Capítulo 4: Mi dragona
Hola mis queridos lectores, aquí les traigo un nuevo capítulo :D Espero que les guste porque John Moore tiene mucho que darnos...! Como siempre les dejo una foto de nuestro querido chicarrón y una canción que le va perfecta al capítulo. "Do I Wanna Know".
Un beso :3
John Moore
Joder, estamos tan cerca que nuestras narices se tocan. Siento su aliento en mi rostro y algo dentro de mí se despierta. ¿Cómo deben saber sus besos? Sin dejar de mirar sus ojos azules rozo mis labios con los suyos y una corriente eléctrica que no había sentido antes me recorre entero. No puedo esperar más por saborear estos suaves labios sonrosados. Me lanzo y la beso, ansío poseer su boca y devorarla, ella al principio me empuja pero luego se rinde devolviéndome el beso. Sonrío para mis adentros, Alison no es indiferente a mis encantos, al igual que el resto de mujeres del planeta. Cojo su rostro y la aprieto más contra mí, quiero profundizar el beso. Pero siento sus dientes en mi labio inferior y el sabor de la sangre. Me aparto y la miro desconcertado.
—Apártate o la próxima vez será peor. No me beses nunca más— su respiración entrecortada me hace saber que lo que dice y lo que siente son cosas muy distintas. Me toco el labio evitando que salga más sangre. ¡Me ha mordido! Todavía no me lo puedo creer.
—Eres un poco violenta, ¿no preciosa?— vuelvo a acercarme peligrosamente para intimidarla, su cuerpo se estremece cuando mis manos rozan la piel que cubre sus costillas. En realidad no quiere que me aleje, y eso me encanta.
—Si no te apartas te daré tal puñetazo que necesitarás ir al médico— no puedo evitar soltar una carcajada y siento su mano impactar contra mi mejilla. Golpea fuerte y eso no hace más que incrementar el interés y la diversión, siento la adrenalina recorrer mi cuerpo. Alison me provoca cosas que ninguna chica había conseguido provocado antes.
—Quieta dragona, eres más peligrosa de lo que pensaba— veo sus ojos sorprendidos al escuchar el apodo que le acabo de poner. Sin duda, es una dragona peleona.
—Apártate— me empuja y al final, decido ceder. Me levanto y la miro esperando que se levante del suelo también. Me mira perpleja esperando que la ayude. Enarco una ceja y al darse cuenta de que no le voy a tender la mano para ayudarla a levantarse, decide levantarse ella sola lanzando un sonoro suspiro de cansancio.
Veo que se dirige a la puerta y sin intención de dejarla escapar todavía, me pongo delante de ella evitando que salga. Pensar que se va y no la voy a tener cerca me pone de mal humor, no sé porque provoca estas cosas en mí, pero es difícil dejarla ir.
— ¿Dónde vas?—pregunto sin poder ocultar mi irritación.
—A trabajar— me mira como si fuese imbécil, cosa que aumenta mi mal humor.
—Limpiar este estropicio es cosa tuya— sus ojos azules me miran fijamente, con rabia y ganas de estrangularme. Si las miradas matasen, después de esta yo estaría criando malvas a cincuenta metros bajo tierra y ella bailando sobre mi tumba.
— ¿Cosa mía? Estás como una jodida cabra si piensas que voy a seguir aquí contigo, ni de coña— intenta rodearme para salir pero se lo vuelvo a impedir.
—Una cabra que...— detengo la frase en el aire, mirándome a los ojos me frunce el ceño y su cara me produce risa. Intento reprimirla pero me es totalmente imposible, lo que hace que su enfado aumente más. Esa es mi dragona, me digo a mí mismo. Me empuja para salir pero la vuelvo a retener tomándola de la muñeca. —Trátame bien dragona— mira mi mano rodeando su muñeca y luego vuelve a fijar su azulada mirada en mis ojos, sus preciosos ojos parecen dos bloques de hielo que me atraviesan.
— ¿Sabes qué John? Déjame en paz, haz como si no existiese. No me busques ni me hables. No quiero saber nada de ti. Molesta a la rubia esa que babea por ti, ella estará encantada de perder su tiempo contigo. A mí olvídame— dejándome estupefacto y sorprendido por su arranque de carácter, cosa que me ha puesto como una moto, sale de la habitación inundada. Me ha rechazado, por primera vez, sé lo que se siente y no es agradable.
La miro apoyado en el marco de la puerta, se aleja con andares de bailarina, moviendo su hermoso, redondo y respingón trasero de un lado hacia el otro. Bien Alison, este juego acaba de empezar...
Voy hacia mi habitación dejando todo el estropicio, alguien lo limpiará. Sonrío para mis adentros por mi brillante plan, esto no se lo espera. Cuando vuelvo la esquina del pasillo para abrir la puerta de mi habitación Mery está ahí delante haciendo como si limpiase.
—John, esa chica nueva es muy problemática, no debería trabajar aquí que todas somos chicas normales que nos llevamos bien. Es la oveja negra y ha intentado agredirme— apoya su mano en mi brazo y yo la miro con una mezcla de asco y rabia.
—No me toques— sacudo el brazo rompiendo nuestro contacto.
—Pero...—no sabe qué hacer con mi arranque de mal humor.
—Deja tranquila a Alison, ella no te ha molestado. Céntrate en hacer tu trabajo no vaya a ser que el jefe se cabree y termines de patitas en la calle— la rodeo y abro mi habitación.
—Vaya, la llamas Alison. Que confianza tienes con ella, ¿ya te la has follado?—me detengo antes de cerrar la puerta y me vuelvo para mirarla a la cara. Me acerco a ella y retrocede instintivamente, mi mirada debe de dar verdadero miedo porque se ha puesto blanca como la pared.
—Si me he follado a alguien, esa no eres ni serás tú. Asúmelo y déjame en paz de una maldita vez o te arrepentirás— dicho esto entro en mi habitación y cierro de un portazo. Esta mujer me pone de muy mal humor por si no había tenido bastante con el rechazo de la dragona. Me quito la ropa mojada y después de secarme un poco me pongo lo pantalones cortos rasgados y una camisa sin mangas. Me hecho en la cama sin poder apartar de mi mente los ojos azules de Alison. Es una fierecilla, pocas mujeres se me resisten por no decir ninguna. Es algo extraño para mí.
Oigo voces por el pasillo y el carrito de la limpieza, debe ser Rose. Me levanto de la cama y me acerco a la puerta para hablar con Rose cuando oigo que no está sola.
—Venga vete a descansar, voy a preguntar por tu habitación. Has hecho mucho y estarás agotada por el viaje. Alison hazme caso niña— vaya, la dragona está con ella. Es perfecto para hacerme el gracioso y llevar a cabo mi plan. Sonrío y escucho lo que hablan, parece que es tozuda como ella sola y no quiere irse a descansar.
—No Rose, tengo que terminar el trabajo o el resto de chicas me van a coger manía. Ya tengo bastante con la tonta rubia de Mery como para que el resto también me odie.
—Tranquila cariño, no te odiarán. No le hagas caso a Mery, ella es una bruja. Debes descansar, no quiero que te enfermes. Puedo terminar yo sola, nadie lo sabrá.
—Gracias Rose, de verdad. Si no fuera por ti y por Carl, no sé qué habría sido de mí. También debería agradecérselo al jefe por haberme dado trabajo sin si quiera hablar conmigo.
—Yo hablé con él, es un hombre ocupado y se fía de mi criterio totalmente. No te preocupes por nada y ve a descansar—. Las oigo alejarse y me asomo por la puerta, veo que han entrado en el cuarto donde dejan las cosas de limpieza y demás.
Voy con una enorme sonrisa y tengo la buena suerte de que solamente están Rose y Alison. Esto será divertido, me digo a mí mismo. Entro y Alison me mira, ambos nos retamos con la mirada y yo siento como la sonrisa torcida que vuelve locas a las mujeres aparece en mi rostro.
— ¿Qué ocurre John?— Rose me sonríe, por su rostro sé que le gusta Alison y se siente orgullosa de ella.
–Toma, dale a Alison la llave de su habitación— me mira sin saber que decir.
—Ella está aquí, deberías dársela a ella directamente.
—No conozco ni veo a ninguna chica por aquí— digo mirando fijamente a la dragona que ahora frunce el ceño y me congela con su mirada. Rose mira la llave y frunce el ceño, luego me mira a mí directamente.
—Esta llave no es del pasillo de servicio— se conoce el hotel a la perfección.
—Ella no ha terminado de limpiar la que iba a ser su habitación. El fontanero vendrá cuando tenga un hueco en su apretada agenda, está liado. Y son órdenes del jefe—Rose me mira con perspicacia, sabe que me traigo algo entre manos pero no sabe el qué.
Doy media vuelta y me doy cuenta de que no puedo borrar la sonrisa de mi rostro, soy un genio.
Escucho a Rose señalarle donde está su habitación, yo me voy al ascensor. Tengo que preparar las cosas para esta noche, la barra necesita alcohol y bajar las cajas es cosa mía. Me doy la vuelta y veo a Alison encaminarse hacia su habitación, ambos nos miramos y le sonrío de manera arrogante.
Cuando se abre el ascensor sale un hombre con una mirada que no me gusta, me mira por encima del hombro y luego mira a Alison con verdadero descaro. Prácticamente la está desnudando, le oigo reír por lo bajo y me hierve la sangre. Aparta tus asquerosos ojos de MI dragona, grito en mi interior. Suelto un gruñido como si fuese un animal salvaje y cuando Alison cierra la puerta de la habitación me meto en el ascensor. Debo concentrarme en el trabajo o me agarraré a golpes con este tipo.
Me pongo detrás de la barra, veo acercarse a las tres mujeres de la piscina y rápidamente me voy al almacén, al menos no las tengo que soportar hasta esta noche.
***
Estoy hecho polvo, he bajado más de cincuenta cajas llenas, pero al menos la barra ya está lista para trabajar. Salgo del ascensor y me encuentro con Rose.
—Hola, ¿todo bien?
—Sí, no sé qué te traes entre manos John, pero sé un buen chico por favor— le doy un beso en la frente y ella me da un ligero abrazo.
—Siempre soy un buen chico, ya lo sabes— sonrío y me alejo de ella mientras la veo negar con la cabeza sin poder evitar soltar una risita. Entro en mi habitación y cierro la puerta, necesito una ducha.
Me quito la camiseta y la lanzo por ahí, cuando voy a entrar en el baño escucho un grito que me hace inquietarme. Reconozco esa voz, es Alison.
Salgo corriendo, llamo a la puerta de su habitación y no recibo respuesta alguna. Voy corriendo a buscar a Rose, ella tiene una llave maestra para abrir todas las puertas, me la da sin preguntar porque me ve bastante apurado. Entro sin volver a llamar y escucho los gritos y las maldiciones de Alison salir del cuarto de baño. Abro la puerta de par en par y la veo desnuda ante mis ojos, se le ha salido el grifo de la ducha y está todo empapado, ella levanta la mirada y me mira horrorizada. Yo no puedo apartar la vista de su hermoso cuerpo, tiene unas caderas anchas, unas curvas de infarto, una piel clara, el pelo oscuro mojado y esparcido por su espalda.
— ¡Vete John!—grita cuando el grifo la vuelve a mojar. Cojo una toalla y se la paso renunciando con mucho esfuerzo a seguir mirando su cuerpo mojado. Algo en mis pantalones ha cobrado vida y luego me costará solucionarlo a mí mismo, por eso es mejor cortar esto ahora.
Me meto en la ducha con ella, el chorro de agua me moja completamente. Cojo otra toalla y lo tapono, siento su respiración entrecortada a mis espaldas. Parece que el agua se está deteniendo, seguramente el fontanero la ha cortado para solucionar lo de la otra habitación, pero eso no tiene por qué saberlo Alison.
Me giro lentamente y veo como me observa, sus ojos azules ya no parecen hielo, ahora son como las cálidas aguas del Caribe. Recorre mi pecho y mis abdominales empapados y yo sonrío. Se ha cubierto el cuerpo con la toalla blanca pero no le cubre mucho más que su respingón y apetecible culo. Doy un paso hacia ella y ella retrocede de manera instintiva, su espalda golpea con la pared de azulejos de la ducha. Retiro con la mano el cabello de su cuello y ella retiene la respiración. Siento el estremecimiento recorrer su cuerpo, acerco mis labios a los suyos y los rozo suave y sensualmente. Alison suspira y veo que no se aparta, no me está rechazando ahora.
—Tengo que ir a cambiarme, esta noche trabajo en el bar. Espero que descanses y tengas dulces sueños. O tal vez tengas sueños húmedos y calientes y espero que esos sean conmigo— sin más, me aparto de ella dejándola con ganas de más. Salgo de la habitación con una enorme sonrisa y me meto en mi ducha, mi corazón late acelerado y otra parte de mi cuerpo también se ha despertado. Ahí dragona, cuantas cosas provocas en mí.
Bueno, espero que les haya gustado. He querido hacer una nota aquí abajo para informarles a todos mis lectores de que estoy haciendo un concurso y están invitados a participar, todavía hay muchas plazas libres, así que, espero que os animéis y pasemos unos buenos ratos juntos. Al igual que hay plazas para participar, todavía quedan un par de plazas para ser juez. Os espero. Muchos besos y abrazos :3
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