Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 34

Edgar seguía intentando convencer a las personas enmascaradas de que se llevaran a él mientras por dentro estaba muriendo por pensar que Dana estaba con una persona que creía buena pero estaba ahí para asesinarla.

-escúchenme, denle la orden a su infiltrado para que deje en paz a Dana ella no hizo nada malo, llévenme a mi ¡qué más quieren! –

-si por favor es nuestra amiga, también tenemos a dos amigos más con ella, no les hagan daño- Hector exclamó mientras comenzaba a temblar.

-no puedo hacer nada chico, ya te dije, ordenes son ordenes, el jefe así lo quiso, y también cambio de decisión con lo dejar libres a estos chicos así que también nos los llevaremos-

- ¡no sean cobardes! cumplan su palabra, déjenlos ir como habían dicho- Edgar estaba al borde de estallar.

-lo siento Edgar-

Las personas de la secta comenzaron a acercarse a los tres chicos inyectándoles en el cuello lo que parecían ser tranquilizantes. Hector al instante comenzó a marearse, poco a poco su vista comenzó a nublarse, cada vez veía menos, logró notar que ya se encontraba en el suelo, vio a Lisa y a Edgar de la misma forma, él no tenía ningún pensamiento en la mente más que la imagen de Lisa sonriéndole en su imaginación. Entonces todo se quedó obscuro para los tres.

Hector despertó de golpe en una habitación demasiado fría, poco a poco fue abriendo los ojos logrando ver que en la habitación de cuatro por cuatro solo había una cama y un baño, las paredes de concreto estaban pintadas de azul claro. Había una puerta enorme de acero la cual deducía debería estar cerrada. Como no tenía su celular, ni un reloj en la pared, ni nada no sabía cuánto tiempo había pasado desde que los habían anestesiado ni qué horas eran en ese momento. Él se levantó he intento abrir la puerta pero efectivamente estaba cerrada así que la empezó a patear y a gritar lo más fuerte que pudo pero no había respuestas. Siguió gritando hasta que logró notar otro grito el cual parecía estar en otra habitación cerrada por la intensidad en la que lo escuchó. Él sabía que ese grito era de Lisa así que comenzó a respirar profundamente pensando en que podría hacer para escapar de ese lugar junto con Lisa y Edgar pero gracias a las pocas cosas con las que contaba no podía pensar claro. Fue entonces cuando una voz comenzó a hablar por la habitación, Hector volteaba a para ver de dónde provenía la voz y era de una pequeña bocina en la esquina superior de una de las paredes, no se había percatado de que se encontraba ahí.

-queridos invitados de honor y Edgar ¿saben que día es hoy? Hoy es veintiocho de octubre día de la revelación. Así es estuvieron sedados durante casi cinco días, no se preocupen tenemos doctores expertos que los tuvieron muy bien cuidados pero el gran día ha llegado un gran paso para esta secta, un paso esencial en nuestra evolución y es el darles a los dos hijos del líder el mandato absoluto de este grupo y así es, están en un pequeño edifico que construimos en Rocky Mountain National Park-

La voz dejo de hablar, Hector estaba impresionado, no podía creer que hubiera dormido por varios días. Se levantó las mangas de su sudadera y en efecto tenia marcas de agujas en sus dos brazos por donde tal vez le pasaban suero.

Pasaron las horas y Hector ya estaba demasiado desesperado, no fue porque una persona entró a la habitación con ropa en la mano si no ya se hubiera comenzado a matar el solo.

-te traigo tu ropa que usaras- la persona dejó un pantalón negro, un cinturón del mismo color, un par de zapatos negros bien voleados y una camisa negra brillosa planchada a la perfección sobre su cama.

- ¿estaremos presente Lisa y yo en la revelación? - Hector estaba muy nerviosos a este punto, no sabía que sucedería en ese evento.

-por supuesto que sí, serán testigos de todo así que no intentes arruinar nada porque te arrepentirás, tienes quince minutos, ya casi son las diez de la noche- el señor le regaló una risa fingida y salió del cuarto.

Hector estuvo listo a los diez minutos, la ropa era justo su talla. Se encontraba sentado en la cama esperando a que la persona regresará por él. Le comenzó a dar un poco de taquicardia pero se controlaba respirando profundamente una y otra vez. El sujeto regresó justo a los quince minutos ya con ropa negra y la máscara distintiva de ellos. Le hizo señas para salir, el obedeció, ya no tenía otra alternativa. Al salir vio a Lisa que estaba escoltada por otra persona, ella lo miró con cara de preocupación pero nadie intercambio palabras, solo miradas. Caminaron por un largo pasillo los  cuales parecían tener a cada cuatro metros una habitación diferente. Les tomó tres minutos llegar hasta la puerta principal del pequeño edificio. Las dos personas que los escoltaban abrieron la puerta dejando a la vista una gran pradera, la obscuridad de la noche no los dejaba ver del todo pero lo que les ayudaba eran las antorchas que tenían varias personas afuera del lugar, todas vestían de negro y tenían sus máscaras, parecía que volteaban en una misma dirección. Cuando salieron por completo del lugar observaron que a la dirección que veían era una gran montaña, y no solo era eso, habían cientos de personas con la misma vestimenta haciendo un camino de luz con sus antorchas hasta llegar casi a la mitad de la montaña donde al parecer era donde se iba a hacer la revelación. Todo lo que estaban observando era aterrador, imponente, ninguna persona platicaba entre sí, solo veían hacia la montaña, mas especifico a donde terminaba el camino de luces. Las dos personas que los guiaron afuera del edificio les dieron unos pequeños audífonos inalámbricos para que se los colocaran, los dos se miraron pero seguían sin intercambiar palabras, se colocaron los audífonos y se tomaron de la mano. Casi al instante se escuchó como la puerta del pequeño edificio de un piso se volvió a abrir y de este salió una persona con la misma vestimenta pero a diferencia de que él llevaba la máscara más grande, con unas plumas de treinta centímetros que por la misma altura se doblaban cayendo como cascada. El comenzó a caminar por todo el camino de luces a paso rápido enseguida de él salieron lo que parecían dos chicos de unos diez años de edad, también llevaban mascaras grandes. A Hector se le enchinó la piel al pensar que podría ser el hermano de Edgar uno de los dos niños que también fueron caminando detrás del sujeto. Por ultimo salieron otras dos personas pero sin mascara. Sin duda una de ellas era Edgar y la otra era una chica de unos veintiocho años de edad. Hector y Lisa no lo sabían aun pero esa chica se trataba de colibrí. Justamente los dos hermanos de los dos niños que tomarían el mando de la secta. Cuando Edgar pasó junto de ellos los miró con cara de alivio y siguió su camino. Tardaron una media hora en que las cinco personas llegaran a su destino, casi a la mitad de la montaña. Entonces lo que parecía ser el líder comenzó a hablar y todos y cada una de las personas que se encontraban en el lugar lo escucharon por medio de los audífonos que tenían.

-hermanos míos, bienvenidos a la revelación, hoy mis dos hijos, mi descendencia, tomarán el poder absoluto de esta organización. Están a punto de hacerlo, solo necesitamos que cada uno le arrebate la vida a su hermano, ese será el precio del poder, siempre se necesita un sacrificio para obtener algo, presencien el acto-

El líder le entregó a cada uno una daga de unos treinta centímetros muy afilada a cada niño. Acercaron a cada hermano enfrente de ellos dos. Nadie hubiera podido describir la cara de dolor absoluto de Edgar y colibrí al estar en esa situación con sus hermanos menores enfrente de ellos y aún más cuando lo niños de apenas diez años se quitaron la máscara logrando cada uno cruzar miradas con sus hermanos después de tantos años. Edgar comenzó a llorar al ver la cara fría de su hermanito mirándolo fijamente, intentó decirle unas palabras pero uno de las personas lo golpeo del estómago para impedir que hablara haciendo que se retorciera de dolor. El líder gritó "háganlo" cuando esto sucedió los dos niños comenzaron a levantar la daga y comenzaron a acercarse a sus hermanos, estaban tan coordinados que parecía que lo habían ensayado. Rápidamente dos personas pusieron de rodillas a los dos para que sus hermanos pequeños quedaran cara a cara con ellos. El hermano de Edgar colocó la punta de la daga en su cuello y la otra mano la puso en su cachete así mismo el hermano de colibrí hizo lo mismo.

-hermanito mío, soy yo Edgar, recuérdame, sé que lo haces, jugábamos juntos cuando tenías cuatro años, te hacía reír, te cantaba, te amaba y tú me amabas, recuerdo cuando siempre me abrazabas porque me querías contigo- Edgar le decía a su hermano mientras lloraba desconsoladamente, se miraban fijamente a los ojos –solo te preguntaré dos cosas ¿aún me recuerda hermano? Y ¿aún me amas? –

-siempre- El hermanito de Edgar le respondió muy quedito para que nadie lo escuchara.

Fue entonces cuando los dos niños se voltearon rápidamente hacia el líder alzando sus dagas hacia él. Edgar y colibrí reaccionaron al instante golpeando a las dos personas que tenían detrás de ellos quedando en posición de defensa. Los dos se sentían aliviados al ver que sus hermanos no estaban en su contra. Edgar le quitó la daga a su hermano quedando enfrente de él, cara a cara con el líder. Colibrí hizo lo mismo.

- ¿saben que ya están muertos todos modos verdad? - El líder se quitó la máscara para verlos a los ojos.

-pero dinos tu ¿qué harás ahora que tu profecía del libro en el que se basan no se cumplirá? Todo quedara destrozado ¿verdad? - Edgar intentaba burlarse de ellos mientras que todas las personas de la secta se iban acercado poco a poco a ellos.

Entonces pasó, una explosión detonó justo detrás del líder haciendo que él y varios salieran disparados hacia el suelo, después siguió otra y otra por todo el camino de luces haciendo que muchos de los que se encontraban reunidos salieran disparados, heridos o muertos. Todo era un caos, las personas comenzaron a correr hacia el bosque donde se podrían cubrir con los arboles mientras más explosiones seguían ocurriendo, otras sucedieron dentro del edificio haciéndolo incendiarse poco a poco. Edgar, colibrí y sus hermanos bajaron corriendo lo más rápido que podían. El líder que aún seguía vivo los vio y comenzó a correr tras de ellos sacando una pistola para poder dispararles.

Mientras tanto Hector y Lisa se escondían detrás de una gran roca que se encontraba cerca del edificio en llamas, no le perdían la pista a su amigo Edgar, ellos ya lo habían visto que se encontraba bajando la montaña que de desmoronaba por las explosiones. Fue cuando por detrás de ellos llegaron Dana y el halcón.

-hola chicos, que bueno verlos- Dana los abrazó a ambos.

- ¡Dana! ¡¿Qué haces aquí?! ¿pudieron detener al traidor del detective Watson? ¿Dónde están los demás? ¿Quién es él? - Hector tenía demasiadas preguntas.

-lo siento Hector, Osvaldo dio su vida para salvarme- Dana comenzó a llorar en sus hombros.

-era el mejor amigo- Hector también comenzó a llorar por la impresión de la noticia.

- ¿Quién eres tú? - Lisa se dirigió al halcón.

-soy un amigo de Edgar, estuve dentro de la secta, intentaba ayudar a Edgar a encontrar a su hermano, estoy con ustedes, necesito encontrar a mi novia-

- ¿Quién es tu novia? - Lisa intentaba persuadirlo.

-la chica que iba con Edgar, ella es mi novia, también tenía un hermano desaparecido y es el otro niño con el que iba el hermano de Edgar. Justo cuando bajen todos correremos al carro que dejamos en la entrada de este lugar y aremos lo correcto, expondremos a estos malditos –

Edgar y compañía terminaron de bajar la montaña, notaron que el líder aun los seguía junto con otras tres personas. Así que comenzaron a correr de nuevo, Edgar logró ver a Hector y a los demás así que se dirigieron hacia ellos. Al cabo de unos tres minutos todos quedaron reunidos en un mismo lugar. Cada uno miraba al otro, Edgar estaba sorprendido de volver a ver al halcón pero se le quitaba la emoción de por fin tener a su hermano de vuelta con él. El halcón corrió a abrazar a colibrí la cual estaba abrazando a su hermano.

- ¡tenemos que correr al carro del halcón! - Hector gritó porque le ruido de las explosiones que aún seguían no lo dejaban escuchar.

Cuando se dieron la vuelta unas cuatro personas los estaba intentando acorralar, así que intentaron correr hacia el otro lado pero ya los estaba esperando también el líder con compañía. Los miembros de la secta levantaron sus pistolas hacia ellos los cuales ya los tenían rodeados en un círculo pero Hector y compañía ya tenían armas que les habían proporcionado el halcón y Dana cuando llegaron así que también levantaron sus armas hacia los miembros de la secta.

-están rodeados-el líder comenzó a hablar.

-¡huye! Todo este alboroto ya debió causar ruido, el incendio por las explosiones será notado, pronto vendrán autoridades y serán descubiertos- Edgar intentaba ser razonable con ellos.

-me interesa un comino, todos ustedes me han desafiado y eso no me pueden hacer, nadie me desafía, por eso lo pagarán muy caro-

Hector sin pensarlo disparó hacia el líder dándole de la cabeza causándole una muerte inmediata todos se tiraron al suelo y comenzaron a disparar a los miembros de la secta, se comenzó a hacer un intercambio de disparos, pero el grupo de Hector logró acabar con todas las personas que los rodeaban. Del grupo de ellos solo hubo daños menores, a Dana le lograron dar del brazo pero al parecer no era grave y todos los demás parecían ilesos. Comenzaron a correr con el halcón al frente ya que los estaba guiando hacia el carro. Todos trataban de seguirle el paso, intentaban no caer por algunas ramas o rocas que se les atravesaban en su camino. El camino era largo pero todos estaban dando su mayor esfuerzo. Hasta ahora el plan del halcón estaba saliendo a la perfección, tenía planeado hacer explotar las bombas para crear una distracción para que así Edgar y colibrí logran escapar. Cada diez minutos se detenían para dar un respiro, todos se agarraban de un árbol para darse fuerza mientras su respiración estaba al borde de estallar. Prosiguieron así durante toda la pendiente del bosque. Pero por fin después de cuarenta minutos podían ver el final del bosque. El halcón fue el primero en salir así que se adelantó a encender el coche, después salió Dana, enseguida colibrí junto con los dos niños y cuando Lisa salió unas tres personas salieron de entre los arboles tomando como rehenes a Lisa al hermano de Edgar y a Hector, inmediatamente les colocaron las pistolas en sus cabezas.

-déjenlos ir, solo son tres ustedes y nosotros más, aparte todos los demás cobardes de su grupo ya huyeron ¿Qué hace aquí? - colibrí intento hacerlos razonar.

-somos lo que si son files al líder- la persona que tenía a Lisa habló.

-¡su líder murió! Entiéndanlo- Edgar intentaba calmarlos, se veían demasiado nerviosos.

-lo siento, no podemos, al menos tenemos que terminar con la vida de uno de los que tenemos, ustedes decidan y nos largamos- ahora habló la persona que tenía a Hector.

-mátenme a mi- Hector exclamó.

Las dos personas que tenían al niño y a Lisa al escuchar eso los soltaron dejándolos libres, para que así las personas empezaran a apuntar hacia Hector. Edgar intentó razonar con ellos pero la respuesta de uno de ellos fue "de todos modos mataremos a los tres" al escuchar esto, las personas apuntaron cada uno a la persona que tenían agarrada. Solo fue cuestión de segundos cuando ocurrieran siete disparos, tres de ellos logran asesinar a los dementes, dos fallaron pero los dos últimos también lograron dar en su blanco, uno de ellos fue a la espalda de Edgar la cual logró atravesarlo hasta su pecho, esto gracias a que cubrió a su hermano para que la bala no le diera a él y la otra bala dio justo al corazón de Lisa. La última mirada de Edgar se la regaló a su hermano, estaba feliz de poder haberlo recuperado, de lograr abrazarlo por última vez, Edgar Walker ya estaba en paz. Y Lisa, Lisa aun logró decirle a Hector "te amo Hector Jones" antes de que su muerte inevitable ocurriera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro