Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6

Regresaron corriendo a la casa, subieron rápidamente al segundo piso y se encerraron en la habitación de Osvaldo, sus corazones palpitaban al mil por hora, Héctor atoró una silla contra la puerta para impedir el paso, aunque sabía que no podía durar mucho tiempo. Los dos se quedaron callados he inmóviles mientras oían los disparos acercarse más a la entrada de la privada. Osvaldo fue lentamente a observar por su ventana que daba al patio principal de su casa, vio como aquellas personas pasaron dejando desapercibida la privada en donde se encontraban. Volteó a mirar a Héctor con una cara de alivio, pero no duró mucho ya que escucharon como de un golpe abrieron la puerta de la casa de Osvaldo. Héctor le hizo una seña de silencio a su amigo mientras que Osvaldo sacaba la pistola y empezaba a apuntar hacia la puerta desde una esquina de su cuarto, parecía muy decidido a disparar si alguien entraba. Héctor por lo mientras retrocedía de la puerta para tomar un bate de béisbol que se encontraba debajo de la cama, ya sabía su ubicación porque ellos jugaban casi todos los fines de semanas en la cancha del parque de Five Points.

Los dos se quedaron tiesos, en la misma posición, solo usaban sus cabezas para intercambiar miradas. Los pasos afuera de la habitación se oían cada vez más fuertes y más cerca, al parecer solo era una persona. Dieron un pequeño brinco cuando alguien tocó la puerta de la habitación tan tranquilamente como si fuera cualquier persona, tocaba tres veces cada tres segundos, después cada dos hasta que los golpes no paraban. Entonces todo se quedó en silencio solo por unos segundos puesto que enseguida un fuerte crujir de la madera de la puerta resonó por toda la habitación, una persona encapuchada con lo que pareciera era un casco de motocicleta y un traje negro logro tirar la puerta, cuando apenas empezaba a sacar un cuchillo de su cinturón Osvaldo jaló el gatillo de su pistola Walther. El disparo hizo que Héctor se cubriera la cabeza con las manos mientras la persona caía al suelo con una bala justo en el pecho.

Héctor corrió rápidamente hacia la persona en donde ya se empezaba a formar un charco de sangre alrededor de él, le volteo la mira a Osvaldo que seguía en la esquina del cuarto intentando razonar lo que había hecho. Héctor abrió la chaqueta negra del sujeto y observó que la herida era profunda, pero lo que de verdad era llamativo era un sello al parecer hecho por un metal al rojo vivo justo en la parte del pectoral izquierdo, era el símbolo, el símbolo que estaba en el sobre que le llego a Héctor por primera vez. Él se alejó del cuerpo con la mirada fija en la marca del cuerpo, le hizo señas a Osvaldo para salir de la habitación. Salieron corriendo, pero intentando hacer el menor ruido posible, bajaron las escaleras y tomaron la caja con las fotos. Al ver que ya se encontraban lejos las personas que disparaban, decidieron ir a la casa de Héctor. Corrieron lo más rápido que pudieron, mientras pasaban las avenidas, observaban como había personas sangrando, personas llorando a lado de personas que probablemente ya no tenía vida, se sintieron mal por no poder ayudar, pero tenían que llegar a su destino.

Al estar a unos cuantos metros de la casa de Héctor notaron que la puerta de su casa estaba totalmente desecha, se les paralizo el cuerpo y aún más a Héctor, no podía pensar otra cosa más que en lo peor. Después de unos segundos de estar parados Lisa salió corriendo de la casa haciéndoles señas a los dos chicos para que entraran, se le notaba una cara completamente desecha y unos ojos color rojo. Héctor entró por la que antes era la puerta y miró la peor escena que vería en su vida, vio a su padre en el suelo, junto a él un charco de sangre y a su madre llorando de una manera desesperada. Caminó lentamente hacia ellos mientras lagrimas escurrían y caían al suelo, se puso de cuclillas y observo a su padre moribundo, el observó a Héctor y le dio la sonrisa más sincera.

-Es-es-estarás bien papá- Héctor no podía contener el llanto.

-Está bien hijo...- La madre de Héctor los interrumpió.

-Ya viene la ambulancia, no te esfuerces cariño, estaré contigo siempre- se levantó con las manos llenas de sangre para llamar de nuevo por teléfono dejando a Héctor y a su padre juntos.

-Hijo, perdón por todo, por lo malo que te pude hacer, pe-pero siempre quise lo mejor para ti- le tomo la mano a Héctor y le entregó lo que parecía una nota.

Entonces se oyó una gran explosión afuera de su casa, después otra más cerca, y al final Héctor observó como una granada entró por la ventana de su casa, alcanzó a voltear la mirada hacia su madre, pero entonces una luz iluminó toda la casa, una luz intensa que hizo que el mundo de Héctor quedara en negro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro