Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

V.

N/A: ¡Yay! Ahora sí, aquí comienzan las interacciones con los chicos, o al menos ya podrán ver más hacia dónde va la historia(?). Todo lo anterior era una introducción al ambiente donde nos encontramos, y porque no me gusta ir TAN directo al punto.

En fin, veamos si descubren el orden en el que "introduciré" a los chicos en la historia y tu vida aquí. ¡Disfruten!

Necesitabas pensar seriamente todo lo que estaba pasando, o al menos distraerte ¿y qué mejor manera de hacerlo que salir del campus e ir a dar una caminata por el parque?

La noche anterior Citra había estado confundida por un poco tiempo el por qué ese nombre de compañía era tan importante, pero en cuanto recordó que BTS era tu grupo de corea favorito, te apresuró a que la abrieras y leyeras que decía.

Estabas sorprendida, sin palabras y sentías que todo esto era una broma...pero nadie de este lado del mundo sabía que habías mandado una audición a BigHit, y en casa Yosselin era la única que sabía.

Así que la mañana del viernes siguiente te vestiste, poniéndote una sudadera azul rey holgada encima, ya que las mañanas en Seúl tendían a ser frías. Tomaste el subterráneo y saliste a un pequeño parque cerrado. La única entrada y salida era la que estaba prácticamente enfrente de la salida del metro.

El parque aún así era grande y extenso, y corrías el riesgo de chochar con la barda pues esta tenía arbustos, árboles y enredaderas cubriéndola.

El ambiente del lugar era calmado, la mayoría de las personas que lo frecuentaban estaban trabajando o en la escuela (tú tenías el día libre porque una clase solo se acomodaba el sábado), solo un par de personas estaban ahí, ya que no se podía usar como un atajo hacia ningún lado sin tener que brincarte la cerca. Unos estudiantes que estabas segura se habían brincado la secundaria, una pareja trotando de aquí para allá, una chava que parecía trabajaba paseando perros...

Extrañabas tener mascotas. Perros para ser más específicos. La última vez que viste a tus amigos de cuatro patas fue cuando te mudaste de la casa de tus padres al apartamento con Yoss.

Cuando menos acordaste ya estabas sentada en una banca, con tu pequeña libreta de apuntes y su pluma en mano. ¿Por qué no usar el celular? Fácil: Tendías a olvidar que apuntaste algo ahí hasta que querías escribir algo más.

My best mate ain't that one from eight grade,

Someone who sometimes doesn't listens, licks me, cheers me

Up in the sky my pal first might arrive

No habías ni terminado la primera estrofa cuando viste uno de los seres a los que dedicabas tu 'canción' acercarse a ti.

Era un perro blanco, pequeño pero no era por su edad, con orejas levantas y mirada llena de curiosidad. Pero lo que más te llamó la atención era la correa rota (resultado de mordiscos) que colgaba de su collar y venía arrastrándose mientras el cachorro corría.

"Mira pero que bello, ven, ven acá." El perro ni se inmutó a tu llamado, así que probaste hablarle en inglés.

"Hey amigo, ven aquí, vamos." Esta vez parece haber reconocido que le dirigías a...él la palabra, y se comenzó a acercar más a ti.

"Así es, ven, acércate, todo está bien." Y una vez que el doggo estuvo entre tus manos, recibiendo cariños, dejaste en la banca tu libreta mientras tú te agachaste al nivel del perro para ver si el collar tenía una placa.

"A ver amigo, déjame ver si podemos contactar a tu dueño." Era difícil tomar la placa, pues el inquieto perro no dejaba de girar su cabeza en un intento por lamerte, por darte de 'besitos'.

"No, dude, espera, calma, calma...así, serio..." Tomar su cara entre tus manos y guiarlo poco a poco al suelo mientras calmabas tu voz parecía lograr su objetivo de calmar al animal y que te dejara ver la placa, en donde venía solo un número y un nombre, el del cachorro blanco: RAPMON

¿Qué?

Le diste otra escaneada al perro acostado recibiendo caricias en el estómago por tu mano que se movía automáticamente, y ahora que lo pensabas, el pero parecía la mascota de cierto líder...

Naaaa.

De seguro es la mascota de alguna ARMY que se consiguió un perro igual que el de él y lo nombro igual. Era lo más probable.

Cargaste al perro y proseguiste a sentarte otra vez en la banca y colocarlo en tu regazo, mientras apuntabas en la libreta el número que estaba atrás de la placa.

No sabías si era algún número de registro, un número de teléfono fijo o de un celular, ¿o incluso el ID del sueño? Pero apuntarlo era una buena idea.

"Vamos a esperar aquí un rato a ver si tu dueño aparece, ¿okay?" No estabas segura de si Rapmon te había entendido, pero tu respuesta fue un ladrido y un perro agitando su cola muy feliz con la lengua de fuera.

Tomaré eso como un sí, pensaste.

***

Después de esperar cerca de 10 minutos en esa banca, decidiste que lo más prudente era dirigirte a la entrada del parque y esperar ahí, con la esperanza de que el dueño aún no se hubiera ido y que al dirigirse a casa para aumentar su búsqueda te lo toparas y pudieras entregarle a Rapmon.

"De seguro tu humano debe de estar preocupado. Pareces un compañero bastante energé---¡¡NO!! Asquito, ¿porque me lames la nariz? Aish."

Tenías que seguir cargando al perro, ya que no podías arriesgarte a que se fuera corriendo, y con la entrada del parque tan cerca era una mala idea bajarlo, pero la bola de pelos pesaba, y comenzabas a cansarte.

Pero tu mente no estaba ocupada solamente con tener que cuidar del perro blanco en tus brazos, sino también en que esa carta era una oportunidad en un millón, pero también tenias que cuidar tus estudios, y además solo estarías 6 meses en Corea, ¿valía la pena el esfuerzo? ¿ver si algo más podría salir de eso?

Rapmon se había comenzado a revolver en tu agarre, lo que hizo que reafirmaras tu posición y lo sujetaras con mayor fuerza mientras que le volvías a hablar.

"Oye cálmate, si necesitas ir al baño tendré que quitarme de la entra—Otz, serio--¡Rapmon basta!" Pero el animal no hacía caso. Jezz, necesitaba clases de adiestramiento o algo.

"Creo que se alegra de verme otra vez."

Ay dios.

Cuando te diste la vuelta tomó mucho más del autocontrol que normalmente tenías para no tener una reacción de fangirl. Frente a ti, con lo que probablemente era el resto de la correa de Rapmon en la mano, se encontraba Kim NamJoon.

NamJoon.

El líder de BTS. Rapero que no dejaba de sorprender al mundo con sus colaboraciones y habilidades. Chico con un IQ de 148.

Traía puesto un cubre bocas, así que era el poco cabello que se veía debajo de la gorra de la sudadera que tenía puesta, sus ojos y su voz lo que te dijo quien era.

Probablemente fue el asombro de tenerlo frente a ti lo que evitó que gritaras, pero fue la tranquilidad que te brindaba tener a un perro en brazos lo que te permitió hablarle con 'normalidad'.

Porque aún no sabías si este Rapmon era el de él.

"¿Qué tal si se alegra así con cualquier persona que se le acerque?" NamJoon ya estaba enfrente de ti, acariciando a un eufórico Rapmon. Dios que si era alto.

"¿Por qué dices eso? ¿Le estás diciendo fácil a mi amigo?"

Soltaste una risa entre dientes "No lo estoy, pero me fue muy fácil hacer que se quedara conmigo para buscar a su dueño." Entonces alejaste un poco a Rapmon de él, logrando así que te viera mientras hablabas. "Si tu realmente eres su humano, dime ¿Qué dice la placa de su collar?"

Sus cejas se arquearon en señal de obvia confusión, y lo más probable es que su boca estuviera abierta tratando de comprender tu pregunta (semi) idiota.

"¿Qué quieres decir? Su nombre y mi número de celular."

"Ten, sostenlo en lo que confirmo algo." Una vez que le hubieras entregado al animalito blanco en sus brazos, procediste a sacar tu celular y tu libreta donde apuntaste el número para así marcar.

Tus dudas fueron aclaradas una vez que escuchaste el celular que se había de encontrar en su bolsillo del pantalón sonando.

"¿Contestadas tus dudas?" Su tono no era de enojo, pero si te escéptico ante tu falta de confianza a su palabra. Probablemente era algo que no le solía pasar muy seguido estos días.

"Si, perdón," agregaste una pequeña reverencia "es solo que mucha gente ha de tener un perro como el tuyo, o al menos eso pensé."

Hubo silencio, como si estuviera procesando lo que le dijiste, ¿Tan mal acento tengo? Te cuestionaste. Pero no fue hasta que Rapmon le comenzó a lamer la barbilla a NamJoon que este salió de su estupor.

"Wow, wow, calmado amigo. Entonces, supongo sabes quién soy." Era más bien como una pregunta retórica, que no necesitaba una respuesta a final de cuentas, pero tenias que contestar algo para no ser grosera.

Así que te encogiste de hombros y le diste una pequeña sonrisa al hablar "¿Cambiaria algo si te digo que no? No soy de por aquí."

El muchacho con el perro en brazos soltó un suspiro de alivio. "Gracias por no hacer más escándalo. Es mi día libre y quería disfrutarlo afuera, pero este pequeño se escapó." Mientras te contaba el por qué estaba ahí, acariciaba a la bola de pelos, quien ya parecía cansado.

"Ñie, no te preocupes, todos merecen un descanso de vez en cuando. ¿Qué es lo que haces por cierto?" La última pregunta la soltaste con un tono de juego, como cuando alguien te contaba un secreto, te pedía no contárselo a nadie y tú contestabas '¿De qué hablas?'

Temías que este tipo de humor no fuera común en aquellos lares, y en cuanto terminaste de expresarla en voz alta comenzaste a mortificarte internamente por tu selección de palabras.

Lo que te evitó tratar de cambiar el tema fue su pequeña risa, así como su respuesta con la que te seguía el juego "Soy músico por así decirlo; escribo y produzco de canciones. Mi nombre es NamJoon, Kim NamJoon."

Y entonces te ofreció su mano para que la tomaras. Una introducción formal.

Eso es fantástico! Producir ha de ser tan complicado. Yo tengo un par de... ¿Haikus? ¿Poemas? En fin, composiciones líricas que me gustarían convertir en canciones, pero no he tenido el tiempo de hacerlo." Mientras le contestabas, tomaste su mano y le diste un apretón, tal como te había enseñado un maestro hace tiempo para que 'te tomen en cuenta y sepan que eres alguien fuerte y que no hay que menospreciar'.

"Tienes un fuerte agarre. ¿Y dime cuál es tu-" Justo cuando él iba a preguntar por lo que se te olvidó darle (tu nombre) su celular comenzó a sonar otra vez, pero ahora con otro timbre. "-eh, disculpa."

Tú asentiste y volviste a cargar a Rapmon, pues NamJoon te dio a entender que lo sostuvieras para él poder tomar su teléfono y alejarse un poco para hablar. Entre que no escuchabas bien por la distancia y que él parecía hablar rápido y por lo bajo, lo único que captaste fue 'salí a caminar', 'Rapmon', 'AMI (ARMY)' y 'ya voy'.

Cuando regresó, comenzó a hablar rápidamente. "Lo siento, por buscar a Rapmon perdí la noción del tiempo, y hoy me tocaba ir de compras para la casa ya que no me dejan lavar los platos, pero ya es tarde." Le pasaste al relativamente pequeño perro cuando sus manos hicieron el ademan de 'pásamelo'.

"Oh, ya veo. No te preocupes, ve, tu gente te necesita." Te moviste a un lado para darle a entender que el camino era todo suyo, y el comenzó a irse del parque.

"Lamento no poder seguir con la conversación, pero si quieres ayuda con esas aún-no-canciones, ya tienes mi número. ¡Adiós!" Se despidió con su mano, gesto que correspondiste, antes de darse la vuelta y desaparecer de tu vista.

...

Te dirigiste a sentarte en una banca y leíste uno de los párrafos de la carta solo para distraerte de lo que acababa de suceder:

'Así que ya sabe, puede contestarnos vía email desde el lunes X, hasta el sábado, o del domingo al miércoles venir al edificio para tener una plática con usted, así como para programar su audición en vivo con nosotros.

Pero si no se presenta en esas fechas, esta oferta expirará.'

La carta se suponía debía llegar a tí el lunes, pero como era correo para un estudiante extranjero, la universidad es la que los recibe y luego los manda a los dormitorios o a las casas donde cada uno se hospede, lo que alarga el proceso.

Jezz.

Primero tu amiga manda el video.

Luego, te mandan una carta, no un correo, una carta, sabiendo que estabas en el país, y sabiendo a que universidad asistías.

Y ahora te encontrabas con Kim NamJoon, en un put* parque. Es decir, Seúl es enorme, y de todos los parques que hay en ella, ¿tenías que encontrártelo en el que está más cerca de tu escuela?

Ok, ya eran muchas coincidencias en tu vida que te decían que fueras a hacer el intento, de ver qué pasaba, como para que las ignoraras.

Ya habías tomado una decisión: el domingo irías a BigHit Entertainment para ver que más te tenía preparado el universo y esta suerte que te cargabas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro