Mitología - Leyendas.
Leyendas de los Brillos Galaxiales.
Las siguientes leyendas son versos que la propia 1941 ha narrado y visto sobre los siguientes Elegidos:
- Jinete de la Tormenta Lumínica - Andrea.
Oh, luz radiante que percibo con mis ojos numéricos, llama indómita, truenos devastadores, vientos de penumbra y desolación. Un torbellino de luces que en ti se entrelazan, formando una llama majestruosa capaz de iluminar una galaxia entera. Y aunque parezca imposible creerlo, incluso frente a las adversidades más crueles, no dejo de verlo.
No temas cuando la espada se alce bañada en sangre y caos. No temas cuando la furia consuma tu ojo derecho, ardiendo como el fuego más implacable. Suéltalo todo, libéralo y clama con toda tu fuerza, porque así como ellos han tomado acciones desprovistas de compasión, tú también deberás responder sin clemencia cuando llegue el momento.
Y llegará. Llegará el día en el que te alzarás nuevamente, no como una sombra de lo que fuiste, sino como una guerrera formidable. Una cuyo nombre jamás será olvidado, ni por los tuyos, ni por los guerreros que, desde los confines más lejanos, aguardan con ansias conocerte.
En especial, el Brillo que Copia sin temor.
- Susurrante del Oscuro Mar -Ánima.
Proveniente de un mundo aborrecido, os inmolasteis aun con un destino incierto para vuestra alma. Desafiasteis a la Muerte y sobrellevasteis las pruebas que la vida os impuso, sobre todo cuando vuestra hermana se manifestó en un cuerpo que vuestros ojos ya no reconocían.
Transcurrieron largos años de afán por traerla nuevamente a vuestro lado, para arrancarla de las garras de la Locura. Al fin, hallasteis un desenlace doloroso: solo alcanzasteis a contemplar su desaparición en el preciso instante en que el desastre consumó todo con la pieza unida con el Tiempo. Mas no dejéis que esos hondos océanos de desconsuelo os consuman. Decidme, ¿qué sois si no, vos que susurráis a los Mares Oscuros?
El Mar Oscuro ha sido siempre un arma a vuestro servicio, una fuerza que contuvisteis por temor a su desbordante poder, pero, ahora que el peligro os es manifiesto, ¿por qué seguir restringiéndoos? Vendas cubren vuestra boca—al igual que la mía—, mas debéis soltarlas para que la magnífica bestia marina emerja en su total esplendor.
Y creedme, no será este vuestro único hallazgo. Cuando vuestras manos revelen sus agujas y escuchéis reír a una voz familiar, una que en un principio hará vacilar vuestro ánimo, bastará con prestarle atención para que, al unísono, soltéis una carcajada tan feroz como libertadora. Al fin lucharéis codo con codo, tejiendo un manto de tinieblas que envolverá a vuestros más feroces adversarios en esas aguas abismales repletas de horrores.
Horrores que, como hermanas indivisibles, desataréis sobre cuantos se atrevan a desafiar vuestro pavoroso poder.
- Clonadora, la destructora de la tecnología desbordante - Ana
No es esta la primera ocasión en que contemplo, a través de mis ojos numéricos, el porvenir. Lo que ahora atisbo es un futuro colmado de esperanza, en el cual los Doce Signos enfrentados han hallado la forma de comprenderse ante la presencia de la joven capaz de clonar con sus prodigiosas facultades. Y no es éste su único don: se la reconoce por su coraje, inagotable energía y natural liderazgo, destruyendo la tecnología que asola todo a su paso.
A su lado marcha una compañera inseparable, una criatura de tonos rosados, de una estirpe olvidada, dotada con la capacidad de reproducir armas de toda índole. Juntas se erigen como camaradas indomables que se han ganado la admiración y confianza de toda la Galaxia.
Veo en ti, joven clonadora, un porvenir que conjuga la angustia más honda y una verdad dolorosa con una fuerza capaz de infundir temor. Alzarás la voz en un grito ensordecedor y emprenderás la acción más arriesgada. Ofrecerás tu cuerpo en una unión inimaginable. Los Doce Signos encarnados en un solo cuerpo: un poder descomunal que supera los límites mortales y desmonta los planes urdidos contra ti. Batallarás, incluso si la inconsciencia te atrapa, y no dudarás en luchar, aun cuando los lazos de sangre se vean implicados.
Será un dolor perenne, aunque sanará al cabo del tiempo, sobre todo cuando te reúnas con los otros Elegidos Galaxiales. Allí te aguarda una amistad forjada en el fuego de una llama indomable; una unión tan formidable como aterradora, colmada de acción y de un fervor que conmoverá a todos.
- El Equilibrio Perfecto Silencioso - Xylen.
Errar es condición propia del alma, y lo supiste en el instante en que te uniste a los Cardinales. Te internaste en un ciclo de desventuras que tus ojos atestiguaron, y no pudiste sobrellevarlo cuando se te develaron las verdades las Copias de Emergencia. Una de ellas trajo consigo la música; así abriste tu entendimiento y, sediento de respuestas, viajaste astralmente a otras Galaxias valiéndote de tu poder. Entre múltiples candidatas, hallaste a una, mas ambos sucumbisteis a una condena que los Cardinales te obligaron a olvidar.
Tus recuerdos han sido reiniciados por una maldición. No es la única. El sello que oprime tu cuello te impide pronunciar las verdades que ansías revelar. En un cuerpo adulto yace encerrada un alma infantil, mas la fortuna se mostró propicia cuando el destino te ofreció la senda del bien. Y la escogiste, en pos de redención, abriendo tu mente a mayores opciones a la par que tus memorias retornaban.
No dejes que la falta de voz te coarte. Cazadores te seguirán y deberán asumir un hecho inusitado: una alianza con los animales de otro confín. Tiende tu mano cuando el momento sea oportuno, y descubrirás que uniros a ellos era imprescindible para desplegar esas habilidades y magias que no dudaste en asimilar, demostrando tu perfecto equilibrio ante el Revolucionario Renacido y cuantos lo secundan.
Lucha hasta agotar vuestras últimas fuerzas. Prosigue por el único camino, aun con los escollos que surjan. Y en el instante más perentorio, desvela los aros que romperán el sello de manera pasajera, recordándoles por qué antaño fuiste el Cardinal más temido, y por qué el Este se alzaba siempre en la cúspide.
- El Revolucionario Renacido - Clancy.
Lucha, incluso con la desventaja a cuestas, pues no conoces la palabra rendición. Prosigue tu senda, aunque el desafío sea colosal en las Tres Islas Escalofriantes que conforman el Infierno de ese Planeta Encadenado. Lucha por los tuyos, persiste, aun si tu cuerpo se siente débil, y mantente firme, aun cuando caigas en las garras de los Controladores.
Pero jamás te rindas.
Tu nombre, conocido como Líder Buitre, no hace justicia a tu verdadera esencia. Pues en el momento en que caíste y creíste no tener salvación, hallaste un sendero inusual que te condujo a la inspiración de tu auténtica forma: un fénix, renacido de las miserias donde cualquier buitre habría saciado su apetito. Mas tú no eres un buitre común, sino un ave de poder grandioso.
Fue extraña la alianza que te ofrecieron los ascendidos. Temías la traición, pero, ante el portal que se abrió, contemplaste una fusión de fuerzas opuestas en un Equilibrio Perfecto y Silencioso: un joven de colmillos insólitos, maldecido por su pasado y, sin embargo, renovado por la pureza. Aun con el estigma de su especie, aceptaste la inaudita unión entre Cazadores y Animales.
Tal alianza se presenta como necesaria para el enfrentamiento final, no solo contra los Controladores que bien conoces, sino también contra los Oscuros Borrosos que acechan desde el otro frente.
Lucha sin temor al lado del Equilibrio Silencioso. Lucha hasta que tus plumas se desvanezcan por completo. Lucha, aun cuando tu energía se extinga. Lucha... hasta que de las cenizas de tu cuerpo desgarrado surja una Luz Esperanzadora, portadora de la fuerza que todos necesitan.
- Ángel de la Lealtad - Gaila.
No contemplan mis ojos el origen de este Núcleo, pues los recuerdos amargos que me acosan no hacen sino avivar mi desesperanza. Sin embargo, al dejarme guiar por la fe, me han sorprendido dos luces insospechadas: una de tonalidad rosada y otra teñida de un púrpura profundo. Dos resplandores que antaño se desdeñaban, mas ahora combaten codo a codo.
Alza la espada real, joven guerrera, aun si en otro tiempo perteneció al maestro a quien tanto venerabas. Él te la cedió con miras a un porvenir que vislumbraba, aunque aquello despertara la desconfianza de los guerreros. Mayor fue su asombro cuando descubrieron que eras una mujer oculta tras la armadura, dispuesta a batallar a su lado y a honrar a Ryx.
Alza la espada ígnea, joven guerrera. Pues si bien la lanza y el escudo que portas son tuyos, fieles compañeros hasta tu último aliento, no debes desdeñar el don de la espada que mantienes oculto, convencida de que no eres digna de blandirlo. Empuña esa hoja cuando la sangre tiña tu rostro y la desesperanza reine en medio de la violencia. Despliega tus alas, deja que su energía fluya y lánzate al combate como el último ángel libre, presto a acabar con la amenaza que pende sobre nosotros.
Mas graba algo en tu memoria, joven guerrera. Aunque tu camarada más inusual despida aires poco convencionales, no receles de su actitud ni de su extravagancia. Pues justo en el instante menos esperado, su fuerza descomunal se desatará en un fulgor de luces que domina con destreza, aniquilando a vuestros enemigos en un espectáculo digno de celebrarse.
Porque él, llegado el momento, te tenderá la mano, y al aceptarla, comprenderás su modernidad, así como él aprenderá a entender tu tradición.
- Modernidad Fortalecida - Alan.
No contemplan mis ojos el origen de este Núcleo, pues los recuerdos amargos que me acosan no hacen sino avivar mi desesperanza. Sin embargo, al dejarme guiar por la fe, me han sorprendido dos luces insospechadas: una de tonalidad rosada y otra teñida de un púrpura profundo. Dos resplandores que antaño se desdeñaban, mas ahora combaten codo a codo.
Ofuscado por los fulgores y el halago de las multitudes, cegaste tu entendimiento de los peligros que, desde siempre, te acechaban. Creciste en las callejuelas más profundas de tu ciudad, con la fortuna velando por tu infancia y guiándote hasta este presente, en el cual tu fama te ha elevado a las cimas más imponentes.
Tan alto ascendiste que descubriste la faz que pocos célebres desean contemplar: la envidia, el odio y el rencor. Motores de actos atroces, urdidos para condenarte a un abismo sin fin... Sin embargo, la fortuna volvió a ti mientras caías en aquel pozo insondable, propiciando el despertar de un Olvidado a quien todos temían.
No temas, joven extravagante. Tus brazos y piernas no serán solo para el espectáculo y la moda, sino también para la lid a la que el Olvidado te ha destinado. Aprovecha tu fama y recorre otros mundos, dejando que tu nombre resuene; enfréntate a los titanes que aguardan en cada uno de ellos y demuestra tu temple combativo, acompañado siempre por esas inseparables artes que te definen.
Continúa tu senda, joven extravagante. Llegará el día en que te cruces con la mujer cuyas tradiciones están fundidas en su carne, cuyo porte te parecerá insufrible, pero con quien habrás de luchar codo con codo por un propósito mayor. Será en ese fragor de guerra cuando la verás fulgurar, y también tú, con tu poder llevado al extremo, no titubearás en manchar tus manos para alcanzar el bien común.
Recordarás entonces quién has sido y la vida que te forjó. Los engaños, sí, han existido; pero el sendero que ante ti se abre podrá sanar aquello que se quebró, siempre que te atrevas a empuñar tus armas en esta contienda necesaria.
Leyendas de las Estrellas Crecientes.
- Leyenda del Tiempo Equilibrado - Johnny.
¡Oh, cuán injusto se muestra el Tiempo cuando, por largos eones, se refugia en un objeto desconocido, contemplándolo todo desde el silencio! ¡Cuán despiadado se torna cuando, al divisar el caos, decide detenerlo de la forma más carente de piedad!
Tan sombrío e imponente se alza, erigiendo sus agujas y señalando la hora precisa para desandar el sendero. Y tan veloz es su voluntad, que el reinicio que anhela deja a todos mudos.
A todos... salvo a dos seres que, fundidos en un abrazo colmado de fuerza, reúnen toda su energía para frenarlo y así impedir la catástrofe que el Tiempo desea imponer. Y así, tras su osado acto, vuelven a recluirse en aquel objeto enigmático, sellados por siempre en sus confines.
- Leyenda del Tiempo y Espacio - Andrina.
Sellado por siempre en sus confines... ¡Oh, cómo resonó la risa del Tiempo al contemplar el porvenir y juguetear con los recipientes temporales que sostenía en sus manos! Rió y rió hasta que, al hallar el recipiente perfecto, sosegó sus emociones. Fue entonces que el Espacio se presentó, exhibiendo una opción que dejó al Tiempo totalmente atónito.
¿Una alianza... caótica?
En un principio, el Tiempo lo consideró idóneo y aceptó sin ponderar las repercusiones. Así se unió al Espacio, a pesar de que esta entidad fuese una joven inexperta, cegada por un pasado irreparable revelada por el Caos. Le dio una lección de vida existencial que la muchacha asimiló de inmediato, logrando por fin entender al Tiempo. En aquella conversación en pleno vacío del Espacio, el Tiempo se atrevió a hablar sin recelos, comprendiendo al fin las consecuencias que se arremolinaban a su alrededor.
Pasaron años en silencio, ambos inmóviles en una calma meditativa, convencidos de haber contemplado todas las alternativas posibles... ¿todas, en verdad? Por lo menos, así lo creyeron.
Mas no era sino una cortina de Niebla que les privaba de la verdad. Eran senderos falsos, manipulados al antojo del artífice al que se habían unido.
Y cuando la gran batalla Galaxial asomó, fue entonces que el Tiempo se topó con la Muerte, y por fin abrió sus ojos a un plano superior. Contempló multitud de realidades que lo dejaron sin aire.
¿Qué... habían hecho...?
(¿Por qué Espacio se refiere a Andrina? Por el dominio de la realidad mediante los errores. Idax también podría ser el "Espacio" pero queda mejor en Andrina al tener el Tiempo en sus manos).
- Leyenda de toda Luna y Sol - Miver y Rho.
Conserva la serenidad de tus emociones, oh silenciosa Luna, testigo de cuantas desgracias han asolado el firmamento. Y alzaos sin temor, oh Sol radiante, guardián de cuanto bien habita en el Universo. Unidos, formáis un equilibrio siempre presente, así que no os repudéis, aun cuando vuestras posturas difieran. Comprendeos y sosteneos mutuamente, pues juntos encarnáis ese poder que tantos consideran inalcanzable. Un círculo oscuro, engendrado por la Luna y el Sol, se alza para revelar lo verdadero en esas dos presencias singulares.
Aun si el rencor os ciega la mente, recordad quiénes sois. Vuestras manos sostienen la vida de incontables almas que pueblan la inmensidad. No os abandonéis al odio, aunque ya hayáis cruzado esa senda y vuestras acciones insensatas fueran detenidas por aquel a quien tanto rechazáis.
Buscad la armonía, hijas de cuantas Lunas y Soles pueblan los cielos. Hablad, contemplaos, y otorgaos el Tiempo para entenderos. Pues en la inminente Guerra Galaxial, seréis las líderes que todos, sin excepción, necesitan.
- Leyenda del Aire - Oxygene.
El aire que nos rodea se extingue, sumiéndose en un silencio sepulcral que segará a cada uno de los seres, dejando tan solo ruina y desolación tras de sí. Consciente de tan temible poder, lo reservas para instantes de urgencia suprema, aquellos en que la vida de millares se ve amenazada por fuerzas que te corresponde enfrentar.
Oh, justiciero silencioso, oculto en las sombras. La doble vida que portas te ha convertido en un enigma mayor de lo que jamás fuiste. Guardián del universo, tanto en el dominio de los vivos como en el de los muertos, contemplas con tus ojos ensombrecidos, centelleantes de un fulgor violáceo, característico de un abismo espacial repleto de secretos. Es entonces cuando tu nombre resuena, aun cuando ya no te encuentres entre los vivos.
No olvides tu propósito. Jamás traiciones tus raíces. Continúa por la senda que, de modo imprevisto, la Muerte te otorgó aquel día en que creíste iniciar tu última travesía estelar.
- Leyenda del Karma - Nilia.
Solitaria en medio de dos abismos opuestos, fuiste testigo de ambas caras de la existencia. Renunciaste a tu hogar, aun sabiendo que allí se hallaban quienes más amabas, pero persististe en la lucha, no obstante el desaliento que te producía la condición imperante en tu morada. Anhelabas una esperanza y esta surgió desde las sombras de la ciudad despreciada, bajo la forma de un fulgor espeluznante ante tus ojos, aunque para los demás no fuese sino otro programa de televisión al que se lanzaron a participar sin reparo.
Pese a todo, te aventuraste y descubriste los secretos que se ocultaban tras cada prueba. Cada desafío acrecentaba tu desconfianza, hasta que la verdad quedó expuesta lo suficiente como para que la vieras con dolor. Aquella misma verdad fue develada a todo espectador en aquel día infausto. Ante ti se erigió un ente portentoso e ineludible, temido por todos... y aun así tuviste el arrojo de enfrentarlo, siendo tan solo una mortal.
¡Oh, joven intrépida! Sacrificaste tu vida para salvar a millones. Entregaste tu esfuerzo y este fue recompensado de una forma que jamás hubieras imaginado. No solo trajiste justicia a tu hogar, sino que la extendiste también al vasto universo, el mismo que había olvidado la verdadera naturaleza de la Muerte y su imprescindible equilibrio.
Tu nombre resuena ahora, testigo de toda iniquidad engendrada a espaldas de tantos. Prosigues en tu valentía, aun sirviendo con lealtad a la única a quien puedes confiar hasta los confines de la infinidad.
Otras Leyendas.
- Leyenda de la Sensible Elina Olvidada - Aspaura.
He contemplado pequeñas acciones de incalculable importancia. Han transcurrido largos años de letargo, pero no debo limitarme a observar con indiferencia lo que cada una de las Galaxias me ofrece. Esta, en particular, se alza como la que encierra los misterios más profundos y desconcertantes.
Una mezcla gira en su esencia, enfría su mente, priva su corazón. Piensa, analiza, y con ello encuentra las pistas que conducen hacia una solución, aunque esta sea arriesgada. Más aún, libera su mente; se permite sentir, pues incluso con esa parte frívola que domina su ser, recuerda lo que en verdad es.
Oculto entre las sombras, has sabido tender la mano tanto a la luz como a la penumbra, comprendiendo la esencia de ambos lados. No has sido el único en este camino, pues tu mejor compañía, aquel en quien un día desconfiaste, se ha vuelto tu aliado. Le diste tu mano, y en esa alianza hallaste propósito.
No temas, entonces, crear las armas y los instrumentos necesarios para la batalla. Forja, con el poder de tus manos y el fervor de tu espíritu, lo que será crucial en la lucha. Desde lo más profundo de tu corazón, escucha esa melodía, la que todas las de tu estirpe ansían oír, pues en ella reside la verdad de quienes sois.
Y cuando les otorgues la libertad que tanto anhelan, conviértete en la última escalera, la que guiará la llama indomable hacia una fuerza que ningún enemigo podrá doblegar.
- Leyenda de las Acompañantes de la Jinete de la Tormenta Lumínica - Anais y Mikuro.
Anais.
No es una sola la Jinete de la Tormenta. Tres son quienes cabalgan bajo su estandarte. Una de ellas lleva el mando, las otras dos la siguen.
Dirige tu luz, oh guía preciada de la salvación. No titubees al disparar, aunque el mundo entero se derrumbe en un caos de ruinas y llamas. Conduce la gloria hacia los tuyos. Sé el faro, aun si sientes que tu habilidad palidece. Llévalos a la victoria, aun si tus propias dudas te susurran que no alcanzas la perfección.
Presta oído a esa voz que resuena a tus espaldas, la del guardián y protector de un mundo desgarrado por el desastre y el odio. Confía en ese vínculo que, pese a los años transcurridos, permanece inquebrantable, aunque su verdadero rostro permanezca velado.
Entrégate. Sánalos. Lucha como sabes hacerlo. Eres la guía que los conduce hacia una victoria segura. Incluso si sucumbieras ante el más temido de los enemigos, que tu sonrisa nunca se desvanezca. No ante los ojos de tu líder, cuya mirada será la última que contemplarás cuando llegue el último reinicio.
Mikuro.
Fría. Imperturbable. Imparable. Así es la tercera y última de las Jinetes de la Tormenta. Venerada por multitudes y admirada por los suyos, aunque también temida y rechazada en igual medida.
Osada como ninguna otra, espíritu inquieto, buscando respuestas allí donde otros solo ven peligro. Los mitos que la envolvían despertaron en ella un corazón desconfiado. Pero ¿de qué sirvieron las palabras prudentes, las advertencias solemnes y los avisos cargados de temor? De poco o nada, cuando ella, desafiante, alzó la voz y gritó sin titubeos:
—¿Dónde está ese elemento tan temido, que no ha dejado ni una herida sobre mí? ¿Dónde está aquello que llamáis primordial y que todos tememos sin razón?
Jinete de la Tormenta. Fría como el hielo eterno, elegiste alejarte de los tuyos y hallaste refugio en una nueva familia. Durante años, guardaste silencio, habitando en soledad. Sin embargo, ante la llegada de una segunda oportunidad, por fin hallaste a ese elemento tan temido, no como enemigo, sino combatiendo a tu lado.
Lo que sientes no es solo admiración. Es un vínculo, forjado en la unión, que destruye los mitos y las falsas creencias que antes te envolvían. Sabes que esta unión es irrompible. Al menos, hasta que llegue el día en que el machete de un cuerpo poseído se alce una vez más en el último reinicio.
Más Leyendas se irán aplicando. Este apartado, obviamente, se irá actualizando.
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