Capítulo 64
ENCONTRÉ EL AMOR
CAPÍTULO 64
Aisha Jiménez
El sol empieza a entrar por la pequeña ventana alumbrando un poco la casa dándonos inicio a un nuevo día en el que al hacerlo miro mi mano, y veo aquel anillo que se me fue entregado, una hermosa piedra roja, mis ojos no se cansan de admirarla en lo absoluto cada vez me enamoro más de ella.
—¿Te gusta el anillo?
—Sí, aunque estoy asombrada por esa piedra en ella.
—Cierto que es hermosa.
—Sí.
—Era de mi mamá, mi papá se la dió a ella cuando se comprometieron y ha Sido así durante varias generaciones.
—Y está vez seremos nosotros quien la llevaremos.
—Así es seguiremos con la tradición de entregárselo a un hijo que tengamos.
—Un hijo de los dos, no suena mal.
—Sí, aunque no quiero tener solo uno para que no esté sola como tú qué no tenía con quién jugar o con quien desahogarte.
—Si, tienes razón. Yo igual he pensado eso también, créeme que cuando mis padres se iban por semanas y quedaba sola deseaba tener por lo menos un hermano con quién jugar o por lo menos no sentirme tan sola en casa, y que solo se escucharán mis pasos.
—Ahora tienes que preparar dos bodas.
—¿Dos?
—Sí, la tuya y la de Isabella.
—Es cierto.
—Aunque no sé sabe cuál se hará primero aún.
—Deberia ser ella primero, ya que se comprometieron primero y ya han pasado algunos meses desde que eso ocurrió.
—Tienes razón cariño. Bueno iré a preparar algo para desayunar, ves dándote una ducha.
Termino de preparar el desayuno y lo veo a él salir de la habitación con una sudadera gris y su torso descubierto admirando su tonificado cuerpo, no sé cómo puede tenerlo así, pero me encanta. Si cabello húmedo cayendo unas cuantas gotas de el haciendo que caminen sobre su abdomen, el se acerca a la mesa para desayunar, platicamos durante el desayuno esperando para asear la casa y desocuparnos un poco más temprano porque Isabella nos invitó a almorzar y no pienso desaprovechar esa oportunidad «no tengo ánimos de querer cocinar»
Luego de unas horas nos alistamos para salir ya que ellos viven un poco lejos, mucho más que de dónde mis padres y debemos salir con tiempo anticipado para llegar a tiempo cada que ellos nos invitan a su casa.
Luego de estar conduciendo por tres eternas horas hemos llegado a su casa por fin, y a tiempo que es lo mejor.
Tocó el timbre y nos abre Isabella con unas horribles ojeras que notoriamente parece un mapache.
—¿Que te pasó? ¿Porqué estás así?
—Andrés tuvo muy mala noche lo que conduce a qué yo tampoco dormí.
—¿Cómo que mala noche?
—Si desde que llegamos él empezó a sentir escalofríos luego empezó a vomitar todo, y lo peor es que tuvo fiebre muy alta.
—¿Lo llevaste al hospital? —Pregunta Lucas con cara de querer burlarse de su cómplice.
—Sí, pero dijeron que era un virus que con antibióticos y cuidado se mejoraría pronto y no tenemos mucho de haber llegado a casa.
—Huy no amigo pero das asco ves y date una ducha por lo menos. —Lucas lo molesta.
—Eso mismo le he dicho yo desde que llegamos, pero no ha querido moverse del sofá. —Dice Isabella con un leve bostezo.
—Pila haz caso Andrés que no eres un crío para andar detrás de ti y puedas darte un baño. —Respondo tratando de ayudar a mi amiga con este terco.
—Chicos sé que los invité a comer, pero podrían cuidar de él y de la casa mientras descanso, ya que el muy desgraciado si durmió pero yo no y estoy que no aguanto más.
Me acerco a Isabella y me voy con ella a su habitación toma una pequeña ducha se cambia y se queda completamente profunda.
—Tú —Señalo a Andrés —Ve a bañarte al cuarto de invitado coge ropa limpia para que no entres a despertar a Isabella y muévete ya mismo de ese sofá sino quieres que te tire un balde de agua fría allí encima.
—Que agresiva, y ya voy. ¿Cómo puedes soportarla? —Le pregunta a Lucas con cara de culo.
—No soy tan terco cómo tú, jamás me han gritado de esa forma, y amenazado por no querer bañarme. Somos diferentes y además yo soy su prometido, novio, amante no puede tratarme así de esa forma.
—¿Cómo que no puedo?
—Osea sí puedes pero no así como lo haces con Andrés, te corto mis servicios.
—Que servicios ni que nada.
Meses Después
El compromiso ha llevado meses puesto en mi dedo y con la intriga aún de saber cuándo será, aún no tengo idea de cuando la empezaré a planear y organizar para que quede de ensueño. Pero de forma discreta he estado buscando ideas para la boda, lo que suponemos nosotros hasta tiempo y que es muy básico. Creo que hablaré con Lucas con respecto a la fecha y ya ir buscando lugar ya ha pasado mucho tiempo y ya quiero organizar mi boda.
***
Estoy en casa y muy cansada he estado caminando todo el día, aunque más que cualquier cosa es el como le voy a pedir una fecha a Lucas para nuestra boda.
—¿Dónde está mi princesa? —Ya llegó Lucas.
—Acá en la habitación cariño.
—¿Estás bien? —Pregunta al abrir la puerta.
—Sí, estoy bien. Solo que quiero hablar contigo.
—Dime cariño ¿Que pasa?
—En realidad nada, solo que quiero que hablemos sobre la fecha para la boda, creo que ya han pasado meses desde que nos comprometimos pero no hemos hablado de cuando haremos la boda.
—Cariño, pero no ibas a esperar terminar la universidad.
—Sí, pero creo que ha pasado mucho y mi mamá con tu mamá me preguntan casi diario cuando empezaré con los preparativos.
—Pues... ¿Qué te parece en cuatro meses?
—¿Noviembre?
—Sí.
—Me parece bien.
—Entonces nos casamos en cuatro meses.
***
He dado el aviso y comenzaremos con los preparativos.
Todo ha empezado, las compras degustaciones esto debe quedar muy bien hecho, y por eso tengo ayuda.
No cabe duda que será un gran día para nosotros y quiero que todos los invitados también sientan nuestro amor en su alrededor.
Pero de esos se encargará mi mamá y mi suegra claro que yo soy mi opinión y siempre me mandan fotos y yo decido que idea de decoración tomar, y mientras tanto yo estoy aquí viajando en busca de mi vestido de novia y otra cosita que hace falta son los anillos pero necesito que Lucas saque un día libre para eso es por eso que haré lo del vestido primero.
Rumbo a EE.UU en busca del mejor vestido de novia para mi gran día de bodas, no les miento estoy más nerviosa que cuando lo tuve a él frente a mi haciendo su propuesta. Pero es por eso que vine con Isabella para estar un poquito más tranquila; con ella a mi lado puedo controlar mis nervios locos y me relaja tanto que puedo pensar mejor en modelo, color, y todo lo relacionado con el vestido aunque estuve pensando en rosa para el vestido pero ya miraremos en qué me encantare.
Me emociona tanto que mi mejor amiga se encuentre aquí a mi lado como siempre soñé que fuera, mi madre no tanto porque muchos años estuve sola y mi amiga era quien estaba como mi paño de lágrimas y se merece estar aquí tanto como yo que soy la novia. Además Isabella tiene muy buenos gustos, ella fue quien me ayudó en aquella época de escuela a hacerme cambios de looks y todas esas cosas locas y nunca me permitió estar mal arreglada.
¡Que nostalgia, como hemos crecido!
Hemos llegado al salir con nuestras maletas tomamos un taxi quien nos lleva a un hotel centrado, cuando llegamos al hotel pedimos una habitación doble para las dos ya que así minimizamos gastos de habitación ya que podemos estar en la misma.
Cuando subimos a la habitación y descansamos un poco del largo viajo con un corto sueño hasta que la noche se hizo presente; soy la primera en levantarme de la cama y despojarme de toda mi ropa para ir a darme una ducha, siento mis estómago rugir, tengo mucha hambre.
Al terminar mi gran baño de espuma me acerco a mi maleta en busca de algo de ropa cuando siento que Isabella se va levantando poco a poco.
¿Que haces? —Pregunta ella un poco adormilada aún.
—Busco ropa. —Le coloco cara de obviedad a la situación.
—Sí, pero... ¿Adónde vas?
—Saldré a comer ¿Tú no tienes hambre?
—Ahora que lo dices sí.
—Ve a bañarte entonces, yo te espero.
Mientras tanto escojo un corset negro con un pantalón blanco largo elegante con una chaqueta del mismo color y con un pequeño bolso negro.
Mi cabello irá suelto con unas pequeñas ondas que me hará dar muy buenas vibras.
Estoy maquillandome cuando por fin Isabella sale del baño tratando de empezar a arreglarse lo más rápido posible ya que demoro demasiado en el baño, veo ponerse un shorts negro con un pequeña y elegante blusa roja y una chaqueta negra para el frío su cabello se lo agarra en una cola alta dejando algunas hebras de cabello en sus mejillas haciéndola ver un poco juvenil.
—Nos vemos full increíbles —decimos al unisono. Abrimos la habitación y nos fuimos.
Luego de encontrar donde cenar fuimos a un antro para disfrutar y beber un poco, moderado y quedar con la conciencia nítida para poder levantarnos mañana y hacer muy bien nuestra búsqueda sin tanta cruda.
***
Una gran tienes de novia se posa frente a mi haciéndome ojitos de entrar allí, al hacerlo siento haber entrado al paraíso, tantos modelos, tallas, adornos y colores que impactantes.
Probamos y probamos muchos vestidos y nada que encuentro uno que me guste como se me ve, ya estoy poniendo muy ansiosa. Pero pido de todo tipo de vestidos colores, modelos ya sea de aquí o de otro lado pero quiero encontrar mi vestido.
Decidimos dejar hasta allí ese día, mañana saldremos nuevamente e iremos a otra tienda diferente.
Una vez más me encuentro buscando mi vestido, espero no ponerme ansiosa, gorda no estoy y si lo estuviera aún me vería linda en uno de ellos, eso no tiene nada que ver yo solo quiero verme y sentirme linda en mi día al igual el día que me lo mido.
Entre la angustia le pido a Isabella que le ayude a chica que busca los vestidos y escoja algunos para que yo me pruebe le digo que no importa el color.
Después de ponerme uno de los que trajo Isabella siento estar cómoda, quiero verme al espejo porque siento que este es mi vestido.
Salgo adónde mi amiga quien espera verme, y la veo sonreír cuando me ve lo que me hace estar más segura de que esté si es mi vestido.
—Estas hermosa.—Expresa Isabella haciéndome sonreír.
Este si es, digo al verme al espejo.
—Este será entonces. —Responde Isabella.
—Lo logramos. —Digo con los ojos llorosos.
—Si, lo logramos.
—Podemos volver a casa y buscar lo que falta, los anillos.
—Sí.
Sin duda él es el hombre que amo más que a mí propia vida.
Yarenis Guzmán.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro