●Universo Alternativo, no quirks

●Vida adulta

●Kacchaco, Momojiro, Kirimina, entre otros ships son mencionados brevemente

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Sábado por la mañana en plena primavera, hay pájaros cantores, las flores se abren y el clima es agradable. Justo lo que se necesita para un día tan especial como el de una boda.

En el jardín privado ya estaba todo montado para la unión y posterior festejo, meses de planeación estaban por rendir frutos y por supuesto quien estaba a punto de treparse por las paredes debido a los nervios era la novia.

En el interior de la finca, Uraraka Ochaco estaba ansiosa por su gran día, pero por fortuna tenía a su madre y mejores amigos con ella para calmarla antes del evento.

—¡Cómo te atreves a decir que me calme Todoroki Shoto! —gritó la castaña dando un golpe en el hombro al nombrado, este estaba confundido y con la mirada pidió ayuda a los otros presentes pero estaban demasiado temerosos para hacer algo.

«Claro y manden al más asocial a la guerra...»

Estaba por decir algo más —que muy probablemente empeore todo— cuando entró por la puerta la salvación de todos, la dama de honor: Tsuyu, que se había desaparecido unos minutos pero justo volvió con un aparente remedio súper efectivo, un trago de whisky.

Mientras ellas hablaban Shoto regresó al lado de Izuku y Tenya para preguntarles por qué lo dejaron morir solo.

—Es tu castigo por recién volver a Japón —comentó el más bajo fingiendo una sonrisa inocente.

—Tú fuiste el primero en apoyar mi decisión.

—Ah cierto... No me importa.

La puerta siendo tocada llamó la atención de todos, por ella se asomó la madre de la novia y les avisó que faltaba poco para el esperado momento. Se ultimaron los detalles y finalmente se dirigieron al jardín, la marcha nupcial sonó y la preciosa novia caminó hacia su futuro esposo que la miraba con una ilusión que pocos imaginaron distinguir alguna vez en su rostro, Shoto estaba feliz por su amiga, la conocía desde preparatoria y aunque se distanciaron al inicio de la adultez por su viaje a Holanda el cariño seguía ahí y por eso no dudó en acelerar su regreso en cuanto le llegó la invitación, quería demostrarle a Ochaco que estaría para ella cuando lo necesitara.

Su atención se dirigió al novio, Bakugo Katsuki, lo conoció también en prepa por ser viejo amigo de Izuku pero ya que no eran tan cercanos pocas veces se toparon, a pesar del fuerte carácter que mostraba en el fondo sabía que era una buena persona y si había logrado enamorar a alguien tan noble como Ochaco claro que le daría el beneficio de la duda, además las veces que charlaron desde su regreso le dieron una mejor impresión.

Si le preguntaran cómo fue la ceremonia no podría decir más que palabras cortas, Shoto estuvo disociado hasta que llegaron las preguntas del millón y la pareja se dio el "Sí, acepto", enseguida soltaron los vitoreos y fueron llevados a la zona de recepción en donde el pobre bicolor fue abordado por viejos amigos que no había tenido oportunidad de saludar.

Una de ellas fue Yaoyorozu Momo quien se mostraba más desenvuelta que nunca en compañía de quien presentó como su novia, una chica de nombre Jiro Kyoka, le cayó bastante bien, hablaron animadamente hasta que la gente de servicio les indicaron los asientos que debían tomar, a él lo pusieron junto a Tenya, su novia Mei, Izuku, Rody el novio de este, Tsuyu y por supuesto su novio Fumikage, escuchó que Momo estaría también en la mesa pero preguntó por el baño antes de ir a sentarse.

Estando en su lugar se dispuso a observar mejor la decoración, era interesante cómo combinaron tan bien el naranja, rosa y blanco en la decoración, se notaba la experiencia del wedding planner que contrataron. se hubiera ensimismado otra vez de no ser por alguien que llegó a sentarse a su lado y para su sorpresa no era Yaoyorozu.

—Hola, Kaminari Denki, amigo del novio, mucho gusto —Se presentó el rubio con notable confianza, dudoso aceptó el apretón de manos que le ofrecía—. Mi amiga Jiro me pidió cambiar de lugares para que ella y su novia estuvieran juntas, espero no te moleste mi compañía.

—Mientras no seas mala copa no tengo problema —contestó el bicolor regresando la mirada al frente.

—Eres el que viene del extranjero ¿no? Oí mucho sobre ti, cosas buenas cabe aclarar —dijo el chico intentando sacarle conversación, la verdad es que la petición de su mejor amiga en la tierra le vino como anillo al dedo ya que desde la ceremonia le había echado el ojo a este misterioso y apuesto muchacho—. ¿Fue por trabajo o estudios? O quizás placer...

—Trabajo.

«Vaya que es difícil... », dijo para sus adentros, cuando a Midoriya le preguntó el nombre del chico unos minutos antes este le advirtió que no sería fácil acercársele y ahora le constaba.

—No me has dicho tu nombre.

—Si oíste de mí ya debes saberlo.

—Bueno no quería parecer un acosador o algo, ahora me estás haciendo quedar mal.

El bicolor por fin se giró para estar frente a frente con este desconocido que insistía en hablarle. Lo miró de arriba a abajo, vestía un traje beige sin moño ni corbata, su cabello lacio estaba recogido en una media coleta y sus ojos transmitían calidez y alegría, por un instante la incomodidad que estaba sintiendo se desvaneció.

—Me disculpo, la gente no suele hablarme con tanta confianza —mencionó sin entrar en detalles, normalmente nadie se le acercaba de esta manera fuera por su apellido o apariencia.

—Bueno cualquiera se intimida ante esos ojos penetrantes que tienes pero yo no soy cualquiera —mencionó usando un tono juguetón.

Shoto sintió curiosidad por este Kaminari, quizás saldría algo bueno de conocerlo un poco. Finalmente cedió y dejó que la conversación fluyera, incluso cuando el resto de la mesa llegaron apenas les prestaron atención, estaban muy a gusto entre ellos que la comida se les enfriaba antes de poder probarla.

Para el momento del baile y después de unas bebidas el ambiente era muy animado, todos estaban contentos por los recién casados y claro que disfrutaban de un buen festejo, hasta algunas habían arrojado los tacones elegantes para sacarle brillo a la pista de baile.

—Entonces la gran torre que está en el centro de la ciudad...

—Es de mi familia, sí —contestó el bicolor dando un sorbo al whisky que había pedido—. Los negocios son el fuerte de los Todoroki o eso dicen.

—¿Estudiaste diseño de modas por mera rebeldía? —interrogó Kaminari apoyando su brazo en el respaldo de la silla.

—En parte sí, quería alejarme de esas áreas y hacer enojar a mi padre. Que fuera algo que terminé disfrutando fue un plus que no desprecio.

—Si te interesa te puedo presentar a mi amiga Mina, dirige una revista de moda...

La charla fue interrumpida con una melodía con tintes más bien de electrónica lo que atrapó la atención de varios en las mesas.

—Genial, ven bailemos un poco Todoroki.

—Tengo dos pies izquierdos...

—Bah es lo de menos.

Sin dejarle replicar otra cosa tomó del brazo al bicolor y lo arrastró a la pista, aunque era más evidente la diferencia de alturas no se acobardó y le guió con pasos básicos que pudiera repetir.

Shoto apenas coordinaba sus pies y no sabía qué hacer con las manos pero la sensación que le rodeaba lo incitó a hacer su mejor esfuerzo y qué decir del rubio que no lo dejaba regresar a la silla, pocas veces se divertía así con tanta gente, tal vez por el alcohol o la compañía.

Entre el tumulto de gente y su despreocupación el espacio personal pasó a segundo plano y ahora tenía al carismático Denki a tan solo unos centímetros de distancia, una idea loca cruzó su mente pero no estaba seguro de permitirse pasar la línea.

—¿Te confieso algo? —Le habló el más bajo teniendo que acercarse a su oído por el volumen de la música, el mayor respondió que podía seguir—. Me encantaría besarte ahora mismo.

Sin tapujos dijo lo que pensaba, dejando la idea en el aire, total era un rato para pasarla bien y sentía que realmente lograron entenderse aunque fuera solo esta noche.

—Ahora yo confieso que me muero por hacerlo —dijo cerca de su oreja también pero por el tono que usó o lo caliente de su aliento el menor se estremeció al oírlo.

Lo miró con intensidad y tomándolo de la camisa entre jugueteo y risas finalmente besó al atractivo chico que le quitó el aire apenas entró detrás de la novia.

El sabor de whisky y ron se mezclaron así como las ideas en sus cabezas se atiborraron, por loco que sonara unir sus labios se sintió como si fuego y electricidad los recorriera, ninguno recordaba que un beso se pudiera sentir así. Con los ojos cerrados dejaron que sus manos buscaran más el contacto con el otro, se separaron y volvieron a besar ignorando todo a su alrededor, de milagro no se cayeron cuando abandonaron la pista de baile a pasos torpes.

—Creo que... Hay demasiada gente aquí —musitó Shoto entre jadeos agradeciendo ya no ser aturdido por los altavoces. Habían llegado a una parte de las mesas en las que por suerte no había nadie que los mirara mal.

—Entonces vayamos a otra parte —respondió Denki también agitado, lo tomó de la mano y salieron de la enorme carpa que instalaron para el festejo.

Acalorados apenas sintieron lo fresco de la noche cuando se alejaron unos metros y fueron hacia el estacionamiento que apenas tenía iluminación. Denki buscó a tientas las llaves de su auto cuando llegaron a él y entonces recordó que se las dejó a Sero por ser el conductor designado, maldijo por lo bajo, no iba a buscarlo solo porque quería fajar en el asiento trasero.

—¿Ocurre algo? —cuestionó el mayor tratando de descifrar su actitud.

—Nada.

Y sin más lo volvió a besar atrayéndolo así mismo, su espalda chocó contra el cofre del viejo chevy y agradeció que no sonara la alarma. Dejó que su mente volara mientras le desabrochaba la camisa y sentía las fuertes manos ajenas pasearse por sus costados.

Soltó un jadeo cuando su cuello fue atacado por mordidas y besos, en serio esperaba que quedara alguna marca por la mañana, descendió sus manos para deshacerse del cinturón del mayor cuando un pitido del auto los hizo brincar del susto.

Se apartaron alarmados al verse cubiertos por los faros encendidos del vehículo y entonces vieron a alguien acercárseles Todoroki lo reconoció como el padrino del novio.

—Buenas noches —saludó el hombre entre incómodo y burlón, fue hasta la puerta de pasajeros solo para buscar el abrigo de su novia.

—¡Eijiro! Joder no te aparezcas así de la nada —recriminó Kaminari con un rubor en todo su rostro.

—Así traes la conciencia y no tengo que imaginarlo... Vayanse a otro sitio antes de que los corran los vigilantes —contestó el pelirrojo cerrando la puerta con mucha fuerza—. Ups.

—¿Dónde está Sero?

—Vomitando en el baño.

—Valiente conductor designado...

Kirishima se puso frente a ellos y le extendió el juego de llaves, argumentó que Jiro podría darles un aventón más tarde e insistió en que siguieran con lo suyo fuera de aquí.

—¿Y si mejor te llevo a mi casa? —sugirió Denki cuando estuvieron solos de nuevo.

—Estoy de acuerdo —aceptó Shoto dejando un beso en el hombro descubierto del más bajo, quien sonrió como bobo y luego rodeó el auto para abrirle el lugar de copiloto.

Todoroki estaba bastante sobrio para saber que era alocado subir al auto de alguien que acababa de conocer pero aún era joven ¿no? Se le permite hacer estupideces y en definitiva no se iba a quedar con las ganas.

Sin decir nada subió al coche y dejó que lo llevara a un lugar menos arriesgado para terminar lo que empezaron.