Edgar llevó a Hector a las afueras de Five Points, a un lugar que era como un pequeño bosque, donde Edgar se había enseñado a disparar desde que compró aquella arma. Estaba muy ansioso de enseñarle a Hector aunque él no estuviera tan de acuerdo, pero Edgar siempre insistió hasta que logró convencerlo. Caminaron hasta llegar a un lugar donde se formaba un circulo despejado de árboles, era un circulo de aproximadamente veinte metros de diámetro, perfecto para entrenar. Al otro lado de ellos había un tronco recostado ya con algunas botellas encima de él, listas para ser derribadas por la bala de alguna pistola. Hector seguía un poco nervioso ya que él le tenía pavor a las armas por el trabajo de su padre, de ser policía. Durante su niñez vio varias veces como su padre regresaba con algunas pequeñas heridas de bala en su cuerpo, nada graves pero fue tráumate para un niño.

-Hey Jones, es hora de practicar- Edgar interrumpió a Hector de sus pensamientos.

-¿Por qué me convenciste de esto Edgar? Recuérdamelo- Hector tomó la pistola con la mano derecha y la levantó poco a poco.

-porque necesitamos estar preparados para cualquier cosa Jones, y así no se agarra exactamente- lo tomó por el hombro para ponerlo en la posición correcta.

-¿estamos listos para lo que estamos viviendo en Five Points? Las desapariciones, todo- Hector intentaba tener un blanco exacto mientras cerraba un ojo mientras el otro intentaba enfocar el blanco.

-te voy a contar algo, solo porque eres como mi hermano, y es que nadie en esta vida nos va a salvar más que nosotros mismos, si nosotros no vemos por lo que nos hace bien, nadie lo hará, y cuando estemos al borde de la muerte lo único que tendremos será nuestro cuerpo y nuestros conocimientos, pero si no tenemos conocimientos necesarios ¿Cómo nos salvaremos? Y no solo aplica en saber utilizar un arma, si no en todos los aspectos de la vida Jones- Edgar con su cabeza le dio la orden de dar su primer tiro a Hector.

-quiero saber todo lo que está pasando- Disparó pero no tuvo éxito en su primer tiro- necesito saberlo, no podré estar tranquilo-

-a veces yo tengo miedo de saber toda la verdad, lo que en realidad está pasando, tengo miedo de la respuesta que tendré cuando encuentre a mi hermano, tengo miedo a saber que la situación está peor de lo que vemos, pero tengo valentía de vencer a todos a costa de que mi familia y yo estemos bien- Edgar tomó la pistola, apuntó, se concentró y al disparar hizo que la botella de vidrio volara en mil pedazos.

-la valentía hace a la bestia Edgar, no te conviertas en una porque la bestia no siempre es buena, solo quiero que estés bien, nos tienes a nosotros, a Lisa, a mí, el nuevo chico que llegó, creo que se llama Osvaldo, se ve buena onda-

-confía en mi Jones, confía en lo que te voy a decir, no confíes en todos, a veces las personas más cercanas son las malas, lo he aprendido, a veces te apuñalan, te mienten, te devoran- Edgar comenzó a acercarse a Hector mientras disparaba sin ver a las demás botellas que estaban a veinte metros de ellos.

-tranquilo, detente, estas alterado, ¿Qué pasa? ¿me tienes que decir algo? - Hector logró quitarle la pistola mientras se seguía acercando a él.

-tu eres mi mejor amigo, yo bese a Lisa pero creo que tú estás enamorado de ella. También me llegó un rumor en la escuela en el que se dice que te empiezo a dar miedo, que te quieres alejar de mí, tú ¿ni siquiera crees que pueda encontrar a mi hermano cierto? - Edgar comenzaba a alzar la voz, se notaba a leguas que quiera llorar.

-es cierto que me gusta Lisa, y es cierto que le he contado a alguien que creo que te estas propasando, no quiero pensar que no encontraras a tu hermano pero, todo puede suceder, mejor como dices, piensa en ti, y sigue tu vida Edgar- Hector también se empezaba a alterar.

-yo creí que me apoyabas, creí que confiaba en mí, pero un día te haré saber que yo no estaba loco, y por algo estoy haciendo todo lo que estoy haciendo, pero ahora lárgate de mí vista, hoy y para siempre Jones- Edgar se dio la vuelta.

- ¿en verdad tus palabras son coherentes con lo que piensas? –

-lo único que sé es que a veces hay una doble cara en el grupo en quien confías-

- ¡¿y cuando me lo demostraras Edgar?! – Hector gritaba de dolor.

-la respuesta la tendrás enfrente de tus ojos como siempre la has tenido-