CAPITULO 31
Hector ya iba conduciendo a toda velocidad hacia la dirección de Five Points que habían descubierto la cual era la casa de Edgar. Lograron salir del bosque sin ninguna lesión, al parecer las personas de la secta que se habían encontrado ya no estaban. Lisa se encontraba haciendo una llamada con Dana para ver cómo se encontraban, al parecer estaban bien, escondidos en la casa del tío de Edgar, refugiados, sin poder salir pero era mejor estar así hasta que no se encontraran culpables que hicieran ver que ellos no tenían ninguna culpa.
Tardaron diez minutos en llegar a la casa pero lo lograron. Los dos se quedaron mirando fijamente el uno al otro, no sabían de qué forma entrarían, tal vez los padres de Edgar seguían viviendo ahí o tal vez no y si así era el caso ¿Qué les iban a decir si ya se hubieran enterado que la policía los buscaba? Eran interrogantes que a Hector le atormentaban más pero su valentía y decisión hicieron que bajara del carro, se acercara a la puerta y poco a poco fueron girando la perilla de la casa. Al parecer la puerta estaba abierta así que entraron sin hacer ningún ruido posible. La casa parecía estar muy sucia, descuidada, eso daba pie a pensar que los padres de Edgar ya no vivían ahí. Hector procedió de nuevo a encender la lámpara de su celular ya que no quería llamar la atención si prendía la luz de un cuarto. Primero se dirigieron a la concina, abrieron cajones, voltearon objetos, inspeccionaron el refrigerador, todo con el fin de encontrar algo pero no tuvieron suerte. Esta vez se dividieron, a Hector le tocó el segundo piso así que prosiguió a buscar. Mientras subía las escaleras comenzó a sentir un poco de mareos pero eso no impidió que pudiera seguir adelante. Rápidamente fue hacia la habitación de Edgar con la ilusión de encontrar alguna pista para poder saber dónde estaba escondida toda la información que Edgar dijo en la grabación que había dejado. Cuando entró al cuarto una ola de recuerdos le vinieron a la mente, el cuarto estaba idéntico que hace años, cada libro, cada color, cada objeto estaba tal cual como lo recordaba, recordaba los días en que estuvo con él en su cuarto riendo, diciendo cosas sin sentido pero que para ellos era demasiado gracioso. Como si fueran objetos muy valiosos para el comenzó a buscar entre las cosas pero con mucho cuidado intentando no arruinar nada de lo que había en la habitación, inspeccionó cada centímetro del lugar pero seguía sin encontrar nada pero fue entonces cuando escuchó una voz que venía detrás de él justo por la puerta del cuarto.
-Jones- la voz fue tan sutil y baja como si intentara que nadie más lo oyera.
- ¿enserio es verdad? - Hector sabía que la voz era de Edgar pero aun no volteaba, el llanto poco a poco intentaba invadirlo.
-es más real de lo que crees Jones, estoy aquí, justo detrás de ti, vencido, con miedo, estoy ante ti para intentar arreglar todo lo que pude destruir- su voz se escuchaba quebraba.
-Edgar, perdóname, por todo- Hector volteo y ahí estaba él, Edgar Walker, aquel chico que había conocido hace años, el cual se había convertido en su mejor amigo, estaba parado frente a la puerta, la única diferencia era que tenía el cabello un poco más largo de lo normal y una cicatriz que tenia de por debajo de la oreja, rodeaba parte de su cachete y llegaba por debajo de su nariz.
-perdóname tu a mi Jones, no quise que este juego se saliera de control, pero no quería dejarte morir, yo sabía que vendrían por ti y si te dejaba así, solamente te matarían-
Hector corrió a darle un gran abrazo el cual duró demasiado tiempo, tiempo suficiente para que Lisa subiera y se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. Ella también corrió a abrazarlo, fue una escena demasiado conmovedora, tal vez parecía un sueño para los tres pero estaban ahí, en la vida real. Después de terminar con el abrazo Edgar los paso a su cuarto y cerró la puerta.
-amigos las personas de la secta me buscan, me quieren para algo que se llama la revelación, no me habían podido encontrar porque fui muy inteligente y les perdí el rastro, fue algo que me enseñó muy bien una persona cuando estuve dentro de la secta- Edgar se limpiaba unas lágrimas que ya tenía acumuladas en los ojos.
-lo sabemos hermano, ellos mismos nos lo dijeron, ellos ya sabían del juego, y sabían que te queríamos encontrar- Hector hablaba con voz cortada.
-lo bueno que estas bien y a salvo- Lisa no dejaba de mirarlo a los ojos.
-les dije que cuando me encontraran me enfrentaría a la realidad y eso are, ellos me quieren a mí, y me entregaré, es una doble jugada, ya que ellos piensas que ustedes solo me buscaban porque soy su amigo, pero ustedes me entregarán con ellos, ellos pensaran que les fueron fieles y los dejaran libres, pero lo que no saben es que también tengo información muy importante de ellos y es la que les voy a dar, ustedes la entregaran a las autoridades máximas del estado y los expondrán así quedaran libres de cualquier delito que les estén acusando injustamente-
-estás loco Edgar, jamás te entregaríamos con esas personas demente- Hector se levantó de la cama para intentar imponer.
-entiéndanme, este fue mi error, mi decisión, yo me metí en esto para intentar salvar a mi hermano y no lo pude hacer, el sigue por ahí pero me dijeron que ya no es el mismo- más lagrimas comenzaron a salir de Edgar- eso me duele mucho pero si no lo pude salvar hay que salvar a niños a los que puedan hacerles lo mismo, y solo lo lograremos si detenemos a esta secta, yo seré quien me sacrifique por todo esto, estoy harto de lo que hacen-
-danos la información y tu vendrás con nosotros antes de que te intenten capturar, iremos con la policía y todos nos salvaremos- Lisa intentaba dar soluciones.
-eso no va a ser posible Lisa, no lo entienden, ya hay personas fuera de la casa esperándolos, siempre lo siguen, siempre los siguieron, durante cada pista a la que iban, durante cada paso que daban, solo esperan el momento en que me encuentren para detenerme-
- ¿Dónde estuviste todo este tiempo? - Hector le preguntó muy confundido.
-hay cosas Jones que son mejor no saber- Edgar lo miró fijamente.
Entonces la puerta de la habitación se abrió de golpe, unas cuatro personas con las máscaras de la secta comenzaron a entrar haciendo que los tres amigos se arrinconaran en una esquina del cuarto con Edgar y Hector cubriendo a Lisa.
-valla, valla- una voz de hombre comenzó a hablar pero no se podía ver su identidad por las marcaras que llevaban.
-ellos ya me encontraron llévenme con ustedes, y déjenlos libres como les prometieron- Edgar se acercó un paso más hacia ellos.
- ¿tanto por solo un berrinche de no hacer lo que te pedimos Edgar? Si esa noche hubieras echo lo que te ordenamos no estuvieras aquí en esta situación-
-no lo haré, pero me necesitan para su revelación así que llévenme y dejen a todos en paz-
-te llevaremos querido Edgar pero si tu no pudiste hacer el trabajo con Dana, otro más las asesinará-
- ¡¿Qué pasa con Dana?!- Lisa les gritó.
-¿Qué no les ha dicho su amigo? Su misión era matar a Dana por algo que él sabe que pasó pero no lo quiso hacer, así que huyo de todo- la voz comenzó a reír.
-no la encontraras, está bien protegida, todos la protegerán- Hector les dijo mientras escupía a los pies de las personas.
- ¿Dana esta con ustedes? - Edgar los volteo a ver con una mirada de sorpresa y miedo.
-si Edgar, ellos ya lo sabían, pero ¿Qué pasa? ¿Por qué quieren que asesines a Dana? - Lisa estaba muy confundida.
- ¿muy protegida? - la voz se carcajeo de nuevo- ya dicen que no confíes en nadie, como les dije si Edgar no hizo el trabajo otro lo hará y claro que no está protegida, o díganme ¿esta con sus amigos? ¿con Osvaldo? ¿con Max? O con el mejor de mis hombres al cual le pueden llamar pájaro tres, pájaro mayor o también como su Alias ante la sociedad, el detective Watson, a veces necesitas soldados infiltrados para saber todo, pero créeme, tus demás amigos ya están muertos-
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