𝟒𝟕. 𝐀𝐧𝐝 𝐚𝐥𝐥 𝐈 𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐰𝐚𝐧𝐭𝐞𝐝 𝐰𝐚𝐬 𝐭𝐨 𝐛𝐞 𝐞𝐧𝐨𝐮𝐠𝐡 𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮
.
"𝐓𝐫𝐢𝐞𝐝 𝐬𝐨 𝐡𝐚𝐫𝐝 𝐭𝐨 𝐛𝐞 𝐞𝐯𝐞𝐫𝐲𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐢𝐤𝐞𝐝. 𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮 𝐭𝐨 𝐬𝐚𝐲 𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭 𝐭𝐲𝐩𝐞."
- te traje... una dona. - Remus se muestra en la entrada de la librería y sonreí ante ello. - los antojos te deben estar matando.
- estas en lo correcto. - le di un beso y tomé de la dona. - muchas gracias, moony.
- James te trajo fruta con picante. - cuando el dice eso, la boca se me hizo agua y mas porque lo vi entrar con un vaso lleno de mango y polvo encima.
- se lo frustrante que es cuando alguien come algo dulce y luego se empalaga y ocupa algo salado. - ahora le daba un beso a el y aceptaba con gusto su vaso. - aunque ahora tu con tus antojos, debe ser mas fuerte que ese idea de cambiar de sabor.
- muchas gracias chicos, en serio.
- no te traigo comida pero si unas flores. - y por ultimo entra Sirius con un ramo de flores de lo mas hermosas y veo como todas las chicas en la librería se le quedan viendo con ojos de amor. Ni siquiera tuve que acercarme a el para besarlo porque a el mismo le nació y se cruza en la barra donde se paga y me besa. - ¿estás cansada? podemos trabajar por ti.
- no me cansa mucho el cobrar libros. - reí y en eso, un señor se acerca a nosotros. - oh hola ¿ocupa ayuda buscando un libro?
- de hecho, solo quería decirte que me encanta este libro que esta en el área de recomendaciones. - dice mientras me muestra mi libro favorito. - tengo muchas copias.
- mira Chris, tu alma gemela. - dice Sirius y se que ni siquiera le daba celos porque era un señor de posiblemente sesenta años. - ella también ama ese libro y tiene unos cincuenta, si no es que mas.
- si, me encanta. - dije emocionada.
- ¿tienes la primera edición? me encantaría verla. - me quedé pensando y... si. En efecto la tengo, era de mi abuelo y se quedó en mi antigua casa.
- si, mañana se la muestro sin falta. - el muy emocionado se regresa a la mesa y yo me recargo sobre la barra. - tengo que ir a casa de mis padres.
- estas loca. - Remus me dice. - dijiste que nunca volverías ahí.
- pero necesito ese libro, no sabía lo mucho que lo quería hasta que mi alma gemela me lo recordó.
- oye, solo funciona cuando yo lo digo para molestarte, no cuando lo dices enserio. - dice Sirius haciendo un puchero y me dio mucha ternura.
- es broma, amigo. - James le aclara y le da una palmada en la espalda. - no estoy de acuerdo con que regreses ahí pero... no iras sola. Vamos contigo.
- de acuerdo.
...
Estaba de lo mas nerviosa, no los había visto desde que yo tenía catorce años... hace siete o ocho años. No se como es que podría fingir una sonrisa ante las personas que mas me han ofendido en mi vida, me han lastimado, me han hecho llorar, me han dañado. Y lo peor de todo es que, de alguna manera los sigue queriendo. ¿Cómo es eso posible? Se que es así porque una pequeña parte de mi esta emocionada de volver a verlos y esperar que todo sea mejor y que estén felices cuando les diga que estoy embarazada y feliz.
No lo sé.
Pero por ahora, estaba los nervios y las nauseas y toda clase de malas sensaciones.
- tu puedes. - Remus me dice mientras toma de mi mano y le sonreí. Después, toqué de la puerta y esperamos a que alguien abriera.
- Christine. - mi madre me ve de lo mas asombrada. - hola... ¿qué haces aquí?
Lo mas chistoso es como nunca se estableció el que yo dejaría la casa. Un día solamente dejé de llegar y no pareciera que me buscaron. Ni siquiera se ve tan sorprendida de verme.
- hola mamá. - dije temblorosa y siento como ella esta por abrazarme así que por igual me acerco pero solo era porque acomodó un cabello de mi cabeza. Eso fue triste.
- ¿quieres pasar? - asentí con la cabeza y todos pasamos. Ni siquiera se como le voy a explicar que estos tres chicos son mi pareja. Tomamos asiento en el sofá y estaba sorprendida con lo diferente que se veía la casa. - ¿les ofrezco algo de tomar o...?
- no gracias, señora. - dice James.
- oye linda ¿vamos a comer ahora o..? - mi padre se detiene en cuanto me ve. ¿"linda"? estaban divorciados, como es que... ahora están juntos de nuevo. - Christine.
- Chris. - Remus dice y tomé de su mano por recordar que no me gusta que me digan así. Mi padre lo ve con disgusto.
- solo vine por unas cosas... - rasqué de mi nuca nerviosa. - ¿puedo pasar por ellas?
- ya se porque vienes, por tus libros. - dice mi padre y yo asentí emocionada. - claro, aquí los tengo. - se asoma en la mesa donde comíamos y estaban sobre las patas de la mesa para que esta no se moviera de lo dispareja que estaba. - me servían mucho pero toma.
- gracias... - dije mientras miraba lo maltratados que estaban pero no podía quejarme. - gracias papá.
- no es nada. - el sonríe y se siente en el sofá de enfrente junto con mi mamá.
- ustedes dos um... son pareja de nuevo.
- si. - mi madre dice feliz y se recarga en su pecho. - las cosas son buenas.
- me alegro tanto. - dije sinceramente. - em, ellos son...
- tus amigos. - dice mi padre interrumpiendo me.
- mi esposo. - dije mientras volteaba a ver a Remus. - y mis otras parejas.
- ¿qué? - mi mamá se ríe. - ¿qué cosas dices, Christine?
- Chris. - ahora dice James, recordando se los.
- okay cambiemos de tema mejor. - dice mi padre y toma de su botella de agua. Me es raro verlo tomar algo que no sea alcohol. - ¿qué ha sido de ti?
- soy dueña de una pequeña librería pero es perfecta y me hace muy feliz y me recuerda al abuelo. - dije esperanzada de que eso al menos causara una emoción positiva en mi padre pero no fue así. - pude comprarme una casa con mis ahorros y um... estoy embarazada.
- que bueno. - dice mi madre pero aunque estuviera sonriendo, literalmente podía notar como no le importaba en lo absoluto. - lindo.
- ¡papá! mira este dibujo que hice. - llega corriendo una niña a los brazos de mi padre y este la carga para sentarla sobre sus piernas y ella le entrega la hoja.
- ¡Aria eso es precioso! - mi madre se veía mas emocionada con ese dibujo de un perrito que con todo lo que le he contado. - vamos a ponerlo en el refrigerador ¿te parece?
- ¡si! - ella dice y luego se voltea a vernos. - hola.
- hola. - trataba de no llorar ante la idea de que ellos si eran buenos padres y felices con esa niña. - soy Chris.
- es tu hermana. - le dice mi padre mientras la baja.
- mami ¿podemos hacer galletas?
- claro que si mi amor. - mi madre se pone de pie y carga de la niña en sus brazos para darle un beso en la mejilla y llevársela a la cocina.
No pude aguantar mas y las lagrimas caían por mi mejilla. Nunca, pero nunca en mi vida recibí un beso de ninguno de los dos, ningunead abrazo. Ninguna felicitación por un dibujo. Nada de lo que ella estaba viviendo.
- papá ¿tienes fotos mías de pequeña? me gustaría mucho guardarlas para cuando mi futura hija... o hijo nazca. No lo sé, mostrarles algo de mi pasado.
- lo lamento Christine, no creo tener ninguna.
- ¿puedes checar? por favor. - el se pone de pie de mala gana y va hacia la repisa en la otra pared para tomar del álbum de fotos. Se vuelve a sentar enfrente nuestro y hojea del libro.
- tengo esta. - me entrega una foto y de nuevo cae una lagrima. - ¿no te gusta?
- es mi prima. - se la regrese.
Lo peor de llorar enfrente de las personas que amas es que, te ven con lastima. Puedo sentir la mirada de los chicos y como ellos bajaban sus cejas con tristeza, esperando el momento correcto para decirme "todo va a estar bien" "no te preocupes" "lamento que las cosas salieran así" y no me gusta, odio que estén presentes para ver esto. Los padres de Sirius todavía estaban dispuestos a aceptarlo y quererlo si el seguía sus normas y reglas. Acá... haga lo que haga... nunca iba a ser suficiente. Nunca me iban a querer.
- Aria es toda una dulzura. - mi padre dice mientras ve las fotos de su otra hija. - estamos muy orgullosos de ella.
- es muy linda. - dije mientras me limpiaba las mejillas. - parece tener una vida muy diferente a la que yo tuve.
- ¿por qué lo dices?
- Chris... - Remus intenta advertirme pero yo necesitaba soltarlo.
- ya no eres agresivo. - el me mira todo serio y veo que sabe perfectamente a que me refiero. - no tomas alcohol, la casa esta hermosa, mamá cocina y se ven muy felices juntos.
- las cosas cambiaron. - dice el levantando ambos hombros. - todo es mejor ahora.
- ¿y por qué no pudo serlo antes? - me quebré en ese momento. No quería que me viera llorar, odio que me vea llorar, pero no podía evitarlo.
- Christine... bueno... - suspira hondo. - Aria si fue planeada. Fue una bebé deseada y que nos mejoró la vida. Cuando tu naciste tan solo las cosas fueron terribles para tu mamá y para mi, realmente no te deseábamos.
- de acuerdo. - me puse de pie y abracé de los libros. - entiendo, fue la situación... no fue mi culpa, solo fue un mal momento ¿cierto? - por favor dime que fue así, por favor dime que me quieres, por favor dime que lo sientes.
- ¿sigues estando en ese colegio? ¿ocupas que siga pagando o...?- suspiré decepcionada.
- gracias por todo. - dije y este parece que me va a abrazar pero no lo hace, lo peor de todo es que yo pienso que si y yo si lo llego a abrazar y se convierte en el momento mas incomodo de todos, mas cuando el alza los brazos esperando que me quite. - ya nos vamos... me despides de mamá.
- que tengan un buen día. - cierra la puerta detrás nuestro y me quedo congelada.
- Chris, vámonos de aquí. - James me dice de nuevo con esa expresión triste. - ¿Chris?
- tengo mis libros y eso es mas que suficiente ¿no? - dije con una sonrisa mientras se los mostraba y ninguno podía regresarme la sonrisa. - Sirius ¿tienes mis cigarros?
- linda, no quieres fumar ahora.
- ni puedes. - Remus me dice.
- ¿cómo pueden saber lo que quiero? si ni siquiera mis propios padres lo saben. - reí y era porque realmente estaba perdiendo la cabeza. Caminé hasta el carro y me detuve justo en la puerta. - estoy bien, he vivido muchos años sin ellos, puedo seguir haciéndolo. - de nuevo los tres me miran tan solo. - ¿Quien los necesita? yo no.
- esta bien llorar o decir cuando no te hace sentir bien. - Remus me dice.
- no se que hice mal. - puse mi mano sobre el cofre del carro y sonó de lo mas fuerte porque, era evidente que lo hice molesta. - no soy perfecta pero no soy una mierda de persona.
- no, no lo eres... - Sirius me dice y lo interrumpí.
- si tu fueras un mortífago, tus padres te amarían ¿no es así? - Sirius no dice nada. - ¿qué tendría que hacer yo para que ese fuera mi caso? - se hace el silencio. - nada, porque esa no es una posibilidad... soy tan odiosa, mala persona, horrible..
- Chris.
- ¡que ni siquiera tienen ni una foto mía! - volví a empezar a llorar.- ¿por qué Aria recibe amor? ¿por qué la abrazan? ¿por qué no tiene ni un moretón? ¿por qué no tiene cortadas de como su padre le lanzaba las botellas de cerveza una vez que las terminaba? - me detuve para limpiarme las mejillas de tan mojadas que estaban. - juro que mi hijo no tendrá que pasar nunca por esto. Porque... soy honesta cuando digo que desde este momento ya lo amo. - reí. - no tiene que nacer aun para yo saber que lo voy a amar con todo mi corazón y... - dolía tanto pensarlo. - es triste. ¿por qué no me quieren?
Remus camina hacia donde yo estoy y me abraza, me dejo ir y empiezo a llorar y llorar en su hombro. Sirius y James se acercan al abrazo y me siento mas en paz sabiendo que los tengo aquí conmigo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro