gasté mucho y me costó conseguirlos! el taco está gastado en uno de ellos; sin siquiera pensarlo me saco los zapatos, los observo con detenimiento, doy un impulso y los arrojo lo más lejos que puedo. Ya no me serán útiles después de todo.

Bajo del árbol, no me toma mucho tiempo, no tanto como al subir.

Me recuesto bajo aquella sombra tan relajante, tengo sueño pero simplemente no puedo dormir, los párpados me pesan y de seguro debo tener unas terribles ojeras. Pero debo luchar contra el sueño. Ahora que el sol está en el cielo debo aprovechar a caminar, porque cuando la luna se adueñe del cielo ya debo estar en casa o quizás en un lugar donde pueda pasar la noche.

Me levanto del suelo, sacudiendo mi vestido rojo para quitar las hojas secas y pastos que se prendieron.

Empiezo a caminar por donde veo árboles más pequeños del que había trepado. Donde quiera que vaya siempre está rodeado de árboles y eso me fastidia, me fastidia el no poder descifrar cual es el camino correcto.

ㅡQuizás deba ir para allá ㅡDigo para mí.

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ㅡ¡Abuelo! Cuéntame más ㅡInsisto mientras salto sobre la cama.
Él me mira sonriente y acaricia mi cabello.

ㅡYa sabes todo lo que se debe saber, Tannia.

Hago un puchero para que diga algo más que deba saber.

Ríe.

ㅡEsta bien, pequeña. Te contaré más.

Muestro una sonrisa de satisfacción.

ㅡRecuerdo...ㅡComienza. Pero es interrumpido por la alarma de la nave.

Busco con la mirada a mi familia. Mamá se acerca casi corriendo sosteniendo a mi hermano en brazos, mientras que papá viene detrás de ella con lo que parece ser unas máscaras.

ㅡPapá, es hora ㅡDice mi padre mientras le pasa una máscara a mi abuelo.

Mi madre se acerca a mí, dejando a mi hermano en su cochecito.

ㅡTannia, te pondré esta máscara y ni siquiera pienses en sacártela.

Muevo la cabeza sin decir nada.

La gente a nuestro alrededor empieza a moverse a los extremos, una luz tapa mi vista.

Mi abuelo me toma de la mano y empezamos a caminar hacia donde todos parecen ir.

Bajamos las escaleras de la nave, estamos en tierra. El ambiente está destruido, parece que la guerra fue intensa, el fuego ha quemado todo, las plantas ya no son verdes como dijo mi abuelo que eran, están tiradas en el suelo convertidas en cenizas pero sobre el cielo una especie de isla flotante no muy lejos, entonces me doy cuenta de lo que mi abuelo dijo: "Nueva forma de vida es lo que nos espera allá fuera pequeña y eso es algo que sólo tú vas a vivirlo como la primer generación después de la guerra"

"Así que este es mi hogar" pienso mentalmente al ver que mi abuelo no mintió con respecto a sus historias.

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Mi fuerza como también mis esperanzas se han esfumado, no encuentro un camino que me lleve de regreso.

¿Acaso hay alguno?

Tengo hambre y ya deben ser algo de las 5 pm. El sol se está perdiendo poco a poco y la luna se hace presente en el cielo como también las estrellas.

Sigo caminando; hay un sendero que no se a donde se dirige por lo que decido seguirlo.

Apenas pasan unos minutos y veo que el sendero se ha terminado sin llevarme a ningún lado, nada.

Solamente es el bosque.

Intento descnsar sobre el césped pero chillo al sentir un jalón en mi nuca. Alguien me está jalando del cabello, no tengo tiempo de reaccionar. Y tampoco sé que hacer, solo grito del dolor que me está provocando, trato de moverme para así librarme, pero se me complica cuando me pone un cuchillo en el cuello obligándome a quedarme quieta.

Quiero saber quien me está haciendo esto y qué hace otra persona aquí en esta supuesta zona prohibida.

Me da unos empujones para que camine y yo avanzo porque no quiero morir sola en un lugar desconocido, por lo menos mi muerte debe ser algo más interesante y dramática que un secuestro.

Antes de seguir avanzando me cubre los ojos y luego me vuelve a empujar con el cuchillo en mi cuello sin importarle que pueda matarme de asfixia o con un corte en el cuello.

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Horas más tarde:

ㅡ¿Cuál es tu nombre?

Aclaro mi garganta. Creo que ya he sido interrogada con esa pregunta como unas diez veces ¿Acaso este hombre no se aburre de lo mismo?

ㅡYa se lo he dicho ㅡDigo con amargura.

Una parte de mí; teme a estas personas y no por que me hayan atado a una silla con una venda en los ojos sino por lo que pueda llegar a pasarme. La otra parte me dice que sea valiente y no me muestre temerosa.

ㅡTú no perteneces aquí ㅡMurmura más para sí que para míㅡ ¡¿Cómo demonios llegaste?!

ㅡMi nave colisionó ㅡRespondo con voz tímida.

ㅡLo sabía ㅡDice una voz femenina que por su misma voz gruesa puedo afirmar que es un tanto mayorㅡ Hay más humanos aquí.

ㅡTodo sería más fácil si me quitaran esta venda ㅡSusurro de mala gana.

ㅡClaro que sí, querida ㅡVuelve a hablar el hombre del interrogatorioㅡ Llévenla al laboratorio.

¿QUÉ?

Me levantan de la silla con brusquedad no sin antes desatarme. Escucho rechinar algo. Siento que la venda de mis ojos se está suavizando.

Cae al suelo.

Me giro en mi lugar lo mas rápido que puedo pero no logro ver el rostro de aquella persona porque ya se cerró una compuerta blanca.

Recorro esta vacía habitación blanca ¿Qué se supone que deba hacer? ¿Sentarme a tejer? Ni siquiera tengo lana.

ㅡ¿Qué te parece el Laboratorio?

Giro en mi lugar, la voz puede provenir de todos lados. Pero no puedo identificar de donde.

ㅡ¡Déjenme salir! ㅡGrito desesperada.

Debo salir de aquí. No soy una chica que se da por vencida al primer intento ni tampoco soy tan valiente para enfrentarme. Pero sé que si no actúo ahora voy a arrepentirme.

ㅡ¡Sáquenme! Por favor... solo quiero ir con mi novio ㅡestoy sollozando golpeando con mis puños la pared blanca.

No suelo suplicar pero esta vez no hay nada que pueda hacer y tengo miedo. Demasiado y con el pasar de los segundos la incertidumbre crece en mí.

ㅡTranquila querida, ya te escaneamos ㅡdice esa misteriosa voz que me hizo el interrogatorio.

Un momento... ¿Acaso dijo "escanear"?

Humo verde sale de unas rendijas ubicadas en las esquinas de esta habitación, trato de contener la respiración, sé que nadie podrá salvarme pero al menos no moriré... ¿quemada? Porque creo que esto es humo.

No retengo por mucho tiempo mi respiración, inhalo y siento como aquel gas ingresa por mis fosas nasales directo a mis pulmones, mi pulso está más rápido de lo normal, mi cabeza me da vueltas, mi visión se hace más borrosa cada vez, el gas congela mi interior.

ㅡDetengan el gas tóxico, es suficiente ㅡAlcanzo a escuchar antes de cerrar los ojos y caer.

☆☆☆☆☆

Espero que les haya gustado este capítulo. Gracias por leer...❤