Capítulo 18
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Utilizo los binoculares para ver más de cerca cuántos oponentes tenemos.
ㅡComo cinco en la entrada, el doble por la primer planta y no logro visualizar cuántos más arriba, pero sé que hay rehenes ㅡafirmo confiando en mi intuición.
ㅡGenial, prepárense para entrar ㅡLa voz del Jefe Duarte se escucha por el auricular.
Cargo mi pistola ignorando la presencia de Lía a mi lado.
ㅡVamos Tannia quita esa cara ㅡExige Lía mientras se acomoda el uniforme.
Sabe que estoy molesta por haber permitido que nuestro jefe nos acompañe en esta misión. Él comanda la Organización, no tenía porqué hacerlo.
Se escuchan disparos asi que me preparo para entrar al edificio tal como lo ordenó.
ㅡLo haré cuando los rehenes estén a salvo ㅡAdoraba rescatar y esperaba algún día rescatar de esa forma a mi familia.
Salgo del escondite e ingreso al edificio mientras los hombres distraen a los zombies disparándoles. Lía me acompaña al lado, atenta a cualquier movimiento.
ㅡDijiste que eran diez ㅡMi amiga está confundida al igual que yo.
No respondo nada, los zombies no son tan inteligentes ¿Dónde están?
ㅡVamos por los rehenes ㅡNo me gusta la idea de rescatar de una forma fácil. Pero no podía quedarme quieta a esperar que los zombies de afuera nos ataquen.
Pateo las puertas del ascensor del edificio, pero éste esta descompuesto.
ㅡUsemos las escaleras ㅡAgrega Lía.
Estoy a punto de tomar su sugerencia, pero me detengo al ver huellas en las graderías. Tomo una silla vieja que encuentro y rompo las ventanas de vidrio, asustando a Lía.
ㅡSubir por las escaleras sería un suicidio ㅡSaco mi cabeza por la ventana y disparo mi gancho hacia algún fierro de arribaㅡ Y no pienso morir hoy..
Lía no dice nada sólo se queda mirando lo que hago, estoy a punto de reclamarle pero cuando toco la ventana una imagen viene a mi mente... los ojos raros de un Triphiano, la voces malévolas, un aullido de Toby y sangre.
Me cuesta respirar por ese momento, todo fue tan cercano, tan real que las imágenes ocasionan una sensación de terror en mi mente. Lía se da cuenta que no estoy bien al instante.
ㅡ¡Tannia! ㅡRaspo mi mano con uno de los vidrios que rompi.
ㅡEstoy bien ㅡLa tranquilizo apretando mi corte para que no sangre muchoㅡ Debo subir.
ㅡDebemos subir ㅡAclara quitándome el gancho para subirㅡ No te dejaré hacer esto sola.
Asiento.
La idea de que no estamos solas me aterra, porque recuerdo el día que llegué a Maison, Haider podía dominar a los zombies e incluso hacía parecer que él les daba las órdenes. Estuvo muy cerca de matarme...
ㅡUtilizaré mi pistola de bengala para alejar a los zombies mientras entramos por la ventana, estoy segura que nos estarán esperando ㅡMi amiga se sube a la ventana y antes de trepar por la pared exterior me asegura una cuerda a mi cintura.
ㅡHagámoslo ㅡSentencio acompañándola por detrás.
Me gustaría poder decirle sobre mis intuiciones de la presencia de un Triphiano, pero no quiero discutir con ella, aún cuando ya tenemos diferencias sobre la asistencia del jefe en esta misión.
Caminamos sobre la pared externa sin llamar la atención de los zombies que continúan luchando contra los hombres de abajo.
Lía dispara su bengala cuando topamos con la ventana del piso de arriba, que por suerte ya esta abierta y entramos. La oscuridad no es buena ayuda cuando intentamos buscar a los rehenes.
Enciendo mi linterna para tratar de visualizar algún movimiento, sin embargo es como si el edificio estuviera abandonado. No hay nadie.
ㅡMaldición ¡¿Es que acaso no hay nadie?! ㅡProtesta Lía tirando su pistola de bengala al piso.
Apunto con mi linterna al lugar donde cayó por curiosidad... ¿Eso es...?
ㅡUna pulsera triphiana ㅡMurmuro antes de agacharme para comprobar.
ㅡ¿Una qué? ㅡLía está desconcertada.
ㅡNo estamos solas Lía ㅡEspeto con voz alterada apartándome de la pulsera.
La cual explota al tiempo que yo me alejo, sin embargo mi amiga no logra alejarse lo suficiente cuando ésta se destruye. Los restos del techo de arriba empiezan a desplomarse con la pequeña explosión, hago un intento para levantarme y buscar a Lía.
Mis manos se inquietan buscando algo en la oscuridad, hasta que logro palparlo; la pistola de bengala de Lía.
ㅡ¡¡Lía!! ㅡGrito su nombre repetidas veces pero no responde..
Me refrego los ojos y trato de buscarla.
A lo lejos observo como algo se mueve, en vez de alejarme me acerco y compruebo que es una niña.
ㅡTranquila... ㅡmusito con calma mientras la saco de los escombros.
La niña de aproximadamente unos doce años no tarda en llorar.
ㅡEstas a salvo ㅡLa abrazo para consolarlaㅡ Necesito que me digas si había alguien contigo.
Ella asiente.
ㅡ¿Recuerdas cuántos eran? ㅡPregunto con dulzura para no asustarla.
ㅡCuatro conmigo ㅡSusurra bajo.
ㅡBien...
ㅡEvolet, es mi nombre ㅡSonríe.
ㅡMuy bien Evolet, vámonos ㅡCargo a la niña y comienzo a buscar si hay alguien más vivo.
Es difícil caminar entre los escombros, pero no me quejo, es mi trabajo y me gusta hacerlo. Cuando veo la emoción en los ojos de Evolet nada me importa, sólo mantenerla a salvo.
Intento contactarme por medio del auricular con el jefe Duarte, pero nunca me responde.
ㅡVoy a sacarte de aquí ㅡAseguro a la niña para mantenerla tranquila.
Si tan sólo tuviera una señal de Lía o del jefe o de al menos alguien del equipo todo sería más fácil.
ㅡLa única forma de salir es subiendo hacia arriba ㅡEvolet habla con mucha seguridad mientras señala con su mano una salida.
ㅡEs... cierto ㅡTartamudeo pensando en el lugar donde podría estar Lía.
Dejo a Evolet a mi lado para separar algunos escombros y abrir un espacio para salir de este derrumbe. En poco tiempo saco la mitad de mi cuerpo y compruebo que efectivamente el edificio se desmoronó, a excepción del edificio de su lado izquierdo.
Por el mismo lugar en que logro salir le extiendo mi mano a Evolet, quien ni siquiera agradece porque se queda en silencio mientras pasea entre el derrumbe que la pulsera ocasionó.
Se agacha de vez en cuando como si estuviera recogiendo algo del suelo, no le digo nada, mi mente está pensando en lo que pudo haberle pasado a Lía o a los demás.
ㅡ¡Evolet! ㅡLa llamo al notar que se está alejando mucho.
Ella regresa a mi lado, pero su expresión en el rostro me dice que tiene algo en mente que no le permite estar en esta realidad. Como si no estuviera presente, su mente parece divagar.
ㅡEscúchame ㅡMe pongo a su altura frente a ellaㅡ subirás por aquel edificio hasta la azotea, yo iré en unos minutos contigo...
ㅡNo puedes ㅡMe interrumpe antes que pueda finalizar mi explicación.
ㅡSé que tienes miedo Evolet ㅡRespiro profundo antes de continuar... esta era la razón número uno por la que Lía es mil veces mejor que yo convenciendo a los niños que todo va a estar bien.
Sin embargo podría jurar que Evolet no parecía asustada, tenía una expresión de confianza y valor en el rostro con la cual yo misma podría identificarme.
ㅡDebo buscar a una amiga ㅡConfieso esperando que me comprenda.
ㅡY yo debo estar a tu lado Tannia ㅡInsiste ocasionando ternura en mi expresión.
Por un momento dejo de ver la insistencia de Evolet y pienso en la similitud que tiene con Saúl al tratar de persuadirme ¿Acaso todos los niños son así?
Parpadeo antes de congelarme en mis recuerdos.
ㅡ¿Cómo sabes mi nombre? ㅡMusito confundida, nunca me presenté.
Ella fue la que me dijo su nombre mientras me mantuve en anónimo para no crear lazos de amistad...
ㅡAl fin tengo la oportunidad de volverte a ver ㅡLa voz que escucho detrás de mi se me hace bastante conocida.
Giro mis talones olvidando la conversación pendiente con Evolet. La piel se me eriza cuando me enfoco en sus ojos verdeazulados. Hace mucho tiempo que no tenía información de algún triphiano, sin embargo, desde que encontré la pulsera supe que estaba cerca de tener a alguno en Chérier -Distrito 23.
ㅡVeo que ya no eres la misma cobarde que dependía de un triphiano.
Sus palabras logran abrir la herida que intentaba evitar tocar desde hace meses.
ㅡY a mi me sorprende que aún no hayas muerto ㅡMi mano busca mi pistola que conseguí en el mundo de abajo.
ㅡMe dieron una nueva oportunidad para cazarte y al verte sola e indefensa se me hizo demasiado imposible rechazarla ㅡLevanta su mano frente a mi, provocando que vuele unos centímetros sobre la tierra y tire la pistola que tenía.
ㅡ¡¡Déjame!! ㅡProtesto pataleando una y otra vez tratando de liberarme.
No me da tiempo de observar el rostro de la pequeña Evolet, sería la primera humana que ve a un triphiano usando sus poderes después de mi. Siempre esperaba que fuera Lía quien descubra que todo lo que le he dicho sobre estos seres nunca fue falso.
ㅡTe haré una pregunta de la que dependerá tu vida ㅡApreta su puño ocasionando que mi respiración se entrecorteㅡ ¡¿Dónde esta el Portedis?!
Sonrío.
ㅡ¿Acaso no lo tenía Jack? ㅡMe burlo mintiendo en su rostro.
ㅡ¡No me vuelvas a mentir! ㅡCaigo al suelo golpeándome las rodillas.
ㅡKarl tenía un mejor humor ㅡMurmuro limpiándome la sangre que resbala por mi boca.
Haider empieza a perder la paciencia conmigo, sus manos están inquietas y podría afirmar que él desea matarme de inmediato.
Puedo observar que levanta uno de los escombros con su telequinesis, ubicándolo bajo mi cuerpo en el suelo.
ㅡVoy a dejarlo caer si no me dices lo que quiero ㅡOrdena esta vez con voz autoritaria.
Intento acomodarme en el suelo, pero me hace una señal para que me quede quieta.
ㅡ¡Por favor, no! ㅡEscucho a Evolet suplicarㅡ No la lastimes ...
Si creía que la niña había aprovechado la ocasión para huir, estuve mal.
Como si no estuviera asustada Evolet se acerca a Haider para mi sorpresa, poniéndose frente a él.
ㅡ¡Apártate niña! ㅡOrdena el sujeto con vos fuerte, pero Evolet no se inmuta.
ㅡEvolet... ㅡIntento llamar su atención.
ㅡOkey, traté de ser amable contigo ㅡSuspira, bajando sus manos.
Lo siguiente que hace es correr hacia él a toda velocidad mientras yo grito para que se detenga. Ella es sólo una niña ¿Acaso cree que esto es un juego?
Haider aún mantiene el escombro del edificio sobre mi, estirando una mano, mientras que con la otra intenta lanzar por medio de su mente cualquier objeto hacia Evolet, quien esquiva cada objeto como si no le costara. Algo me dice que esa niña no es normal...
ㅡTe lo advertí mounstro ㅡEntrelaza sus manos delante de ella cuando se detiene a una corta distancia de él.
No logro ver con exactitud lo que sucede porque está de espaldas, pero en el momento en que Haider se distrae, ella se desliza al suelo para evitar que un par de ladrillos le caigan encima y aprovecha a correr posicionándose detrás de él, separa sus manos y toca la espalda de Haider provocando que el color negro se expanda por todo el sujeto, hasta convertirse en una especie de roca color oscura, la cual se desintegra cuando Evolet sopla y continúa su carrera hacia el resto del escombro que está sobre mi, el cual termina de la misma forma que Haider, con la diferencia que ella no la sopla, simplemente con la velocidad en que iba lo desvía para que se estrelle contra otro.
Mi boca queda entreabierta cuando Evolet cae frente a mí, casi de cuclillas con una pierna delante de la otra, mientras las palmas de sus manos tocan el suelo que se resquebraja.
Cuando su rostro me observa, intento no demostrar mi sorpresa o el pánico que se crea en mi mente. Evolet tiene los ojos de color verde muy brillante y su rostro parece pintado, no parece ella misma. Tampoco tengo el tiempo de observar detalladamente sus cambios pues sus ojos empiezan a volver al color anterior al igual que su piel blanca. Mi cerebro está procesando lo que pasó, buscando una manera de no huir. Quizás parezca una niña dulce, pero ahora sé que no es una niña débil e inofensiva.
ㅡPor favor, no digas a nadie sobre lo que hice ㅡSu voz suena preocupada.
Entonces retrocedo de inmediato, por mi seguridad.
☆☆☆☆☆
¿Qué piensan de Evolet? ¿Es importante o no?
Recuerden esto; su poder es la destrucción >:3
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